Partida Rol por web

Oh...

Pensé que seria más tarde al haberme quedado dormida...

Oye John...

Eres un maldito genio.

Miraba con atención y curiosidad aquel guante. 

Si funciona y cae en malas manos, podria er un problema... Pero tambien un buen camuflaje.

Deja el paraguas en la  entrada.

Entonces aún hay tiempo.

Miraba a un lado y a otro. 

Donde guardará el hombre este las películas?

Si quieres, continua tu trabajo, no hay prisa.

El muchacho se ríe cuando ella le dice que es un genio.

-Vamos, tampoco es para tanto, nisiquiera ha salido de mi, ha sido un sueño.

Luego vuelve a sacar el guante, y convierte en una especie de improvisado campo de trabajo aquella mesa, con varias herramientas y el plano, ahora colgado de la pared.

-Bueno... Voy a hacer un poco de ruido.

Comenta, mirándola con una sonrisa, mientras toma una pequeña taladradora, y hace un orificio en el guante. Tras ello toma un mineral muy extraño, ya dibujado con un contorno, y lo corta de manera quirúrgica por los trazos. Entonces, con suma delicadeza lo coloca en su interior.

Tras cinco minutos sellando el agujero una vez mas, solo deja un muy pequeño orificio. Empieza entonces a darle vueltas al guante en su mano, comprobando el peso, si la aleación era la adecuada y todo estaba en su lugar.

Para Kate, aquello solo sería ruido y un hombre trabajando en algo que ella probablemente no comprendía mucho.

-Creo que está preparado. Pero.. No se. No me atrevo a probarlo.

Comenta, negando con la cabeza, embelesado por su creación.

La inteligencia de ella vuelve a hacerse tangible, y es que recordó con exactitud la pila de películas que tenía en su habitación John. Todo estaba en aquel  lugar: Como si los demas sitios solo fueran una adición.

Y es que así era. Todo estaba en la habitación: Películas, fotos, juegos... El resto de la casa tenía diferentes materiales, escasa decoración y sobre todo, planos o artefactos creados.

Le gustaba tener todo demasiado recogido, aunque también se veía en aquel sentido que su vida personal quedaba recluida a una sola sala. Hablaba mucho de John, del tipo de persona que era.
 

No seas tonto, pruebalo, lo estás deseando.
Tenia mirada de ilusión y ella queria saber si funcionaba y lo que podría hacer algo como eso.
Miraba atentamente el guante y la mano de su amigo y así sucesivamente, esperando a ver el resultado.
Pero y si no saliaa bien?
Podria perder la mano?
Y su sestudios y sus trabajos?
Ahora que lo pensaba, es posible que si salia mal se destrozase la vida si se quedaba sin mano...
Aquella casa le daba a entender que en esa habitación estaba por decirlo de alguna forma, la esencia de John, su vida.
Aquello con lo que él se ilusionaba y trabajaba con empeño.
Y ese guante, era uno de sus grandes trabajos.
Si quieres lo puedo probar yo...
En verdad le hacia ilusión que lo usase él, porque si salia bien, seguro que sonreiria como esa mañana.
Decidido, póntelo y enseñame como funciona o me enfado contigo, por tarugo.

John sonrió a la chica, y con algo de temor, suspiró.

-Tienes razón. De hecho no serviría contigo... En teoría debería solo servirme a mi.

Tras ello, y con mucha tranquilidad, dejó todo el equipo a un lado, y se puso el guante. Pulsó algo del guante, y este se aferró a la carne con unas pequeñas agujas o algo parecido.

El muchacho reprimió un quejido de dolor, y cerró el puño, acostumbrándose al tacto de quel extraño artefacto.

-Fue así... Como lo ví en el sueño. Es igual.

Comentó, sonriendo.

-Es el momento de la verdad..

Empezó a andar por la sala, y se paró a una barra de metal, de una aleación negra brillante. Estiró la mano hacia ella, temeroso..

Pero no era capaz de tocarla.

¿Y si todo salía mal?

Comenzó a temblar. Podía ser un gran éxito, o un fracaso catastrófico.

No se lo pensó mas, y tocó el metal, con total decisión.

-Vamos, vamos, vamos..

Al principio no ocurrió nada. Pero no pasaron mas de tres segundos tras los cuales el guante, de metal y bastante ligero o eso parecía, empezara a convertirse en una aleación negra de metal pesado. Gradualmente pasó a los dedos, la muñeca.. Y terminó el brazalete.

Ahí fue cuando las agujas hicieron su trabajo: Introduciendo el mineral en el cuerpo del hombre, su brazo empezó a ennegrecerse y endurecerse, de manera increible. Hasta el codo, y luego hasta el hombro.

Pasó mas tiempo, y a medica que este pasaba, su cuerpo empezaba a adoptar el tono y el peso del material que había tocado, hasta que incluso sus músculos se volvieron hierro. Era increible: Excepto sus ojos, todo su cuerpo adquirió aquel mineral, y ahora parecía vestir una armadura completa de aquel color.

El proceso había sido doloroso, pero sintió que podía moverse, pese a lo pesado que se sentía.

El muchacho, convertido en una especie de armadura negra de metal, se miró las manos, maravillado.

-Si... ¡Lo he hecho! ¡Es increible!

Cerró los puños e intentó dar un paso, a lo cual y ante el tremendo peso de la armadura, trastabilló y calló de bruces contra el suelo, perdiendo todo el poder por inercia.

El poder había ocurrido en minutos: El volver a la forma normal, solo unos segundos.

Dolorido, se levantó del suelo. Miró de nuevo el guante, que procesaba el mineral, en todo funcionamiento.

-Increible.. Increible ¡Funciona!

Miró a Kate, muy emocionado y sin pensarlo dos veces, la abrazó, dando saltos de alegria, riéndose de felicidad.

-¡Funciona!

Toma aire en el momento en el que John toca el metal, y al ver que funciona no puede evitar sonreir y reirse, y más cuando se cae de bruces contra el suelo.
En parte le parecia increible que el suelo no se hubiese roto.
FUNCIONA!!!
Cuando John la abraza se rie aún más, estaba sudando, efectivamente ella tambien estaba demasiado nerviosa por si algo salia mal, pero todo estaba perfectamente.
Eres increhible, lo has conseguido!
Le planta un beso en la frente.
Tenia razón, eres un genio. Quizás la idea no haya sido tuya, pero para hacerlo tienes que ser un genio.
Piensa un momento.
Crees que tú tambien puedes... Hacer cosas raras?

El muchacho sonríe aún mas al verla a ella igual de emocionada que el chico.

-Pues.. Pues.. No lo se. Quizás... Quizás este sea mi... mi poder. Haber creado algo así... Esto no es solo ciencia... Tiene algo mas. Si no, no habría funcionado.

Comenta, negando con la cabeza. La estrecha mas a él.

-¿¡Sabes la de aplicaciones que puede tener esto?! ¿Algo que se adapte? ¡Podría curar enfermedades mortales! ¡Podría hacer casi cualquier cosa!
El chico no se contiene mas, y la besa en los labios, de la emoción. Pero dista mucho de ser un beso de amor. Cuando se da cuenta de lo que acaba de hacer la mira, con la boca abierta, sin saber porqué había hecho eso.

Miró hacia otro lado, algo ruborizado, hasta que unos segundos después se aparta y se marcha a su habitación, diciendo, bastante tímido.

-Yo... Creo que debería guardar esto, no vaya a ser que.. Se estropee, y eso...

Una vez entra en la habitación, cierra la puerta, y por un momento la deja allí sola.

Estaba a punto de hablar cuando john la besa, y no le deja responder.
Simplemente se queda plantada en el sitio, mirando donde estaba John y con los brazos aun en posición de abrazo.
Mira a la puerta de su habitación, un momento y decide ponerse una película.
Veria alguna de terror o con mucha sangre, así no le daria gran importancia a aquello, seguro que fue una tonteria por la emoción.
Seguro que despues de eso el viaje en coche iba a ser un silencio palpable.
Busca entre las películas y encuentra la saga de saw.
Enciende el DVD, la televisión y mete el 4° disco.
Quizás le moleste el ruido, asi que intentaria no poner mucho volumen.
Se tira en el sofá con el mando al lado y se distrae.
Quizás deberia ir en autobus al trabajo o en taxi...

Kate coloca una película de DVD mientras trata de relajarse. Pasarían 20 minutos hasta que John saliese de la habitación. La puerta se abre, y poco a poco, el chico se acerca a ella en el sofá. Se sienta a su lado, dandole mas importancia a la peli que a ella por unos segundos.

El ambiente podía cortarse con un cuchillo: Ambos estaban callados, y mas pendientes el uno del otro, que de la película en sí.

Con un hilo de voz, John consigue empezar a hablar.

-Eh... Kate, lo siento. Yo no quería... O si.. Yo... El caso es que no fue el momento. No se. Sentí que estabamos bien, y me vi bien haciéndolo... Me sentía feilz pero.. Tampoco quiero asustarte. Quiero decir.. Eh...

Negó con la cabeza, echándose las dos manos a la cara.

-Lo siento. No debí dejarme llevar...

Suspira, respira profundamente, mirando la televisión. Intentaba distraerse pero no podía: Había salido con un plan de la habitación, pero al abrir la boca se había ido al garete.

Mira al suelo y a la televisión pero no a él.
Como imaginaba el ambiente era pesado.
La pelicula seguia puesta y se oian gritos y voces, pero no las escuchaba.
No pasa nada...
No hace falta que lo expliques ni que pidas perdón.
Miraba otra vez a la tele y al mando.
Al final decide subir los pies al sofá y abrazarse las rodillas.
Fue solo por el momento, no te preocupes...
Volvia a mirar la televisión y dejaba su barbilla apoyada en las rodillas.
Esa posición siempre le hacia sentir más protegida.

-Bueno... - Respondió el chico, mirándola ahora un poco mas fijo.

Suspiró, y volvió a mirar la televisión. Pero no podía apartarla de su mente. Volvió a mirarla y le dijo, sin saber cómo expresarlo.

-No solo fue por el momento...

Comentó, dejando que el silencio volviese a sentirse. Estaba bastante cerca de ella, y sus instintos le decían que siguiese lo que quiso haber hecho, pero su mente rechazaba de plano aquella idea.

-Me di cuenta hoy que... No soporto la idea de que pueda perderte. Y luego cuando te subí, aquí, a casa, me sentí bien... Así que bueno... No se... No se lo que es esto.

Hizo un parón, sabiendo que se estaba liando y tratando de ordenar ideas en la cabeza.

-Me gustas. Ese beso no fue solo por casualidad... Todo efecto tiene una causa... Pero lo siento. No lo volveré a hacer..

Para él quedaba claro que ella no quería nada: Su forma de estar en el sofá, el cómo le hablaba.

-Disculpa si te molestó.

Dicho lo mismo se levantó y se puso a mirar bocetos de cosas, mas para perder el tiempo, por el nerviosismo, por estar andando y no quieto, que por realmente estar interesado en observar esos bocetos.

No sabia como responder a eso, era muy incomodo, pero si no decia algo quizás... No, seguro que el creeria aue ella estaba molesta con el.
Como podria decirle...
Mierda, qué dificil era todo.
Agacha la cabeza y se la rasca con las dos manos para centrarse.
Maldita sea, que imbecil era, no se le ocurria nada.
Se iba a molstar seguro...
Aun con la cabeza escondida entre las rodillas, como una avestruz, carraspea.
Yo... Tampoco quiero perderte... Por eso, no te disculpes.
No sabia como hablar, y se sentia estupida. [/B]

El chico se acerca un poco mas a ella, despues de pasarse unos cinco minutos fingiendo hacer algo. Esta vez queda de cuclillas, frente a ella, esperando que de ese modo la mirase a los ojos.

-Oye kate... Eres una persona increible. No dejes que lo que te diga un... Loco... Te afecte. No me vas a perder... Te lo prometo.

Comentó, tocándola con una mano en uno de sus brazos. De aquel modo era imposible acercarse mas a ella.

-Hay algo... De lo que me estoy arrepintiendo mucho ahora.

Comenta, intentando que ella lo mire a los ojos.

Le daba vergüenza, pero aun así lebanta la vista y le mira.
No sabia que le iba a decir, pero quizás podia hacerse una idea.
Ella tambien se arrepentia de haber o no haber hecho ciertas cosas.
Realmente era una estúpida, tendria que haberle dicho que le queria.
Dime.
Estaba completamente tensa.

El chico acerca sus labios mas a los de ella, mientras le dice casi en un susurro.

-Me arrepiento de no haber seguido el beso... De no.. Haberte demostrado lo que siento.

Colocó una mano en la mejilla de la muchacha, acariciándola levemente mientras seguía mirándola a los ojos. Por un segundo, su mirar se centra mas en los labios de ella... Y entonces, comenta..

-Pero... Eso tiene una facil solución..

Empieza a acercar mas sus labios hacia los de ella, ávido de beber de la mujer, deseando con cada ápice de su cuerpo, que ella acepte aquella gracil unión de sus labios. Nervioso de que ella pudiese rechazarlo, y a la vez, completamente convencido de que aquello era lo que quería hacer.

Un momento mágico... Un momento de unión entre ambos. Un beso muy fragil, un beso de amor... El beso que debió darle desde un primer momento.

De golpe su cuerpo se ablanda como un contón de flan.
Esperaba que solo hablase, no eso, pero aun así, no se le ocurriria rechazarle.
Le rodea el cuello con los brazos y corresponde plenamente a aquel beso que no recuerda desde cuando, inconscientemente esperaba.
Entonces, separando los labios y juntando su frente con la de él, mirandolo a los ojos, con dos pequeñas lágrimas asomando y temblando todo su cuerpo, susurra.
Te quiero...
Y nunca permitiré que te pase nada malo.
Lo abraza otra vez, sintiendo ru respiracion y los latidos en su pecho, no puede evitar sonreir.
Entonces levanta la vista y ve una escena de descuartización, y no puede repeimir una pequeña risa.
Perdona, la situación... Me hace gracia...
Te quiero.

El chico se sorprende al ver que ella le permite besarla, y también lo sujeta mas hacia sí para seguir el beso. Al final, ella también lo estaba deseando, y eso lo alegra, aunque está mas concentrado en los sentimientos y el momento, que en si le alegra o no la situación..

Cuando ella se dirige a él de manera tan cariñosa, el le responde.

-Yo prometo no volver a dejarte cruzar la calle así... Niña tonta..

Tras ello se rió un poco, le dió un pequeño beso en los labios y la abrazó, como ella estaba haciendo.

Notó como ella se reía, y negó con la cabeza. Tomó el mando y apagó la televisión.

-Agh... No. Ya no nos va a molestar mas eso. Ahora eres.. - Se acercó de nuevo a sus labios, mirándola a los ojos intensamente -.. Solo mía..-

Volvió a besarla cerrando los ojos, esta vez mas intensamente, aunque no por ello dejando de ser delicado, sintiendo, saciando su sed de ella, mientras su mano acariciaba una de sus mejillas y la otra recorría el contorno de ella, con delicadeza