Partida Rol por web

 El caballero mira al semiorco y asiente.

 - Ya que te brindas, iré a dar un vistazo. Vigila también que no se cierre le puerta mientras estamos en el interior.

 El hombre entra en la estancia, pasea su mirada primero por las desnudas paredes de piedra, el techo y el suelo, examinando el polvo que hay en este y las marcas que pueda haber encima de este ¿quizás se haya arrastrado algo recientemente?. Luego se acerca a las cajas y barriles. Mira su estado, si están abiertas o cerradas, si son de madera u otro meterial. Si tienen algún gravado o escrito en su exterior. Olisquea el aire para tener una idea de si hace mucho tiempo que está cerrada o no.

 - ¿Serán provisones... para quién?- Finalmente tantea y abre un barril y una caja para ver el contenido.

El monje sonríe ante el temerario ataque de Ayash contra la puerta. Suerte que nadie ha salido herido, piensa.

Cuando Elias abre la puerta, entra tras Pierot en la pequeña estancia. Echa un vistazo a los barrilles y cajas almacenados. ¿Y por qué guardarlos tan ocultos?

Después de su pequeña exploración, Medrik se queda apoyado frente a la puerta, sujetando con una mano la antorcha e iluminando hacia fuera, para que los que se queden fuera no estén a oscuras en caso de que no haya luz.

Despues del hallazgo Elías examina en la sala buscando que hay de valor y/o utilidad en la estancia completa, así como si hay mas elementos ocultos. No sería la primera vez que en un lugar así encuentra un compartimento secreto on joyas.

Barriles de cerveza aguada y carne seca en las cajas. Nada de valor.

Cuando te giras para salir de allí tu pie golpea un pequeño objeto metálico, cuando te paras a ver qué es...una llave de latón

Parece que ninguno de tus compañeros se había percatado de su presencia, quizás estuviera entre la rendija de las baldosas y por eso era tan difícil de ver

 Tras ver el contenido el pelirrojo caballero se encogió de hombros.

 - Parecen raciones comunes, nada fuera de lo normal. Pero no deja de ser extraño encontrar esto aquí... no debe hacer mucho que lo trajeran, o por lo menos no parecen en mal estado. ¿Quién las habrá traído? ¿Hay alguien que reside de forma habitual en este complejo?

 Mirando al resto de sus compañeros añade.

 - Aquí quietos no creo que demos con la respuesta. Continuemos. Por cierto, bien visto Elías.- Dice en reconocimineto de su hallazgo.

Pues quien viva aquí no tiene muy buen gusto. ¡Puag! Carne seca

Sí, vamonos de aquí. Ya tengo ganas de partir alguna cabeza o algo, y seguro que Ayash está de acuerdo conmigo

¡Desde luego! Esto empieza a ser ya perder el tiempo con tanta puerta. Pero este lugar quizá nos pueda servir de residencia. Poder asentarnos aquí cuando lo necesitemos. Qué os parece la idea? COntinuemos!

 El pelirrojo caballero escucha las observaciones sedientas de sangre de Bellatrix y Ayash. No es la primera vez que muestran ese poco apego por la vidas ajenas. No es algo que comparta el paladín, pero tampoco han demostrado ser unos carniceros descontrolados.

 Finalmente ante la última observación del semiorco, asiente.

 - Podría ser un lugar a usar en caso de tenernos que retirar. Pero no os impacientéis, a penas hace unos minutos que hemos bajado. Estad atentos, es posible que antes de encontrar un peligro en forma de criatura nos topemos con pozos con estacas o dardos. Seamos cautos.

 Mirando al bueno de Elías le invita.

 - ¿Continuamos buscando, compañero?

Espera un momento Pierot, compañero. Se agacha y recoge la llave de latón. Interesante, entre dos rendijas, ¿sería casualidad o acaso era muy importante para el que vivía aquí? Por lo demás si no habeís visto donde va esta llave aquí no hay nada que nos interese. Podemos marchar. Da unos pasos y vuelve al camino.

Um, pero tal vez quien haya dejado todo esto aquí planee volver también, resultan sospechosas tantas provisiones juntas y tan ocultas. Aunque tienes razón, Pierot, lo importante ahora es continuar avanzando.

Frunce el ceño ante las ansias de sangre de Bellatrix y Ayash. La violencia nunca debe ser la primera respuesta, amigos, es importante distinguir a los malvados para no caer en el error de atacar a quien no se debe, así que paciencia...

Se aparta del resquicio de la puerta para dejar paso y asiente. Continuemos entonces, en el mismo orden que antes, ¿no?

Salís de la sala y seguís por el pasillo. Dos amplios escalones descienden a una amplia estancia llena con todo un bosque de columnas de piedra. Pueden verse arcos en sus paredes norte, oeste y sur.

Algo metálico brilla en el suelo, entre las muchas columnas de piedra.

Veis una pequeña rata negra que cuando entráis en la sala sale corriendo hacia la salida del norte

La rata os mira por un instante y después se va corriendo por la salida sur. Entráis en la estancia llena de columnas. Elías investigó los escalones de bajada a la estancia, cuando se aseguró que no había peligro se adentró en la sala, seguido del resto del grupo.

Lo que brilla en el suelo es una moneda de oro en la base de la columna principal

En la pared diagonal sudoeste, alguien usó una antorcha para garabatear en la pared: «POR ESTE CAMINO MUERTE CIERTA». Debajo de estas palabras hay una flecha que señala hacia la salida del norte de la estancia.

La columna más al norte está adornada con el esqueleto enrollado de una serpiente muerta hace mucho tiempo que desciende en espiral alrededor de la columna cerca de su lisa unión con el techo. Exhibe sus colmillos como para
morder a una presa.

Tres salidas con dos escalones ascendentes en cada una. Norte, sur y oeste, tres pasillos aparentemente iguales salvo con una pequeña diferencia, cuando pasáis por delante del pasillo del oeste os llegan unos extraños reflejos luminosos.

 El caballero contempla con atención, bajo la luz del cetro solar, la estancia, fijándose en las columnas, sus superficies, como se unen al techo de la sala. También recorre el mismo techo con la mirada, en busca de alguna amenaza. Finalmente posa sus ojos sobre el cadaver de la serpiente.

 - Esperad un momento, por favor.

 Un gesto de concentración se instaló en su aquilino rostro mientras sondeaba la estancia en busca de focos de maldad... ¿Será este esqueleto... algo más?

 Después de que Elías garantizara que no había trampas o mecanismos ocultos en los escalones, el pelirrojo siervo de Torm, baja las escaleras ay examina la estancia, tanteando antes de pisar fuerte el suelo. Sin poderlo evitar se dirigió al escrito en llamas en la pared.

 - ¿Quien dejaría el mensaje? ¿Acaso el mismo que atesora provisiones... alguno de los aventureros que han entrad antes de nosotros... o quizás sea aun trampa por parte de quien reside en el complejo?

Si quereis saber mi opinión, creo que deberiamos ir por allí (señalando el pasillo sur). Ese escrito no me inspira confianza y me ha parecido ver algo en el otro pasillo, de momento sería mejor ir por donde parece mas seguro. Se aproxima a donde queda el pasillo sur y echa un vistazo por si encuentra algun peligro allá.

Al entrar, Medrik recorre con la mirada la habitación y sus salidas y finalmente, se queda observando fijamente el mensaje de la pared.

Aunque el mensaje podría ser falso, parece tentar al destino no hacerle caso. En cuanto al resto de caminos, parece verse una luz al fondo de aquel, -dice señalando al oeste- puede que otros aventureros hayan llegado hasta allí. Creo que deberíamos acercarnos por si alguien está en peligro.

¿Algo? ¿Qué te ha parecido ver, Elias? todos sabemos que tus ojos son muy penetrantes.

No he visto nada concreto Medrik pero donde tu dices que puede haber gente necesitada yo me imagino miles de cuchillas, en paredes, en monstruos... Iremos por donde querais.