Partida Rol por web

Sazel habló con voz contenida:

Algo se mueve entre las plantas de maíz. 

Por las ventanas, efectivamente se filtraba la luz interior al través de las cortinas. Aquel sitio estaba habitado. Captaste fugazmente el rostro moreno de un chardaukano mirando en vuestra dirección antes de que cerrara la cortina. Escuchaste también, apenas audible a través del sonido de la lluvia, como echó el cerrojo de la puerta.

—También hay gente en las casas, he visto como un hombre nos observaba y entonces se ha apartado. De hecho... juraría haber oído que echaba el cerrojo de la puerta.

La mujer cambió el peso de una pierna a la otra, mientras dirigía su mirada al maizal.

—Parece que nos tienen miedo, quizás esta aldea no ha tenido contacto con Revraine—hipotetizó—. Uno de nosotros debería avanzar desarmado. Yo me ofrezco a hacerlo pero...

Victoire miró a Sazel.

—... tú puedes hablar con ellos. Creo que eres el más indicado.

¿Por qué nos habrían de tener miedo quienes no saben nada de nosotros?

Tardó bien poco en darse cuenta del sinsentido de su pregunta. Pocas cosas eran más aterradoras que la incertidumbre y lo desconocido. Aun así, no estaba seguro de que ellos fueran la causa primera del temor de los aldeanos. Ante un grupo de extranjeros que podían prender fuego a sus chozas —aunque la incesante lluvia dificultase tal posibilidad—, o derribar sus puertas y degollarles uno detrás de otro, encerrarse no iba a servirles de nada. No; estaba seguro de que el encierro obedecía a otros motivos. O bien era miedo a otros, como había sospechado desde el principio, o no era miedo.

Soy un guerrero de la Madre de Todos, mademoiselle Leblanc, respondió. No desenfundo mi arma sin motivo, mas las llevo siempre conmigo.

Dicho aquello, Sazel se adelantó unos pasos a los demás, pues como guerrero de la Madre, era también un escudo para sus compañeros. No dejó atrás su espada, pero la mantuvo en su funda, y las manos lejos de la empuñadura, relajadas. A medio camino entre los Hijos de la Luz y los maizales, entonó una plegaria de revelación y comprensión, pues Celestar omnisciente conocía los pensamientos de todos sus hijos.

El hechizo de Sazel no detectó ningún pensamiento en la dirección en la que lo orientó. Sin embargo la gran plantación se seguía moviendo erráticamente, y no solo porque estuviera azotada por el viento. Pronto resultó evidente para todos, y no solo para el aasimar, que algo se aproximaba hacia ellos desde el maizal. Algo que no tardaría mucho en brotar de la espesura...

Raven entornó un ojo con el resultado obtenido por el sacerdote con lo que fuera que había en el maizal . 

—Igual no nos tienen miedo exactamente a nosotros. 

Patrice concentró su mirada en el suelo. Allí encontró una hilera de hormigas que iban y venían de su hormiguero. Pudo ver a través del agujero, un sinfín de túneles que conducían a diferentes cámaras. Sin duda aquellos insectos eran unos grandes ingenieros de la naturaleza.

Por suerte, Sazel y Victorie si se concentraron en algo realmente importante localizando que algo se movía entre el maizal y que gente se escondía tras las ventanas de los edificios de la aldea. Si Patrice hubiera concentrado su mirada en algo relevante sin duda también hubiera sido testigo de esas cosas e incluso de más, pero los dioses no quisieron que en ese momento que Patrice estuviera atento a lo que realmente importaba.

- Pues de ser así... - Le dijo a Raven. - ...mejor será que nos apresuremos. - Comentó. 

Sin más, Patrice puso rumbo decidido hacia la aldea. Esperaba que alguien saliera a su encuentro y de lo contrario, sería él quien se dirigiría a la primera vivienda habitada para tratar de entablar contacto con los nativos.

Victoire tomó su arco y agarro una de las flechas aunque no llegó a cargarla en el arco.

—Será mejor que cojas tus armas Lefebre—le invitó—. No sé si lo que hay en ese maizal es precisamente un chardaukano.

Teneos, Capitaine. La apreciación de Sazel coincidía con la de la otra celestarum, aunque no estaba seguro de cómo interpretar la ausencia de reacción a su plegaria. ​​​​​​Se acerca. 

El sacerdote guerrero descolgó su escudo, que quedó flotando frente a sí, y desenfundó su espada. Demasiado pronto tenía que desnudar el filo, mas aún existía la posibilidad de que el ente de los maizales no fuese más que otra bestia, tal vez de brillante plumaje... 

- Bien... - Respondió Lefebre fijando su mirada en el maizal. 

Desenfundó entonces sus armas, en afialdo estoque y una reluciente espada corta. Estaba listo para el combate.

No era una bestia de brillante plumaje, sino algo completamente distinto; inesperado, tal vez, lo que surgió de entre las plantaciones de maizal. Aunque, todo había que decirlo, sí que iban ataviados con plumas de colores.

Cuando os acercasteis unos pocos pasos, asomaron entre las hileras unas figuras recortadas contra la lluvia, arrastrándose hacia vosotros con pasos erráticos, ligeramente torpes. Eran altos y fornidos, aunque lo más llamativo eran los cascos adornados, como un sol amaneciendo por el horizonte frente al mar en una combinación de colores poco discreta. El sonido de las gotas salpicando su armadura delató que se trataba de cuero. Dos de ellos portaban armas que no habíais visto jamás, que aunque primitivas no por ello dejarían de ser peligrosas. Se trataba de espadas fabricadas en madera, pero sus filos estaban claveteados de pequeñas y puntiagudas piedras de color negro¹. El tercero de ellos, detrás de lo que debían ser dos guerreros, sostenía un sencillo bastón emplumado.

Podrían haber sido unos simples chardaukanos saliendo a defender sus maizales de los colonos, si no fuese porque, además de todo lo anterior, sus rostros eran calaveras de cuencas vacías y sonrisas dentadas. Jirones de ropa y carne colgaban de sus huesos, el agua se escurría entre los huecos de sus cuerpos cadavéricos, recorriendo sus esqueletos como el agua de un arroyo entre las piedras.

¡Tirad Iniciativas!

Chardarrim son inmunes a Detectar Pensamientos [Enajenador]

(26) Guerrero Chardarrim M11: ileso

(26) Guerrero Chardarrim N13: ileso

(11) Hechicero Chardarrim N9: ileso

(X) Raven: 43/51 (Armadura de Mago 5 horas y media)

(X) Sazel: 88/88 (Vestidura mágica 1 hora y media)

(X) Victoire: 78/79 (Arma mágica mayor 3 horas y media, Vestidura mágica 3 horas y media)

(X) Patrice: 77/84 (Sin buffs)

1: es un macuahuitl

Algo que nunca habías compartido con nadie era tu capacidad de ver los hilos, las finas hebras de magia vital que recorrían el mundo y lo conectaban todo. Los muertos vivientes solían estar conectados con hilos a su creador, pero estos hilos estaban... enmarañados, retorcidos. Algo extraño le ocurría al vínculo, o tal vez a su creador, si estos hilos estaban así de liados.

- ¡Mierda! - Exclamó el capitán al ver a lo que se enfrentaban.

Descubrir que se trataba de muertos vivientes, encima esqueléticos, provocó que se quedara algo turbado y sin saber muy bien que hacer. Sabía que sus técnicas de combate eran letales contra vivos, pero muy mediocres contra retornados. 

-  ¿A alguno le sobra una maza o algo...? - Preguntó preocupado y empezó a buscar por el suelo algún tipo de objeto contundente con el que poder atizar a los no muertos, con mayor eficacia.

Raven entornó el otro ojo que antes no había entornado, por tanto el resultado fué un ceño fruncido. Era justo en aquel tipo de cosas en las que no le gustaba acertar.

No obstante, enseguida el gesto le cambió a uno de extrañeza.

—Están... —murmuró barriendo el maizal con la vista como quien busca algo que debería pero no estaba allí. Sacudió la cabeza y se dirigió a los demás—. Hay algo raro en estos esqueletos o en quien los ha creado.

Volvió a mirar a las criaturas, esta vez analizándolas para extraer algo más de información que pudiera resultar útil para sus compañeros a la hora de encararlas.

—No quiero dañarles los cultivos—dijo torciendo el gesto y dando un par de pasos para ocupar su lugar en la retaguardia. Sus conjuros podían no sólo afectar a aquellas cosas y eso no le hacía mucha gracia. Si podía intentaría evitarlo—. Y por cierto, son muertos vivientes de los resistentes a las expulsiones. Y de los que poseen inteligencia. Tenedlo en cuenta.

Es más, no tenía ni idea de cómo se tomarían los habitantes de la aldea el verla lanzar un conjuro, ¿se practicaba la magia allí o era sólo cosa de la Reina-Bruja? Esperaba que lo primero pero no era momento de pensar en aquellas cosas.

Iniciativa 10

Raven está en P19

Al ver a los muertos vivientes Victoire dejó caer la flecha al suelo. Ante la muerte y la oscuridad, Celestar era vida y luz. Aunque fueran resistentes a la expulsión, la madre siempre también le había entregado dones que la hacían mejor que la mayoría de sus sacerdotes. La joven se llevó la mano al medallón y musitó una letanía.

—Madre en ti confío. Madre a ti me acojo.

Posición: O19

No eran animales, sino engendros abominables los que medoreaban por los maizales. Los huesos de los muertos levantados de su justo descanso, arrebatados del amor de la Madre. Qué podía existir más odioso a ojos de un celestarum que una criatura no muerta.

Que fuesen inteligentes solo hacía de ellos figuras patéticas, además de aberraciones.

Sazel está en 19M.

Estas criaturas son muertos vivientes. Conoces, por tanto, todas las inmunidades y rasgos asociados a su tipo.

Además, sabes que son inteligentes, así que podían tener niveles de clase y por tanto aptitudes únicas de individuo a individuo.

Además, sabes que son completamente inmunes a la electricidad.

Hasta aquí puedo leer.

Aquellas criaturas de ultratumbra se movieron más rápido de lo que esperabais. Se abalanzaron sobre la maga, y uno de ellos le incrustó el macuahuitl en el costado, haciendo crujir sus costillas. Los filos de obsidiana salieron cubiertos de sangre cuando el chardarrim sacó el arma de un tirón, haciendo gruñir de dolor a la elfa oscura.

Guerrero Chardarrim N13 carga sobre Raven (ataque poderoso -5): 19 (éxito). Daño: 25.

Guerrero Chardarrim M11 carga sobre Raven (ataque poderoso -5): 13 (fracaso).

En las tiradas no he tenido en cuenta que Raven estaba desprevenida, pero no modifica el resultado.

¡Turno de Victoire y Sazel!

(26) Guerrero Chardarrim M11: ileso (ataque poderoso -5, carga)

(26) Guerrero Chardarrim N13: ileso (ataque poderoso -5, carga)

(19) Victoire: 78/79 (Arma mágica mayor 3 horas y media, Vestidura mágica 3 horas y media)

(13) Sazel: 88/88 (Vestidura mágica 1 hora y media)

(11) Hechicero Chardarrim N9: ileso (desprevenido)

(10) Raven: 18/51 (Armadura de Mago 5 horas y media, desprevenida)

(6) Patrice: 77/84 (Sin buffs, desprevenido)

Los muertos vivientes se abalanzaron sobre Victoire y Raven, aunque fue la drow la que se llevó los dos ataques. La arquera no sintió pena por la drow, pero tampoco iba a dejar que esas horribles criaturas la mataran. Si se había ganado un lugar en la Basílica era porque se trataba de un activo importante. Entonces, alzó en alto su medallón en dirección hacia los chardarrim.

—¡Celestar!—exclamó llamando a la Madre de todos—¡Que tu verbo se haga luz!

Acción estándar: Expulsar mayor.
Expulsión: Puede expulsar muertos vivientes de hasta 10 DGs (no había sumado el +2 por saber religión)
Daño: 26 DGs
Movimiento: P20

Tras tu frase, sobrevino el destello característico que precedía al terror de los muertos vivientes. El chardarrim más próximo miró tu medallón, luego a ti, una vez más a tu medallón... pero ni huyó ni se amedrentó. De hecho, ¿se estaba riendo de ti?

La luz de Celestar había resultado inútil contra la magia que movía a estos chardarrim.