Partida Rol por web

Ruedo hacia el punto donde los sorprendí .Intercomunicador: -" Coger los presos y salir, no repareis en mi, llegar al transporte inmediatamente, ¡ya!.

Cuento hasta 4,busco al de la maquina, cojo carrera y salto de cabeza al de la maquina rara.

Intercomunicador: -Kloth, empieza ya a volar ¡ya!

Con dificultad, Carlos había comenzado a gatear hacia la salida, al verse cubierto por los recién llegados héroes.

Cuando una luz iluminó todo y pudo comprobar que nuevamente se habían duplicado los secuestradores, se detuvo y se colocó tras unas butacas del fondo. Estas butacas le proporcionaban a la vez cobertura y un apoyo para su brazo, que sin dudas le iba a ayudar a disparar mejor.

En el escenario habían tres hombres. Carlos apuntó al del medio y jaló del gatillo. Con un poco de suerte lo derribaría, o si la bala salía desviada, quizás le daría a alguno de los que estaban a sus costados.

No mejoraba la situación, ahora eran 4 villanos contra 4 de nosotros aunque Carlos, el hombre que veníamos a rescatar estaba en gravísimo estado, en un instante Máquina saltó y se comunicó con nosotros pidiéndonos que nos alejáramos con los que teníamos que rescatar - Entendido Máquina - estiré mi mano a Carlos quien apuntaba apenas a uno de los criminales y trataba de dispararle, yo por mi parte le disparé una descarga eléctrica a otro de los fulanos

"Me van a dar a mi" Intercomunicador: -¡¡¡Me vais a dar insensatos!!!

La situacion comenzaba a revolverse mas y más, al punto de dejar perplejo a Ktoth, al notar que su mente no podía asimilar las variables de la situación del todo, para armar un plan decentemente. Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, creo que asi dice el refrán terrestre...

Sin pensarlo dos veces, voló alto dentro del teatro mientras colgaba su maza de energía en su cinturón, pues iba a necesitar las manos, y se abalanzó sobre el hombre de la cerbatana mientras zigzagueaba lo más rápido que podía. Lo sujetó con fuerza, para lanzarlo con la mayor potencia posible en contra del enemigo con el arma desconocida. 

Lo mejor era neutralizar a los enemigos con armas a distancia, para luchar en iguales condiciones con los que lo hacian cuerpo a cuerpo.

Bolt lanzaba una ráfaga de rayos eléctricos cuando recordó que él ya no deseaba encontrarse en esa situación y su poder se le fue de las manos. No pudo controlarlo y los rayos comenzaron a salir por todas partes menos a dónde debían.

Uno de los rayos alcanzó a Máquina que estaba en el primer anfiteatro y este quedaba inconsciente ante tal descarga eléctrica.

El otro rayo golpeaba a Koth que estaba sobrevolando el teatro estampándolo contra una de las paredes del teatro y cayéndo al suelo. Por suerte, aún seguía de una pieza y no había sufrido percances.

El último rayo alcanzó a Carlos en su pistola haciendo que esta fuese a parar a varios metros de distancia. Por suerte Carlos había salido ileso de aquella eventualidad.

Bolt se miraba las manos aterrorizado por el daño que podía hacer su poder sino lograba controlarlo correctamente.

El resultado es que el de la cerbatana logra escapar y desaparece del patio de butacas. El de la motosierra se dirige hacia Koth y los otros dos se van directos a por Carlos y Bolt. 

Los tres miran a Bolt y no pueden evitar una carcajada al ver lo sucedido.

Mi más reciente ataque había sido un fracaso absoluto, miraba mis manos aterrado, hacía mucho no estaba en esta situación ni tanto bajo estrés, tenía que concentrarme, con tranquilidad tomé aire mientras el rival se venía hacía mí - Lo siento chicos, metida de pata, pero verán como arreglo eso ya - sin mediar palabra me concentré en alguna de las sillas del teatro, en particular en su parte de metal y usé ese metal para agarrar al criminal que venía a atacarme

Risa no era la palabra mas adecuada para describir el rostro de Ktoth ante el rayo que golpeó con fuerza su pecho impulsándolo contra la pared, arruinando su maniobra planeada con cuidado, y llenando su espalda con el yeso que revocaba las paredes, rodeándolo con una nube de polvo.

Será mejor que realicemos acciones que estemos seguros de poder lograr, compañeros. dijo, mientras se levantaba con una marca humeante en su pecho. La frase era bastante seria y dirigida específicamente a Bolt, sin ninguna clase de miramientos sobre como podía afectar a su ego.

Y mucha menos gracia sintió al contemplar la imagen del hombre corriendo hacia el con una motosierra, de las cuales conocía su poder solo en las tardes de zapping de su amigo. Sin pensar dos veces si deseaba o no probar el filo de la herramienta sobre su cuerpo, activó su maza de energía, mientras iniciaba una potente carga hacia su enemigo, intentando golpearlo con ella aprovechando el vuelo para evitar el probable ataque defensivo.

Bueno, quizás la caballería no es tan profesional como hubiese esperado, pero aún así es mejor que nada...

¡Es que lo que menos esperaba Carlos era que aquellos quienes iban a rescatarlo terminaran atacándolo! Ver que el ataque había sido por error no lo terminaba de tranquilizar, pues no sabía si no podía volver a ocurrir. Solo le quedaba rezar para que ese error no se repitiera.

Lamentablemente, en la confusión uno de los malvivientes había salido de la sala, eran tres contra tres en ese momento, pues uno de los rescatistas había caído.

El tipo verde estaba luchando mano a mano con uno de los malos, si tan solo el de azul pudiera afinar su puntería...

_Veamos si puedo darte una mano... -dijo en realidad para sí mismo Carlos, mientras intentaba hacer aparecer nuevamente unas bolitas en el camino de los enemigos, para que cayeran al pisarlas y el trabajo de Bolt resultara más sencillo-.

Miles de bolitas comenzaron a caer encima del cuerpo de Máquina haciendo que lograse recobrar el conocimiento, las pequeñas canicas comenzaron a caer desde el primer anfiteatro y fueron golpeando a Máquina, una tras otra, de pronto, las canicas se volvieron pesadas como toneladas de plomo y cada canica que le caía era como si se le cayesen veinte elefantes encima. Máquina comenzó a sangrar por todas partes, primero se le abrió la cabeza, luego se le rompió un brazo y luego comenzó a perder el conocimiento de nuevo otra vez. Aquel que había sido por unos instantes vuestro amigo, o por lo menos una persona que estaba allí para ayudarte, había sido víctima de un mal uso de vuestros poderes. 

La situación fue penosa para Máquina, había muerto no combatiendo, sino liquidado por unos pocos errores de lo que parecían sus compañeros.

El de la barra metálica se lanza a golpear a Carlos con ella y el del arma rara se acerca a Bolt sacando una especie pinza con una cuerda que lo atrapa sin dejarle apenas hacer ningún movimiento. 

El tipo de la barra golpea a Carlos en la cabeza dejándolo con una herida en la cabeza horrible. Carlos empezaba a estar agotado de aquella situación y no podría sobrevivir mucho más a aquello...

Pasada esa horrible situación Bolt trató de conseguir quitar la barra de una silla, pero estaba demasiado bien sujera y atornillada como para que su poder magnético consiguiese arrancarla. Tendría que probar otra táctica.

Koth por su parte arremetía un mazazo contra el tipo de la motosierra y este desaparecía dejándolo libre de enemigos.

Una vez abatido su enemigo, Ktoth dejó de volar para apoyar sus piernas, víctima de lo anonadado que estaba ante la horrible imagen que contemplaba. Una lluvia de balas que pesaban toneladas, surgidas de la falta de control, estaban triturando a quien una vez fue su compañero, llenándolo de heridas y terminando con su vida de hombre, y su corta vida de superhéroe. Ah'mura vel'tán tradénn. murmuró en su lengua madre, la primera vez que lo hacia en millones de años, entre impotente y devastado.

Apartó su vista del cadaver horrendo que una vez fué un ser humano. Arréglatelas solo, mal mago le dijo al herido Carlos, mientras volaba sosteniendo firme su maza, intentando cargar por detrás al que sujetaba a Bolt con el extraño aparato. De forma que lo noqueara sin lanzarlo a ningún lado, para proteger al que tenía aprisionado.

Carlos se había quedado petrificado por un momento. Ya había matado gente en su vida, pero esa vez era distinto. El hombre al que había matado había llegado allí con intentaciones de rescatarlo. Nunca sus poderes le habían jugado una tan mala pasada.

Ese momento en que montones de pensamientos oscuros le llegaban a la mente fue suficiente para que el secuestrador le golpeara la cabeza con la barra. Carlos comenzó a ver luces de colores todo a su alrededor, se daba cuenta de que no podría resistir mucho más.

Decidió hacer algo que no solía hacer, pero en ese momento su vida estaba en juego. Era él o su oponente. Miró entonces a la persona que tenía delante y lo amenazaba. Miró su pecho, específicamente, y se concentró en su corazón. Si todo salía bien, pronto lo tendría en su mano.