Partida Rol por web

-Levantaos!! Tomad posiciones! Si nos ponemos juntos podremos defendernos de esta bestia- Digo al marinero y al soldado para infundirles valor aun a pesar de que no estaba seguro de que así fuera. Me levando lo más rapido posible prestando atención en los movimientos del tentáculo para evitar su próxima envestida

Iniciativa:

Felipe: 20 --> Declara 2 acciones.
Tentáculo: 18 --> Golpear con tentáculo

Me levanto y esquivo, esas son mis dos acciones

Te levantaste rápidamente y saltaste hacia un lado al comprobar que aquel resbaladizo tentáculo caía de nuevo hacia tí, golpeando el suelo de la cubierta y haciéndolo resquebrajarse un poco... ¡Estuvo a punto de machacarte!

Desenvaino la espada de mano e intento parar el golpe del tentáculo que viene hacia mi para al menos desviarlo de su trayectoria

Felipe cortó con gran acierto la carne del tentáculo en su ataque. Durante la esquiva fallida, ésta se golpeó contra lo que quedaba de un palo mayor de la coca y se desubicó un poco.

Daño: 4 (sin protección): 4 punto de daño.

Aprovechando el torpe movimiento del tentaculo veo una zona que me parece mas debil y me cocentro en intentar cortarlo por lo sano a base de espadazos

Aquel tentáculo no pudo hacer nada contra la determinación de Felipe con su espada. Dos tremendos cortes la hicieron recular un poco, pero no detenerse:

Daño1: 7  (sin protección): 7 puntos de daño.
Daño2: 6 (sin protección): 6 puntos de daño.

Acto seguido, el tentáculo se lanzó contra tí, y su punta restalló muy cerca de tus botas, et estuvo a punto de golpearte. Fue entonces cuando te diste realmente cuenta que un "zarpazo" de tal calibre no sería sino como una sentencia de muerte: la potencia del tentáculo era increíble.

Trago saliva al ver la fuerza del impacto del tentaculo. Si me atrapa, estoy muerto pienso. Será mejor andarme con cuidado.

Felipe alzó su espada una vez más. Cargó su brazo y espetó un mandoble que hizo que aquella extremidad se cortase en dos, y su extremo o punta rodara por la maltrecha, húmeda y podrida cubierta de esa coca:

Daño: 8 (sin protección): 8 puntos de daño.

Cuando le propinaste el súbito corte, un estruendo hueco y lejano (procedente del fondo del mar) llegó a tus oídos: cualesquier cosa que fuera dueña de esos tentáculos estaba quejándose. Miraste hacia un lado, y el soldado de la expedición que era bastante diestro también con las armas hizo lo mismo que tú: acabó con el tentáculo cercenándolo de cuajo, y haciendo que se moviera un poco, ya cortado sobre la cubierta. Y hubo de nuevo otro quejido Peor suerte tuvo el segundo marinero que os acompañaba, que en cuestiones de guerra poco andábase diestro, y el susodicho tentáculo con el que lidiaba lo rodeó hasta en tres abrazos a través de su tronco. Con fuerza tiró de él hasta hundirlo y hacerlo desaparecer en el fondo del mar... Acto seguido hubo una gran calma, un silencio sepulcral. No obstante, no os duró mucho, pues entonces salieron de las aguas, entre las numerosísimas algas, una veintenta de tentáculos, adheridos a lo que parecía una gran cabeza de calamar... ¡¡SANTO DIOS!! ¿Qué demonios era eso? ¡Un ser de las profundidades! ¡Un demonio jamás visto diría cualquiera!

Fue entonces cuando todos los suyos tentáculos alzados comenzaron a amarrarse contra la coca: su casco, su cubierta, lo que quedaba de sus velas...; éstos se introducían también por los ventanales del casco exterior, los agujeros y hendiduras del naufragio y otros resquicios... ¡¡con la intención de tirar de la coca hacia el fondo y hacerla hundir por completo!! ¡¡LA NAVE SE ESTABA LADEANDO!!

¡¡AL BOTEEEE!!! ¡¡ESTO SE ESTÁ RESQUEBRAJANDO!! -gritaba el soldado-.

Me quedo abrumado por la grandiosidad del ser venido del avernos que esta hundiendo la nave. Nunca pude imaginar que semejantes bestias pudiesen existir mas alla de en los cuentos que los viejos marinos usan para impresionar a los incautos que pueblan las tabernas de las puertos.

Salgo de mi asombro por el grito del soldado. Tiene razon. Nuestra unica posibilidad es llegar al bote y rezar para que la vestia se entretenga con la coca (entiendaseme bien, el barco ;-) ) y nos deje a nosotros huir lentamente sobre los sargazos. 

-Si, si!! Al bote, rapido, al bote-

Saltástes rápidamente al agua, casi sin coger impulso. Lo mismo hizo el soldado, que agarrando bien su espada corrió delante los grandes tentáculos sobre cubierta. Ambos os lanzásteis hacia abajo y pataleásteis en el aire antes de hundieros en el frío océano junto al bote. No teníais ya edad para tales hazañas, pero aquello no era sino necesario y vital. Al impactar contra el agua os hundísteis bajo ella, llenándoos de maleza y algas, y allí sumergídos oísteis otro crujido de la coca: el enorme ser y sus tentáculos la había partido finalmente en dos. Cuando salíteis a flote, tomásteis rápidamente el bote. Andábase el único remo allí a la par dispuesto, y el soldado lo tomó y comenzó a navegar por donde pudo y supo (intentando alejarse del enorme ser de las profundidades y sus extensiones). Finalmente, comenzásteis a desaparecer poco a poco de su presencia (pues aunque enorme, parecía centrado en hundir la coca por complete: el limo impedía que aquesto fuera completamente inmediato).

Et que ello fue lo que aprovechásteis, y a medida que el soldado "paleaba" el mar con el remo, veíais los últimos tablones y astillas de aquel barco abandonado irse directamente bajo los sargazos... Et llegó un momento que la calma reinó en el ambien...

... ¡¡un momento!!

¡¡ALLÍ ESTABA DE NUEVO!!

¡¡Otro tentáculo se alzó delante del bote!!

Maldita bestia, no parara hasta devorarnos!!. Agarro con firmeza la espada con la intencion de liberar nuestro camino a base de mandobles

Iniciativas (van a ser, al igual que antes, todas así para agilizar).

Felipe: 20 -->
Tentáculo: 20 --> Golpear con tentáculo y esquivar.
 

golpear con espada -----> Exito -> Daño 7+1+3=11

y parada con la espada-------> Exito