Partida Rol por web

Pero ¿Qué eran esas criaturas? ¿Esqueletos? eso si era algo que no se veía todos los días. Pestañeaba en intervalos de segundo, gesto de sorpresa y mi boca estaba ligeramente abierta.

Sin duda, se disputaba una batalla, prefería quedarme allí, donde estaba mirando que podía ocurrir, no quería salir lastimada ni mucho menos morir, pero debía estar preparada, en cualquier momento me sorprendía una criatura de esas y sin pensarlo, debía atacar.

La situación es comprometida. Lili la observa con preocupación, tras ahogar un grito al descubrir entre las ramas bajas de los árboles y los arbustos el claro donde tantos seres sin vida tratan de rodear a un pequeño grupo. La mera visión de los cadáveres andantes la repugna, pero aún más el sentimiento de indefensión que siente al contemplar las torpes maniobras del grupo asaltado.

Mira a su lado, donde la niña Eliza hace algo extraño mientras sujeta con fuerza ese libro en el que Lili no se había fijado hasta ahora. Podría estar rezando, pero es difícil saberlo cuando no comprendes las palabras. Lo que de verdad preocupa a Lili es que esté a salvo. Pero, cuando regresa su mirada al claro y ve al grupo de nuevo, cientos de imágenes de su pasado pasan ante sus ojos. Imágenes de indefensión, de abusos, imágenes de su hermano, débil y enfermo, imágenes que le recuerdan el sentido tantos años de entrenamiento.

Sin pensárselo dos veces, Lili salta al claro y comienza a correr. Siente las piernas doloridas, pues no había calentado como solía hacer antes de sus entrenamientos y combates, en la Escuela de Magia, pero no se detiene. Corre y corre, hasta alcanzar al grupo y situarse justo al lado de la mujer de la extraña arma alargada. Entonces se planta en posición de defensa, piernas flexionadas, brazos extendidos, palmas hacia el frente, y se dispone a combatir.

• Parece que tenéis problemas -Dice, aparentemente decidida a pesar de estar aterrada por dentro- Vengo a echar una mano.

Natali desde su posicion observa como llegan mas personas, ajustandose sus gafas dice:

- Vaya, parece que tenemos refuerzos aunque no son los que esperabamos

Mira a Lli y dice:

- Buenas piernas, eres muy rapida corriendo, bueno por mi parte gracias por la ayuda, los militares no se si lo agradeceran

Mira a los militares y dice:

- A ver si podemos hacernos con uno de esos bichos para poder examinarlo

Los esqueletos proseguian con su lento pero constante avance, todos los esqueletos salvo el que tenia a un enemigo a su lado avanzan hacia sus enemigos dispuestos a acabar con ellos. Uno de los esqueletos se queda parado (13) como esperando ordenes o algo, esta totalmente quieto.

Al mismo tiempo el esqueleto que fue atacado de mala forma por el chico del martillo lanza un ataque con sus huesudas manos a este, el ataque es certero, sin embargo choca contra el gran escudo que porta el muchacho sin hacerle daño alguno.

Por otra parte otro de los esqueletos ha llegado a donde se encuentra este (14) e imita a su compañero, sin embargo el torpe ser golpea en el escudo del chico el cual parece que pese a su torpe ataque inicial consigue contener a sus enemigos

Con la lanza en posición marcial y paso firme, el estudioso avanzó pese a que no llevaba el mejor equipo para moverse en el bosque. No era un buen guerrero, pero sabía que si los humanos se habían adaptado en ambientes hostiles era grácias a que se unían en los momentos difíciles.
Con la cabeza bien alta se dirigió hasta uno de los muertos. Ya casi que estaba encima de uno de ellos…

 Aquel Esqueleto fue el primero en mucho tiempo que Eliza dominaba, ella preferia levantarlos ya que podia elegir mientras que a los que dominaba, no podia esperar mucho. Pero al menos parecian ser rapidos, los esqueletos solian ser siempre mas rapidos y vigorosos que los cadaveres mas recientes, sin carne podrida que atrofie los movimientos, algo ironico ya que son los musculos los que mueven el cuerpo...

Atack the skeletons who are not my slaves yet

Le indicaba Eliza con sus susurros sabiendo bien que a pesar de la distancia, el lazo que lo unia a su voluntad era mas que suficiente para tranmitir sus deseos. Pero aquello no era algo que ella deseaba inicialmente, Eliza habria dominado a todos los esqueletos posibles para luego, retirarlos de la batalla y conservarlos... pero su acompañante se lanzo al combate y aun le era util como para dejarla morir.

De esa forma mientras observaba el panorama, como si aquello se tratara un tablero de ajedrez, la atencion de Eliza se centro en el flanco izquierdo de aquel grupo, ellos usaban una magia extralña pero no parecian capaces de defenderse por si mismos y asi, ella elegía a otro precioso.

I am the lover of the death... I who has been bind to Nkrom Legacy... I comand you to be my slave in the world of life...

Volvia a susurrar Eliza mientras acumulaba el mana necesario para ejecutar el mismo conjuro de antes, pero cuando el salmo terminaba y la energia magica salia de sus manos, ella pudo sentir una vez mas como esas corrientes extrañas en el flujo de mana disminuyeron su pontencial nigromantico...

Alicia ve a la mujer que se acercaba, en un primer momento iba a tratar de atacrle, pero al escuchar lo que dice mas o menos le entiende y dice:

- Va..le

Se queda observando meintras piensa:

- Por sus rasgos debe ser una humana de Arisu o ese otro pais... Nuln creo que era, bueno a mi me da igual meintras haya venido a ayudar me es indiferente

Seguidamente desde su posicion sigue con su arma tratando de desencasquillarla, por lo que ve esta a punto de conseguirlo

Ana al ver la llegada de la mujer dice:

- Bien, un poco de ayuda no vendria mal, asi terminamos antes

Seguidamente coloca su arma y apunta mientras dice:

- Ayuda a Rudy a contenerlos

Para apuntar a uno de los esqueletos que atacaba a Rudy y disparar, el haz de color azul que sale de su extraña arma golpea con fuerza al esqueleto en la cabeza desintegrandolo con facilidad y callenod este muerto al suelo librando a Rudy de uno de sus atacantes

Xantho se queda extrañado...  

pero ...  ¿que pasa aqui??, ultimamente me magia me falla bastante..   esto no me gusta nada de nada

despues vuelve la vista hacia la pequeña batalla que se esta librando contra los esqueletos y sonrie al ver que se va uniendo mas gente a ayudar a los soldados..

vaya, parece que ahi buena gente por este lugar,  estan ayudando a los soldados.. yo no tengo que ser menos..  pero ya estoy dudando de mi magia ....   mmmmm

  de pronto gira su cabeza a la izquierda al ver salir a un anciano saliendo del bosque corriendo hacia el combate,

¡Dios mio! ¿donde va ese pobre hombre?, lo van a matar, aunque mi magia ultimamente no funcione muy bien tengo que hacer algo para protegerlos...

Xantho desde su arbol se empieza a concentrar mirando el combate....

Lo que quiero hacer esta vez es para protegerlos, asi que mi intencion es multiplicar a los soldados y a los que estan ayudandoles, o sea, que de cada uno de ellos haya por lo menos 5 copias, asi los esqueletos lo tienen mas dificil para alcanzar al verdadero,

El fulgor azulado que surge del arma de la mujer me distrae un instante, recordándome que yo misma poseo cierto conocimiento de la magia que podría emplear en estos momentos. Sin embargo, acostumbro a hacer uso del poder del viento en los combates solamente cuando comienzan a complicarse, y aún no he medido a mis adversarios. Es la primera vez que me encuentro con muertos animados, desconozco lo peligrosos que pueden llegar a ser estos esqueletos ¿Donde les golpeo? ¿Patada lateral a la cabeza? ¿Frontal al esternón? ¿Circular a las costillas? ¿Baja a las piernas? Cuando el haz del arma mágica de la mujer impacta en la cabeza del esqueleto, lo tengo claro: atacaré a la cabeza.

Sin embargo, ella me pide que ayude a su compañero, quien se debate martillo en mano mientras aprovecha la protección de su escudo. Algo me dice que puede aguantar, y veo a mi derecha que varios de ellos avanzan hacia ese flanco. Veo a la otra mujer tratar de arreglar su arma, a un esqueleto tratando de ganar la espalda del guerrero, tras los muertos veo ¿a un desconocido cargar con una lanza desde los árboles? No, no debo distraerme. El flanco izquierdo está cubierto, es el derecho el que necesita protección. Es allí donde debo dirigirme, en especial para evitar que ese esqueleto alcance la zona de ese chico que no le protege su escudo.

Avanzo a paso ligero, tomando carrera para lanzar la que espero sea una buena patada en salto...

Con suma cautela, fue acercandose mas. Tenía una sonrisa leve, de concentración y suficiencia. Empezaba a acercarse peligrosamente a donde estaban esos bichos. Que hicieran carne picada a los demas, mientras siguiera con calma podría estar alrededor sin ser detectada y por ende, herida.

Vaya, tenemos muchos buenos samaritanos hoy en día. Quizá hasta les ayude, siempre que mi cuello no corra riesgo. Veamos como avanza el asunto...

¡Vaya! Al parecer no era la única rondando por aquí. Junto con aquellos humanos con extraños ropajes aparecen de entre los árboles varias criaturas más, dispuestos a luchar contra los esqueletos. En su mayoría son humanos o al menos me lo parece ¡Serán necios! No sabía que existiera en este mundo seres con tan poco amor a la vida que son capaces de actuar de de forma suicida por unos extraños que a saber si son se fiar o no.

Los esqueletos siguen siendo numerosos aunque ahora parecen que las fuerzas están igualadas. No es una pelea en la que me quiera involucrar y nadie está dispuesto a atarcarme, así finalmente acabo acercándome un poquito más pero sigo escondida entre el follaje. Usar mi magia ahora no es prioritario para mí.

Rudy observa a la chica que habia llegado meintras piensa:

- Dios, que pivon, y decian que las chicas de fuera de Marlock eran todas unas tipas gordas y feas, no esta nada mal

Cuando ve como ataca a un esqueleto sonrie y coge su martillo colocandolo en posicion de ataque y preparandose para atacar meitnras piensa:

- Si, voy a demostrarle como lucha un buen soldado

Las dos mujeres caminan siguiedo el sendero que les llevaria hasta las ruinas, cuando encuentran algo que les llama la atencion, son tres soldados de marlock y una investigadora que luchan contra unos esqueletos que caminan solos, pero no estan solos hay mas gente ayudandoles

Al final parecía que sí tendría la posibilidad de divertirse un poco. Si hubiera hecho caso a Patricia, se habrían alejado del combate.

De la unidad que luchaba reconoció a Rudy, Alicia y Ana; a la investigadora la conocía de vista, pero no se acordaba de su nombre. Cerca de ellos, un pelotón de criaturas jodidamente feas les estaban rodeando. Desde su posición, Alyssa pudo ver a otras figuras desconocidas que parecían estar luchando también contra las bestias descarnadas.

El rifle de asalto salto del hombro como si cobrara vida propia y lo mantuvo horizontal, con una mano. No te apartes de mí. Al final vamos a poder ayudar, pero como te alejes de mi, juro que tus libros acabaran chamuscados y a ti te daré unos azotes que no podrás sentarte en una semana. No sabía como tratar con los que no habían tenido entrenamiento militar y según la propia Patricia, no sabía siquiera disparar un arma. Me estoy desviando de la misión para paliar tus preocupaciones, así que pegadita.

La soldado empezó a correr, para conseguir llegar al alcance del arma. Como si apenas notara el peso de la mochila de incursión cargada y el tremendo peso del arma, voló sobre el campo de batalla, como una gacela en plena carrera. Con el arma sujeta con las dos manos, con la boca de disparo apuntando hacia atrás, recorrió los metros que la permitirían entrar en combate. Como un tanque saliendo desde su escondite en un día de niebla, el paso pesado retumbaba y la imagen de una mujer alta y fuerte, parecida a la aparición de una Valkyria, con un arma que era casi del mismo tamaño que ella y que llegaba dispuesta a llevarse por delante a todas aquellas criaturas.

Clavándose en su sitio, respirando un poco pesadamente, apuntó con prisas y disparó una sola carga. Una luz azulada iluminó la boca del cañón y un sonido grave, como el de una manzana al caer de un arbol, pero amplificado, sonó.

Desde donde me encontraba, apenas y podía escuchar y aquello me impacientaba. Comenzaba a sentir deseos de ayudarle al grupo de extraños que luchaban contra los esqueletos, pero, sentía poca confianza en mí y no quería terminar muerta.

Cierro los ojos, frunzo el ceño y resoplo varias veces, frustrada por la situación. Debía acercarme más para enterarme un poco de lo que sucedía y quizás, solo quizás, ayudaría. Esperaba no llamar la atención de un bicho de esos, motivo por el cual comienzo a caminar sigilosamente, aún ceñuda, pero un poco resignada.

Me refugiaría en el próximo árbol cercano.