Partida Rol por web

Eryn Lasgalen, El bosque de de las Hojas Verdes

Cap. 4: Côr Angalaladh

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05/09/2016, 20:10
Director

RESOLUCION TURNO 403

 

Las ultimas luces del dia trajeron consigo la llegada al Râd Angálaladh. Como ya se estaba convirtiendo en costumbre, la desconfianza volvió a envolver las expectativas del grupo. De nuevo, pensaron que era un buen lugar para ser objeto de una emboscada. Se encontraban en el Bosque Verde, y allí, como en cualquier bosque, todo era un lugar óptimo para poder emboscar. Arqueros en los arboles, asesinos tras los troncos, jinetes esperando detrás de  roca… Cualquier lugar podía ser un buen sitio para una emboscada. No obstante, la desconfianza tras haber visto al explorador oriental, estaba fundada. Temerosos de que hubiera llegado a dar la voz de alarma y de que los suyos hubiesen tenido tiempo de urdir un plan, se dispusieron una vez más a afianzar su avance.

Parecía que se habían centrado un poco más, ahora miraban por el bien del grupo. Pensaban en el futuro, y como podían mejorar de alguna manera el viaje. Durante ese corto trayecto desde el Côr Angalalalath hasta el camino, no habían vuelto a mencionar nada sobre el liderazgo, manteniéndose concentrados, aunque en sus cabezas seguían rondando el tema. En cuanto se detuvieron, unos metros antes de llegar al camino, comenzaron proponer algunas ideas. Erik, sugirió crear una especie de plataforma para que el etheod fuese mas cómodo, una especie de parihuelas hechas de madera. Se trataría de una solución parcial, pues aunque no imprimiría velocidad al paso que llevaban, si permitiría que el ailgratha fuese descansado, y tal vez así conseguir mejorar el tiempo de curación. Comenzaron a plantear como debían fabricarse esas parihuelas.

Tulak y Temudyin dedicarían algo de tiempo a asegurar su avance. El umli comenzó con unas plegarias a Örome para lograr su gracia. Con ella, era capaz de mimetizarse. Mientras las letanías eran susurradas, Tulak entro en contacto con los arboles y la vegetación, y según hablaba, el resto veía como su piel, sus ropas, incluso su pelo, iba tomando la coloración e imitaba la textura de lo que le rodeaba. Su piel parecía tornarse corteza, al igual que su barba y el cabello casi parecía como si se estuviese convirtiendo en un árbol, incluso con sus líquenes y muscos. Era algo increíblemente extraño y desconcertante. Ya listo, y bajo la atónita mirada de sus compañeros le hizo una seña a Temudyin para internarse en la espesura.

Freagulf fue el primero que retomo el tema del liderazgo, propuso a Temudyin, su amigo, como líder siempre que el fuese el segundo al mando. Kolli, en un alarde de sequedad y pragmatismo, quiso terminar con el asunto. Si Tulak y Temudyin no rechazaban la posibilidad de hacer de líderes, no había más que discutir. Haelembor también había estado ronroneando en su cabeza respecto al tema, y aprovecho para pronunciarse. Pidió que lo escucharan, tenía la sensación de que no lo hacían con demasiada frecuencia. También dio la razón a Kolli, y perfilo a Tulak y Temudyin como líderes, pero también arremetió contra Freagulf y contra Erik, sobre todo por la cabezonería de ambos y de su capacidad para no dejarse aconsejar y hacer lo que les viniese en gana. Así pues, el tema parecía en parte zanjado, la mayoría estaba de acuerdo en que fuesen Tulak o Temudyin, ambos juntos quizás, los que liderasen el grupo.

Mientras Tulak y Temudyin rastreaban los alrededores, comenzaron pensar en la idea de Erik. Un camastro, aunque fuese rudimentario que ayudase a Freagulf, aunque lo que el enano buscaba en realidad no era el bienestar del etheod, si no el poder avanzar más rápidamente. Kolli trataría de usar sus manos, si eran buenas con el hierro, tal vez con la madera pudieran ser de ayuda. Entre todos, mientras Freagulf los observaba, consiguieron cortar un par de ramas bastante largas, de algo más de tres metros de largo. Servirían como armazón principal. Después, con un par de ramas más cortas a modo de travesaño, comenzaron a unir las ramas largas. Usando algo de la cuerda que Erik sacó, pudieron hacer el armazón principal, una estructura  trapezoidal y alargada. En su parte más estrecha, ataron una cuerda larga que aseguraron a la silla de Ulfer. De ese modo arrastraría por el suelo la estructura, que se apoyaría en el extremo más ancho, donde se apoyaban los extremos más largos de las ramas principales. La improvisada camilla iba cogiendo forma, y ya solo faltaba colocarle alguna tela o maderos que sirvieran de apoyo al cuerpo del herido. Cogieron una de las mantas de la mula, y con ella y algo más de cuerda, la tensaron dentro de la estructura, de modo que Freagulf podía ir tumbado sobre ella. Esto amortiguaría también los baches del camino.

Regresaron los rastreadores cuando aún quedaba apretar algunas cuerdas de la estructura. No habían encontrado indicios de que hubiese nadie cerca. Con el tiempo invertido, no pudieron profundizar demasiado, y buscaron las huellas más claras. Quizás si hubiesen tenido más tiempo… Pero no lo tenían.

La luz fue desapareciendo gradualmente, y la intención de acampar un poco más adelante, se desvaneció. Prácticamente a oscuras, se verían obligados a dormir allí mismo, ocupados como estaban no pudieron buscar un lugar mejor. También tenían la posibilidad de encender unas antorchas para alumbrarse, y con ellas buscar un lugar adecuado.

Con la noche, llego la bajada de temperaturas. Ya hacía frio por el dia, pero cuando el sol se ocultaba, se hacía más patente la época del año en la que se encontraban. Pleno invierno. El aire era más fresco que en días pasados. La cercanía al camino, abierto al cielo, creaba corrientes gélidas que golpeaban los rostros y helaban la piel. Solo Tulak parecía no sufrir ese frio. La mayoría se frotaba las manos para poder mantenerlas calientes y se cubrían con sus capas para evitar que ese aire penetrara entre las ropas. Por el dia, las temperaturas apenas llegaban a los diez grados, pero por la noche, podían bajar hasta la quincena bajo cero. Era por eso la obligatoriedad de un buen fuego, alimentado toda la noche, que los ayudase a descansar y mantenerlos calientes.

 

 

Notas de juego

►Anotad el próximo turno como “Turno 404

►Decisión sobre dormir allí mismo, en el sendero, justo antes de entrar en el camino; hacerlo en el propio camino; o encender algunas antorchas y continuar un rato hasta encontrar un lugar mejor. La tirada anterior de campamento se anula, debido a que en lugar de acampar os dedicasteis a fabricar las parihuelas y explorar.

►Las parihuelas las conseguís hacer entre todos. Ahora hay que ver la calidad del trabajo. Que uno tire 1d100. Sumare una media de la intuición de cada uno. También daré un +10 por cada Habilidad secundaria que implique trabajar con las manos (como herrería). El resultado determinara cuan bien hecha están hechas las parihuelas. En función de la tirada de ME, daré el resultado, que variara desde deshacerse en diez metros, hasta conseguir un lugar cómodo en el que viajar, pasando por la posibilidad de tener que parar de cuando en cuando a reapretar las cuerdas. Por supuesto, esto también influirá en la recuperación de Freagulf.

►Sobre el liderazgo, todo perfila a Tulak y Temudyin. Pero podéis seguir discutiendo sobre el tema todo lo que queráis. No veo a Erik y Freagulf codirigiendo…

►Los rastreadores no ven nada fuera de lo normal. Si hay orientales esconden bien sus huellas o realmente no hay nada.

► Resolución del próximo turno: JUEVES 22-09-16

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05/09/2016, 22:36
Director

TURNO 404

 

Los efectos secundarios de la infusión de Camomila del sanador, administada por Haelembor, son:
- Sensación de hambre
- Mal humor

Los efectos secundarios duraran hasta la curación de la pierna. Y se verán al despertarse cada mañana, apaciguándose según pasa el dia.

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14/09/2016, 12:31
Haelembor

Turno 404

Miré al cielo, al darme cuenta de que anochecía y aún no teníamos dónde acampar. Suspiré, habíamos perdido todo el tiempo fabricando la dichosa camilla para el condenado Freagulf... ¡Malditos sangres calientes! Tanta ira nunca es buena, ya me lo decía mi padre... Y yo en medio, cómo no? Empezaba a preguntarme qué diablos me había pasado por la cabeza para querer salir de mi apacible y hermoso campo, con mis caballos salvajes, mis abejas y mi tranquilidad... 

-Bueno, entonces, ¿dónde queréis acampar? -pregunté a los demás, mirando básicamente a Tülak y a Temudyin, cuando hubieron vuelto al fin de su ronda- ¿Aquí mismo o preferís que sigamos caminando?

Mientras preguntaba, me acerqué a Gilmor y a Dali y les acaricié el hocico, costumbre que había adquirido desde el altercado en el prado, para que estuviesen calmados y no se asustaran con facilidad. Además, intentaba que me cogieran cariño por si sucedía cualquier cosa, que dos de las monturas, al menos, no salieran corriendo a la primera de cambio; se había convertido ya casi en un gesto inconsciente. 

- Tiradas (1)

Motivo: Parihuelas

Tirada: 1d100

Resultado: 95

Notas de juego

Bueno, yo voy posteando porque tengo un rato libre, por primera vez en mucho tiempo ¡estoy al día en Umbría! y, si no, se me va a vover a acumular después XD Siento hacerlo siendo el último que ha escrito tan seguido, pero prefiero esto a que se me vuelva a acumular XD

Bueno tiro para las parihuelas ;) parece que los dados d100 en Umbría han decidido acompañarme hoy XD

 

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14/09/2016, 12:43
Tülak

Turno 404

Satisfecho por no haber encontrado nada, y ya solo con el regusto del poder de Oromë como un recuerdo que me reconfortaba, me reuní con Chakka que, con una negación de cabeza me confirmó que tampoco él había encontrado signos de esos condenados Sagath, como los había bautizado hace apenas un par de dias. La luz empezaba ya a menguar cuando enfilamos el corto camino hacia la zona en la que habían quedado nuestros compañeros, dispuestos a crear una suerte de camastro para poder desplazar al ailgratha sin que su maltrecha espalda sufriese tanto los achaques de la monta. Con reconocimiento, asentí ante el trabajo realizado, satisfecho, dandome cuenta de que las rutinas, el tener algo que hacer, disipaban un poco ese ambiente crispado que la expectación por esperar que algo ocurriera había generado:

- Buen trabajo, compañeros!!, dije, en voz baja, me alegra comprobar como empezamos a trabajar bien en equipo. Esperaba que el reconocimiento fortaleciera los cimientos de nuestra nueva situación. Freagulf, espero que a partir de ahora puedas viajar mas comodo, mientras Haelembor consigue recuperar esa espalda y esa pierna. Por mi parte, ayudaré en lo que pueda a ir recolectando cualquier hierbas que pueda necesitar...

Empezaba a dolerme la cabeza. No estaba acostumbrado a hablar mucho, pero al parecer Chakka, lo estaba aun menos, pero dado que debíamos empezar a comportarnos como los dirigentes de esta curiosa comitiva, por simple practicidad, acepté esa molestia como mal menor.

Eché una mirada al cada vez mas oscuro cielo, donde estrechas cintas de nubes rojizas luchaban contra el omnipresente viento del norte que las deshacía, tenaz, en su avance hacia el sur: - Hará frio, informé, seco, sabiendo que debiamos resguardarnos. Yo no tendría problema, esto era un eterno verano en comparación a lo inclemente de mi tierra natal, pero el resto sufrirían, sobre todo el eorlinga, que apenas podría cambiar de postura. Y aunque no tenemos tiempo de buscar el sitio mas optimo para acampar, dije, en respuesta a la pregunta del enorme beornida, creo que deberíamos buscar un sitio aceptable fuera del camino, por los alrededores, resguardado del viento, y de miradas indiscretas que puedan pasar por el camino, de noche... Que opinais??, pregunté, mirando a Chakka en primer lugar, para despues ir fijando mis claros ojos azules en cada uno de mis compañeros. Todos eramos importantes allí, y así se lo quería transmitir a los demás, mas allá de que hiciese falta alguien para decidir en momentos en los que no había tiempo para el dialogo.

- En cualquier caso, y a no ser que alguno, por algo en especial necesite un cambio, volveremos a repetir turnos de guardia, hasta que Freagulf pueda unirse de nuevo al sistema. Todos debemos descansar bien, y prepararnos para, espero, una larga cabalgada mañana, que nos permita, en la medida de lo posible, recuperar algo del tiempo perdido. Recordad que había una fecha límite para llegar a Tir Anduin, y no nos podemos permitir muchos mas retrasos, y si los Valar nos son propicios, habremos dejado atras de una vez por todas a esos orientales, que tantos quebraderos de cabeza nos han dado sin siquiera aparecer..., acabé pensando, ya para mi.

- Tiradas (3)

Motivo: Campamento

Tirada: 1d100

Resultado: 91

Tirada oculta

Motivo: Percepción (sin yelmo)

Tirada: 1d100

Resultado: 14(+37)=51

Tirada oculta

Motivo: Por si abierta

Tirada: 1d100

Resultado: 73

Notas de juego

Por si la gente está de acuerdo, dejo hecha la nueva tirada de Campamento, para así tener menos burocracia pendiente!! ;) mira, Auri, parece que los dados de Umbría, de hecho, hoy sí están con nosotros!! ;)

En cualquier caso, dejo hecha una de Percepción, pues, durante todo el rato, no dejo de buscar signos que me hagan pensar que alguien se acerca: movimiento de ramas, revoloteado subito de aves, ausencia de ruidos cuando debería haberlos, etc...

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14/09/2016, 18:52
Erik Frost

Turno 404.

Con las ultimas luces, alcanzamos finalmente la amplia sonrisa del Râd Angálaladh.
Al cruzar miradas con el resto de mis compañeros, creí entender finalmente el porque de aquel singular adjetivo.
Sin lugar a dudas el ventanal de luz que recorría la pista, incluso a esas horas, suponía una bocanada de aire fresco para los cansados viajeros que lo alcanzaban exhaustos y con los corazones oprimidos por la permanente tensión y congoja que provocaba la espesura.

Tras decidirse los miembros de las Batidas, todos fuimos testigos perplejos de uno de los misterios que guardaba el Montaraz.
Ya unos días atrás, cuando habíamos visto al Oriental corriendo por la espesura, había intuido algo cuando el Umli se había puesto a recitar una extraña letanía en una especie de ritual que no podía entender.
En aquella ocasión, creí ver algo... como su cuerpo se desvanecía entre las formas sinuosas de la selva que lo rodeaba.
Apenas fue un instante y muy pronto todo regreso a la normalidad. Entonces lo achaqué al Licor que acababa de beber...

...pero en esta ocasión no me quedaron dudas...el Montaraz era una especie de Brujo, y era capaz de cosas imposibles como solo había visto de los chamanes de mi orden.

Poco a poco empezó a confundirse con el espació que lo rodeaba, reflejaba los matices de las verdes enredaderas y las hojas de los arboles y su perfil se recortaba como un brochazo de tinta, difuminándose contra las cortezas y las raíces circundantes. Paso a paso, desapareció literalmente de nuestra vista, justo delante de nosotros y solo un vago tornasol, sumado al hecho de que sabíamos que seguía allí con nosotros, nos permitía distinguir sus rasgos entre aquella maraña de silvas y malas hierbas.

_¡¡Pardiez!! ¡Que Mahal nos asista! *¡Olhâd!_ Exclamé maravillado mientras el propio Tûlak parecía no darle importancia.

El menudo hombre del yermo helado, no dejaba de ofrecernos sorpresas.

Pronto el estupor por su transformación dejó paso a los quehaceres más mundanos y todos nos repartimos para realizar las tareas cotidianas mientras el Umli y Chakka se encargaban del rastreo.

Todos acordamos realizar una parihuela para arrastrar al Rohir y de ese modo facilitar su recuperación y sobre todo, evitar los constantes parones a los que obligaba su minusvalía.
Para cuando Tûlak y Chakka regresaron, la idea ya estaba perfilada y los primeros pasos para su construcción habían sido dados. La maestría del Beornida para los trabajos manuales nos sorprendió a todos. Pronto consiguió modelar el armazón y dar consistencia al camastro.

Rebusqué entre las cosas del Rohir y luego pregunte al Oriental por su saco de dormir para no tener que cederle el mio al ailgratha. Y con eso y unas cuerdas, terminamos el trabajo.

Todos parecían satisfechos por el trabajo y en verdad, el mantener la mente ocupada en labores más practicas resultó un alivio para mi cansada existencia.

Estoy de acuerdo. Avancemos un poco más y elijamos un lugar apartado del camino. Y sin mediar más palabra encendí mi antorcha y tras agarrar las riendas de Helmund, empecé a guiar al grupo por la senda de la amplia risa, forzando su decisión.

En realidad sabia que no existía ninguna fecha limite...al menos no una real, sino que la propia razón nos dictaba que el trabajo debía hacerse lo antes posible. Pero como la idea de Tûlak me pareció adecuada, no quise corregirlo. Si aquello servia para convencer al resto, me daba por satisfecho.

Por primera vez en días, podíamos sentir el aire fresco que llegaba desde las límpidas llanuras de Rhovanion y no me apetecía dormir todavía.

Notas de juego

*¡Olhâd! brujo, hechicero, relativo a la magia.

Buena idea lo de seguir un rato. Me sumo y empiezo a guiar por aquello de que los enanos vemos mejor en la oscuridad.

Ayudo con la parihuela. Si tienen su propio saco que lo usen para el Rohir, sino que se le claven los nudos en el culo...Erik no piensa dejarle su saco al Erikcida xDD

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17/09/2016, 10:32
Freagulf

TURNO 404

Freagulf había pasado a ser un ser pasivo. Un ente que cada vez refunfuñaba más. Que ya se comunicaba por gruñdos y que daba la espalda a todo. Estaba huraño, desagradable, indolente, como si todo le diera igual y reticente a todo. Lo único que aceptaba eran las tazas de medicina y la comida, que la devoraba con un ansia exagerada. No se metía en discursiones, no decía ni aportaba. Era un ente. Era casi como trasportar un animal peligroso, pero que no tenía la más mínima intención de escaparse. Era tanto que así, que sólo miraba con buenos ojos al "médico" y solo durante los instantes de traerle la infusión. Tampoco mucho más.

Eso si: el "ponte allí" era obedecido a pies juntillas. De allí no se movía.

Por dentro le reconcomía el estado de los caballos: - Nadie los revisa desde hace mucho. Le preocupaba el no poder hacer una revisión de los alrededores del campamento, función que había realizado él y no sabía si se estaba haciendo. Y lo peor de todo: El saberse inútil, dependiente de los demás y no ser un aporte al campamento, a la misión ni a nada.

Eso cada vez le hacía sentirse peor. De peor humor, y de ánimos cada vez más deprimentes.

Notas de juego

Ya no tengo que buscar el libro de : LAS MINAS DE MORIA para mirar el Enanil (¿Khuzduk se llamaba, no?) y saber que era eso.

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21/09/2016, 08:22
Temudyin

Turno 404 (Not found)

Por suerte, en el rastreo no encontraron nada, aunque la mente paranoica del bosquimano le decía que se les había pasado algo por alto. Se reunió con el umli y de camino a donde esperaba el resto, le comentó tranquilamente. - Tülak, debes ser el líder del grupo. Tú tienes templanza para ese menester y se nota que meditas tus acciones. Freagulf, Erik, quizás también Kolli y yo, no tenemos ese don. Somos más expertos en la batalla, puede ser, pero tu podrás pedir nuestro consejo y tomar decisiones no tan a la ligera como nosotros.

No hubo más conversación, Tülak quedó pensativo el poco tiempo que tardaron en reunirse con los demás compañeros. Estos habían aprovechado para preparar una especie de camilla para que Freagulf pudiese viajar más cómodo y así avanzar más rápido. Realmente parecía que lo habían conseguido con éxito y apoyó las palabras del umli con un movimiento afirmativo con la cabeza.

La oscuridad iba en aumento y debían prepararse para pasar la noche. El frío calaba en los huesos y necesitarían un fuego para acampar y sentirse confortables y descansar. Aunque ya no tenían mucho tiempo, prefirieron avanzar algo más para buscar luego un sitio algo apartado del camino. Cogió las riendas de Alatoth y Ulfer, donde iba apoyada la camilla que transportaba a Freagulf y siguió a Erik que iluminaba el camino con una antorcha.

Tülak empezaba a asumir el rol de líder y lo hacía de modo muy satisfactorio, o eso le parecía a Temüdyin. Mantendrían las guardias y el umli doblaría turno. Nadie puso ninguna objeción.

Notas de juego

No hubo más conversación, Tülak quedó pensativo el poco tiempo que tardaron 

Perdona, Tülak, por no dejarte responderme y narrar una reacción tuya.

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21/09/2016, 19:46
Kolli Gyrdrson

Turno 404

El herrero no se limitó a enarcar una ceja cuando el umli hizo uso de sus aptitudes especiales, sino que deleito a todos con una cara de asombro perpetua y gestos nerviosos hasta bien entrada la noche. La superstición propia de él le hacía desconfiar en lo que veían, o no veían sus ojos, pero gracias a su confianza en Tulak, se guardó sus miedos para él mismo. Lo mismo estaba en presencia de un descendiente de algún linaje real, pues Kolli sólo conocía leyendas sobre individuos con esa clase de habilidades que pertenecían, o fundaban, dinastías. El frío hace cosas raras a la gente, pensó moviendo la cabeza refiriéndose al pueblo del umli.

- Yo no sé apenas nada de batallas, compañero. - Contesta a Chakka.- En lo que si soy bueno soy en el metal, y puedo ser útil cuidando de vuestras armas, al fin  al cabo Haelembor no es el único que trabaja con las manos, y ya es hora de que me ocupe de algo. Por mi reputación como herrero no dejaré que entréis en batalla con el filo de vuestras armas arrastrándose detrás vuestra.- Comenta al resto del grupo con una sonrisa, ofreciéndose a limpiar y repasar las armas del grupo

 

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22/09/2016, 20:43
Director

RESOLUCION TURNO 404

El frio, las gélidas ráfagas de aire y la oscura noche que ya había llegado, no bastaron para detener a los viajeros. Habían decidido continuar un poco, no querían descansar allí, y decidieron continuar un poco más a pesar de necesitar sacar algunas de sus antorchas para iluminar su camino. No tardaron mucho en encontrar un lugar idóneo para pasar la noche. Un pequeño grupo de rocas junto al camino que sobresalían del terreno entre los árboles y que se  encontraba a una decena de metros del camino. Era un buen lugar, con sitio suficiente para dormir todos y poder dejar los caballos bien resguardados.

Las parihuelas, durante el corto trayecto, parecieron responder bastante bien. Los nudos habían quedado bien apretados y la manta usada había sido correctamente encorsetada usando la cuerda contra el tronco. Freagulf se tumbo en ella y aguanto bien el peso. Con el avance, los extremos del tronco iban arrastrándose por el camino, aun húmedo. Su longitud permitía a los troncos arquease con cada bache y ese efecto conseguía minimizar las sacudidas. Habían logrado hacer un buen trabajo. Haelembor y Tulak parecían saber lo que hacían, sumado a la habilidad que Kolli poseía para usar sus manos, consiguieron dar forma a las parihuelas. Erik, en menor medida, pues no tenía apenas conocimientos, trataba de ayudar en lo que podía, aunque no fuese demasiado. El resultado fue más que satisfactorio, logrando su cometido a la perfección. Freagulf podría viajar cómodo y el retraso seria mínimo.

Tulak poco a poco había sido perfilado como líder del grupo. El umli, fue respaldado por todos, y aunque aun trataba de buscar el consentimiento, sobretodo de Temudyin, iba cogiendo las riendas. El medioenano se volvía menos introvertido y de su boca salían cada vez más palabras.

Una vez llegaron a lo que se convertiría en su campamento se dispusieron, como cada noche, a prender un fuego en el que calentarse. La temperatura bajaba y en la noche lo hacía hasta llegar a helar el agua. Era pleno invierno, y tenían que calentarse. Durante la noche, repetirían los turnos de guardia de la jornada anterior. El dia siguiente tenían la esperanza, ya en el camino, de poder recuperar el tiempo perdido en el bosque.

Haelembor no pudo hacer más infusiones al ailgratha, solo habían conseguido una dosis, y ya se la había tomado. Quizás por eso Freagulf estaba malhumorado, y mostraba un hambre voraz. Tumbado en las parihuelas, herido como estaba, estaba resultando bastante desagradable. Aun así, el siempre tenía el pensamiento puesto en las monturas, en la revisión de sus cascos y sus patas. Haelembor, al contrario, se centraba mas en el bienestar de ellos, tratándolos amablemente y haciéndoles carantoñas. Se le daban bien los animales y eso se veía reflejado en el amor que profesaban los equinos al beornida.
Kolly decidió que podría usar sus conocimientos para hacer un mantenimiento de las armas del grupo. No las habían usado, pero el sabía que aun así, el metal necesitaba de cuidados.

 

 

Notas de juego

►Anotad el próximo turno como “Turno 405

►Tiradas de Percepción para las guardias

►Tirada para hacer la cena (ultima, pues con ella termináis con las provisiones perecederas)

►Kolli, tirada de herrería para repasar las armas.

►Describir lo que hacéis antes de dormir y durante las guardias, como siempre.

 

► Resolución del próximo turno: LUNES 22-09-16

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23/09/2016, 20:18
Tülak

Turno 405

El pesimismo que había ido creciendo en mi interior desde el incidente, en el claro, el dia anterior, fue dando paso a un moderado, si no optimismo, al menos sí ligero bienestar al ver que las parihuelas que llevarían al ailgratha cumplían su función a la perfección. 

En completo silencio, solo con ruido que hacían las monturas, y sobre todo los listones de las parihuelas, sobre la húmeda tierra del Râd Angálaladh, seguimos camino, mientras las ultimas luces del día iban perdiendo luminosidad, a la vez que los frios vientos del norte se tornaban mas y mas fríos. Casi en completa oscuridad, valiendonos de la portentosa visión de los naugrim, encontramos, casi por ventura, un pequeño espacio contra un saliente de rocas que había a un lado del camino:

- Perfecto..., susurré al estudiarlo. Parecía ocultarnos del camino, e incluso mantener a las monturas resguardadas, así que enseguida pusimos en marcha las rutinas de montar el campamento:

- Erik, trata de colocar el fuego de tal forma que la luminosidad se vea lo menos posible desde el camino, compañero... Por mi parte, mientras alguno se encarga, por la luz de los Valar, de preparar la ultima cena fresca del viaje, intentaré borrar el ultimo rastro que hemos dejado, viniendo desde el camino... Me llevaré una antorcha, pues si no no podré ver nada. Que alguno vigile desde aquí, iré ondenando con la antorcha cada minuto, así sabreis que todo va bien.

Tras eso salí de nuevo al camino, antorcha en mano, dejando que mis sentidos se fundieran con los ruidos del bosque nocturno, mientras me dedicaba, metodicamente, a borrar los rastros de los ultimos 15 metros, antes de la salida al campamento en el que estabamos: - Si viene un rastreador avezado, solo valdrá para retrasarle, pero si no lo es, quizá nos de una oportunidad de detectarlos antes de que lo hagan ellos..., pensé, mientras me afanaba en la tarea.

Al volver, y tras ingerir la cena, con mis compañeros apiñados en torno al fuego, mientras yo me colocaba, disfrutando del frio aire, cerca del mismo, pero con cierta vision del camino, nos dispusimos a descansar, según la pauta de guardias que habiamos establecido, aunque antes asentí con gratitud al ofrecimiento de Kolli, cediendole mis armas, para que les echase un vistazo. Por lo general, solía dejarlas para que las pusieran en orden, siempre al llegar a un nuevo sitio, así que estaba acostumbrado a cederlas. Además, me aburría soberanamente ocuparme yo de ellas, asi que una ocasion así había que aprovecharla.

Para las guardias, echariamos de menos a Freagulf, hasta que pudiese valerse de nuevo por sí mismo, pero no habriamos de lamentarlo mas: las cosas eran como eran.

- Mañana, si ganamos terreno en la mañana, volveremos a buscar hierbas para Freagulf. Obviamente él agradece sus propiedades, y nosotros agradeceremos tenerle de vuelta recuperado. Impresionante trabajo, Haelembor, dije al animista, que se preparaba para descansar. No era muy dado a cumplidos, pero había que reconocer que las manos del beornida estaban siendo determinantes para que los dolores del eotheod fuesen lo mas mitigados posibles.

Y sin mas, me dispuse a hacer mi primera guardia, oculto entre las rocas, solo saliendo para mantener encendido el fuego que evitaría que mis compañeros se congelasen. Si todo iba como debía, la segunda guardia transcurriría igual, hasta que la mañana nos permitiese enfilar el camino, alejandonos del enemigo, y acercandonos a nuestro destino. No era muy habitual, pero tenía un sentimiento de urgencia que me hacía sentirme bastante incómodo.

- Tiradas (6)

Tirada oculta

Motivo: Rastrear, para ocultar nuestro rastro

Tirada: 1d100

Resultado: 43(+18)=61

Tirada oculta

Motivo: Percpcion (guardia 1)

Tirada: 1d100

Resultado: 77(+37)=114

Tirada oculta

Motivo: Percpcion (guardia 2)

Tirada: 1d100

Resultado: 71(+37)=108

Tirada oculta

Motivo: Esconderme (guardia 1)

Tirada: 1d100

Resultado: 97(+7)=104

Tirada oculta

Motivo: Esconderme (guardia 2)

Tirada: 1d100

Resultado: 27(+7)=34

Tirada oculta

Motivo: TA

Tirada: 1d100

Resultado: 76

Notas de juego

Tirada de Rastrear, para borrar el rastro al principio de la noche, y dos tiradas de Percepción (sin yelmo), para cada una de las guardias, junto a dos tiradas para Esconderme para hacer las mismas.

La cena, obviamente, se la dejo a alguno que no tenga penalizadores!! xDD

Edito: Para responder al ofrecimiento de Kolli, que se me había pasado!! ':)
DJ: OK!!

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25/09/2016, 19:53
Erik Frost

Turno 405

Las horas que siguieron al ocaso, nos recibieron con las gélidas corrientes ventosas que recorrían el ancho brazo del Gran camino.

Arrebujado en mí capa, guie al grupo en silenció, arrojando luz con mi antorcha para que las bestias y los pies-largos no tropezasen con los baches y piedras del camino. Por fortuna, el camino presentaba un buen estado en aquel tramo del trayecto, de modo que no surgieron nuevos contratiempos hasta que decidimos detenernos para montar el campamento.

Antes de montar la tienda y encender el fuego, me dediqué a recoger algo de madera, pues la oscuridad había ganado ya mucho terreno y poco era lo que los hijos de los hombres podían hacer sin andar ondeando antorchas por el bosque.

No me demoré mucho. El tiempo apremiaba y la noche era fría, gélida como un tempano de hielo en medio de un vaso de agua.

La humedad se filtraba entre las piezas de armadura y calaba hasta los huesos despertando el dolor en áreas sensibles que uno había olvidado por completo.

Tras unos minutos regresé y encendí el fuego, como solía hacer desde que habíamos penetrado en la oscuridad del bosque. Más allá de aquellas pequeñas tareas, mi aportación al grupo se había limitado a permanecer en silencio y vigilar al Rohir por el rabillo del ojo.

En verdad parecía poco más que un tullido quejumbroso, siempre malhumorado y respondón, retorciéndose en su pulpito...pero ya había sido víctima de sus tretas en más de una ocasión y no iba a permitir que engañase mis sentidos nuevamente para acuchillarme mientras dormía.

No quise responder al ofrecimiento del Herrero...en los días previos ya había revisado mis armas y era consciente de que su oferta tal vez no se extendiese a todos los miembros del grupo.

Desde nuestra pequeña disputa, el Khazâd no disfrutaba de mi compañía, había dejado constancia de ello en las reiteradas ocasiones en que me había negado su apoyo frente a los pies-largos.

Asentí de mala gana a las apreciaciones de Tûlak sobre  el fuego, pero no salió ni una sola queja de mis labios rotos.

Las pequeñas indicaciones del Umli, me devolvieron a la realidad de mi nuevo rol dentro del grupo y de un modo inesperado, fui consciente de mi carácter casi prescindible.

Aparte del fuego y las disputas, lo único que me diferenciaba entre aquel grupo de mercenarios, era la confianza que el Mariscal había depositado en mí para guiarlos  con éxito hasta Bur-Widu ...sin aquello, solo existían dos cosa que se me daban bien: matar y defender una posición. Y  toda vez que ya habíamos alcanzado el Rad Angalaladh y la amenaza de los orientales parecía alejarse por momentos, no creía  que  el grupo fuera a necesitar de ninguna de ellas. En realidad, estaba convencido que de no ser por el mensaje que portaba,  no habrían tenido reparos en dejarme de lado para completar ellos mismos la misión.

Por fortuna, aquello no había sucedido y ahora el Umli era el nuevo líder.

De entre todos los posibles candidatos, ninguno como él, significaba tan buena noticia para mis intereses. Su confianza crecía por momentos y en pocas horas, las dudas que hubiera tenido en relación a su desempeño al frente del grupo, si bien no habían desaparecido por completo, si se habían empequeñecido, relegándolas a un lugar sin trascendencia en el orden de mis preocupaciones

Al terminar el fuego, ayude a montar la tienda y a acomodar la carga de las bestias. Dispuse  mi saco cerca del fuego y del lugar de Guardia como solía hacer y dediqué unos minutos a mis figuritas de madera. Menos de lo habitual, ya que la noche se había adentrado mucho ya y mis ojos pronto sucumbieron a las voces de mi cabeza que protestaban solicitando un sueño reparador.

El sopor se apoderó de mi nada más cubrirme con la manta, y sus pesadas manos somníferas me hundieron en un sueño artificial e inquietante...un sueño de riñas y emboscadas, de sombras ululantes y destellos afilados...un sueño de ojos emplumados que se ocultan en la espesura y susurran con voces malignas y extrañas....pero sobre todo, un sueño de cervatillos con ojos de serpiente que brillan con malicia en la oscuridad del Bosque... 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Percepción Guardia

Tirada: 2d100

Resultado: 74(+20)=94, 41(+20)=61 (Suma: 155)

Notas de juego

Percepción guardia: Con casco^^

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26/09/2016, 14:15
Kolli Gyrdrson

Turno 405.

Al irascible herrero habían dos cosas que no le gustaban, montar  y el frío. Era por eso que, aunque el ambiente en el grupo seguía siendo pésimo, oscuro y cenizo, al desaparecer parte de la tensión generada Kolli sentía algo de libertad para expresarse libremente.

Debió de sorprender al grupo la fuente inagotable de quejas, maldiciones, palabrotas, gruñidos y otros ruidos o palabras indescriptibles con que el enano regalaba a los oídos de su montura y al pobre compañero que pudiese oírlo.

Sólo pareció calmar el ánimo del herrero el fuego, sitio donde se sentó tras ayudar en sus tareas pertinentes a la hora de montar el campamento. El fuego, tan familiar para Kolli, parecía hechizar al enano, que hacía que este se mantuviese callado, observando las espirales de humo y escuchando los quejidos de la madera al convertirse en combustible. Una vez razonadamente asentado y cómodo, desenrolló sus herramientas de herrero y pasó a repasar las armas de los compañeros que habían aceptado su altruista propuesta.

Estaba tan cansado que se limitó a encogerse de hombros ante la negativa de alguno de sus compañeros. Habiendo convivido con ellos casi una semana, sabía lo inconscientes e intratables que podían ser alguno de ellos.

Así, el sonido de la piedra de afilar, los trapos usados para retirar el aceite sobrante y demás rutina que empleaba minuciosamente para embruñir correctamente martillos, espadas y lanzas, consiguió momentáneamente alejar la mente del enano del malicioso bosque y transportarlo a la seguridad de sus dominios.

Una vez satisfecho con su trabajo, devolvió las armas a sus propietarios y se dispuso a descansar antes de su turno de guardia. Esta vez, relajada su mente de toda preocupación, no tardo en dormir a diferencia de otras noches donde el dia había sido más azaroso.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: herreria

Tirada: 1d100

Resultado: 39(+40)=79

Tirada oculta

Motivo: percepcion

Tirada: 1d100

Resultado: 23(+5)=28

Notas de juego

si me da tiempo, también repaso escudos.

No sé quién me da armas para mantenimiento, sólo se ha pronunciado erik, así que el que quiera que lo indique en su turno o en oftopic

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26/09/2016, 14:30
Temudyin

Turno 405

Avanzando por el gran camino, el aire frío del invierno envolvía a la compañía. El bosquimano notaba como iba entrando en su cuerpo y se tapó como pudo con la capa de color verde oscuro de su hermano, incluso se puso la capucha como si intentase evitar que las ideas se le congelasen.

Seguían a Erik, quien alumbraba el camino con una antorcha más para los humanos que para él. Los tristes acontecimientos eran demasiado frescos y aunque parecía que ahora el viaje sería mucho más cómodo, el ánimo no terminaba de levantarse. No caminaron mucho cuando encontraron un buen sitio donde pasar la noche. Temudyin iba pensando en las huellas dejadas, sobretodo por la camilla de Freagulf, pero antes de decir nada, Tülak se encargó de borrar su rastro.

- Yo vigilaré, creo que ha quedado claro que cocinar no es lo mío. - Contestó en tono serio al umli. - Toma, Kolli. - dijo alargando su lanza al enano. - Si tienes un hueco me gustaría hacer uso de tu ofrecimiento. - Empuñó el hacha y se separó unos metros del campamento y luego lo rodeo varias veces. No solo vigilaba lo que hacía el umli, si no que también aprovechó para hacer una batida al terreno cercano. Buscó huellas, rastros e intentó memorizar los puntos débiles ante un ataque de los orientales. Su paranoica cabeza seguía esperando que los perros sagath cayeran sobre ellos. 

Al volver, se quedó mirando el trabajo del herrero. Era claro que le gustaban sus quehaceres. Se le veía tranquilo y calmado y concentrado en el cuidado del acero. Cuando Kolli le devolvió la lanza, el bosquimano le dio el cuchillo de caza. - Si tienes tiempo y ganas, me gustaría que este cuchillo de mi hermano lo revisases también. Esta daga y este hacha no hace falta. Muchas gracias. - Le dijo cuando los ojos del enano le miraron el cinturón donde colgaban las armas orientales. Eran dos armas que llevaba pero que no le eran necesarias. Le valía con la magnifica lanza y el cuchillo de caza. Cargaba con ellos pero a la mínima ocasión se desprendería de ambos sin ninguna pena.

Cenó en silencio y no comentó nada de la cena. Si estaba bueno o sabía mal, se lo guardó para si mismo. Ninguno era cocinero y por tanto no tenían porque tener destreza en esas lides. Sentado al lado del rohirrim, le ayudaba con la cena y a mantener una postura que fuese lo menos molesta para su espalda. Tülak mencionó la búsqueda de plantas medicinales que harían al día siguiente. - Yo también os ayudaré a buscar esas plantas u otras que nos pueden venir bien para este frío.

Durante la guardia, a diferencia de otras, no pudo mantenerse quieto. Su mente paranoica le obligaba a moverse cada cierto tiempo alrededor del campamento. Se acercaba al fuego a calentarse un rato para luego alejarse unos pasos y desaparecer entre las sombras. Escuchaba atentamente todo a su alrededor y de nuevo volvía a cambiar de posición. Estaba inquieto y nervioso. Su obsesiva mente le decía que los perros sagath seguían allí, escondidos entre aquellos troncos y arbustos, esperando el momento propicio para saltar sobre ellos. Y así paso también la noche cuando intentó dormir, nervioso e inquieto.

- Tiradas (3)

Tirada oculta

Motivo: Rastrear

Tirada: 1d100

Resultado: 43(+29)=72

Tirada oculta

Motivo: Percepción batida

Tirada: 1d100

Resultado: 86(+57)=143

Tirada oculta

Motivo: Percepción guardia

Tirada: 1d100

Resultado: 26(+57)=83

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26/09/2016, 21:49
Director
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Cocina

Tirada: 1d100

Resultado: 36(+50)=86

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26/09/2016, 21:49
Director

RESOLUCION TURNO 405

Mientras se asentaban para pasar la noche, Tulak ejerció como un verdadero líder. Organizo los trabajos dejando que Erik se ocupase del fuego y Haelembor de la cena. Mientras, el trataría de esconder el rastro dejado desde el camino hasta el campamento. Pidió que alguien lo vigilase para no tener ninguna sorpresa desagradable, a lo que Temudyin accedió. Freagulf se había bajado de la parihuela y se quedo recostado junto al futuro fuego sin mucho que poder hacer. Entretanto, Kolli, que permanecía silencioso y taciturno, se ofreció a revisar las armas de todo el que estuviera dispuesto a ello.

Tulak, antorcha en mano, fue hasta el camino y poco a poco fue borrando las huellas de los caballos, las pisadas de sus compañeros y sobre todo las marcas de las parihuelas. No era sencillo, el suelo estaba blando y las huellas eran profundas. En particular los surcos dejados por la improvisada camilla eran bastantes considerables. No pudo más que disimular los últimos metros tapándolos con algunas ramas caídas y algunos arbustos que arranco. Era todo cuanto pudo hacer, y solo esperaba que fuese suficiente llegado el caso. Temudyin no le quitaba ojo desde la distancia, al menos al principio. Pronto comenzó a mirar al bosque en busca de algún peligro, incluso se tomo su tiempo en buscar huellas o rastros que indicasen la presencia del enemigo. Tan solo se fijaba de cuando en cuando y distinguía a lo lejos el brillo de la antorcha con la que se ayudaba el umli.

Haelembor rebusco entre la comida todo aquello que comenzaba a ponerse malo. Carne, algunas verduras, incluso ciertas frutas. Un autentico batiburrillo de ingredientes que asustaba ver cocinándose juntos en el fuego que Erik acababa de prender. El enano, tras encender el fuego, se dedico a montar la tienda, estirar las mantas sobre un lecho de hojas secas que el mismo preparaba, y a aliviar de la carga a los animales.

Al cabo de poco más de una hora, todos volvieron a reunirse en torno al fuego para probar el plato del beornida. Asombrosamente no estaba malo, incluso se podía decir que era bueno teniendo en cuanta los desastres acostumbrados. El sabor de la carne había desaparecido casi por completo, eso sí, pero el resto le daban un regusto placentero al plato sin ser una delicia. La mezcla de acelgas y berros con manzanas, peras y rábanos no parecían acompañar a la poca carne fresca que les quedaba. Una pieza de cordero que comenzaba a ennegrecerse pero que aun se podía comer.

En un rato, y sin sobremesa alguna, se dispusieron a descansar y a comenzar los turnos de guardia. Tulak se encargo de recordar lo acordado respecto a ese tema. El comenzaría las guardias junto a Erik, después los sustituirían Kolli y Haelembor. La ultima guardia la haría de nuevo Tulak, acompañado esta vez de Temudyin. Extenuantes guardias de cuatro horas que ponían a prueba la capacidad de los vigilantes. El frio, el cansancio, la noche… Pero era la única manera si no querían hacerlas individuales.

Tulak se acurruco entre las rocas, dejando el camino por el que habían venido a la vista, el resplandor del fuego apenas lo alumbraba pues el fuego lo habían hecho de manera que no se viese demasiado directo desde allí. Agazapado se quedo quieto, escondido entre los riscos que sobresalían del suelo.

Durante su guardia, Eril se dedico a tallar sus figuritas en madera. Se trataba de un mero entretenimiento ya que los resultados, excepto en alguna ocasión, eran normalmente malos. Seguía en su empeño por tallándolos mas como método de concentración durante la guardia y una manera de mantenerse despierto, que como un arte en sí.

Cuando llego la hora fueron relevados y así, una tras otra las tres guaridas pasaron sin incidentes, al menos reseñables. De nuevo, el viento había alertado a los vigías. Las ramas se mecían creando melodías a base de crujidos, quejidos de la madera. Las hojas se golpeaban entre sí haciendo sonar un sonajero natural. El frio golpeaba ráfaga tras ráfaga haciendo que el fuego bailase de un lado a otro en una danza de luz que no hacia si no crear sombras siniestras. Todo eso, sumado a los sonidos de lejanos animales, lechuzas y otros pájaros; grillos e insectos varios; ayudaban a mantenerse alerta.

La mañana llego silenciosa, el frio parecía acrecentarse en las últimas horas de la noche debido a la humedad y al rocío. Las primeras luces del sol, y sus primeros rayos sobre el suelo, comenzaron a levantar finos hilos de agua evaporándose, creando una maravillosa neblina de apenas un palmo de altura. Había sido una noche muy fría. Todos se fueron levantando poco a poco y acercándose más aun a un fuego recién avivado para recibir el placentero calor que irradiaba.
Desayunaron algo de queso, manteca y cecina al calor de la hoguera. Al poco rato ya se disponían recoger todo para el comienzo de una nueva jornada.

Entonces una voz se oyó, hablaba una lengua desconocida para casi todos, Temudyin sabía bien lo que decía… De entre los arboles salieron varios soldados, y por encima de algunos riscos aparecieron varios arqueros. Estos llevaban arcos cortos mientras que los guerreros portaban lanzas en la mano. Todos ellos llevaban una armadura de láminas de cuero, fijadas por tachuelas. El yelmo era también de cuero, recubierto de pieles en su visera y de cara descubierta. En los arqueros, el yelmo además,  se abría para permitir ver mejor. Todos llevaban en sus cinturones unas espadas curvas.

La sangre se les helo. Las armas estaban cerca, todos pecaban de exceso de celo y podrían llegar a cogerlas rápidamente si se planteaban luchar.

 

Notas de juego

►Anotad el próximo turno como “Turno 406, Asalto 1

Esquema de situación para el turno 406

►Vuestras armas y escudos los tenéis cerca. Podéis cogerlas o desenvainarlas con un penalizador de -30 (nadie desayuna con el arma en la mano) tanto la MM para reaccionar rápido como si pensáis atacar. Por supuesto, nada de yelmos. Las armaduras si las tenéis puestas.

►Hay 3 arqueros (numerados con pares) y  4 soldados (numerados con impares)
          - Arqueros: Armadura de láminas de cuero tachonadas, no llevan grebas ni brazales. Yelmo amplio de cuero. Arco corto y espada envainada (Daos, tipo de espada ligeramente curvada).
         - Soldados: Armadura de láminas de cuero endurecido tachonadas. Llevan grebas y brazales. Telmo cerrado de cuero endurecido. Lanza y espada envainada (Daos)

►Mientras escucháis la voz (el #3 es el que ha hablado), el resto se muestra. Hasta ahora estaban escondidos y no los visteis.

►Dudas en el off.

► Resolución del próximo turno: Jueves 29-09-16

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26/09/2016, 21:49
Sagath - Soldado

Turno 406

Un soldado, seguido de varios mas, apareció entre los arboles. Todos llevaban sus armas en la mano, apuntando hacia vostros. Unos con las lanzas hacia delante, y los arqueros con las flechas prestas a ser disparadas.

- जैसी शीघ्र वास्तव दर्शाता जैसी - dijo con voz profunda y potente - शुरुआत द्वारा प्रसारन डाले। जागरुक दोषसके बिना बढाता अनुकूल परस्पर किके विशेष संपुर्ण यन्त्रालय गएआप बनाने - dijo para luego quedar en silencio

Pocos podían entender la lengua, aunque todos supieron quien era capaz de hacerlo.

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26/09/2016, 21:50
Sagath - Soldado

Turno 406

Un soldado, seguido de varios mas, apareció entre los arboles. Todos llevaban sus armas en la mano, apuntando hacia vostros. Unos con las lanzas hacia delante, y los arqueros con las flechas prestas a ser disparadas.

- Deponed las armas o sufriréis - dijo con voz profunda y potente - No intentéis nada estáis rodeados, tumbaos en el suelo y dejad que os atemos - dijo para luego quedar en silencio

Pocos podían entender la lengua, aunque todos supieron quien era capaz de hacerlo.

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27/09/2016, 12:51
Temudyin

Turno 406, Asalto 1

Las largas guardias cansaban bastante y en esta en concreto, Temudyin lo notó. Y si él estaba cansado Tülak también debería estarlo por doblar guardía, o eso pensó el bosquimano. No sabía del don de la raza umli en cuanto el sueño y aunque se lo habían contado, aún le parecía asombroso y difícil de entender. Y así pasó la guardia. Centrándose en escuchar los ruidos del bosque, las ramas meciéndose, las hojas golpeando y los animales con sus típicos sonidos que iban aumentando según iba acercándose el amanecer. Las ráfagas de aire frío, propio de la estación invernal en la que estaban, hacia bailar bruscamente el fuego, al cual el bosquimano se acercaba de vez en cuando para calentarse y añadir más troncos si veía que era necesario.

Poco a poco la luz del sol fue llenando el ambiente y haciendo que el bosque pareciese menos peligroso. El tuerto noto el frío calarle húmedo hasta los huesos. Se abrigo más si podía con la capa mientras observaba como una fina neblina empezaba a cubrir el suelo. Un espectáculo que le abstrajo en cierta medida de su cometido y que consiguió despejar su mente paranoica de pensamientos que rozaban lo absurdo.

Se fueron levantando sus compañeros y en poco tiempo estaban todos preparándose para partir. El desayuno fue fugaz como de costumbre. Los ingredientes no cambiaban, queso, manteca y cecina. Algo que los calentaba por dentro y les daba la energía suficiente para la larga jornada que tenían por delante. Por lo menos, esta vez iremos por el camino. Un pensamiento que animó algo al bosquimano, que se encontraba tragando su último bocado y levantándose para recoger sus pertenencias.

Entonces una voz se oyó. Una voz que hablaba en un idioma que Temudyin conocía demasiado bien. Una voz que originó un escalofrío que le recorrió el cuerpo de arriba a abajo y encendía la ira y la rabia acumulada durante tanto tiempo. Ni siquiera se volvió buscando el origen de esa voz. Su pulso se aceleró en segundos como resultado de los horribles recuerdos que pasaron por su mente. La adrenalina corría por sus venas golpeándole las sienes al ritmo frenético de su corazón. Con el cejo ceñido y los dientes apretados, su expresión era la del odio encarnado y sin pensar un segundo en el entorno, en la situación de inferioridad en la que se encontraban, en la desventaja táctica por la presencia de aquellos arqueros, el tuerto saltó cual gato en busca de su escudo y lanza para embrazárlos y terminar el movimiento en postura de combate.

- ¿¡Atarnos!? - Contestó en lengua común. No quiso usar lengua oriental que odiaba tan visceralmente. - ¿¡Desde cuando unos perros salvajes como vosotros hacéis prisioneros!? - El odio se notaba en su voz. Los insultos a los orientales le llenaban la boca. No dejaría que le capturasen, no. Nunca más volvería a ser atado y ser despojado de aquella libertad. Antes moriría a volver a ser esclavo y sabía que hacer esclavos no entraba en los planes de aquellos malditos que ahora les tenían rodeados.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: MM

Tirada: 1d100

Resultado: 96(+20)=116

Tirada oculta

Motivo: Acrobácia

Tirada: 1d100

Resultado: 23(+40)=63

Notas de juego

Master, creo que te has confundido con las anotaciones de los soldados sagath.

Hay 3 arqueros (numerados con impares) y  4 soldados (numerados con pares)
          - Arqueros: Armadura de láminas de cuero tachonadas, no llevan grebas ni brazales. Yelmo amplio de cuero. Arco corto y espada envainada (Daos, tipo de espada ligeramente curvada).
         - Soldados: Armadura de láminas de cuero endurecido tachonadas. Llevan grebas y brazales. Telmo cerrado de cuero endurecido. Lanza y espada envainada (Daos)

Creo que es al revés. Los arqueros son los pares y los soldados impares.

Por otra parte, tiro MM. No se si Acrobacia ayude para armarme, por si acaso, también la tiro.

Paso toda mi BO a BD.

 

DJ: Edito para ponerte visible tus tiradas. NO es necesario hacer ocultas las maniobras. Todo lo contrario, mostrad vuestras aptitudes. Las tiradas Ocultas son para Percepción, Rastreos... (cualquier cosa que necesite de mi intervención para saber el resultado obtenido) Las maniobras son visibles para todos.

- Tiradas (2)

Tirada oculta
Motivo: MM
Tirada: 1d100
Resultado: 96(+20)=116

Tirada oculta
Motivo: Acrobácia
Tirada: 1d100
Resultado: 23(+40)=63

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27/09/2016, 18:15
Freagulf

TURNO 405A (Asalto 1)

Fragulf estaba taciturno y distante. Sólo deseaba que llegase la hora de la medicina y poder mirar al beornida a los ojos, viendo la esperanza de este en su pronta sanación. Por el resto, solo emitía gruñidos para asentir, ya que no se molestaba ni en negar. Además, ensimismado como estaba, mirando el fuego, sólo se dio cuenta de lo que sucedía cuando escuchó una voz rara hablando más raro de lo normal. Sonaba poderoso y con autoridad, como un jefe, pero no sabía lo que sucedía, aunque sus temores se habían hecho realidad. - Seguir el camino era la forma más fácil de caer en una emboscada.

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27/09/2016, 21:08
Tülak

Turno 406, Asalto 1

La noche, con sus ruidos caracteristicos nocturnos, a los que se sumó el embate del frio viento del invierno, pasó lenta, fría, pero afortunadamente también tranquila. La primera guardia, con Erik, transcurrió en silencio: el enano estaba taciturno, abstraido en sí mismo. Era mas que probable que los hechos acaecidos los días previos hubieran dañado en lo profundo el alma del naugrim, y eso solo se podía curar con tiempo, y trabajo en equipo. Estaba convencido de que una buena batalla, codo con codo, limpiaría de un plumazo todas las dudas y enfados. Desde mi zona, entre las rocas, miraba ora al camino, ola al naugrim, que tallaba con aquella pequeña navaja toda suerte de figuritas.

Tras eso, alimenté el fuego, de cara a que mis compañeros que descansaban pudiesen aprovecharse del magro calor que conseguiriamos con los pequeños tocones que había recogido Erik antes de la cena. Tras despertar al segundo turno de guardia, me eché a dormir, cansado de un mas que largo día de viaje.

Antes del amanecer, Haelembor me despertó con el cuidado caracteristico del hombretón de La Carroca. Tres horas me eran mas que suficientes para recuperarme del cansancio, así que, tras lavarme la cara levemente, volví a colocarme la armadura, y me dispuse al segundo turno de guardia, con Chakka. El viento arreciaba, mientras miles de estrellas titilaban allá, en lo alto, así que me calé la capa, y me dispuse a vigilar.

Con esas llegó el amanecer, y con él, la mañana, momento en que nos dispusimos a desayunar, también en silencio. Podía sentirse el nerviosismo, la impaciencia por echarnos al camino para poner tierra de por medio con nuestros posibles enemigos. Desde el momento en que aquella voz resonó, potente, al final del desayuno, en un idioma que no reconocía, me quedó claro que, pese a nuestras ilusiones, esos condenados orientales habían caido sobre nosotros, además, demostrando una eficacia que había sobrepasado todas nuestros intentos de detectar al enemigo. Siete orientales, con sus ornamentadas armaduras y extraños ropajes, nos habían rodeado.

No tenía ni idea de qué había dicho, pero mirando de reojo a Chakka, me quedó clara la ira grabada, a fuego en los ojos del oriental. Cuando contestó en común, practicamente escupiendo veneno, inhale profundamente:

- Sea..., pensé, antes de lanzarme a por mi martillo y mi escudo, situado a solo unos pasos de mi posición...

- Tiradas (1)

Motivo: MM (dificultad media)

Tirada: 1d100

Dificultad: -25+

Resultado: 13(+5)=18

Notas de juego

MM (Media) para pillar las armas, ya que Chakka está ya "haciendo amigos"!!! xDD Bueno, pues con mi suerte habitual, saco un 18, que equivale a un 10% del total del movimiento intentado, así que asumo que no llego muy lejos!! -_-