Partida Rol por web

Erik se dirigió hacia Alezade , esta estaba analizando unos mapas o eso parecía. A pesar de la pequeña estatura de la mujer , imponía respeto .

Tras tomar asiento y esperar unos segundos de silencio que parecieron horas, el mercenario comenzó hablar.

-Siento no haber podido acudir antes, estaban tratándome las heridas recibidas en el enfrentamiento.

-Soy un mercenario , por una cantidad módica de oro o plata le seguiré y obedeceré , acatando cualquier orden. A pesar de ser un mercenario creo en el respeto , y cuando hago un trato lo cumplo sea cual sea la situación.

Steth escuchó sin inmutarse ante las palabras de su segundo, no quedó defraudado de ellas pues así le gustaba hacer las cosas directas y sencillas. - Gracias James, me has dejado más tranquilo y orgulloso de haberme unido a este gran grupo de hombres valientes. - Ahora tendría que ir a hablar con la moza para saber su objetivo final. - Bien iré a buscar esa información  pues podría ser importante más adelante.

No tengo nada que añadir. Visto lo visto nos volvemos con las manos vacías después de todo. Me pongo en modo automático de viaje. Mirada en el horizonte y pensando en mis cosas, navegando en mis recuerdos, con todos mis fantasmas persiguiéndome.

Steth entró en la tienda una vez habían entrado el resto de hombres. Había estado bebiendo brindando por lo obtenido en los pocos saqueos llevados a cabo y parecía estar de buen humor. - Buenas mi lady - Dijo sonriendo - Pareces importante con tanto hombre viniendo hasta aquí para verte, verdad?- Se sentó si había ocasión - Iré rápido, ya me dijiste que me ofrecías, sangre, guerras y saqueos, así que hasta ahí nos entendemos perfectamente. Sólo quiero saber cual es tu objetivo de esta guerra, no es que me importe mientras cumplas lo ofrecido, pero no quiero luchar a ciegas. - Se señala el ojo bueno - A fin de cuentas aún tengo un ojo. Que esperas conseguir y contra quien vas a luchar para conseguirlo. Respondeme y los tuertos podremos acompañarte con todos nuestro ojos hacia delante.

- Si, deben de haber marchado hacía allí - el joven pensó en todo lo que se habría perdido por perseguir una pista falsa, algo que no le hizo ninguna gracia. Pero...no había tiempo para arrepentimientos, ni para otras historias, simplemente tocaba continuar hacía delante. Tenía ganas de saber lo que había ocurrido en los siete reinos, si es que había novedades. Lo único que esperaba es que la fiesta de sangre y guerra no hubiese acabado ya.

Mmmmm... Steth. 

Nunca un mercenario había preguntado tanto por unos saqueos sin importancia.

Por si te interesa te lo diré. A cambio, quiero pedirte un favor. Si tus tuertos y tú decidís quedaros en mi empresa, me prestarás a tu sublaterno... ¿James? el estratega, para que me enseñe.

Resolplo e intento no recordar tiempos mejores, cuando estas guerras ni me preocupaban ni me influenciaban.

Se acerca una guerra Steth. Notarás las señales. Estoy seguro de ello. Un habil combatiente como tú se habrá percatado. Ejercitos que se movilizan. Antiguas heridas y rencillas que se abren de nuevo. Los señores pelean, pero es el pueblo el que sufre.

Nuestra misión es fácil. He reunido un ejercito de descreídos para evitar la guerra. Sin alimentos... no habrá ejércitos. Y sin ejercitos... no habrá guerra.

çDe mientras, nosotros saqueamos. Es el único modo de pagaros que conozco. Es duro tener que haber llegado a esto. Nos convertiremos en bandidos. Sin duda la partida de bandidos más grande e infame que hayan conocido los siete reinos. En algún momento, querrán darnos caza. Como ves las expectativas no son halagüeñas.

¿Qué me dices Steth? ¿Puedo contar con tu lanza?

En breve acabo con Wayland y los demás.

Limitándose a asentir levemente con la cabeza, Maron montó de un salto y azuzó a su caballo para emprender la marcha hacia la capital. El verdadero festín estaba a punto de empezar.

Steth escuchó las palabras de la moza sin creerse lo que decía... nadie podría acabar con las guerras, si no había comida se pelearían por las migajas y si no por cualquier otra cosa. Así eran los hombres querían guerras y muertes pues sin ellas su sistema no funcionaba. Aun así el tuerto soltó una carcajada - Creo que es una idea tan loca que no me perdería tu grupo por nada del mundo jajajja- Reía de verdad como hacía años que no era capaz de hacer - Te falta algo en la cabeza... luego me llamaban a mi loco por lanzarme el primero a la batalla, pero tu quieres lanzarte y ponerte en medio de dos ejercitos con ganas de guerra... Los tuertos te acompañaremos, tal vez lo consigas, tal vez no, pero al menos nos darás lo que prometiste. James, lo tienes ahí, no me tienes que pedir permiso para hablar con el pues no somos dueños de nadie y el es libre de hablar con quien quiera.

Gracias Steth. Me alegra contar con tu grupo y con tu lanza.

¿Resolviste ya los asuntos con Harland? Un tipo intrigante por cierto...

Bueno Wayland -digo con un suspiro.

Poniendome muy seria y cruzando mis brazos bajo el pecho añado -Saqueo. Podrás saquear y beber todo lo que quieras. Tienes unos días para pensar en mi oferta. Nos vendría muy bien un grupo de buenos arqueros y exploradores. Y creo que eres el que mejor podría desempeñar esa función. Sabrás donde encontrarme si quieres hablar.

Puedes retirarte.

Puede que mi mirada sea lo suficientemente expresiva, o puede que no. Qué más daba. Ahora mismo no quería tenerlo delante.

Creo que la próxima vez debería aceptar lo que la jefa me pida...

Hago ademán de ir a agarrarla del brazo para detenerla pero me lo pienso mejor y prosigo mi camino.

Alcanzo a Erik y agarro una jarra de cerveza. Brindo con él.

- Jefe, por la nueva vida -le digo dándole una palmada - Esto será interesante... aunque ya no tengas el mando - sonrío y bebo.

Tenía muchas ganas de beber cerveza.... demasiadas.

Erik dejo a Alezade en su tienda a la espera de una respuesta , al salir vio venir a Wayland el cual le ofreció un trago , el mercenario no lo rechazo.

-Por la vida que todavía conservo . Creo que es lo mejor el haber dejado el mando , estas marcas me lo recordaran.

Erik se bebió la jarra de un solo trago.

-¿Tomamos otra? , supongo que Alezade me buscara o me ara llamar cuando quiera seguir hablando.