Partida Rol por web

La cosa se estaba complicando. Dos de mis compañeros están ardiendo en llamas. Uno nos está disparando a Balón y a mi. Intento disparar a este último pero desde el pozo es complicado y fallo el disparo.

El lider permanece a cubierto tras la protección de su escudo de energía, parece llevarse la mano a un lateral del casco que cubre completamente sus facciones. ¿Acaso estará contactando a alguién mediante la radio? ¿Os considera una presa facil? ¿Apenas una molestia y un entretenimiento en su camino?

El infierno tuvo lugar en medio de un pozo lleno de agua para la lluvia. Wex y él estaban ardiendo, la temperatura dentro del traje era insoportable. Nox salió como pudo del pozo para rodar sobre el suelo tratando de apagar las llamas sobre la tierra mojada y los charcos. Blaster en mano, desde el suelo intentó hacer un disparo para eliminar al enemigo, pero apagar llamas y la puntería no parecían compatibles.

-Wex trata de rodar hacia el otro lado - gritó a su compañero.

Adrieira había logrado posicionarse mejor. Ahora tenía mucho más cerca a los enemigos, así que se tomó unos segundos para contener la respiración y apuntar y disparó al tipo del lanzallamas. Estaba haciendo demasiados estragos... El disparo impactó directamente en su objetivo. Un segundo después una gran deflagración se produjo a su alrededor, había logrado dar al tanque de combustible del lanzallamas.

Instintivamente buscó cobertura de nuevo ante la gran bola de fuego que surgió donde se encontraba su objetivo.

Balon se retuerce de dolor cuando uno de los disparos consigue acertarle provocándole una herida bastante fea. Pero intentando aguantarse el dolor y aprovechando que para alcanzarle su atacante se ha puesto en una situación comprometida, abre fuego contra él. 

El disparo de Balon impacta en el centro del visor de su enemigo haciendo saltar una nube de chispas y provocando que este suelte un chillido de dolor, retrocede un par de pasos obviamente aturdido e incapaza de ver. Dispara al aire sin lograr impactar a nada.

El disparo de Adrieira alcanza al enemigo que utilizó el lanzallamas en la espalda. Por fortuna su disparo debió alcanzar alguno de los conductos donde se almacena el combustible del lanzallamas, o de la mochila reactora, por que rapidamente una lengua de fuego aparece, rapidamente aparecen dos más y en apenas unos segundos el enemigo estalla en una bola de fuego.

Solamente un pedazo de hierba calcinada y unos pedazos dificilmente reconocibles quedan para atestiguar su existencia.

El cazarrecompensas que se mantiene en la torreta enfoca a Adrieira listo para abrir fuego y acabar con ella cuando el lider de la banda, que sigue sin moverse, hace un gesto. Como respuesta suelta los mandos de la torreta de forma clara, haciendo ostentación de su intención de no seguir el combate.

¿Se trata de una treta? ¿Que buscan ahora estos extraños individuos?

Wexley sintió cómo las llamas comenzaban a envolverle y sintió cómo el calor inundaba su traje. Sabiendo que el mercenario al que se enfrentaban les había prendido fuego con su lanzallamas, el joven cadete no lo dudó ni por un instante y salió a toda prisa del pozo, sin soltar su blaster. Oía a Nox diciendo su nombre, aunque en esos momentos se encontraba tan aterrado por la posibilidad de quemarse vivo que ni siquiera prestó atención a lo que le decía.

Se tiró al suelo prácticamente y rodó sobre sí mismo sobre la tierra mojada, desesperado, para evitar que las llamas lo abrasasen. Mientras lo hacía, no pasó por alto que los cazarrecompensas habían dejado de disparar, por lo que se limitó a apuntar con el blaster en dirección al que se hallaba junto a a la torreta. ¿Qué había sucedido? ¿Quizá el líder del grupo había recibido nuevas órdenes o se sentían tan sobrados que iban a probar una táctica diferente y más implacable?

Me asomo por la destrozada barricada y veo que el soldado de la torreta ha dejado el arma de esta, puede que tenga algún problema, por lo que opto por disparar, después de apuntar, al que al parecer es el líder. Por lo menos al parecer es el mejor equipado.

Al parecer su escudo absorbe el haz de mi arma.

Balon al ver que se rinden, sale de su nido sin dejar de apuntar a los cazarrecompensas. 

-Bajad de los vehículos y rendíos-dijo con tono serio-Si lo hacéis os prometemos un juicio justo. En caso contrario, no habrá clemencia. 

El disparo de Albrecht se pierde sin alcanzar a nadie y los demás cadetes detienen el fuego. Durante unos segundos solo se oye el ruido de las llamas  y el repiqueteo de la lluvia. Finalmente sin asomarse tras el escudo el lider del grupo enemigo hace un gesto levantando el fusil y apuntando al cielo.

¿Rendirnos? pregunta, su voz amplificada al parecer por el casco que lleva No, para nada. Lo que os proponemos es un intercambio, un acuerdo ¿cuanto os ha prometido ese perro del gobernador a cambio del prisionero? Podemos seguir matandonos por él. Quizás ganeis, quizás no pero seguro que alguno de vosotros acabará muerto. No hagamos tonterías, unamonos ¡y compartiremos el dinero del Hutt!

Sus palabras parecen complicar aun más la complicada red de rivalidades de Vendaxa ¿quien es ese misterioso Hutt? ¿No son estos hombres del gobernador? ¿Por que hablan de vuestro objetivo como un prisionero y no como un VIP?

Wexley bajó su bláster de inmediato, dejando de apuntar con él a los cazarrecompensas. No eran hombres del gobernador, ni siquiera cazarrecompensas contratados por este para defender el planeta o cazar a los imperiales.

-Pensábamos que trabajabais para el gobernador -dijo el joven cadete, sorprendido-. Estoy seguro de que podremos llegar a un acuerdo. No hay necesidad de seguir combatiendo cuando ni siquiera sois nuestros enemigos. ¿Quién es ese Hutt al que mencionáis?

Balon nunca había sentido un especial gusto por el dinero. Obviamente, le gustaba tener cubiertas sus necesidades, pero no era de lujos caros ni de grandes dispendios. Y además, su código de valores no contemplaba la posibilidad de ceder ante un interno de soborno. Siguió apuntando al jefe de los cazarrecompensas dispuesto a pegarle un tiro. Pero antes esperó a que contestasen a las preguntas de Wexley. 

Adrieira esperó el momento en el que comenzaron a hablar para tratar de escabullirse. Ayudada por la lluvia, la distracción del tipo ardiendo y las palabras de Wexley se desplazó rápida pero silenciosa hasta la parte de atrás del vehículo pesado. Si esos tipos se la estaban jugando estaría detrás del de la torreta para matarlo antes de que se diera cuenta, luego pensó en esperar a ver que tenían que decir... pero entonces el recuerdo de sus compañeros caídos, el de la trifulca en el campamento y el cúmulo de cansancio de todo lo que llevaban a sus espaldas se apoderó de ella.

Subió y apuntó por la espalda a la cabeza del tipo que controlaba la torreta. Tenía las manos en alto.

- Me temo que ahora nosotros controlamos la situación - Dijo sin inmutarse. Estaba ya cansada de que la torearan, y sin duda dirían la verdad bajo algo de presión que en una posición similar de negociación. - Bájate de aquí, muy despacio y con las manos en alto - Prosiguió, no tendría ningún reparo en pegarle un tiro si hacía cualquier movimiento sospechoso.

- Ahora podemos seguir la conversación donde la habíamos dejado. Creo que nos ibais a contar algo acerca del Hutt y del prisionero. - 

Nox bajó levemente el arma. No estaba de mal escuchar a unos tipos que a todas luces eran profesionales y los superaban en pericia y experiencia. Por supuesto que si tenían que continuar luchando sería el primero en apretar el gatillo pero nunca estaba de más escuchar que es lo que realmente estaba sucediendo. La situación en el campamento no le había gustado un pelo, y lo más extraño era lo sucedido ahora.

Adrieira lo sorprendió de nuevo, haciendo lo que siempre hacía. Tomar la iniciativa. Ya lo había demostrado golpeando a un compañero para ayudar a la unidad.

El mercenario levanta las manos. Al parecer ninguno de los dos supervivientes del primer encontronazo tiene la menor intención de seguir luchando contra tan malas expectativas si esto puede solucionarse por otra via. Sale de la posición aupandose por el hueco del tirador y luego se deja caer junto al coche seguido de cerca por la boca del fusil de Adrieira quien se mantiene a su espalda.