Partida Rol por web

Observas la masa informe y poco apreciable desde tu distancia y esperas hasta que sus extraños y convulsos movimientos se espacian cada vez más hasta que, al parecer, deja de moverse.

Conforme la criatura deja de moverse me permito suspirar aliviado, parece que mi suposición era cierta

-bueno, entiendo que no han entrado en la casa, propongo que lo hagamos ahora, y al salir cuando ese ser este bien muerto y reseco veremos que hacemos con el, aunque un fuego me parece lo mas oportuno-

Peter, nervioso aún y muy afectado por el golpe comenta...

¿Entrar en la casa?, ¿están locos?.

Si fuera hemos encontrado esto, ¿que podemos encontrar dentro?

Terminando de decir estas palabras se dio cuenta de que era la oportunidad de asegurar la existencia de fenómenos paranormales.

Una luz interior se encendió en los ojos de Peter... y prosiguió...

Bien, lo he pensado mejor, entremos con cuidado. ¿alguien lleva una camara de fotografia?

Vuestra pausa se interrumpe con un nuevo chasqueo escalofriante que proviene de los últimos estertores de la que creíais muerta criatura, que se revuelve una vez más hasta quedar quieta del todo al lado del barril tumbado.

No nos demoremos mas puede aparecer algun cvurioso y avisar a quien no nos conviene...

Dicendo esto se acerca a la p uerta haciendo un arco perpendicular al extraño ser por si aún le qwueda vida para arrancarle una pierna.

Y prueba el picaporte con sudores frios en su frente, supongo que no le echaran la llave teniendo a tal vigilante...

 -si, demonos prisa-

Asiento a lo que dice Hallen y le sigo, trazando como el un amplio arco de seguirdad para evitar a la criatura.

Luego espero a ver si puede abrir la puerta

Elizabetha no quitaba los ojos de encima de la criatura.

-Deliraba con algo sobre el mar -las palabras de Mortimer resonaban cual eco en su cabeza- que respiraba... Gusanos que se alimentan de sangre, un pulpo con ácido en sus tentáculos... deforme... ¡Oh por Dios, respira!

Sintió como si su respiración fuera interrumpida de golpe y contó hasta diez para ordenar ideas.

-Sea lo que sea con lo que deliraba estoy segura que era con eso -dijo de pronto-... No parece que se esté muriendo por estar fuera del agua. Ray, yo que usted iba con la pistola en la mano y lista para disparar -fue en busca de los rastrillos que antes ella y Raymond habían usado para defenderse- y nosotros deberíamos intentar protegernos con uno de éstos.

Peter, consciente de su debilidad física, decide situarse el último en el grupo y espera simplemente no ser atacado de nuevo.

El loco que hemos encontrado en la biblioteca, murmuró exactamente las siguientes palabras...

- ¡Las olas...las olas...bajo el foso...bajo las olas...sin fin,sin fin...arriba! -y en ese momento su mirada se desencajó aún más, abriendo de par en par sus vidriosos ojos mientras comienza a chillar-. ¡Arriba!¡Las paredes...respiran...vivas!¡ESA COSA!¡ARRIBA!¡¡ARRIBA!!

Tras esto todo fue confusión y los médicos tuvieron que intervenir, sin que pudiesemos obtener más información.

El picaporte se resigna a seguir girando cuando Ray da una vuelta casi completa, y la puerta se desliza en su marco hacia el  exterior, corroborando vuestra teoría de que estaría abierta.

La cosa del barril, ahora desparramada sobre los descuidados matojos del patio trasero mueve súbitamente uno de sus apéndices en el momento en el que la puerta se abre, como si fuese consciente de vuestra intrusión en la casa.

 No me siento nada cómodo con esa cosa ahí, tal vez encontremos algo de bencina para quemarla, ya que el fuego me parece lo único capaz de limpiar todo rastro de ese abominable ser, pero ahora miro al interior de la casa siguiendo a Allen de cerca mientras aferro con fuerza mi baston

"al menos ha remitido el dolor de la vieja herida"

Mientras entramos no puedo sino asombrarme de la memoria de Dark, absolutamente precisa

Viendo que la puerta cede confirmando su conclusión, Ray la abre aliviado de volver a ver por un tiempo al "pulpo2 que tantos quebraderos de cabeza les estaba dando.

Entremos y a ver si encontramos algo antes de salir para acabar con el bicho ese.

Dicho esto abre la puerta de par en par para que entre algo del uz y antes de internarse espera que sus ojos de adecuen a la iluminación interior.

Señores, estoy cabreado con ese maldito ser, vayamos a buscar una buena yesca y algunas antorchas para dar cuenta de ese ser inmundo.

Además me sentiría más seguro con un arma en la mano. De todas las formas no tenemos prisa por entrar... ¿no?

 Por eso mismo lo digo señor Dark, donde va a encontrar algo para quemarlo mejor que en la cocina de una casa?

Dice mientras intenta ver el interior de la vivienda desde el umbral de la puerta, mirando de reojo como se mueve el extraño pulpo.

Elizabetha fue la última en entrar a la casa, no porque le faltaran ansias de acabar con el bicho ese, sino porque su intuición femenina, sexto sentido, paranoia o como se le quiera llamar, le decía que mejor era no perderlo de vista. Pero nada dijo y al final les terminó siguiendo, aunque preocupada de mirar a cada instante por sobre su hombro, cuidando de su espalda.

-Las paredes -se dijo mientras avanzaba observándolas- ¿Por qué mencionaba las paredes? ¿Habrá algo en ellas? Con todo lo visto hasta ahora ya me espero cualquier cosa...

Peter, medito para si que hacer...

Tenía una seríe de sentimientos contradictorios... Por una parte algo en sí mismo le decía que entrase y dejase atrás la calle... pero por otra parte, si en la entrada hemos encontrado esa cosa... ¿que habrá dentro?

Bien, señor Raymond, le sigo...

Gracias a la escasa luz que se cuela por la puerta y repta bordeando vuestras figuras podéis ver lo que parece ser una cocina. Las cacerolas desparramadas y las ollas apiladas denotan que ha sido usada recientemente. Las estanterías están llenas de latas de conservas y una barra de pan que ha comenzado a criar moho por culpa de la humedad de este sitio.

Dos puertas frente a vosotros y unas escaleras que parecen bajar al sótano son las únicas salidas de esta habitación.

-¿Nos separamos? -preguntó apenas ver las puertas aunque su mirada estaba fija en las escaleras que parecían conducir al sótano- Yo voy por las escaleras -dijo temeraria-, siempre que se quiere ocultar algo se hace en el sótano y al menos así podré hacer de cuentas que ando explorando una tumba o algo -intentó bromear para, quizás, quitar hierro a la situación, pero como su humor, lo mismo que ella, eran tan especiales, de seguro nadie había encontrado gracia en sus palabras.

-Yo voy a ver qué encuentro allá abajo -señaló las escaleras- y ustedes busquen en el resto de la casa -alzó la mano como suelen hacerlo los "niños exploradores" cuando hacen juramento-... prometo que si veo algo les aviso y si es muy chungo grito.

 Examino con indiferencia la cocina, propia de una casa algún tiempo abandonada, cuando salgamos ya buscaré bencina para quemar el engendro de fuera

-yo te acompañaré al sotano Elizabetha, ya hemos visto que esto es peligroso, así que nada de ir solos-

Antes de salir tras Eli señalo a nuestros acompañantes con mi bastón 

-ustedes mejor que tampoco se separen, nunca se sabe-

Veis como Eli y Mortimer cruzan el umbral que lleva a las escaleras y oís como la madera de las mismas cruje bajo el peso de ambos al pisar sus escalones.

Cruzáis el umbral de la cocina que lleva a las escaleras que bajan hacia una oscuridad apenas rota por la poca luz que entra a través de los sucios cristales que van a dar al patio trasero.

Bajo vuestros pies, la madera de los escalones gruñe al tener que soportar vuestro peso, conduciéndoos hacia el negro sótano.