Partida Rol por web

Arya vio en todos la aprobación, y algo tímida volvió a mirar a Connor y asintió con la cabeza, con una pequeña sonrisa, probablemente de nerviosismo. Su mano se dirigió hacia él, para que depositase el anillo en el dedo correspondiente. Todo estaba yendo muy deprisa, pero no sería ella la que lo detuviese y crear un posible conflicto, con algo que todos habían aprobado.

Miró como su hermano salía de la sala y se preocupó. Pero debía empezar a pensar, que ahora los Astor, serían su nueva familia.

Esta claro que no ha sentado nada bien a la familia Lenger la ultima actitud de Connor, pero ellos abogan por la diplomacia y las formas, me canso de esperar a que Victor termine de despotricar en privado contra nosotros y tener que fingir que le ha dado un ataque absurdo de indigestión abandonando de ese modo la reunión. Inconscientemente doy golpecitos en la mesa con mis dedos síntoma de impaciencia que provoca en mi la situación, me ha dado tiempo hasta de terminar la comida.

Una vez fuera dejo de poner aquel gesto tan serio que habia adoptado desde que Satine hiciera la sugerencia- se puede sab.... porque?- las palabras le salian a golpes- esto no tenia que pasar asi, acabas de mandar a mi unica hermana a la boca del lobo... nisiquiera se que piensan, no he tenido tiempo de tantearlos, a pesar de que llegamos aqui como enemigos, y si teniamos que zanjar el asunto rapido...- costaba entender lo que decia, estructuraba la frase a destiempo.

- mi hermana no gobernara... solo los Astor gobernaran...- hablo mas tranquilo por fin- no sabemos ni como es ese tal Connor, eres una de las personas mas cercanas que tengo, no esperaba que me dejaras asi delante de todo el mundo, roto...

Al salir fuera sonreí a Victor - ¿Alguna vez has dudado de mi inteligencia? - Le pregunte con una enorme sonrisa - Connor esta enamorado de tu hermana y no hay algo mas maleable que un hombre enamorado... con una reina que le diga que hacer... y con nosotros tras tal dama. - Mi sonrisa se amplio muchísimo - Porque lo se, porque yo intercepte cartas de el a ella... que aun no llegaron a tu hermana - Me encantaba hacer las cosas en mi palacio - Y... que nos deja eso, con un viejo rey que no tardara mucho en morir y el trono de Astor a manos de un bastardo, mas facil de conquistar imposible mi amor...

Victor sonrio al ver su sonrisa, aunque aun parecia algo preocupado- nunca he dudado ni de ti ni de tu inteligencia, pero entiende mi inquietud...- dio un par de pasos alrededor de satine y se situo tras ella- porque no me has contado nada antes de la reunion?- susurro en su oido y paso los labios por el cuello de ella- volvamos a la reunion, pero despues quiero ver esas cartas mi reina....

Daniella empezó a encontrarse algo indispuesta. Quizás, con el tedio y los nervios de aquella reunión, había bebido más de lo estrictamente necesario.

La joven reina apartó la copa. Sentía su estómago revuelto y la cabeza le daba vueltas. En realidad no había bebido tanto, durante toda la cena tan sólo lo había hecho de la copa que tenía delante, y todavía quedaba algo menos de la mitad. 

Aprovechando la ausencia de lady Satine y de Victor Lenger, Daniella se levantó de la silla y mirando por primera vez, en toda la velada, a su marido, se disculpó. 

- Disculpadme... Me encuentro algo indispuesta. Me retiraré a mis aposentos... - Comentó y volviendo el rostro al resto de comensales hizo un suave gesto con la cabeza, a modo de despedida, y salió del gran comedor.

La noche esta cargada de sorpresas de eso no había duda, tras la petición de mano del joven Connor a la princesa de Lenger, el rey y la reina de este reino salieron a tomar un poco el aire mientras la reina de Astor abandonaba la cena indispuesta.

La cena estaba siendo menos tensa de lo que se podía esperar pero sin duda con noticias que nadie imaginaba. ¿Terminaría aquella reunión entre ambas familias en boda?

Me giré y pasé mi mano por el rostro de Víctor con dulzura y ternura.

- No temas, querido, esto será coser y cantar, créeme. - una gran sonrisa volvió a aparecer en mi rostro - Regresemos, el trato se debe sellar pronto y... más tarde nos reuniremos- deslicé ligeramente mi dedo índice por el cuello y pecho de Víctor - creo recordar que aún no te he recibido como mereces... majestad - dejé que una risita picarona saliese de mí, realmente echaba de menos a ese hombre.

Me dirigí de nuevo a la reunión, sabiendo que Víctor quedaría con esas palabras marcadas hasta nuestro próximo encuentro a solas.

Al escuchar las palabras de su madre, Connor se detiene con el anillo de camino a la mano de su futura esposa. Duda unos segundos. Algo no vá bien... Piensa. Pero recular no era la mejor opción, no ahora. Simplemente es  su orgullo, su caballería... No se sabría decir bien, un sentido que le advierte. El rostro del heredero se torna tristeza, pero detiene el anillo frente a la mano de Arya. Le dedica una media sonrisa, forzada por un dolor interno... El dolor del fracaso.

Ruego... Que me disculpéis... -con un rápido gesto guarda el anillo- Pero no estaría bien... No sería digno tomaros mientras aún haya la sombra de la duda. Germinará como una simiente de yedra venenosa.

Muerde su labio con frustración... ¿Cómo puedo estropear el momento tan perfecto... Por qué no puede todo simplemente funcionar? Su mirada se dirige por unos segundos a su padre, sabiéndolo furibundo en su fuero interno. Luego la mira a ella. La culpa es presa de su mirada, así como el dolor. No se levanta, no hasta que ella se pronuncie... Y sus palabras posiblemente le hieran.

Con elegancia me dispuse a regresar a la reunión y volví a ocupar mi lugar.

- Disculpad nuestra ausencia - percibí que algo no iba bien cuando vi que el príncipe Connor miraba la reacción de su padre y parecía haberse echado atrás - ¿nos hemos perdido algo? - traté de darle un empujón al joven Connor - Príncipe Connor, todos estamos de acuerdo en vuestro enlace pero ¿No cree que la princesa Arya Lenger merece una pedida más romántica? veamos... - chasqueé los dedos para que un sirviente se acercase y le susurré al oído para que trajese unas bonitas flores y velas para el lugar.

Miré a Arya con una sonrisa, pretendía tranquilizarla y que entendiese que el hecho de que el príncipe Connor tomase su mano como futura esposa era algo bueno para ella y no debería dejar pasar esa gran oportunidad. Me acerqué a ella con elegancia y me acerqué a su oído.

- Hoy es un día importante para todos, querida princesa, sobretodo para vos, aprovechadlo y mostrad esa hermosa sonrisa que tenéis en vuestro rostro. - suspiré con algo de emoción e indiqué los lugares donde quería las velas y flores.

Pudo notar que algo no iba bien al ver la cara del príncipe y como reculó a la hora de depositar el anillo en su dedo. Momento que se hizo interminable y que finalmente no se cumplió. Sin embargo, tuvo que llegar Satine para volver a hacer sus sueños realidad, pues en un momento dejó el lugar perfecto y cuando le susurró tales hermosas palabras, no pudo evitar sonreír y asentirle.

Se quedó ahí esperando, a que el príncipe o el rey Astor dijesen algo.

Estaba viendo esa pantomima que hacia el principe Connor y mis dientes estaban rechinando, tuve que beber mas vino para que no se me notara- Tiene hasta el anillo preparado....mi hermano a subestimado a los Astor y no se ha dejado aconsejar por mi.

La verdad que el enlace no me molestaba en si, me molestaba la farsa que venia detras y mi hermana valia muchisimo mas que para casarse con un Astor y menos con estos engaños. Aunque era verdad que la familia mas poderosa junto a la nuestra eran ellos y sabe Dios, que si es por amor verdadero y no un simple acto politico no me desagradaria lo que estaba viendo...

Pero algo en el gesto del principe de retirarse cuando no lo vio claro, me hizo volver a pensar que Connor, que quiza no fuera otra marioneta de este circo. O eso queria pensar...

Estoy de acuerdo con el principe Connor, mi reina...Creo que aun hay cosas que deben de estar presentes ambos reyes y mi hermano el rey ahora mismo no esta en la sala. Para cerrar este enlace aun quedan cosas por resolver y que estando en duda ciertas cuestiones que no se han zanjado. Este enlace no seria mas que una pantomima y yo lo siento pero no deseo eso para mi hermana.- No me pude controlar, pero es que no estando mi hermano yo ahora mismo era el representante de la familia Lenger y no lo podia tolerar y eso que no me gustaban nada estos chismes politicos. Aparte el vino habia soltado mi lengua.- No digo que el principe Connor, sea mal marido para mi hermana, incluso es el idoneo. Lo que no cuadra son los terminos...

Mire a mi hermana y esperaba que comprendiera que queria lo mejor para ella, pero todo dependia de un coste y en este momento ese coste iba en contra de nuestra familia.

Mi reina, si quiere montar ese encuentro romantico preparelo para que esten ambos solos y sin la carga politica que conlleva este enlace, aunque aun asi la tendran. Ambos estan presionados y como bien dice el principe Connor, mejor que esa sombra de duda se discuta mientras se conocen algo mas.- Mire al rey de los Astor- Espero que no les parezca mal seguir hablando del acuerdo mientras ellos estan fuera de la habitacion.

Le dije cortes esperando que mi hermano se le pasara el cabreo y bajara para terminar lo que habia empezado.

Volvio a la sala serio, con un rostro que pocos podrian adiviniar que habia tras el, se acerco a su sillon y se sento despacio mirando a todos los presentes menos a Arya y a Connor. Vacio su copa en el suelo al lado de su asiento y se sirvio de nuevo vino en ella, dio un trago corto, saboreando los matices de este y despues miro a su hermano y al Rey de Astor.

- Caballeros, propongo dar esta noche por terminada la reunion, hay muchas cosas que se deben hablar aun y no me parecen decisiones que se puedan tomar en dos minutos- Dicho esto miro a Arya y a Connor porfin- aun estais aqui? porque no salis a dar una vuelta por el jardin y os conoceis mejor, aprobechad la noche que los reyes nos tomamos para meditar como un momento vuestro-

Daniella se había retirado con discreción de la reunión. Caminó por los silenciosos pasillos mientras no paraba de darle vueltas a la cabeza. Por una parte parecía haberse solucionado todo demasiado rápido. Cuando se les bajara el vino, estaba convencida que ambos reyes volverían a las eternas discusiones. No, no creía que le cedieran el gobierno a Connor...

La joven reina no se encontraba tan mal. Pero no había podido soportar seguir asistiendo a aquella pantomima. Conocía al joven príncipe y sabía de sus aspiraciones. Le tenía en gran estima, pero temía que la princesa Arya fuera tan sólo un peón en los planes de Connor. 

¿Y por qué me preocupo por ella? La joven se sentía mal. Ella había pasado por algo parecido, y su vida no es que fuera muy feliz. Se había enamorado del hijo de su marido, William. Pero siempre le había visto tan lejano, que se había dejado "querer" por el otro hijo. Ahora se sentía en una rueda que giraba y giraba, y no sabía como salir de ella.

Llegó a sus aposentos, y sin ningún reparo se dejó caer sobre la cama. Mientras, su mente no paraba de dar vueltas sobre todo el caos en el que se había convertido su vida...

Al ver que la reunión se había acabado me levanté dejando mi copa vacía en la mesa. Había bebido lo suficiente como para que mi rostro estuviera ligeramente ruborizado pero no tanto como para que el alcohol enturbiara mi juicio. -Si la reunión se ha terminado, me gustaría retirarme a mis aposentos. Necesito pensar. -Me incliné hacia mi padre y el rey Lenger. -Majestades... -hice una reverencia hacia Lady Satine y besé el dorso de su mano. -Milady... -y por último incliné mi cabeza hacia mi hermano, la princesa Arya y el príncipe. -Príncipes... 

Salí de la sala rumbo a las habitaciones.

Me levanto con una mirada de desaprovecharon a mi hijo Connor. Veo correcto que termine la reunión, Victor, perdona que hora no tratemos este tema pero mejor hacerlo mañana que el tema este mas frío. Ahora no estoy en condiciones de tratar el tema con la suficiente objetividad.Miro a la anfitriona y el resto de invitados a que aprueben mi petición por cortesía.

Me levanto con elegancia y asiento ante las palabras de Alasthor.

- Muy bien, como deseen  - hice un gesto a los sirvientes para que se agrupasen y, en cuanto nos fuésemos, limpiasen y recogiesen todo - Nos reuniremos mañana pues, que descansen - hice una leve reverencia.

Suspiré y miré a Victor, teníamos una reunión pendiente con asuntos de la familia y quería saber si la llevaríamos a cabo esa misma noche.

- Majestad, deberíamos reunirnos para buscar una solución a los asuntos que dejamos sin arreglar en vuestro castillo. ¿Queréis que sea esta misma noche, así ya olvidamos el tema? ¿O prefiere que nos reunamos otro día para mayor tranquilidad?

Esperé su respuesta mientras me despedía de los demás con respeto y elegancia, deseando una buena noche a todos los que iban a las habitaciones que les había asignado.

Victor se levanto lentamente del sillon y cogio la copa medio vacia de la mesa la miro le pego un trago y la volvio a dejar donde estaba- quizas mas tarde, ahora voy a hablar con mi hermano, tenemos cosas que hablar antes de que se haga demasiado tarde. Mi reina- hizo una leve inclinacion de cabeza y se acerco a Paul haciendole un movimiento de cabeza para que le siguiera.

Con una leve sonrisa y una reverencia me despedí del rey Victor.

- Está bien, majestad. - Miré a los que aún permanecían en la sala - Si me disculpan, voy a organizar el día de mañana con los sirvientes, supongo que querrán un desayuno y una comida exquisita - dicho esto esbocé una sonrisa y marché de la sala.

Tenía que organizar todas las comidas del día siguiente, posiblemente comer en el jardín no sería una mala idea y si los príncipes se decidían, podría organizarse un buen banquete de celebración próximamente. Después de eso pensaba dirigirme a mi dormitorio a descansar, si no requerían de mi presencia en ningún lugar.

Siento la mirada de mi padre como si se tratase de una verdadera daga, también veo los esfuerzos de la reina de Lenger, madre de Arya, también escucho todas las palabras y sólo por unos segundos sopeso la situación para, finalmente, sonreír con una delicadeza impropia de los míos y tomar una de las flores que traen los invitados a una órden de Satine de Lenger.

Miro a aquella que deberá de convertirse en mi esposa y deslizo mis dedos entre sus cabellos para apartar un mechón de pelo y poder observar mejor sus ojos, colocando finamente la rosa entre sus cabellos.

Ruego me disculpéis... Pero creo que vuestra madre y vuestro hermano tienen razón... ¿Me haríais el honor de vuestra compañía dando un paseo bajo la luna que aguarda a las afueras de estos muros?

Mis ojos la miran con un brillo que pocos podrían descifrar... ¿quizá cálculo, deseo, temor?