Partida Rol por web

Cuando bajo ya estan esperándome, tres hombres y el maestro. A su pregunta hago un gesto con las manos que dice algo como "¿Puedo decir que no?"

Aparecen mi padre y mi hermano y me pregunto si tambien vendrán, los miro enfadada, preocupada, nada convencida de esto.

Solo tengo una pregunta, al margen de quienes son los hombres o cualquier otra cosa.

-¿Qué vas a hacer?-

Me detengo en la puerta, se que Ecchido sensei, hará algún comentario respecto a la cafetería...Rayos!...continuo hasta situarme en mi puesto, miro a Axel y le muestro el móvil para darle a entender lo del mensaje...espero me responda...

Era la respuesta que esperaba, concordamos en casi todo. ¿nuestro clan? pero... pienso al oír la respuesta de Ecchido-Sensei, pero antes de poder responder el Sensei llama a Ootonashi-san a entrar Ootonashi-san un pequeño bajando la cabeza antes que entre.

Algo nerviosa entra y comienza a hacer preguntas, parecía desconcertada, la verdad a mi también me llamó la atención las palabras del Sensei espera Ootonashi-san, no hace falta que te vayas, yo ya me estaba yendo. dice deteniendo a Ootonashi con una sonrisa solo una cosa que me llamó la atención, es la primera vez que se dirige al clan Haniji como "nuestro" ¿no es así sensei? Pregunta al sensei verdaderamente intrigado ¿Habrá pasado algo?

Observo el móvil, y luego miro a Miyabi. El tiempo se detiene, mientras casi puedo escuchar esas palabras de su boca. La palabra urgente me pone en tension, y sin embargo la posibilidad de verla, de verla a solas… de tenerla cerca… pero… ahora solo somos compañeros… Asiento con la cabeza, y aun así escribo.

Después de clase. Te acompañare al trabajo. Tengo que hablar con todos los del clan de nuevo, adviérteselo a tu hermano. Ven si quieres.

Tengo que buscar a Ririko y hablar con ella de la información recuperada. Tranquilizarla y saber si quiere continuar. Eso es lo mas importante.

Tras el mensaje de Miyabi, estoy de un humor extraño. Preocupado pero… bien y preocupado. No se, raro. Vuelvo a escribir, un mensaje para Hiroto y Amane.

Información sobre BR y Saito. Buscadme a la hora de comer. Es poco pero os contare lo mas importante, avisad a Sho Yûdai, ahora o después.

Lo despistado de Ecchido sensei, me permite abusar del uso del móvil...respondo...

No es necesario que me acompañes al trabajo, ya me expongo suficiente en ir a tu apartamento; intentare quedarme, pero no prometo nada...independiente de lo que ocurra con los clanes, necesito verte hoy...

No se que esta pasando y el asunto de los clanes no me agrada nada, si todo resulta como la reunión anterior, sera tiempo perdido.

Otro mensaje para mi hermano...

Onii-san, Marshal-san tiene algo que decir respecto a los clanes...seria bueno que hablaras con él.

- Seremos ambos quienes haremos algo esta noche. Acompáñame, por favor.

Ni tu padre ni tu hermano tienen nada que decir, el primero mantiene su pasividad con expresión inmutable, y el segundo, aunque parece querer acercarse y apartarte del "Maestro" esta noche, sabe que no tiene posibilidad de lograrlo.

Sigues a los hombres hasta el exterior, hay un vehículo de cuatro puertas con chofer esperandoos, en el que montas junto al "Maestro", mientras los demás suben a uno idéntico que va justo por delante del vuestro. A medida que te alejas, la oscuridad te deja ver con menos claridad a tu hermano, que os observa marchar desde la puerta. Tu padre supones que se ha quedado en el hall.

- Tal como dije iremos a Anshin, es una de las dos aldeas que aún permito seguir intacta. El templo de la misma contiene una importante recopilación de manuscritos místicos que podrían servir al clan Haniji de utilidad para volver a sellar en caso de liberarse o dominar la voluntad de Yamata-no-Orochi; por desgracia me es imposible adentrarme allí por mi mismo, hay sellos similares a los que usa tu amante que me impiden acercarme, ni siquiera a traves de mis sombras. Ahí es donde yo, te necesito.

Sin perder la sonrisa, suspira con falsa resignación.

- Sacando ahora ese tema, me preguntaba que planes tienes para él, tu amante. Sabrás que es imposible que colaboremos a largo plazo, y no podrás seguir manipulandolo eternamente. Empiezas a correr el riesgo de ser tú la que acabe prendada de él, si es que no ha sucedido ya; te recomendaría deshacerte de esa relación una vez hallas obtenido de él todo lo que necesites ¿Seguirías con esta locura sentimental si descubrieras que sus manos están manchadas con la sangre de tu familia?

Acrecienta la sonrisa.

- Reconozco su talento para eludirme, y aún no me ha permitido confirmarlo, pero mis sospechas están en él, y se que las tuyas también, aunque aún desconozco que provecho está sacando de ti ¿Porque alentarte y no usarte en contra mía? Habría sido más lógico, ahora que sabe quienes y cuantos somos...

La imagen de mi hermano alejándose a traves del retrovisor del coche me parte el corazón.

Sin embargo, muevo la cabeza hacía adelante y escucho lo que el" maestro" tiene pensado, frunzo el ceño, estaba harta de las utilizaciones sin nada de sutileza.

Pero enseguida enlaza esta primera parte de la conversación con otra realmente inquietante y mis latidos se aceleran palpando el peligro.

Suficiente había sido escuchar a mi padre y a mi hermano hablar sobre mi vida sentimiental y sexual, no iba a convertir ahora al "maestro" en una amiga de confidencias.

Pero en el fondo de mi mirada queda claro que si él tambien lo ha pensado, será por algo, aun asi lo que yo hago es simplemente clavar de manera afilada mis sojos en él y sonreir de manera desagradable.

-No digas tonterias.Simplemente le gusto, no me quites mérito. La lujuria era otra de esas cosas didácticas en las que debía crecer como Akuma ¿No?, él no es importante. Y si, puedo manipularle eternamente, todo el tiempo que quiera, asi que, dejale en paz-

Me inclino un poco hacia él -Y esta vez va en serio, ya la fastidiaste con el Sensei de filosofía...-

Pero tan pronto dejo de mirarle mi cara cambia, no podría prescindir de él ya aunque sepa claramente que solo me esta usando, ¿Seguramente? para encontrar el sello, y quien sabe si tratar de hacer alguna locura como la que pretende Eita Shang y su salud.

En la suya puede que este Miha. O simplemnete, como dice, acercarse a mi y acabar con los Akuma que le agraviaron.

Dejo escapar el aire, si, probablemente seguiria con él por encima de lo que sus manos hicieran con los miembros de mi clan, perturbador. Solo me salva no bajar la guardia.

Como sea, es lo único que me divierte en toda esta pesadilla.

Vuelvo al tema de hoy, del que nos hemos desviado.

-¿Y porque yo si puedo entrar? ¿Que es lo que tengo que hacer? ¿Tendre que... hacer daño a alguien o usar al Oni..?-

No creo que los adorables Haniji vayan a ceder tan fácilmente a darnos sus escritos ancestrales, y la verdad, tengo miedo.

Tras releer el mensaje por segunda vez, miro a Miyabi, tratando de no parecer… ansioso ni ilusionado. Aunque no creo que pueda contener mucho la ilusión que me hace poder vernos a solas, por mucho que me valla a doler después separarme de nuevo de ella.

Para lo que necesites, te estaré esperando.

- Haz el favor de no confiar tanto en tus capacidades, empezando por la modestia llegarás a la prudencia, y con ella a sobrevivir este tornéo.

Su consejo arrastra un aire de relajada amenaza, una advertencia.

- Si usases al oni confirmarías las sospechas de nuestros enemigos, así que no lo invoques salvo en caso de necesidad. Antepón tu seguridad a las posteriores repercusiones de tus actos, y acomete con tu castigo si caes en una torpeza.

Su sonrisa decrece un instante, sin dejar de ser una, mientras observa la palma de su mano enguantada.

- Cualquiera podría entrar así que no busques nada especial en ti, salvo aquellos ligados a lo espiritual, tal como tu oni, mis sombras, o yo mismo ¿Acaso olvidaste que yo ya estoy muerto? Preservar mi existencia en este mundo exigió un sacrificio, que con gusto di.

Aunque regresa enseguida a su expresión habitual.

- Serás apoyada por los hombres que nos acompañan, ellos te sacaran de allí si fracasas. Solo tienes un objetivo, hazte con los manuscritos de los Haniji o destruyelos. Incluso si lograses robarlos, quemarás el templo. Que piensen que los han perdido en el incendio, o que duden de si los obtuvimos o no. Lo ideal será que consideren todo esto un accidente, aunque su suspicacia no les dejará.

- ¡Eh, eh! No te sientas así, no quería disgustarte, Oota-san. Aunque en efecto, tu ninjutsu es bastante mejorable...

Asiente a la pregunta de Hiroto, con seriedad.

- Claro que lo es, "nuestro" clan. La aldea destruida hace poco fue el lugar donde nací, mi abuelo era el lider, y falleció, junto con mis padres, mis hermanos... y todos los demás. Se que los tres hemos perdido a alguien importante para nosotros allí. A mi no solo ha sido perder algo, sino que he ganado algo inutil, ahora que mis hermanos mayores no están, soy el heredero del título de lider, uno de los tres que tiene el clan, pero ¿Que se supone que debo hacer? ¿De que me sirve eso? Me aparte de todo aquello, fuí exiliado, y ahora, soy el lider de una aldea en ruinas, sin supervivientes que perpetuen esa linea del clan, o casi...

Mira a Ootanashi-san, se encoje de hombros.

- Estás tú, la sangre de tu padre, de un Haniji de la tercera aldea, y no se que hacer ¿Protegerte a ti? ¿Vengarles a ellos? ¿Ayudar a las demás aldeas? ¿Seguir como hasta ahora, ignorar todo?

No es exactamente falta de modestia, pero preferiero que se quede con eso.

Cruzo las piernas, mejor que no tenga que usar al oni, porque estoy segura de que no me hará ni puñetero caso.

Realmente sus palabras estan demasiado liadas para saber que quiere decir ¿ Debo protegerme? o ¿Debo arriesgarme para conseguir llevar a acabo el objetivo? Nunca es claro, y no le culpo, entiendo que parte de su atractivo para segur entre nosotros es precisamente no desvelar todo lo que sabe.

Le miro fijamente cuando me recalca que no soy nada especial y que cualquiera podria hacerlo...Bueno, podría hacerlo sin mi que solo tengo 16 malditos años. Pero supongo que esta misión tiene mas de demostrar mis límites que de conseguir el resultado.

Al fin y al cabo nunca hemos querido mantener el sello cerrado ¿Para que queremos sus manuscritos?

Cuando me habla de quemar el templo y demás parpadeo ¿Desde cuando nos hemos convertido en vulgares delicuentes?

Pero mantengo durante toda la conversación el mismo gesto impavido en le rostro, no me cuesta hacerlo aunque solo sea una máscara.

Debí haberme imaginado el porque no podía entrar...Y me hace pensar, asi entre mis nervios y el miedo, que seguramente la clave del " maestro" se encuentre en lo que tuvo que sacrificar para seguir quedándose aqui...

-¿Y si me atrapan ellos?-

Sale de mi boca casi sin pensar. ¿Serán tan honorables como aparentan si eso sucede o experimentaré el porque en una guerra todo vale?

Dejo escapar el aire mientras solo hay oscuridad a través de las ventanillas.

Debo espolearme para no arrugarme antes de siquiera empezar.

-El destino tiene una curiosa forma de hacernos entrar en su juego...(me quede pensando en que hubiera pasado, si mi padre hubiese sobrevivido, ¿hubiera sido el ?)...no me molesta, sabe de sobra lo que opino de usted, y eso jamás cambiará...no podemos devolver la vida a los caídos, pero ahora vivimos entre gente, gente distinta, podemos llamar a esto un hogar, a cambio del que perdimos, yo solo perdí a un padre, alguien desconocido para mi, tu has perdido algo mucho más valioso, somos profundamentes distintos, pero todos podemos ser algo más de lo que ven, ahora tengo claro, de que no estoy al margen, y que estoy en el tablero me guste o no...a la hora de la verdad, ya no quedaré oculta de los ojos de los demas, pero pienso ayudar, a aquellos que son "mis aliados", yo estoy aqui...esperando...en silencio.

Al llegar la hora del almuerzo, te mantienes a la espera de que alguien acuda a la improvisada reunión que has vuelto a formar, pero nadie acude. Comrpruebas el telefono movil, para ver si alguien se ha excusado, pero el inconveniente no era ese. El mensaje que enviaste ni siquiera ha llegado, parece que las lineas están saturadas, situación que se mantiene toda la tarde, hasta prácticamente la noche.

A la noche, pasada la hora de la cena, llaman a la puerta del pequeño estudio de Axel, y al abrir se encuentra con Miyabi, que acaba de salir del trabajo. En los alrededores todo está oscuro, aunque no en el interior de la casa. Ha pasado la hora de la cena, aunque Axel ya estaba al tanto de que tendría visita...

Abril, 4ª Semana, Martes

A la noche, en la mansión, recibes un mensaje de tu hermana, a la que has visto poco últimamente, al menos más allá de clases...

Onii-san, Marshal-san tiene algo que decir respecto a los clanes...seria bueno que hablaras con él.

- Haz lo que sea necesario para no ser capturada, lo más probable, es que te ejecuten, en venganza.

Sonríe al hablar con tal naturalidad de tu posibilidad de morir esta noche.

- Por eso se que lo harás.

Seguís el trayecto hacia el Norte, por la autopista, hasta llegar a la zona montañosa y rural de la isla. Incluso tras bajar del vehiculo, todo es oscuridad, en una cuneta junto a la carretera, los tres hombres que os acompañaban se bajan de la furgoneta. Uno de ellos te indica que hay ropa negra y un pasamontañas en la furgoneta, así que entras en la parte trasera, cierras la doble puerta y te cambias. Al salir, el "Maestro" te observa sonriente, ofreciendote con caballerosidad la mano para bajar.

- Se ajusta bien a ti, el negro, es el que mejor vistes, ¿Sabías que representa nuestro clan? Que sea esta noche por orgullo, y no mañana por luto.

Señala hacia los hombres de pasamontañas.

- Ellos te acompañaran hasta la aldea, ¿Estás lista?

- ¿A quien ayudar, entonces? El clan Haniji lleva dos décadas sin ganar este torneo, y si hacemos esto es, ¿Para vengar a los nuestros? ¿Por deber, mantener a Yamata-no-Orochi sellado?

Se queda mirando a Ootanashi-san, esperando que ella le de una respuesta.

- ¿Que es lo que deberiamos hacer, ahora que no queda nada de nuestra aldea?

Mi boca se abre de par en par, no, no me lo había imaginado tan dramático...La verdad creo que hasta ahora me parecía un juego.

Frunzo el ceño mirándole con dolor. ¿Como voy a morir por unos papeluchos que ni nos interesan?

Siento como mi corazón se acelera rapidamente recordando nitidamente que solo soy una niña y si nisiquiera tengo un buen nivel en Kung fu.

Supiro cuando uno de esos hombres me indica la ropa que debo ponerme y cuando termino de hacerlo se que mis manos estan sudorosas. En el bolsillo guardo la libreta y el lapiz que me dio Izanagi y ahora recuerdo nitidamente aquella opción de desligarme del oni y salir de toda esta locura -Ahora si ¿Eh Amane?-

Cuando me tiende la mano, se la cojo, prometí que no volvería a hacerlo, de muchas cosas tendría que desdecirme, estaba segura.

Aun asi su comentario sobre el color negro y como me sienta el traje me parece denigrante y totalmente carente de tacto hacia mi.

Asiento mirando hacía mas alla del horizonte y me intento convencer de porque estoy haciendo esto. En resumen, porque mi padre es un loco y mi hermano un cobarde, desde luego. Pero además lo tengo que hacer por sobrevivir.

Bajo la mirada

-Vamonos ya-

Lo digo bajito, sabiendo que dentro del templo seguramente no pueda invocar al Oni y que aunque lo haga solo me protegerá pero nada más.

Me pongo el pasamontañas.