Partida Rol por web

El hombre vuelve a salir del pasillo oculto y mira a los presentes con la mirada perdida.

-El maestro espera. ¿Vienen o no?

Asiento y entro en el despacho llevando, de forma inconsciente, una mano a una de las espadas.

Jackie entra con todos los mestizos y asiente.

-Cuando quiera, señor.-dice con seguridad y cruzando los brazos. 

Esperando dentro del despacho, suspiro cuando todos comienzan a entrar después de Jackie. La verdad es que no me había imaginado así a Prometeo, y al parecer por sus palabras no lo era. Sin embargo había reconocido muy rápidamente a dos mestizos.

Las palabras de Alcander me preocuparon todavía más. Al parecer no sólo Hades estaba moviendo ficha, si no también Prometeo, esperaba que tan sólo fuera una tontería y nada más. Pero entre las advertencias de unos y de otros no lo sería...

Mientras no nos arrastre hacia sus mentiras...

El hombrecillo se adentra en el pasillo, y vosotros le seguís dando a parar a un inmenso despacho lleno de libros, donde un apuesto hombre mayor os recibe. Veis jovenes que estan situados tras el señor con elegantes uniformes. Reconoceis entre ellos al mestizo hijo de Bóreas que iba por el bosque cargado de cuchillos.

El titan estaba sentado tras su inmensa mesa de roble, vestía un traje negro con una pajarita, estaba leyendo cuando alza la mirada y os ve.

-Vaya vaya vaya... pero si son los mestizos del momento- Dice Prometeo mientras os mira sin ningun tipo de sentimiento. Al levantarse deja un libro entreabierto en la mesa. Es increiblemente viejo, el titulo algo emborronado dice "El origen de las especie de C.D."- Me alegra que hayais podido reuniros conmigo en mi humilde morada. ¿Os apetece tomar algo?

-¡Hola! - Saludo de forma ferviente - Yo a ti te conozco, eres el amigo de la chica de pelo bonito, ¿verdad? - Le muestro una sonrisa sincera, pues solo la gente buena tiene el pelo tan bonito, y la gente buena solo se hace amigo de gente que también es buena, a si que ese chico ha de ser bueno por descarte.

-Y no, gracias - Le digo al señor con coretesía - Mi madre siempre dice que no acepte bebidas de gente que no conozco.

Sonrío al escuchar a Holden y me mantengo algo tenso esperando a que Prometeo vaya al grano.

¿Qué hace ese mestizo aquí? me pregunto.

Jackie no puede evitar sonreír por el saludo de Holden. Le pasa un brazo por encima de los hombros, en señal de protección; ese crío inspiraba en ella ese sentimiento, además, el chico era muy inocente e ingenuo y no quería que cayera en las mentiras de Prometeo.

-No, gracias-responde formalmente-. Pero veo que no somos los únicos mestizos invitados...

¿Qué hace este aquí?

Pienso al ver a Brandon en compañía de Prometeo, eso sí que no lo esperaba... ¿cómo había llegado tan rápido del campamento hasta ahí? Es más ¿cómo había averguado tan rápidamente cual era el club de Prometeo? Eso no era nada normal.

-Un mojito- Digo sin embargo aceptando su invitación de tomar algo ¿Por qué no? Prometeo engañaba y mentía, envenenar no era su estilo, si no complacer para luego tener lo que quisiera... que me complaciera, pero no me iba a dejar engañar.

-Y... ¿Qué hacen aquí ellos?- Pregunto directamente y sin reparos fijando mi mirada en Brandon. Ese tío no me inspiraba ninguna confianza.

Esta vez si que sonríe ante la actitud de Holden.

-¿Entonces que te parece ser amigo mío? Me gustan los semidioses capaces de desenvolverse bien contra los monstruos y tengo entendido que tu eres especialmente habil.

Pormeteo asiente y una de las chicas va a un mueble bar y empieza a preparar la bebida y un whisky para el titan.

-Muy interesante. Os encontrais con un titan y os fijais en sus amigos... espero que mi fama no este decayendo. -se gira a Jaqueline y la mira. Su mirada tiene un aire de convencimiento.- Querida niña, no todos los semidioses aman a sus padres. Yo les ofrezco una vida mas tranquila. Sin batallas, sin problemas. Un trabajo sencillo y bien remunerado por cierto. Pero algo me dice que no estais aqui por mi buena cartera de trabajo.

Siguendo las advertencias que nos han ido dando durante estos días intento seguir el juego de prometeo, pero con la cabeza bien despejada y atento a cualquier movimiento extraño, sobre todo del otro mestizo.

- Algo sin alcohol, gracias.
Sin duda parece que tratais bien a los mestizos, pero lamentablemente no estamos aquí por placer.
Nos han enviado a buscar a Quirión, y nos dijeron que podríais tener la informacion que necesitamos.
 

-Gracias, pero para ser mi amigo primero tenemos que intercambiar algunos chistes. ¿Te sabes este? "Le preguntaron a un profesor incompetente cómo se llamaba la madre de Príamo. Éste respondió: 'Llamadla señora' ". - Y empiezo a reír por el chiste, es bastante bueno.

Jackie arqueó una ceja. Sabía que no debía fiarse de él pero...Los mestizos parecían muy bien a su lado ¿Y si era cierto eso de que podían vivir en paz y con tranquilidad? Siempre fantaseó sobre como hubiese sido su vida si su padre no la hubiese dejado ahí o si hubiese ido a buscarla al final de ese verano...

La intervención de Alcander hizo que despertase de su ensoñación. Era cierto, Quirón era lo principal, ya habría tiempo suficiente de pensar dónde quería estar.

-Es cierto...-dice apoyando a su compañero-¿Podría facilitarnos información sobre él, por favor?

Ahora me gustan estas misiones... pero cuando ya haya hecho muchas y no haya obtenido recompensa ninguna... yo quiero ser médico, no guerrero pienso, cuando habla Prometeo.

Con dinero podría estudiar medicina en Europa si quisiera... pero... un momento... dicen que este dios miente... pero no parece mentir... sigo pensando, sucumbiendo al poder de Prometeo.

Prometeo sonrie ante el chiste y le revuelve el pelo a Holden.

-¿Y tu te sabes este?-Prometeo se aclara la garganta y dice el chiste-Dos personas se acaban de conocer y una le pregunta a la otra ¿Como te llamas? Yo, Bienvenido. Y el otro le responde ¡Anda! ¡como mi felpudo!

-¿El viejo centauro? Ahhhhh es familia mía.- Guiña un ojo.- Y yo siempre cuido de mi familia, mas o menos. Se donde está pero vereis tengo un par de problemitas entre manos, pequeñas cositas que impiden que me concentre... si pudierais ayudarme con esos problemas estaría encantado de ayudaros.

Prometeo junta las manos y espera vuestra respuesta

No podemos rechazar su petición, y aunque pudieramos no nos diría donde está Quirión. Da igual lo que sepamos o pensemos, siempre seremos marionetas de uno u otro dios.

- Mientras no se trate de nada demasiado peligroso - Sonrío y doy un trago a bebida - Por supuesto, tan solo decidnos que tenemos que hacer.

Como poco averiguarmos lo que se trae entre manos

A su pesar el maldito titan no le caia mal. Le había visto de lejos en Manhatan y jamas le pareció mal tipo. Menos mal que Alcander estaba ahí para poner los terminos del trato.

-¿Que nos tocaría hacer?

Nego ante la proposición de una nueva bebida, mostrando que tenía una. La idea de una vida más tranquila le digustaba profundamente, pero, la forma de decirlo del titán le hacía que ni se lo tomase como algo ofensivo.

Sin duda parecía un buen tip, echarle una mano a cambio de encontrar a Quirón no era algo descabellado, pero ya le habian advertido que no se fiase de sus palabras, asi que optó por lo más sencillo: mantenerse callado y dejar las palabras a alguien con la cabeza más clara