El cura mostró cara de disgusto, o de lástima.
- Bueno, entonces... ¿A dónde vamos ahora? - Dijo tratando de pensar en algún sitio donde pudieran tener más suerte.
-Creo que deberíamos ir al sanatorrio de Arkham, tal y como dijo antes Herr Kellemport.
- Coincido con Herr... - dejé aquellos libros incomprensibles para mí en sus sitios respectivos. Estaba acostumbrado a usar aquella biblioteca y prefería dejar cada libro en su sitio, así era más fácil encontrarlos después.
Con paso firme me dirigí de nuevo hacia el coche para poner rumbo al sanatorio.
Al sanatorio todos!! :)
-Si, vayamos- asiento, haciendo el camino inverso y con la sensación de que nos hemos dejado una pista muy importante justo delante de nuestras narices.
(nanananananana nanananananana nanana na naaaa)
Tras deliberar un rato sobre si era buena idea ir o no ir a la biblioteca a esas horas, finalmente... Accedéis a los planes del señor Kellemport y decidís pasar por la biblioteca de Arkham al llegar el anochecer. Tomáis una suculenta cena en uno de los restaurantes del barrio, donde os tratan con la máxima apacibilidad y luego os encamináis de nuevo hacia la biblioteca.
Cuando llegáis, encontráis el edificio oscuro, con no muy buena iluminación, y nadie paseando por allí ya a estas horas. En breves instantes veis al encargado de la biblioteca dirigirse hacia el exterior, acabando ya su jornada con intención de marcharse a casa.
Os doy un poco de tiempo por si queréis trazar algun plan, organizaros de algún modo, o simplemente postear lo que hace vuestro personaje.
De momento esperé en el coche con Herr Käpitan y Sally, le daría al menos cinco minutos al encargado para que se marchara tranquilamente. Miré a mis compañeros y observé un instante la llave que tenía en mis manos... la llave que nos permitiría entrar de noche en la biblioteca sopesando los pros y contras del plan.
- Herr... Sally, cuando quieran - comenté cuando consideré que hubo pasado un tiempo prudencia. Esperé por si tenían que decirme algo y luego salí del coche para encaminarme al interior del edificio.
El capitán se limitó asentir con la cabeza. La verdad es que no tenía nada que decir. Aunque no estaba seguro de si esta visita nocturna a la biblioteca iba en contra de las normas y creía que era necesaria para continuar con la investigación, como mínimo le parecía de mala educación.
Con las llaves en mano os dirigisteis a la entrada. Todo pareció verdadermanete fácil, la calle estaba suficientemente iluminada para que abrierais sin problemas la puerta, y una vez dentro tuvisteis toda la biblioteca para vosotros. El único inconveniente es que dentro no había luz, y os tendrías que apañar con los candelabros del conserje que acaba de marcharse, aquellos chismes aún no habían perdido su calor.
La biblioteca era grande y tocaba tomar decisiones... por dónde empezar, qué hacer... La zona estaba desierta, y más de un millón de libros estaban a vuestra disposición.
Avanzo un poco.... porque sino esto se eterniza.
Repartí los candelabros entre los tres, y di uno a cada uno de mis compañeros, quedándome con otro. Saqué el encendedor del bolsillo de mi gabardina y encendí todos.
- Veamos. Según la misiva del señor Moore, necesitaba que buscara referencias coherentes sobre tribus, clanes o regiones sectarias activas, exclusivamente, en las proximidades del Mar Muerto. - les comenté. - Sugiero que nos organicemos para encontrar más información en menos tiempo. Yo me encargaré de las tribus, usted Herr encárguese de los clanes, y por último Sally, encárguese usted de las regiones sectarias activas. ¿Les parece bien? - pregunté con un tono bajo de voz.
Resultaba estúpido puesto que no había nadie más en la biblioteca y no estábamos haciendo nada ilegal, pero la sensación de nocturnidad y alevosía me impedían hablar en un tono normal.
-Bien, buscarré en la secsión de etnología, si la tienen, o si no en la de antropología. Las búsquedas bibliográficas no son mi fuerte, pero haré lo que pueda -dijo el capitán antes de internarse entre las estanterías con el candelabro en una mano y la brújula en otra. No se volvería a perder.
Motivo: Buscar libros
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 58 (Fracaso)
Motivo: buscar libros
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 89 (Fracaso)
se me olvido tirar buscar libros por mi parte...
jajaja, lo tenemos chungo... como no saque Sally la tirada
Comenzaste a caminar por los oscuros pasillos de la biblioteca, tratando de orientarte del mejor modo posible mientras con tu candelabro echabas un vistazo a los libros. Comenzaste a observar en la oscuridad y te dispusiste a echar un vistazo a todos aquellos en los que parecía haber información. Estabas leyendo algo sobre una etnia egipcia, al observar el libro te pareció que alguno de los símbolos coincidían con los del mapa. ¿Habría relación entre ellos?
Te encontrabas estudiando aquel libro, cuando oíste un ruido en el otro lado de la biblioteca.
Comenzaste a caminar por los oscuros pasillos de la biblioteca, tratando de orientarte del mejor modo posible mientras con tu candelabro echabas un vistazo a los libros. Comenzaste a observar en la oscuridad y te dispusiste a echar un vistazo a todos aquellos en los que parecía haber información. Viste uno que trataba sobre el Mar Muerto y te decidiste a echar un vistazo.
Te sentaste en una mesa y a la luz del candelabro comenzaste a leer.
"Las expediciones enviadas al Mar Muerto encontraron unas tablillas de hace varios siglos que mostraban información de los habitantes de la zona. Antiguos escritos llegaron a ser descifrados, mostrando entre sus líneas la adoración a un ser mayor llamado "aquel que duerme". Se trataba de un ser poderoso y fuerte al que adoraban en su letargo, esperando que si algún día despertara fueran recompensados. Pues cuando aquel que duerme despierte, será el tiempo del fin".
Cuando leíste esa última palabra todo se precipitó. Un ser monstruoso y fuerte entró destruyendo el ventanal junto al que te encontrabas. Los cristales te salpicaron, y supiste que aquellos monstruos de los cuentos podían ser reales. El ser era un monstruo grande y fuerte, cubierto por algún tipo de líquido viscoso y con dos fuertes alas que parecían moverse a gran velocidad. Su tamaño era enorme, y sus fauces estaban llenas de colmillos. Miró hacia tu dirección, pero no pareció verte. Con fuertes pasos se dirigió entonces hacia otro punto de la biblioteca, si te vio no lo sabes, pero sin duda pasó de largo.
El capitán se quedó helado, sin mover un músculo, mientras trataba de aguzar el oído para ver si conseguía identificar el inesperado sonido.
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 21 (Exito)
No sé si hacía falta, pero tiro por si acaso. Olvidé ponerla oculta, perdón.
Te pareció que se trataba de un ruido de cristales a lo lejos.
Me quedé unos segundos petrificado... aquello no podía ser real... pero ¿y si lo era? Ya había experimentado algo similar en el sótano de Crosswell... Pero este ser era más físico... era distinto.
¿Por qué no habría venido a por mí? Entonces una luz se encendió en mi cabeza. ¡Sally y Herr Kapitän!
Cerré de golpe el libro y sujetándolo con la mano izquierda, y el revolver en la diestra, salí corriendo en la dirección que había marchado aquél horrendo ser. Fuera lo que fuera esperaba poder matarlo o al menos ahuyentarlo.
Tras dejar el libro sobre una mesa, el capitán echó mano a su pistola y trató de acercarse sigilosamente a la fuente del ruido. Tras dudar durante unos instantes, decidió llevar consigo el candelabro. Aunque la luz le delataría, la necesitaría si quería acertar al intruso.
Motivo: Discrección
Tirada: 1d100
Dificultad: 10-
Resultado: 79 (Fracaso)
Los pasos de Herr Kapitän no tardaron en cruzarse con los rápidos y agitados de John Jellemport junto al pasillo. Los ruidos indicaban la presencia de algo o alguien.
El capitán señaló con su pistola en la dirección del ruido y le hizo un gesto con la cabeza a Kellemport para que le siguiera.