Partida Rol por web

—Te lo dije—le dio la fúrida al pirata.

—¡ZAHOHOHOHOHOHOHOHO!—empezó a reírse escandalosamente doña Zargoh, mientras se acercaba a la recién llegada—. Bien hecho Fera. Anda llévatelo y que deje de molestar.

Entonces miró al trío de chicas.

—Ya os lo había dicho, nada de peleas. ¡ZAHOHOHOHOHO!

Levi parecía dispuesta a insistir en ayudarla, pero la intervención de Fera calló cualquier duda o consulta que la chica tuviese que hacer. De un momento a otro ese gorila se encontraba tirado en el suelo sin muchas esperanzas de recomponerse... Y la advertencia sobre los conflictos se hacía completamente patente.

-Bueno... Mi plan sigue siendo el mismo.- Comentó luego de salir de su sorpresa, frunciendo un poco la nariz. No sabía si la protección de los Morganer era para mejor o para peor, pero... Al menos podrían evitarse cierta clase de problemas. A menos que... A menos que...

-Max.- Fue todo lo que dijo antes de llevarse la mano al rostro. -Más le vale no meter en problemas a Miss Mary...- Acabaría soltando un pesado suspiro cargado de preocupación antes de volver a levantar la vista hacia esa mujer pirata, a quien no dejaría de mirar con detenimiento, como si la conociese de antes, como si... 

-Es muy linda.- ... O tal vez no.

Siobhan se quedó bastante seria, primero por la respuesta de la fúrida y posteriormente por la intervención de la recién llegada que respondía al nombre de Fera. Puesto que para Siobhan, aquello se podría haber solucionado de otra manera. 

A pesar de las palabras de la fúrida, la doctora no volvió a tomar la copa. En su lugar se volvió a sus camaradas y dijo: 

- Pues bien, parece que todo está dicho, cuando queráis podemos volver con el resto.

El tono con el que habló no hizo que pudiesen percibir que todo aquello la había tensado hasta tal punto de no querer seguir allí, prefería volver con los demás y trazar un plan con el que conseguir alguno de esos medallones.

Levi poco a poco parecía tomarse menos en serio la situación, distraída por la curiosidad que todas esas chicas piratas despertaban en ella, siendo de momento Fera su foco de atención. Por supuesto, esto conflictuaba un poco con las ordenes e intenciones de su capitana quien por su parte únicamente deseaba marcharse cuanto antes del sitio, cosa que... Levi recibió no de muy buen grado. No molestia, para nada, pero sí que miró a Siobhan con la cara de un niño al que han mandado a dormir temprano.

-¡Pero! Es demasiado pronto, ggmppf.... ¿Le molesta si investigo un poco más por mi cuenta, Miss Vetev? Pronto estaré con ustedes.- 

Asintió para sí misma y luego mantuvo su vista en Siobhan, sonriéndole con toda la inocencia y disposición del mundo... Lo cual se podía traducir como que tenía un plan entremanos. ¿El problema? Eso bien podría ser relacionado con la necesidad de reunir medallones, o con irse a descubrir más sobre la segurata de los Morganeer.

La verdad es que Levi recordaba haber leído algún expediente sobre los Piratas de Morganeer, a fin de cuentas eran una veterana tripulación pirata con más de dieciochoaños a sus espaldas. Aunque no era mucho lo que sabía sobre Fera. Era conocida como el Perro de Presa y en la tripulación ocupaba el cargo de Lugarteniente y Guardiana.

Siguiendo las órdenes de Doña Zargoh, tras golpear la cabeza del pirata una segunda vez contra la barra del bar se lo llevó a rastras. Pero no fue demasiado lejos, en cuanto pudo lo lanzó por una de las ventanas del coliseo. Que quedara bien a la vista de todos lo que pasaba con los que se peleaban. Después abandonó el lugar.

Con Fera y el pirata fuera de juego, la fúrida volvió a dirigirse al trío de chicas.

—Gracias por haberme querido echar un capote—dijo ya mucho más amable—. Pero no podía permitir que se saliera con la suya. Esa gente sólo entiende un lenguaje y no estoy dispuesta a dejar que trate a alguien como yo de cualquiera manera. ¡Soy Nadire! ¿Nos tomamos algo?

Sira estaba a punto de proponerle salir a Gominola, mientras Levi daba esa vuelta, porque por sus palabras intuyó que quería irse de allí. No obstante, vigilarían a Levi muy de cerca, ya que el ambiente no estaba muy... tranquilo. Por eso, Sira se sobresaltó cuando Nadire se acercó y se presentó.

—¡Hola! Soy Sira, y mis compañeras son Levi y Siobhan, nuestra capitana.—dijo Sira bastante animada. No le gustó el tono que usó Nadire antes con ellas, pero no se lo tomó como algo personal. Ya aprendió en su día a no juzgar a las personas sin conocerlas.—Pues... por mí sí, pero...—y acto seguido miró a Gominola.

- Nos iremos a la vez de aquí,  no me está dando buena espina to... -respondía Siobhan a Lev sin levantar apenas la vozi hasta que la fúrida se volvió hasta ellas.

Tras la presentación de la misma y la intervención de Sira, la doctora dijo en tono cordial:

- Si claro,  por supuesto que aceptamos esa invitación,  aunque en mi lugar preferiría algo más dulce. Y dígame,  es usted capitana, ¿Nadire?

Dada la respuesta de sus camaradas,  por lo visto a Siobhan se le había notado en su expresión que se quería marchar del coliseo con el resto de la tripulación y compartir toda la información sobre los medallones. Pero tras la propuesta de Nadire, Siobhan vió la posibilidad de obtener aún más información,  así que no dudo ni un instante en quedarse allí. 

Nadire se giró un momento para decirle algo al camarero.

—¿Capitana? No, no, no. A mi no me gustan esas cosas. . Mucho lío eso de dirigir, la gente te exige cosas...  Yo prefiero una vida más tranquila con mis inventos—terció con una sonrisa abierta—. Seguro que puedo ser mucho más útil así. ¿Y vosotros quiénes sois?

El camarero apoyó cuatro jarras en la barra que unidas a las que ya tenían el trío de piratas con la invitación de doña Zargoh, hacían muchas bebidas. Estaba claro que la fúrida no lo había tenido en cuenta.

—Bueeeeeno, se ve que tenemos mucho que beber. ¿Nos sentamos?

- Claro -respondió a Nadire mientras tomaba asiento nuevamente.

- Nosotras formamos parte de una tripulación incipiente. Por avatares del destino hemos llegado hasta esta isla, pero se ve que en esta ocasión no nos ha sonreído la fortuna porque no vamos a poder participar en el torneo.

Siobhan entonces hizo una breve pausa, sus demás camaradas vinieron a su pensamiento y le preocupaba la reacción de los mismos cuando supieran la noticia. 

- Lo cierto es que nos hacía tanto bastante falta como ilusión. -añadió.

-No tiene de qué disculparse, miss Nadire. ¡Como para no ponerse así con un pirata como ese!- Sonrió con calma a la fúrida, incapaz de siquiera molestarse por sus palabras. Al final, a juzgar por la reacción de sus compañeras, sí que había logrado salirse con la suya con respecto a lo de quedarse... Aunque de momento tendría que esperar un poco más para perseguir otras intenciones.

Acabaría tomando asiento, no sin antes preocuparse de apartar la silla para Sira para darle espacio a sentarse. Habría hecho lo mismo con Siobhan... Pero esta se sentó antes de que Levi pudiese hacer nada, por lo que tendría que guardarse las ganas para más tarde. Eventualmente se sentaría una vez que Sira lo hiciese.

-Mi nombre, como dijo Miss Sira, es Levi Devereux. Cocinero de la tripulación... Aunque aún tenemos dificultades con encontrar una cocina en condiciones.- Suspiró, mirando por un instante hacia la barra o, más bien, a lo que podría haber detrás de esta. Se le notaba con ciertas ganas de retomar su hobby a la pobre, aunque posiblemente ninguna cocina en toda la isla fuese capaz de cumplir con sus exigencias. Su mirada pronto volvería a Nadire de todas formas. -¡Pero bueno! Cuéntenos sobre usted. ¿Cual es su comida favorita? ¿Color favorito? ¿Le gustan las flores? ¿Los paseos por la playa?-

... Definitivamente Levi no era la más indicada para extraer información de las mujeres, aunque al menos una pregunta útil se colaría entre tanta cosa intrascendente. -¿De qué clase de inventos estamos hablando?-

Lo primero que hizo Nadire fue responder a las preguntas de Levi con el mismo entusiasmo.

—Me encantan las gambas al ajillo, mi color favorito es el azul, me gustan las flores que huelen bien y me gusta más bañarme en un río. Sobre mis inventos... será una sorpresa hasta que el torneo empiece.

La fúrida esbozó una sonrisa taimada y entonces miró a Siobahn.

—Imagino que no tenéis medallón, ¿no?—preguntó de forma retórica— Bueno yo no me preocuparía mucho, la verdad es que ganar el torneo está bastante complicado. No sé si os habéis enterado, pero en esta isla está...—la chica hizo una pausa a izquierda o derecha para finalmente decir— ...Gorko.

—¡QUE!

El grito que pegó Tong-Hu fue tan fuerte que la radio pegó un bote y se cayó al suelo. O quizás, Siobahn se había sobresaltado del grito y ella había  tirado el dispositivo.

—Te refieres a ese Gorko.

—Yo no conozco a ningún Gorko que no sea el ex-Kraken.

Kraken. Esa una de las maneras que se usaba para referirse a los miembros de la División K (de Kraken) del Imperio Mundial. Estaba conformado por ocho antiguos piratas, conocidos por su renombre y su poder. Tras llegar a un acuerdo con las autoridades imperiales, los capitanes y su tripulación recibían una patente de corso y un indulto, además de conseguir el título nobiliario de Señor Corsario. A cambio, estos corsarios tenían que entregar la mitad de los tesoros incautados a otros piratas. Un acuerdo beneficioso para ambas partes, aunque sobre todo para el Imperio, que además de ganar potencia de fuego, siempre estaba en posición de revocar el acuerdo en cualquier momento.

- Bueno,  pues parece que eso complica la cosa -dijo mientras recogía la radio y la colocaba sobre la mesa. - Pues hasta ahora nuestra mejor opción pasaba por participar en el torneo.

Entonces Siobhan miró a sus camaradas y añadió con un tono divertido:

- Puede que incluso si el resto de tripulaciones se enterasen de su participación,  nos cedieran sus medallones de manera voluntaria.

La doctora guardó silencio unos instantes. Ella no pensaba que alguien de esa importancia se dignase a participar en el torneo a no ser que...

- ¿Se sabe cuál es el premio de este torneo?

Para Siobhan existía otra posibilidad,  aunque más remota, y es que aquel corsario haya ido a reclutar mas tripulantes para su causa.

—No te creas, imagina ser la persona que le da a Gorko el golpe final—dijo Nadire con una sonrisa soñadora—. Después de la derrota que acabó con su expulsión de la división K... ¡ahora la definitiva! Creo que más de uno y más de dos se va a apuntar al torneo con esa idea en mente. Total, si ya fue derrotado una vez...

Casi sin darse cuenta, Nadire se había bebido dos de las copas. Tenía buen saque.

—Si, pero la pirata que lo derrotó no fue una cualquiera—dijo desde la radio Tong-Hu—. Esa Ann Derouge sustituirá a Gorko en la División K o se convertirá en uno de los All-Star más fulgurantes que se hayan recordado. Imagino que por eso no han anunciado su recompensa, el Imperio le ha tenido hacer una oferta.

—Puede ser—le dijo Nadire a la radio—. ¿Oye y tú quién eres?

—¡Soy Tong-Hu la Araña Mecánica! ¡El capitán de los Piratas de la Araña Mecánica!