Partida Rol por web

Ups, perdón. Ya lo arreglé. Tengo que fijarme más en los post largos que a veces mezclo conceptos >.<

Subo a la nave con intención de quedarme en ella.

Subo hasta la enfermería y empiezo a hacer inventario para luego pedirle algo si es necesario al capitán. Paso unas horas revisando el botiquín y todo el equipamiento.

De momento estoy solo a no ser que alguna persona pase a hacerme compañía.

El reverendo apoya la opción de buscar la seguridad de la nave.

Además, si surgen problemas (que sería lo esperable), podemos largarnos rápidamente. Estaremos más protegidos tras las paredes de la Serenity.

Wash mira a todos con la cara de un niño al que le han quitado un dulce, mientras dice:

-Vale... nos quedamos... que si hay que irse no confío en ninguno de ustedes para conducir esta nave a buen puerto.-

Cita:

Zoe no puede evitar sonreír, por más que intente ser la seria y profesional segundo comandante delante de Kaylee, es imposible no contagiarse de su jovialidad y alegría. Por suerte no suele dejarte hablar para demostrar que has perdido la compostura:

- "Fue breve... Demasiado breve." - Zoe intentó recordar algo reseñable del combate para comentarlo, pero fue apenas un intercambio de un par de golpes. - "La verdad es que tenemos muchas preocupaciones y no nos vienen mal algunas distracciones. ¿Cómo va todo por aquí?"

Mal, mejor que estemos en la nave, siempre tengo más acceso a mis armas, ¿Hacemos turnos de guardias? dijo Jayne, sacando su lustrosa pistola para dar más enfasis a que esperaba problemas en breve.
Además recuerda que los piratas de Imogene querrán pasar a cobrar.

-Pues he estado entretenida con el cableado. He conectado el piso superior de la nave, por lo que no habrá más apagones en el puente, comedor, habitaciones superiores y sala de máquinas. Me falta por reemplazar la enfermería, las habitaciones de River, Simon y Sheperd y la bodega de carga. Toma un poco de aire y sigue con su "informe".
-Tardaré un día en acabar de cambiarlo todo y luego me faltará otro para dejarlo todo listo para no tener que fijarnos nunca más en eso. Concluye Kaylee.

-Como vamos de trabajo, el capitán ha encontrado algo ya? Pregunta tras apretar un tornillo que bailaba en el caparazón. -Oh ahora que lo pienso. Compró las piezas que le dije a Wash? Porque no tengo ganas de quedarme tirada en medio del espacio por culpa de que se muera la bobina del compresor o que nos estrellemos por culpa de que se desprenda una parte de la válvula de inyección y el motor se atasque.
Dice medio bromeando medio en serio.

Zoe tuvo que hacer grandes esfuerzos por no verse contagiada de la energía y nerviosismo de la joven mecánico. E intentó coger todos los datos de su informe al vuelo aunque parecía que las palabras brotaban de su boca como una géiser de agua caliente potente y descontrolado.

- "Creo que la Enfermería debería ser una prioridad. Sobre las piezas pregunta a Wash, porque la mitad de las veces me pasa como contigo que no sé exactamente que es lo que hacéis. Creí que ya te habían avisado, hemos encontrado unos pasajeros y parece que el capitán ha negociado un buen pellizco, además de lo que han ganado con las apuestas por Jayne."

Zoe esperó a ver que hacía la chica antes de contestarle de nuevo o irse a continuar su ronda.

La mecánico asiente ante la información que le da Zoe. Bajando la voz, como si les estuviera escuchando alguien más y sin querer que le oigan añade. -Y Habéis visto a la que disparo al capitán las dos últimas veces que vinimos? Sus chicos no parecían muy amables cuando vinieron la vez que aterrizamos...

- Si es la señora que nos miraba de mala manera durante el combate...sí la vimos...y no parecía de buen humor... - le respondo a Kaylee. - ...esto hace que me plantee cuánto tiempo tadará en causar problemas...

El tono de mi última frase denota preocupación.

Simon, creo que hasta que salgamos de este trozo de barro flotante, ése va a ser nuestro ÚNICO-Inara entona más alto ésta palabra.-problema. Espero que el nuevo tripulante no añada ningún problema.

Zoe aprovechando que la atención de Kaylee se centra en Simon y dado que parece que la sala de máquinas está bastante llena de gente se despide con un gesto de la mano y continúa su ronda pasando por la bodega, para luego volver al puente de mando.

Está claro que el problema es la sheriff, pero la verdad es que nada en este planeta parece pintar mucho mejor. A Zoe le queda la esperanza de que el plan de Mal sea menos audaz y peligroso de lo que les tiene habituados y que por una vez no se jueguen la vida por cuatro monedas, porque no siempre les sonreirá la suerte.

Decidís que el rancho de Sarafina es má agradable que Catarata blanca, y un breve trayecto en la Serenity os lleva hasta allí. Acampáis, cenáis y dormís, relajados y con la barriga llena (de algo que no sea pasta de proteinas) por primera vez en semanas.

A la mañana siguiente, volvéis al pueblo y, como estaba convenido, posáis la nave en el pequeño puerto espacial.

Al cabo de unos segundos de que la Serenity se pose en el suelo, cuatro hombres salen de uno de los hangares (casualmente, aquél que visteis el otro día rodeado de un perímetro de láseres de vigilancia). Aparte de Sharpe, dos son fornidos mocetones, con un aire que Zoe, Mal y Jayne reconocen al instante como militar.

El cuarto hombre es casi un anciano, lleva el rostro parcialmente cubierto por una máscara de oxígeno, y Potter le ayuda a caminar. Obviamente, no goza de buena salud. Potter le presenta tan solo como el Sr. James, explicando que tiene dificultad para respirar. A los otros los presenta como el Sr. Hancock y el Sr. Budge.

Potter indica dónde están los bidones de combustible, señalando que iréis más deprisa si los cargáis en la mula, porque son bastante pesados, y destaca a Hancock y a Budge para que ayuden a la tripulación a recogerlos.

Mal sonríe y empieza a dar órdenes.

Inara, ¿podrías ayudar al señor James a acomodarse? Wash, Kaylee, preparadlo todo para marcharnos en cuanto tengamos el combustible (Wash, recuerda que habrá que plotear una trayectoria evasiva a la salida para esquivar a los satélites de seguridad). Zoe: encárgate de los bidones; que te ayuden todos los que no tengan nada más que hacer (y puedan, claro). ¡Venga, señores, vamos a ver si podemos aprovechar el día!

Wah sonrie, inclina la cabeza a modo de saludo y sale disparado por la escalera hacia la cabina de pilotaje, a preparar no uno sino tres cursos de escape, que nunca se sabe. Y or si acaso, chequea que el "Cry Baby" esté disponible.

Parece que sera un viaje interesante- dice con sarcasmo Jayne.
Tras estudiar atentamente quien podria ser un problema para la nave le comenta a Zoe: ¿Habrá que contar batallitas alrededor del fuego, eh?

Zoe tuerce el gesto ante el comentario jocoso de Jayne, no es muy amiga de tomarse las cosas a broma y menos delante de sus contratistas.

- "Esperemos que solo sea un paseo vacacional." - Dice con un tono serio.

Zoe enseguida baja a tierra y comienza a distribuir a todo el personal de la dotación que le va a ayudar a transportar los bidones. Debido a que los bidones son grandes y pesados y que están cerrados de forma hermética y al haber suficiente gente para hacer una pequeña cadena humana deciden establecer una ruta a través de la cual enviarán los bidones rodando hasta la bodega de la nave. El cometido de cada uno es el de dirigir y empujar los bidones para que se mantengan en movimiento siguiendo la trayectoria hacia el siguiente.

Como Zoe y Jayne son de los más fornidos en el grupo el trabajo de Zoe es el de volcar los bidones evitando que sufran ningún daño (inclinándolos y haciéndolos bajar a pulso, aprovechando la gravedad pero sin dejarla hacer del todo) y el de Jayne el contrario de ponerlos en pie e irlos colocando para introducirlos en la bodega.

El trabajo aunque pesado y repetitivo se hace bastante entretenido ya que algunos se lo toman más como un juego o un reto que como la esforzada tarea mecánica que es...

Esperemos que si, si no habrá que usar la artilleria de siempre. ¿A ver quien se cansa menos eh? Doc echanos una mano!!!- Jayne parece de buen humor, se ve que el hecho de comer bien y ganar dinero lo pone contento.