Partida Rol por web

-Preparado. -asintió Nox a su compañera. Fuera lo que fuera lo que se encontraba al otro lado, estaba intentando acabar con una nave Imperial y eso era algo que no se podía consentir. Era el momento de demostrar nuevamente de que estaban hechos los cadetes imperiales.

Tenían una buena ventaja con el factor sorpresa por lo que Nox se colocó en una esquina a cubierto mientras enfocaba a uno de los enemigos para disparar e impactar en él.

Adieira asiente y con un grito de furia se asoma también tras la esquina y abre fuego contra los enemigos desprevenidos. Sus disparos se unen a los de Nox logrando alacanzar a otro de los enemigos en la espalda antes de que él o sus compañeros puedan reaccionar.

Mientras el grupo formado por Albrecht, Balon, Ehtan y Wex retrocede en uno de los flancos por los disparos de los rebeldes soldados de las Fuerzas de Defensa Planetaria dos de ellos caen abatidos por disparos por la espalda. Al otro lado de la antesala y parapetados en la esquina del pasillo que desemboca en esta los cadetes pueden ver a Adrieira y Nox disparando contra el grupo de maleantes. Dos de ellos caen abatidos por la espalda reduciendo su número a diez.

Pero los enemigos rapidamente superan el shock inicial y como soldados profesionales que son se disponen a devolver el golpe. Tres de ellos echan cuerpo a tierra y disparan contra Adrieira y Nox. Uno de los disparos se estrella contra la pared a apenas un palmo de la cara de Nox pero de los dos disparos contra Adrieira uno le roza el costado lacerando la ceramita de su armadura de combate.

El otro grupo, compuesto por siete soldados, abre fuego contra el otro grupo de cadetes. Sin molestarse en echar cuerpo a tierra abren fuego, dos contra Albrecht y uno contra cada uno de los otros cadetes. La descarga de fuego laser es precisa y efectiva hiriendo a todos los cadetes de distinta gravedad. 

Y lo que es peor parece ser que dos de ellos no usan sus fusiles si no que dejandolos de lado echan mano a sus cinturones para extraer algo ¿quizás granadas de fragmentación?

La sala se llena del olor a ozono de los disparos laser ¿podrán los cadetes sobrevivir tras tan brutal apertura?

Una vez vemos bien lo que está pasando cuando nos queremos dar cuenta ya estamos de nuevo enfrascados en batalla. Vemos que nuestros compañeros están al otro lado. Esperamos que todos juntos podamos salir de esta. Veo que dos de nuestros enemigos sueltan el fusil y parecen sacar algo. No me arriesgo a esperar a ver si son explosivos así que disparó a uno de ellos.Mi disparó es certero y acabó con uno de ellos. En lo que parapeto tras la esquina para intentar evitar otra herida hiero al otro que tiene al lado.
Rápido, acabemos con ellos.

Esta vez recibo dos disparos mientras por mi parte mis ráfagas de fusil blaster impactan en uno de los que buscara alguna cosa en su cinturón. Logro llegar a la esquina del mamparo opuesta a la de Ethan.

– Ethan tiene razón, pueden llegar los del hangar.

Wexley no tuvo apenas tiempo de reacción. Sintió aquel disparo alcanzándole y, rápidamente, procedió a parapetarse detrás de la esquina, junto a Malkovich, mientras disparaba, malherido, en dirección a los atacantes, concentrándose en alcanzar a los que parecían portar granadas de fragmentación en sus cinturones.

Superados los imperiales por sus enemigos en una proporción de dos contra uno, el joven cadete sabía que el enfrentamiento sería duro, por lo que debían tratar de concentrar sus disparos en aquellos dos que portaban granadas. Con un poco de suerte, tal vez estas estallasen en las manos de los enemigos.

Balon recibe un disparo en el hombro antes de poder reaccionar. Echándose la mano a la herida rueda hasta ponerse en cobertura, tras lo cual abre fuego sobre aquel al que vio manipulando la carga explosiva, intentando evitar que complete la activación de la carga.

Adrieira buscó cobertura tras recibir aquel disparo. Había sido certero y aunque se había curado con el inyector, el dolor había vuelto. Joder, voy a matar a esos hijos de puto me cago en la fuerza.

Asomó medio cuerpo por el lateral del pasillo, apuntó y comienzo a disparar sin compasión. 

- Vamos Nox, acabemos con estos cabrones y ayudemos al resto. -

Los disparos empezaron a resonar por todo el pasillo, el grupo de cadetes ya estaba otra vez trabajando conjuntamente, ahora solo quedaba que la táctica del yunque y el martillo funcionase para conseguir liberar el puente de atacantes.

-Vamos cadetes, por el Imperio!!!-gritó a la vez que apretaba el gatillo aunque por desgracia los disparos salieron desviados.
 

¡Furor imperialis!

El sonido de la sangre martilleando tras el oido, la visión focalizada solo en el enemigo, la mente que salta de objetivo en objetivo mientras el blaster reparte la justicia del Emperador como una parte más del cuerpo del stormtrooper. La furia del Emperador ha llegado para defender el Batalla de Bothawui contra las fuerzas de la traición y la anarquía.

Ignorando sus heridas, el dolor y el miedo los cadetes disparan y maniobran como una sola unidad, atrapando a sus enemigos entre dos fuegos. Devuelven incrementado el daño recibido derribando a media docena de sus enemigos, empezando por los dos que trataban de empuñar granadas con las que causar mayor devastación entre las filas de los soldados del Imperio.

Del grupo que atacó al flanqueo de Adrieira y Nox solo uno permanece en pie mientras que el otro grupo ha quedado reducido a tres enemigos.

Viendose superados pero presas de la manía homicida que ya exhibieran sus compinches los enemigos no parecen dispuestos a tomar la decisión racional de arrojar las armas y suplicar clemencia.

El que se enfrenta a Nox y Adrieira descarta toda prevención y se arroja sobre los cadetes blandiendo su arma como un garrote improvisado, tratando en un intento desesperado de golpear la cara de los cadetes. Su propio rostro, apenas visible bajo el casco de la Fuerza de Defensa Planetaria una mascara desencajada de frenesí homicida. Ante la sorpresa Nox no alcanza a esquivar el golpe plenamente y la culata le impacta dolorosamente en el hombro. Por suerte el blindaje abosrve la mayor parte del golpe.

El otro grupo en vez de buscar cobertura ¡avanza disparando sus armas mientras entonan el macabro "¡No hay victoria sin sacrificio"!

Dos de ellos disparan contra Wexley y uno contra Ethan. Al precio de exponerse plenamente a cualquier disparo logran acertar a Wex en el muslo derecho. El disparo del otro soldado falla impactando contra el techo y haciendo llover chispas y pedazos de metal ardiendo alrededor de la posición de los cadetes.

Wexley sintió un inmenso dolor recorriendo su cuerpo al sentir aquel disparo acertándole de lleno en el muslo derecho. Dejó escapar un sonoro grito y, rápidamente, devolvió el disparo contra los tres enemigos que corrían en su dirección.

El primero de los atacantes cayó abatido al suelo tras recibir un disparo en el pecho, mientras que el segundo recibió parte del disparo del rifle bláster, quedando herido, aunque sin caer en la refriega.

-¡Luchad hasta el final! ¡Por el Emperador! -rugió el joven cadete, malherido, aunque sin desfallecer mientras abría fuego sobre los atacantes.

Balon había visto un montón de videos durante la instrucción sobre maniobras de combate y sabía que ante una situación desesperada el enemigo podía actuar de forma impredecible y letal, poniendo por encima de cualquier otra prioridad hacer todo el daño posible. Y eso era lo que estaba sucediendo. Primero la acometida suicida del soldado que había decidido emplear sus últimos segundos de vida en asestar un culatazo a Nox. Y luego el avance suicida del resto de los supervivientes que saliendo de su cobertura, se habían acercado hasta ponerse a alcance óptimo para los rifles del comando. Una oportunidad que los cadetes no podían desaprovechar. 

Así que esperando que Nox pudiese deshacerse del suyo con facilidad, Balon se concentró en derribar a los soldados que seguían disparando. Apuntó brevemente hacia uno de ellos, el más próximo y abrió fuego. Lo hizo sin decir nada. Todo el odio y al resentimiento que podría tener acumulado contra aquellos rebeldes, lo tenía concentrado en su mirada. 

Estábamos acabando con nuestros enemigos. Éramos un buen grupo y atrevidos guerrilleros. Pero debíamos continuar.
Manteneros así, pronto acabaremos con ellos.
Disparó y vuelo a impactar sobre mis enemigos.

En medio del fragor del combate disparo contra los blancos mas claros apuntando desde la protección del mamparo. Pierdo la visión de conjunto, pero es suicida plantarte en medio del pasillo para efectuar una valoración táctica.

Confió en que logremos acabar con ellos lo bastante rápido como para prepararnos contra los que nos perseguían desde el hangar, sino seremos nosotros los atrapados entre dos fuegos.

La carga suicida y desesperada del enemigo no sirve si no para poner de manifiesto el fanatismo de vuestros enemigos. Los disparos precisos de vuestros blasters acaban con ellos antes de que puedan causar más daños. Solamente el que permanece enzarzado en combate con Nox permanece en pie hasta que el disparo de Albrecht le alcanza por la espalda acabando con él.

El puente aparece sembrado de una docena de cadaveres de los traidores de la Fuerza de Defensa Planetaria y solamente vosotros permaneceis en pie, sientiendo el dolor de las heridas y magulladuras a medida que la adrenalina retrocede.

En el panel de control junto a la puerta blindada que protege el puente parpadea una luz y un pequeño holograma aparece.

La figura que aparece lleva un uniforme imperial y os habla directamente ¿Cadetes podeis oirme? Vemos por las camaras del puente que habeis acabado con la barricada ¿es la situación segura? ¿podemos abrir la puerta para dejaros entrar?

-Acabamos de abatir al último de los insurgentes y nos disponíamos a asegurar la zona-contestó Balon-Cuando lo hayamos hecho, informamos. 

Dicho esto, Balon procedio como había anunciado y se dispuso a comprobar que la situación era segura recorriendo la estancia para asegurarse de que no había ninguna otra amenaza.

-Bien hecho, cadetes -felicitó Maider a sus compañeros, una vez que el último de los insurgentes hubo caído abatido.

Dado que Balon ya había respondido a la técnico de sistemas, el malherido Wexley se aproximó hasta Nox y Adriera, intrigado de saber cómo se habían desenvuelto.

-Nos tendieron una trampa en el hangar -explicó a los dos cadetes-. Luces apagadas, aguardando en la oscuridad... Igual que hicieron en su nave. Un cadete intentó alertarnos, pero le dispararon por la espalda... ¿Cuál era la situación en la enfermería?

- Despejada - Respondió Adriera recuperando el aliento y mostrando algunos inyectores. - No pudimos coger muchos más, así que será mejor que los usemos con cautela - Terminó diciendo mientras los guardaba. La cadete revisó uno por uno a los enemigos caídos en combate para comprobar que estaban muertos, y en caso de que hubiera alguno todavía con vida lo remató sin piedad. 

Finalmente se parapetó en una esquina cubriendo la retaguardia por su venía alguno más, asegurando la zona.

- Tengo el pasillo controlado, creo que la zona es segura - Dijo a sus compañeros esperando que le confirmasen a la técnico que podía abrir la puerta.