Stein aborda al jefe de estación:
-¿Con personalidades "romanas" quiere usted decir civiles italianos? Hasta ahora no se nos había informado de este contratiempo. ¿No tendremos el tren para nosotros solos?
El capitán mira inquisitivamente al jefe de estación. Las sorpresas sin avisar no eran del agrado de éste. Como dijo el teniente Wishendal en Alemania estas cosas no pasaban. La falta de eficiencia era uno de los defectos de este pequeño país.
No esperará que compartamos viveres con esas personas, aprovisionen el tren con lo necesario, no queremos que haya falta de nada, no estamos dispuestos a viajar en deplorables condiciones por la falta de prvision de ustedes, pero tengan en cuenta que ya deberiamos haber salido...este retraso es inaceptable.
Sonrío levemente, no me agrada el tener que esperar porque un grupo de personas se tiene que acoplar con nuestro tren, pero el ver como se alteran Matog y Wishendal me parece cómico.
Romina mira impaciente el reloj de la estación. Enciende un cigarrillo para calmarse un poco, sin embargo su pie le traiciona, golpeando rítmicamente el frío piso de la estación. Sus ojos se posan en los caballeros presentes y hace pequeñas sonrisas corteses cuando se presentan. Pero sus ojos vuelven y miran el reloj entre presentación y presenatción. Es evidente que lleva algo de prisa.
al saber que otro bagón de civiles sería incorporado no pudo evitar mirar hacía abajo y suspirar...
-"Lo siento, señores. Pero acabamos de recibir instrucciones de las más altas instancias de que estas personas deben partir en el primer tren que salga para Berlin. Por supuesto se incluirá el avituallamiento necesario, ya que tanto su vagón como el que acoplaremos son de clase alta."
A cierta distancia podéis ver como el jefe de estación conversa con el grupo de oficiales alemanes. Ciertas expresiones pueden apreciarse en sus rostros, pero todas ellas se distribuyen entre la resignación y el profundo rechazo. Es más, parece que alguno de los oficiales alemanes está presentando objeciones al hecho de compartir el tren.
Volviendo a hablar con el jefe de estación, Stein dice:
-Pues mas les vale no mezclarse con nosotros ni que hagan nada raro, no tenemos tiempo de hacer de niñeras. Si habla con ellos digales eso.
Maldición, además de esperar nos vienen con sorpresas de última hora. Esto no estaba en el itinerario, así no deben hacerse las cosas pensaba el capitán mientras el jefe de estación se excusaba.
Era una lástima que tuviesemos que cargar con civiles, pero al fin y al cabo era un tren y en él tenían cabida todo tipo de personas. Lo importante era que no modificasen ninguno de los planes previstos.
- No se preocupe Hauptsturmführer, me encargaré personalmente de que no le incomoden los adosados. Digo dirijiéndome a Matog. "Ojalá que en el grupo haya mujeres, hehehe"
Muy bien Teniente, no esperamos menos de usted ni el Capitan Stein ni yo mismo, y ahora creo que deberiamos proseguir con nuestra porgramacion e ir al vagon restaurante a tomar ese desayuno, aqui no podemos hacer nada mas...Matog comienza a caminar con aire marcial y sin demasiada prisa hacia el vagon restaurante.
Stein sigue a su compañero hacia el vagón. No quería discutir con nadie, pero no por eso le iba a gustar la situación. Al menos con la compañía de sus colegas se le calamaría el temple. Y se le haría menos larga la espera que cada segundo se hace mas pesada.
-Yo le sigo, capitán Matog- dijo evitando mirar al jefe de estación.
No creo que sea conveniente relacionarme con esta gente en estos momentos. Confiaré en que sea resuelto por el jefe.
-Digame srta Macinni. ¿A que se debe su viaje hacia Berlín?. No quiero incomodarla con la pregunta, simplemente soy un hombre curioso y creame que usted es la personalidad mas sobresaliente y llamativa el día de hoy.-
Acabo el cirrago u con roque elegante lo apago con tacon de mi zapato
El hombre llamado Italo Crespi me hace una pregunta sobre los motivos de mi viaje
No es molestia ,es simplemente profesional y darme a conocer en Berlín ,tal vez con un poco de suerte pueda hasta actuar delante del mismisimo Further ,algo que muy seguro encumbraría mi carrera y vos si no es mucha indiscrepción preguntaroslo
-Negocios, simplemente negocios.-
No es mala idea que decidas irte a berlín viendo como andan las cosas por aquí. No es una artista de pacotilla, parece que lo tiene bien pensado.
-Bueno señorita, cualquier cosa que necesite me encuentro a su disposición.-
Giro para ver a los demas
-Y a la de todos.-
Sonríe ante Italo y asiente con la cabeza.
silenciosamente tira el cigarro y sube al vagón...
-"Gracias por su comprensión. Si me disculpan me pondré con los preparativos y saldremos enseguida."
El jefe de estación vuelve a dirigirse hacia el grupo de civiles y después de hablar con ellos regresa a sus tareas, repartiendo instrucciones a sus subordinados.