Partida Rol por web

-¿Puedes resucitarlos?-Pregunto con incredulidad.-¿Después de tanto tiempo? Debe ser una magia muy poderosa... Explícame cómo lo haces. Estoy ansioso por comprobarlo.

- ¿Dices que puedes resucitar a nuestros hermanos? ¿Como es posible? Llevan muertos demasiado tiempo.

- De cara a la información que nos facilitas ... deberías esmerarte un poco más si no quieres que tengamos que averiguarlo por nosotros mismos.

Hermanos, yo sigo pensando que nos utiliza para sus propósitos.

¿Con que intención nos has resucitado?, no somos tus mercenarios para recuperar lo que te han robado.

Dices que puedes resucitar a nuestros hermanos pero… ¿cómo podemos creerte?

Se mostraba hostil y desconfiado, no se fiaba de los humanos que estuvieron a punto de extinguir su raza pese a que ellos lo habían dado todo por defenderles.

-Hermanos, yo también estoy resentido por lo que nos hicieron los humanos.-Digo en tono conciliador.-A mí me han traicionado una vez más hoy. Pero ¿No queréis ver a nuestros hermanos de vuelta? Si nos traiciona no volveremos a confiar en él, pero ahora creo que si hay un hechizo lo bastante poderoso y él lo tiene, debemos ayudarle.

Muestrame cómo funciona esa magia.-Digo dirigiendome al humano.-Si sabes del hechizo sabrás de los preparativos y componentes que necesita. Muéstramelos. Muestrame la magia de tu tiempo.

- Amigos, a eso que llamáis vosotros "magia" nosotros lo llamamos ciencia. En los restos de las rocas que dejáis hay ADN, el ADN digamos que es algo que llevamos cada uno dentro y que es diferente para cada uno de nosotros. Con ese ADN yo puedo llevarlo a un laboratorio y a partir de ahí podemos hacer resucitar a vuestros hermanos. No es magia, sino ciencia o biología. Todo lo que conocéis ha cambiado mucho ahora.

Pero para que me entendáis, digamos que en ese ordenador, tengo todo lo necesario para los conjuros que necesito para revivirles.

¿Con que intención nos has resucitado?, no somos tus mercenarios para recuperar lo que te han robado.

Dices que puedes resucitar a nuestros hermanos pero… ¿cómo podemos creerte?

Y no podéis creerme, tan solo tenéis mi palabra. Ya os he devuelto a la vida a vosotros, ¿por qué os iba a tratar de engañar con algo como esto?

- Si lo que dices es verdad te ayudaremos a recuperar ese ¿ordenador? - le digo. Pero si nos engañas lo lamentarás.

- ¿Donde dices que está ahora mismo ese artefacto que contiene todo lo que necesitas para revivir a nuestros hermanos?

Asentí ante las palabras de Slink. Debíamos recuperar ese "ordenador", pero antes de devolvérselo a su dueño, pasaría por otras manos.

Me crucé de brazos esperando una respuesta

-Es decir, intentas extraer la esencia de cada uno de ellos y volver a darles forma a partir de ella. ¿No?-Pregunto al oir su descripción.-Escuché a cerca de cosas parecidas y es bastante similar a un conjuro de resurrección... Pero hay que ser muy poderoso para hacerlo. Además. ¿Cómo sabrás qué fragmento pertenece a cada uno?

- Puck, no te preocupes por eso. El problema es la resurrección, adivinar a quien pertenece cada uno es lo más sencillo de todos. es difícil que lo entendáis, pero cada uno de nosotros está compuesto de células y esas células son diferentes para cada individuo. Es cuestión de juntar las que sean iguales y a partir de ahí trabajar.

Bien, tenéis que ir al edificio principal de la sucursal. Es el edificio más alto que está cercano al Central Park. La empresa se llama Cyberbiotics, tendrá muchos guardias de seguridad, pero no creo que tengan protegido el tejado, que será por donde entren. Después tendréis que averiguar donde han escondido el ordenador. Espero que no os cueste mucho trabajo.

Muchas gracias, amigos.

Muy bien, accederemos a tu petición. Hermanos, ¿alguno necesita armas para combatir? Ya sabéis que mi arma son mis puños. Si alguien necesita alguna, espero que Xánatos nos facilite esto.

Una vez estemos todos preparados, podemos partir

- Será mejor que nos facilites todos los datos de que dispongas. No me gustaría encontrarme con ninguna sorpresa desagradable.

Luego me giro hacia mi hermano y le digo. No necesito ningún arma. Ya lo sabes.

Bien pensado, si vamos a entablar combate con soldados necesitaría mi antiguo equipo, pero dudo que pueda ser recuperado.

Siempre se me han dado bien las espadas de doble hoja, ¿cómo se llamaban?, bastardas…Espadas bastardas, comente con una sonrisa.

Un escudo competente y un martillo bastaría para asemejar mi aspecto al de hace años. Dije mientras hacia memoria

¿Os acordáis hermanos?, teníamos buena pinta, si señor.

-Yo tengo la suerte de no necesitar armas.-Digo con una sonrisa.-Aunque una ballesta no me iría mal... mi magia es limitada. ¿Hay ballestas ahora? 

- Creo que ya sabéis todo lo que necesitais saber, si tenéis alguna duda solo preguntarla. Y en el castillo os recuerdo que había una salita, con las armas que usaban los guerreros que lo habitaban, que tal si vais allí y os aprovisionais. Seguro que hay las armas que decís, aunque ahora se usan otro tipo de armas mucho más peligrosas que simples armas medievales.

Cuando estéis listos o si tenéis dudas, decídmelo. Trataré de resolverlas cuanto antes.

-Esas armas de ahora...-Digo con curiosidad.-¿Cómo funcionan? ¿Me dejas verlas? ¿Me enseñarás a usarlas?

Primero, vayamos a esa sala, cojamos lo que nos interesa y partamos. No debemos demorar mucho la salida, recordad que el Sol nos vuelve de piedra.

Vamos, no perdamos más el tiempo dije dando la espalda al humano y dirigiéndome a la sala

- Estas armas de ahora son muy peligrosas, son capaces de matar a alguien mucho más rápida y más efectiva que las armas medievales, pero es necesario tener una licencia para usarlas. Creo que poner una en tus manos sería peligroso, quizá con el tiempo pueda enseñarte a usarlas, pero ahora no es momento. Marchaos, tomad lo que queráis e iros.

¿Dónde está Central Park? pregunté al humano.

Tras oír sus explicaciones, me giré a mis hermanos.

Podemos partir ya, vamos

Entro en la sala de armas como un niño en una cocina llena de pasteles. Miro a todas partes como si buscase algo en concreto y finalmente agarro una ballesta pesada y unos cuantos virotes. Después de todo, mi magia es limitada y necesitamos artillería.

Una vez la he cogido, me la cuelgo a la espalda y me ciño una daga a la cintura... por si acaso.

Finalmente, salgo de la sala preparado para ir a donde sea.