Partida Rol por web

El águila se queda en tu brazo, al contrario de lo que te imaginas con tu enorme imaginación. La miras enfurruñada, hasta que oyes una voz detrás de ti. Te giras y ves con sorpresa a Nataku, con su águila en el hombro apoyada.

-¿Qué haces con ese águila? ¿Tú también quieres tener un pacto aguilero al igual que yo? Si quieres te puedo ayudar. Se nota que te ha tomado cariño-. Te sonríe ante tu cara de estupefacción.

Al escuchar a Nataku, pego un pequeño salto de la sorpresa, pero no me dejo amedentrar por sus palabras. Por lo visto, me había equivocado de águila, vaya mala pata. Pero ya que he conseguido que aparezca, le pienso colar una trola.

-Pues esta es Byrd, y es un águila mucho más bonita que la tuya. Ya que no aparecías, y te has ido corriendo, nos ha tocado acabar solos con el "ladrón" - pronuncio con sarna la última palabra - Ya sabemos que e tu amigo, y que todo era un engaño. Aunque sea podrías haberme ahorrado el trabajo de tener que buscarte, super sensei. A partir de ahora te voy a llamar "el sensei de las sombras" - noto como me voy poniendo cada vez más furiosa, el haber quedado en ridículo no me gusta nada. Pero me relajo, y con una sonrisa maliciosa continúo con mi plan - Así que, había decidido mandar a mi pajarito a que fuera a buscarte, y de paso te cogiera la cartera y los kunais, es que estamos en crisis, ¿sabes?

A esas alturas no puedo contener la risa, y estallo en carcajadas, pero sin mover el brazo para que el águila no se vaya.

-Bien, entonces no hace falta que te enseñe el pacto con las águilas. De cualquier manera... Mi cartera se la llevo ese que llamas "ladrón", y por eso quería que la recuperases. Por eso mismo os envié en su búsqueda. En fin, me parece que será mejor que vengan ellos, que estamos más cerca del centro de la ciudad-. Deja suelta a su águila, mientras le da las instrucciones pertinentes.

-Ah, bueno - dice Egwene medio cortada. Lo del pacto de águila suena genial, así que decide cotarle al sensei la verdad - Bueno, en realidad...esta águila no es mía. De hecho, estaba buscándote, y pensé que era la tuya, así que la he atraído y he intentado que fuera contigo, pero no ha dado resultado. Supongo que porque no era la tuya - le dice con una oícara sonrisa, a pesar de que quede oculta bajo la máscara.

 Lambo se queda tranquilo mientras Hiru volvia a sus brazos, al principio penso que la mascota de aquel hombre era un gato. Pero al ver que era un aguila termina calmandose, no le gustaban los gatos ya que de pequeño tubo un accidente con uno de ellos.

Seguro lo hara rapido, sus ojos son tan buenos como mi olfato

Le decia con total seguridad aun pensando que eran el mejor equipo genin de la aldea, no habia duda de que asi era y ya deseaba que el nuevo sensi les diera otra prueba... estaba ansioso por volver a luchar, le encantaba sentirse tan, depredador.

Nataku suelta una escandalosa risa, que no puede contener. Es bastante parecida a la risa de Allen, e igual de incontenible.

-Qué entretenida que has estado en mi ausencia. Parece que no se te puede dejar sola sin que atraigas a algún animal... En cualquier caso, que una Hyuuga quiera tener un águila... Es muy significativo.-. Bueno, me parece que es mejor que volvamos con los demás, ¿no te parece?

-Sí, ahora vas a tener que responder ante nosotros - con un guiño, le hace entender que lo dice en broma..¿no? Aún con el águila en el brazo, Egwe vuelve la espalda a Nataku, lista para indicarle el camino.

-Están cerca, bueno, al menos saltando de un tejado a otro he llegado en nada...

-Ya sé dónde se encuentran, mi águila ve desde una posición elevada-. Con una mirada pilla, echa a correr, sabiendo que no te perderás.

En poco tiempo, llega hasta donde se encuentran los demás con Allan. Sospecha que le guardan rencor por esta "misión", pero en verdad, no ha habido engaño alguno, ya que ha pagado para llevar al grupo a por "sus" pertenencias como cualquiera que requiera de los servicios de los ninjas lo hacen.

Se dirige directamente a Allan, haciendo como que no ve las miradas enojadas de los demás.

-Hermano, me parece que estás perdiendo facultades. Por lo que he podido ver, un simple ladronzuelo a conseguido robarte, y has pasado más tiempo en el suelo riéndote que otra cosa. Por no hablar de tu águila. Con esos colores tan llamativos, se ve desde la otra punta de Konoha.

Sin querer que me dejen atrás, corro a toda velocidad hasta alcanzar al sensei, manteniendo el animalito en el hombro. Al ver a mis compañeros, los saludo alegre.

-¡Lo encontré!Y le eché la bronca - esto último lo digo para que sólo me oigan mis compañeros, no el sensei - Y, Lambo, ¡mira que animalito más mono me he encontrado por el camino!

Acerco el brazo hasta Lambo para que pueda verla bien. El pájaro empieza a chillar, y mira a Lambo con esos ojos amarillos.

Bueno compañeros ,si se os puede llamar asi y ahora que hacemos??

Pasamos la prueba pero que acontecera despues de esto ,porque apostais??

 Lambo no puede evitar sonreir al ver el avesilla que Egwene le mostraba, incluso su cachorro la olisqueaba curioso. Al joven genin le agradaban todos los animales menos uno, esos gatos miserables con sus uñas afiladas y grandes bigotes... solo pensar en ellos hacia que recorriera en su espalda un escalofrio.

Que nos espera? ni idea pero tampoco importa, somos los mejores y absolutamente nada podra con nosotros.

Decia con absoluta confianza, no habia duda de que Lambo no solo confiaba de sobremanera en sus habilidades y en las de hiru, sino que estaba convencido de que todos sus compañeros y el formaban el mejor equipo de la aldea... por algo eran el numero  1.

Egwene sonríe al ver el entusiasmo del cachorro de Lambo.

-Sí, superaremos lo que se nos ponga por delante. Pero...debemos ser cautos, Lambo, no nos podemos confiar. Tenemos que aprender a movernos en equipo, y a ser capaces de enfrentarnos a distintos enemigos. 

Allan habre los ojos sorprendidos por las palabras de Raijin.

-¿Que qué acontecerá? Pues ni más ni menos que voy a hacerle pagar a este aguilero por intentar quitarme a las malas lo que es mío. En cuanto a vosotros... Me parece que tenéis potencial, dado que habéis conseguido quitarme de las manos algo sin que yo quisiera. Creo que iré a hablar con el Hokage sobre vosotros... Me gustaría hacer algo.. -. No os desvela qué es, sino que se queda pensativo, y sin decir nada, se larga corriendo entre los tejados en la dirección del centro de Konoha.

-No sé por qué, me da a mí que éste tiene planeado algo interesante-. Una sonrisa luce en su cara. La verdad es que admito que tiene razón.. Si han conseguido eso contra uno de los mejores Jounin, qué no podrán hacer... Lástima que desvelase su identidad antes de tiempo-. Bien, creo que es hora de informar al Hokage. No he recuperado lo que quería... Pero aún así aún tengo que pagar la misión-. Al recordad esa parte, pone una cara penosa, como si fuese a llorar. ¡Pensaba pagar la broma con el dinero de Allan, pero ya que no lo he recuperado, me voy a arruinar con esta misión de rango C! Se gira hacia su querida águila y le susurra: Me parece que voy a tener que venderte a un zoo para costearme la misión... -. El águila enfadada, le pega un picotazo-. ¡Auch! En ocasiones me gustaría poder invocarte... Podría venderte y recuperarte después... En fin. Tengo que mejorar mucho para conseguir robarle la espada...

Nataku se gira hacia vosotros, a pesar de no haber solucionado sus problemas monetarios, dado que su águila no ha querido participar en su plan.

-Bien, y ahora vámonos. La misión ya ha terminado, aunque no haya sido un éxito precisamente...-. Detectáis un ligero resentimiento en su voz, fruto de no haber conseguido lo que quería-. En fin, yo tengo que ir a hablar con el Hokage, vosotros podéis iros a donde queráis, pero mañana os quiero en la sala de ninjas, que seguro que tengo algo que deciros...

 Lambo al escuchar a Egwene mira al resto de sus compañeros ante de guiñarle un ojo a su compañero a la vez que Hiru daba un ladrido energetico. No habia problema que les viniera en cima, ellos podrian salir y adelante sin muchos problemas.

El trabajo en equipo se acostumbra uno sobre la marcha no se preocupen

Luego guardando silencio escuchaba su maestro golpeandose la frente ante su maravilloso plan, estaba claro que no le gustaba nada la idea de vender a un compañero y en realidad el aguila hizo lo que el se merecia, un buen castigo.

Donde nos juntamos de nuevo?

Preguntaba antes de dejarlo ir sin ganas de regresar a casa aun, la emocion de la confrontacion seguia aun corriendo por sus venas.

Egwene levanta una ceja, sorprendida por el comentario del sensei sobre su águila.

-¿Has dicho venderla? ¿Y a esto lo llaman adulto?- susurra entre dientes.

-Sí, yo me voy a casa, cuando tengamos que volver a vernos, avisad.