Partida Rol por web

Mientras los demás luchaban por sus vidas la ágil mente de Sapo iba un paso por delante. Fuera de peligro, al menos por el momento, le había dado tiempo a observar la situación y sacar sus propias conclusiones al respecto. 

El familiar del Vortigen no era un cuervo, si no un pequeño Imp....un diablillo con forma humanoide, con cuernecitos, alas de murciélago, y una cola acabada en punta de flecha, al parecer bastante afilada. Sabían que eran rápidos y que su cola era afilada como una daga. Seguramente poseería aptitudes sortílegas que lo hicieran aún si cabe más peligroso. No le pareció atrevido suponer que podía hacerse invisible y que, si no se daban prisa en matarlo, volvería a hacerlo, llevándose consigo el objeto más importante de su misión. Tener un familiar semejante indicaba una maldad innata en el dueño por lo que acabar con él era su objetivo ahora. Un mago semejante podía hacer mucho mal al mundo. 

También le había dado tiempo a descubrir que Corian era un fraude. Había decepcionado a Sapo. No era un mago como él, sino un burdo hechicero. Para el gnomo había una gran diferencia entre los dos tipos de manipuladores del éter. Sólo les interesaba el poder como tal, sin conocimiento, y el poder les nublaba el raciocinio. Si les hubiera dejado portar el amuleto esto no hubiera pasado. Afortunadamente Sapo había estudiado bien el objeto, sus peculiares formas y lo que tenía escondido dentro. Con sus manitas comenzó a amasar el éter dándole forma de otro amuleto exactamente igual al de Corian, el hechicero. Metió la mano en su ancha manga y sacó la copia tendiéndola al aire hacia el diablillo, haciendo aspavientos para llamar su atención. Tenía la esperanza de confundir al Imp, de retrasarlo en su veloz huida para que pudieran acabar con él. Se arriesgaba a que lo atacara, pero la situación era bastante desesperada.

- ¿ESTO ES LO QUE BUSCAS? VEN A POR ELLO.- El ilusionista también sabía qué es lo que le pasaba a un mago cuando mataban a su familiar. Si Heian y Rhaisiel consiguieran acabar con él, no sólo recuperarían el amuleto sino que debilitarían al poderoso mago Vortigen.

Mientras Sapo lanzaba su conjuro y hacía aspavientos hacia el Imp, Vortigen lo miraba con los ojos entrecerrados, sonriendo al verlo sacar su "amuleto". Sin dedicarle más que una mirada desdeñosa, levantó su mano derecha y con una sóla palabra y un par de movimientos intrincados, dos haces de luz surgieron de sus dedos, en dirección hacia Corian............. "¡Shaazkarak!" gritó Vortigen, antes de que la magia manara de sus dedos......luego  un susurro...."muere"...sendos haces de luz cruzan rápidamente el espacio que hay entre los dos e impactan realizando una curva en la espalda del mago tendido en el suelo, provocando dos quemaduras gemelas en sus ropajes y espalda. Las extremidades de Corian tiemblan unos instantes, como si estuviera teniendo un ataque de epilepsia.....segundos después, no detectáis ningún movimiento en él.

Con una carcajada, Vortigen se dirige a su familiar..."¡JAJAJAJAAAA....ya está hecho! ¡Talon....no creas a ese Gnomo...su amuleto es tan falso como su mago.....¡JAJAJAJJAAAAJAAA!"

Shagar recupera el hacha clavada de la madera y vuelve a levantarla para golpear el esqueleto, este pasa por unos centimetros de la cabeza del esqueleto sin nisiquiera tocarlo.

Estate quieto de una vez.

Galdar miró durante un momento a Corian, en el suelo, inerte, la sangre formando un charco debajo de él. Con una mueca feroz, retrocedió un par de pasos, balanceando el arma entre él y el engendro no-muerto que tenía cerca y acto seguido se agachó al lado del mago, dejando caer su arma al suelo mientras ponía la palma de su mano en el cuello de Corian..."San Cuthbert, que tu luz alivie el sufrimiento de éste ser..." 

Una suave luz iluminó su mano durante un instante, para apagarse un momento después. Galdar contempló el cuerpo inerte de Corian con una mueca de horror en su cara...."No....no puede ser...". 

Mientras tanto, el arquero a la izquierda de Vortigen se acercó a su compañero y le clavó una patada en todas las costillas...."¡EH, TÚ!....¿Qué coño haces imbécil? LEVANTA!" le gritó...aunque su voz tembló un poco al decir esto. El arquero del suelo gruñó al recibir el patadón y miró a ambos lados, recogiendo su arco del suelo mientras intentaba orientarse...."¿Grarr.....que pasar?¿porqué yo suelo?"...la otra figura se relajó ostensiblemente al ver la reacción de su compañero...la figura del suelo no tardaría mucho en levantarse y en estar otra vez en posición de combate. 

El esqueleto que estaba cerca del Galdar, al retirarse éste, se abalanzó hacia Estragón, que estaba más cerca. El ataque llegó de abajo hacia arriba, en un ángulo extraño, pero no por ello menos efectivo. Golpeó de lleno en el estómago de Estragón, enterrando el hacha profundamente en el abdomen grueso y grasiento del semi-orco. Una enorme cantidad de sangre comenzó a manar de la herida al retirar el esqueleto la cabeza del arma de un tirón brusco. 

Lo que Estragón, ni Shagar llegaron a ver, fue como el pequeño familiar de Vortigen se desvanecía ante los ojos de todos. 

Ulthor por un momento se temió lo peor. Una avalancha zombie avanzaba hacia él y su falta de expresividad característica, connatural, no ayudaba a saber si lo que hacían era buscar el aperitivo o buscar pastos más frescos. Evidentemente y ante la duda, el arquero elfo decidió que hacían lo primero, pero se vio abrumado por la velocidad a la que de repente se estaban desplazando aquellos monstruitos.

Al final resultó que no iban a por él, que lo que hacían era huir, y encontró un hueco entre ellos para dejarles pasar. “A enemigo que huye, puente de plata”.

Entonces dio un par de pasos(1) para volver al sendero, trató de decidir si la granjera zombie era o no un objetivo válido y tensó su arco. Trataría de acertar a uno de los esqueletos que se estaban ensañando con el cocinero semi-orco, pero si la granjera no se quitaba de enmedio...

Blurrrrrp... Pffff... Ngggggyah....

Un olor a cloaca escapaba junto a la sangre por la herida abierta, signo de que el corte había profundizado lo suficiente para rasgar el intestino. Estragón se tapó la barriga con el brazo mientras la visión de orco le permitía ver el recoveco cóncavo de hueso que tenía en vez de ojos, en un intento de devolverle la mirada desafiante. Al alzar su amasador amenazante, un tirón le duele al estirar sus abdominales. No lo reconocerá, pero está muy flojo. Pachucho. Hasta se podría decir que incapacitado.

Estragón se cuela entre el esqueleto y el marco, hasta el interior de la casa. Cierra la puerta tras de sí en el último momento para que el rebana tripas no le siga, apoyando su enorme espalda contra la entrada.

Mi... er... da...-alcanza a decir, cuando el esqueleto que luchaba con Shagar gira la cabeza para ver llegar al cocinero a la casa.

Ahora está acorralado, entre la cimitarra y la puerta de pino, como el lomo en bocadillo.

Rhasiel dudaba que pudiera hacer algo a los esqueletos con su arco, pero los arqueros le molestaban, así que les apuntó a ellos.

Pretendía disparar dos flechas, así que a parte de un par de pasos para alejarse no tenía tiempo para huir de los esqueletos, confiaría de momento en sus compañeros.

Vió como dos de ellas impactaban en el pecho de uno de los arqueros y esperó a ver si caia.

Heian siguió avanzando por aquel terreno tan incómodo. Veía como aquellos arqueros se manejaban bien por ahí, pero él no se sentía tan cómodo. A pesar de ello volvió a murmurar algunas palabras. Su primera estrategia no había servido de mucho, pero quizá, si intentaba de nuevo algo...

Mientras se movía continuó murmurando algunas palabras y haciendo unos extraños gestos con las manos. Después miró a Vortigen, con suerte, pronto, todo aquello habría finalizado.

Ulthor, apartándose del camino de los zombis que se le echaban encima, alzó su arcó y disparó, pero su flecha pasó por encima de su objetivo y se clavó en la madera, justo encima de la puerta, con un sonoro "¡TOC!". En el último momento se percató que había dejado de prestar atención a su espalda al concentrarse para apuntar por encima de la cabeza del zombi-niño que le tapaba parcialmente la visión, e instintivamente se agachó...esto le salvó la vida, probablemente...una mano blanquecina pasó cerca de su cabello, agarrando aire en lugar de a él....el zarpazo falló por poco...

Estragón se encerró en la casa, interponiendo una débil puerta de madera entre él y esas horrendas criaturas no-muertas que le atacaban sin cesar, a punto de perder las entrañas. El esqueleto giró la cabeza espeluznantemente, fijando sus cuencas oculares, con un aura rojiza en el interior, en él.

Rhaisel, ignorando la escaramuza que sucedía a su alrededor, se concentró en los dos arqueros que estaban un poco más allá, uno de pié y el otro en el suelo, levantando su arco, hizo dos lanzamientos rapidos como el viento...y casi fueron certeros los dos. Ambas flechas volaron hacia su objetivo*, una pasó rozando el hombro de la figura que estaba de pie y la otra se clavó al lado de la parte exterior del muslo de la pierna izquierda. Habían sido dos tiros difíciles...la oscuridad creciente le había jugado una mala pasada en su primer tiro, pero en el segundo había acertado, por poco.....

Heian avanzó**, moviendose con rapidez por el terreno arado, saltando por entre los brotes verdes que surgían con timidez y sorteando los caballones con agilidad, de tal forma que aunque no se veía bien, él no tropezaba ni una sola vez. Su movimiento lo estaba acercando al enemigo desde una ruta oblicua...pero pronto ambos enemigos estarían en ventaja contra él si nadie hacia nada.

Los zombis se alejaron con paso lento, pero incansable, gimiendo en protesta por la luz que los había echado de allí. De vez en cuando lanzaban una mirada hacia atrás...una mirada cargada de odio...de odio y de promesas de muerte....todos...excepto uno. El pequeño de unos 8 o 9 años que habíais sacado de la casa, se puso a cuatro patas y con unos movimientos espasmódicos se abalanzó sobre Galdar, que había dejado el escudo en el suelo para lanzar su conjuro sobre Corian, durante unos momentos Galdar forcejeó con el pequeño, imponiéndose sobre él por la fuerza y apartándolo de un empellón que lo hizo trastabillar y caer hacia atrás....pero nada más caer al suelo, el niño se volvió a levantar y volvió a cargar contra él...incansable. Corian, al lado de Galdar, permanecía en el suelo tumbado...sin moverse.

La cosa cada vez iba a peor. Sapo sopesaba todas las variables, pero su extraña percepción del mundo, se lo ponía difícil. Trataba de asimilar todo lo que veía: la desaparición del imp, los conjuros de Vortigen, la burda magia de Corian, los extraños movimientos del artesano. Se movió hacia la puerta de la verja y mientras caminaba con parsimonia sacó un pergamino. Lo leyó consumiéndose entre sus pequeñas manos, el resto del trabajo lo ejecutó su mente prodigiosa.

Tras el malvado mago y los arqueros, de la copa de un árbol, un enorme Stirge surcó el aire. Batía a toda velocidad sus membranosas alas, produciendo el zumbido que tan familiar les era al grupo de aventureros.

"BZZZZZZZZzzzZZzZ" 

La bestia alada sobrevolaba las cabezas de los arqueros, como sopesando a cuál atacar primero, sedienta de su dulce sangre.

Vortigen observa como os vais acercando con una mueca de desdén en su cara, escupe al suelo y retrocede hacia los árboles..."Detenedlos....que no pasen....y esa criatura no éxiste...ignoradlo." indica a sus dos misteriosos guardaespaldas, ignorando por completo el Stirge que ha salido de entre los árboles y dedicándole una mirada a Sapo que sólo puede definirse como "sarcástica".

Al llegar debajo de los árboles, se mete entre las ramas, de forma que os cuesta verlo, al parecer, ha buscado algo de cobertura...."Talon....aquí....¡¡ya!!...y espero que lo tengas...o te retorceré el pescuezo!"

Shagar lleva todo el combate con el mismo objetivo, se podria decir que algo como "eso" es la primera vez que se enfrontaba pero no era motivo por el recelo y la lentitud del semiorco.

Aprovechando el flanqueo de su hermano shagar golpeo con el astil para apartarlo y distraer el esqueleto, sin tiempo de reaccion un golpe seco del hacha lo golpeo.

Huesos para el caldo!

Shagar vio como su hermano entraba en la casa y cerraba la puerta detrás de él, apoyándose en ella y mirándose maltrecho una enorme herida que tenía en el estómago, una muy fea herida, por la que salía bastante sangre. Levantando su arma de nuevo, pero poniendo cuidado ésta vez en no clavarla en el techo, la descargó con fuerza en la cabeza del esqueleto, que interpuso su arma, pero no sirvió de nada, pues la fuerza fue tal, que arma, brazo y cabeza quedaron destrozados por el impacto del semi-orco. El esqueleto se derrumbó como si fuera una marioneta y alguien le hubiera cortado los hilos.

El clérigo, viendo que al parecer no podía hacer nada por el mago caído, cogió su escudo del suelo, mientras la criatura no-muerta, ése niño que había retornado de la muerte se abalanzaba como un poseso sobre él, sin miedo, sin detenerse, sin piedad...pero se encontró de lleno con el pie del clérigo, que se estampó en su cara.."¡Vas a volver de donde has venido, criatura...y aquel que te ha invocado va a pagar cara su osadía!". Galdar levantó su maza de armas y la dejó caer donde estaba ésa criatura infecta, pero al agacharse para golpear, el pequeño dio un salto y el mango del arma golpeó su cabeza, saliendo el arma despedida de las manos de Galdar..."¡No!" dijo el clérigo mientras contemplaba como su arma caía a un par de metros de él, detrás del niño....

Los arqueros empezaban a encontrarse algo sobrepasados....uno de ellos estaba herido, con una flecha en su pierna, mientras el otro se acababa de levantar.... se giraron hacia el ruido que escuchaban a sus espaldas, ése zumbido siniestro que salía de entre los árboles, mirando con asombro el enorme Stirge que surgía de los árboles y se abalanzaba sobre ellos....cuando Vortigen les gritó que aquella criatura que se abalanzaba hacia ellos no era real, que la ignoraran....ambos la contemplaron sorprendidos y titubeantes, al menos durante unos instantes, pero pronto fruncieron el ceño y se giraron de nuevo..."Maestro tener razón.....¡no estar!¡Ser magia!" dijo el que se había levantado, que mirando hacia Heian soltó "Ése mío...tú aquel....rápido!", su compañero gruñendo por lo bajo, le contestó con un enérgico movimiento de cabeza..."¡A los árboles...date prisa....! Maldito bastardo...." le dirigió a Rhaisel, mientras levantaban ambos el arco y disparaban....ambas flechas salieron volando hacia sus objetivos...aunque ninguna acertó en el blanco, pasando lejos de ambos.

Fuera, el esqueleto que había perseguido a Estragón hasta la puerta, la empujó un par de veces, pero al ver que no podía abrirla, su cabeza giró hacia el objetivo asequible más cercano, el clérigo. Con un andar traqueteante, se movió junto a él y le atacó con su arma, pero el clérigo detuvo el ataque con su escudo...."¡Malditas criaturas....os haré volver a la tumba!", gritó Galdar mientras ambas criaturas lo rodeaban. A lo lejos, uno de los esqueletos se alejaba rápidamente del lugar.....

En los árboles, cerca de Vortigen, se escuchó una voz sibilante y aguda...."Maestro...aquí está......es nuestro...."

Ulthor bufó indignado por las flechas de los arqueros enemigos. Les atacaban y no habían impactado. Daban mal nombre al oficio. Estaba claro, por diversas razones que había que eliminarlos. La más acuciante, claro está, era que tarde o temprano acabarían acertando. Además, estaban vivos, o al menos lo parecían, y una de sus flechas podrían hacerles verdadero daño.

El arquero elfo clavó su aguda vista en el que para él estaba a su izquierda, tensó el arco y la flecha cargada sin pensar salió volando en su dirección.