Partida Rol por web

la traccion de la gravedad comienza a hacer efecto sobre tu entumecido cuerpo,el agarre de tus manos no parece suficientetu piel resbala sobre el frio metal,apenas consigues asirte con los dedos..un brazo cede al empuje,quedandote aferrado solo con los dedos de una mano,realizando la fuerza que poco a poco parece ceder...

Tiro de ella para soltarla y una vez aflojada, me meto por el hueco.

tras conseguir romper la resistencia de la trampilla, caes al vacio golpeandote contra el suelo, ala vez que notas una enorme corriente de aire gelido..al mirar a tu alrededor observas como parte del metal de una de las paredes esta destrozado y un joven parece agarrarse debilmente a las paredes, con su cuerpo en el exterior, atraido por la corriente de fuera y siendo atraido por la gravedad...

apenas puedes resistir mas, te sostienes con las puntas de los dedos al frio metal..escuchas lejanamente un metal chocar y observas como desde el interior una chica parece caer desde la parte superior, dando con sus huesos al suelo, apenas aunos metros de tu posicion...

Grito al chico - ehhh!!! - grito, le miro asustadísima - quien eres tu!! donde estamos!! - pienso sintiendo el frio - estoy asustada!!! ahh!!! - miro hacia delante calibrando la situacion sin acercarme... despeinada y con ojeras, en el suelo del tunel, le miro angustiada, temerosa y desconfiada... y no me muevo ni me acerco, estoy en la entrada un pelin mas adelante.

aunque el chico quiera responder, su situacion es algo forzada..esta suspendido en el aire,aguantandose solo por los dedos al frio metal del exterior, apenas unos centimetros le sujetan de una terrible y enorme caida al vacio..su rostro es de angustia y miedo, mirando aterrado a la joven,la cual apenas puede resistir la accion del aire, que parece atraerla hacia la abertura..

Al verle cambia mi gesto nerviosa preocupada - piensa... piensa... - busco algun cable en la rendija pero no veo nada - concentrando con mi poder - que mala suerte - trato de mantener el equilibrio - sujetate, voy a ayudarte... - pero yo tropiezo contra una pared, aprovecho a pegarme a ella con las piernas y me quito los pantalones y los estiro agarrandolos de una pata para que él se agarre a la otra - se me escapan y me quedo en bragas - mierda! una idea estupida!!! no se que hacer joder! - estiro el brazo me acerco a el, tropiezo sin agilidad ninguna, le engancho por el cinturon del pantalon - a ver si consigo traerle hacia mi joder! lo seguire intentando hasta que consiga algo, soy mas terca que una mula! - tiro con fuerza hacia dentro donde estoy yo en el tunel - por fin lo logre.

la joven se aproxima hacia el chico suspendido, mas por la accion del aire que por otra cosa, parece torpe y la situacion no ayuda, tras varios intentos al fin parece agarrarlo por el cinturon en uno de los vaivenes de las corrientes, con gtran esfuerzo parece tenerlo asido e intenta introducirlo hacia el interior, tras varios tirones en los que esta a punto de caerse ella al vacio, consigue que el joven muchacho se consiga agarrar mas firmemente y casi colocar una de sus piernas en el interior...

-¡Arrrggg!- gritaba Ted, mientras intentaba aferrarse a la barra de hierro con los últimos estertores de fuerza que le quedaban. Pensamientos fatalista sobre su muerte empiezan a inundar su mente, debilitándolo aún más si cabe.

El frío cala por sus huesos, y sus dedos empiezan a resbalarse. Justo cuando parece que la situación no podía ser más subrrealista, una chica cae a pocos metros de él. El pobre hombre, en su lucha por no caer, casi no puede fijarse en el aspecto de la mujer; tan solo atina a fijarse en su tono de piel moreno.

Intenta gritar algo, pero, ya se ha quedado casi afónico. El aire frío como dagas heladas golpea a su ya irritada garganta, y apenas puede pronunciar nada.

La chica se queda parada unos instantes, mientras él suplica con los ojos que le ayuden a salir de su situación. Tras unos segundos, un tiempo precioso para Ted, la chica actúa, y parece que busca la manera de ayudarlo.

Atónito, ve como la chica se quita los pantalones, e intentando cooperar, se queda en bragas. Los extraño y cómico de la situación no permiten siquiera pensar nada a Ted, quien se haya demasiado asustado y estresado, como para fijarse en eso.

Tras varias tentativas, ella le arroja un cinturón. Sin pensarlo, Ted se agarra a él, con la mano libre, como si fuera la soga que lo atara a la vida. Lo aferra con todas sus fuerzas, mientras la cara de dolor y esfuerzo se dibujan en su rostro, por el sufrimiento que está adeciendo al forzar los músculos entumecidos.

La chica tira de él, y tras unos segundos, de intenso vilo, el consigue poner una pierna dentro de la aeronave, cuando resbala de nuevo. Para su salvación, ella lo agarra del tobillo, impidiendo que caiga.

Le agarro del tobillo y del cinturon, tratando no perder el equilibrio.

tras varios intentos por fin parece que la joven desconocida consigue atraer al joven hacia el interior, donde la corriente continua arrastrandolos hacia el exterior, mientras notan como la caida de la aeronave continua, aumentando la velocidad de descenso

Finalmente, y con la ayuda de la desconocida, Ted consigue subir a bordo de nuevo al avión. La tensión todavía era latente en todos los músculos de su cuerpo, y gotas de sudor frío, de puro miedo, recorrían su frente.

Casi no podía gesticular palabra, todo lo que podía hacer emitir un leve gemido, como el de alguien que ha corrido durante horas, y lucha por conseguir una bocanada de aire. Tras unos segundos, se reincorpora, casi sin mirar a la mujer que lo había salvado.

Se agacha un poco, para tener así una mejor resistencia al aire que los absorbe inexorablemnte hacía el vacío de la noche. Corre hasta una de las paredes de la nave, pegándose contra ella, nada más estar a la distancia necesaria.

Su pulso está muy acelerado, y apenas puede controlar la jadeante respiración de su cuerpo, que se afana por conseguir algo de oxígeno a esas alturas. Su mirada asustada, recorre toda la estancia, con los ojos fijándose en cada detalles, escrutando casi al milímetro cada palmo de la mole en la que se encontraban.

Por un segundo, recapacita, en la joven que hay en el avión con él. Ahora, es en ella en quien se fija. Parecía una joven no mucho más pequeña que él, aunque estaba más desarrollada que las chicas de la edad. No vislumbraba a ver a la perfección todos los detalles de su figura, pero, indudablemente era una mujer morena, y con el pelo negro largo.

-¿¡QUIÉN ERES TÚ?!¿¡DONDE COÑO ESTAMOS?!- grita con todo el poderío de sus maltrechas cuerdas vocales, para que sus palabras lleguen hasta la joven, con todo el ensordecedor ruido que hay de fondo. En su voz, se nota un cierto tono amenazante, y asustado.

-¿¡POR QUÉ ME HAS AYUDADO?!- esta última pregunta, salía casi del fondo de su ser. Llevando la vida que Ted tenía, la ayuda de alguien era algo tan raro, como impensable casi. No esperaba que sus gritos de miedo y desesperanza