Partida Rol por web

Debe ser mi semana afortunada, mi librería se ha hecho famosa entre los Rogue Trader; es un honor conocer a un explorador, como ve, yo sólo soy un simple librero. Si me recibo algún nuevo libro se lo comunicaré de inmediato, imagino que a través de sus agentes. 

Oh, pues muchas gracias. Quizás algún día me pase por tu acogedor camarote, para... leer juntos alguno de estos libros. Miraba y pasaba paginas a los tomos sin dejar de sonrreir. Intentaba controla la carcajada que me estaba subiendo por la garganta ante aquella nueva sorpresa de mi querido Baild. No quería importunar sus negocios que estaban saliendo bastante bien. De todas formas no perdía detalle de lo que en la tienda sucedía y de vez en cuando lanzaba alguna mirada furtiva por encima de aquel libro hacia el exterior del escaparate.

     Ensimismado como estaba con su nueva compra y la charla con el librero, algo en sus palabras llamó poderosamente la atención del senescal y decidió preguntar. - ¿Famoso entre los Rogue Trader? ¿Es que ha pasado por aquí alguno otro recientemente? Quizás no fuese nada, pero las palabras del hombre habían suscitado su interés. De los lugares mas insospechados podía surgir un dato importante o un nuevo negocio y Bastian había aprendido a estar atento a los pequeños detalles.

Sí, bueno no exactamente. Hay muchos Rogue Trader en Footfall, es la base de la Flota Koronus. Son grandes ídolos de masas pues han escapado de la servidumbre y navegan libres. La mayoría de los hollados ha visto muchos en su vida, pero yo sigo admirándoles como al principio. Me estoy desviando del tema el caso es que fui convocado por nada menos que Hadarak Fel en su nave, hará dos días. No le vi, pues no tenía tiempo para mí pero estuve con su consejera. Me compraron cartas estelares de Winterscale Realm y se interesaron por un pecio espacial.

Problemas.

¿Saben? Hay muchos pecios espaciales en Winterscale Realm, muchos comerciantes independientes traen pecios cada año para su desguace.

¿Otro pecio? ¿Y este es el único hombre que puede facilitar aquí mapas y demás instrumental? Quizás deberíamos matarlo y quemar este lugar... Pensé cerrando de golpe el libro y mirando al techo con aire pensativa. Instintivamente mi mano derecha se apoyó en la pistola bolter y tamborileé los dedos sobre su cubierta. Humm... Aquellas palabras dejaban fuera de lugar todo juego. ¿Qué hará Bastian ahora? Seguro que si sugería matarlo se escandalizaba. Caminé hasta la entrada de la tienda y me apoyé junto a la puerta, por si entraba alguien más, verlo venir con tiempo. Desde ahí miraba a la calle. Antes de ir a aquella posición, lancé una significativa mirada a Bastian cuando hube dado la espalda al comerciante.

     ¡Lo sabía! ¡Sabía que mi intuición no me engañaba! Pensó el senescal intentado mantener la compostura por la revelación. - Interesante. Contestó a Jorset mientras miraba a su compañera de reojo. Ella obviamente se había dado cuenta también de las implicaciones de aquello. - No tendrá alguna copia de las cartas que le vendió, ¿verdad? Sería algo útil  para nuestro capitán dado que aun disponemos de una información limitada sobre Koronus. Y otra cosa ¿Recuerda el nombre del pecio? Por supuesto estaba claro que hablaba del Camino a la Rectitud, pero tenía que confirmarlo. - Llevo un registro de todos los pecios que averiguo que se rescatan en la zona. Hay mucho oportunista por ahí ansioso por vender mapas con la localización de pecios que ya no son útiles porque han sido saqueados. Me gustaría poder descartar ese por si acaso. Había que tratar el asunto con cuidado de no levantar sospechas.

No, lo lamento. No me quedan mapas de Winterscale Realm, me los compraron todos, un buen negocio. Había diversas cartografías de baja calidad que también se llevaron. Incluso las más burdas anotaciones contienen información única, algún día todo esta Expansión se convertirá en sistema y tendremos mapas precisos de ella.

Si le interesa especialmente tengo algunos socios que quizá tengan mapas, no son muy fiables -poco profesionales- pero si me da una semana podría conseguirle esos mapas.

¿El pecio? No me dijeron su nombre, preguntaron por un pecio en concreto; les dije que había muchos. ¿Son rivales suyos? ¿Estoy en medio de una guerra? No me gustan los problemas, tan sólo proveo información.

     - No se preocupe, hombre que no le deseamos ningún mal. Le dijo al librero con una sonrisa y gesticulando con las manos. - El servicio que da aquí es muy útil y nos interesa que siga siendo así. Información es lo que provee y eso es simplemente lo que le pido. ¿El pecio en cuestión era el Camino a la Rectitud? Con que me responda a eso mi curiosidad quedará satisfecha. Intentó tranquilizar al hombre con sus palabras y actitud. - En cuanto a los mapas si que nos interesan. Consígalos y se los quitaremos de las manos por un precio justo. Volveríamos a por ellos quizás en una par de semanas.

¿El Camino de la Rectitud? ¡Eso es un mito! La nave de Lorcanus Ryn se perdió en...¿está en Winterscale Realm? ¡Sangre sagrada! ¿Realmente saben dónde está el Camino de la Rectitud?

Negué con la cabeza. Trono Dorado de Terra... ahora este viejo alcahuete no parará de hablar en todas las tabernas y con todos sus viejos amigos sobre esto y la noticia se expandirá como la pólvora. La opción de matarlo seguía estando abierta y disponible. Una sola palabra de mi querido compañero y ese hombre sintiéndolo mucho sería historia. El objetivo era demasiado importante para dejarlo ahí en el aire, a los oídos de cualquiera que hablara un rato con ese sujeto. Estando lejos de donde la conversación se producía, me llevé la mano al comunicador como si me estuvieran llamando y contacté con la frecuencia de Bastian. Baild, haz como si no te estuviera hablando, no te des la vuelta ni nada así. ¿Crees que será ahora un peligro? Solo quiero que sepas que una palabra tuya y elimino a este hombre. Tu solo di "Dercius" en alguna de tus frases y yo me encargo del resto.

Se lo comuniqué en susurros para que el tendero no oyera nada y solo micro que Bastian tenía en el oído captara lo que le decía. No es que me gustara lo que estaba proponiendo, no claro. No era un monstruo sin corazón, pero lo cierto es que me debía a nuestro capitán y a sus empresas, y esta era una de las más grandes que jamás hubiéramos emprendido. No iba a dejar que un viejo chismoso la echase a perder. Ya no estaba en la armada sino que era parte de un grupo de comerciantes libres, y eso implicaba tomar ciertas decisiones, aunque algunas fueran dolorosas y crueles. Aquello, me serviría como cura de conciencia, aunque bien sabía que no valía un trono como excusa ante el hecho de quitarle la vida ese hombre. ¿Porque tantos reparos? Has matado a decenas de hombres. Pensé recapacitando sobre ello. Si, pero hombres armados, en donde eres tu o ellos. Contestó la otra vocecilla.

     El cariz del asunto se estaba tornando incómodo. Tanya se estaba poniendo nerviosa, con razón, pero el senescal no quería tener que eliminar a aquel hombre. De todas formas el mal ya estaba hecho, Fel tenía sus mapas y la información pertinente y el matar a aquel hombrecillo no podría remediarlo en absoluto. Solo quedaba acallar la imaginación del librero antes de marcharse de allí. - Me temo que tengo que defraudarle. El Camino a la rectitud es un mito, como usted bien dice. Solo quería contrastar que la Casa Fel está buscando una quimera y ahora que lo se, me quedo mas tranquilo. Nuestro próximo viaje de negocios nos llevará a Unberholden Reaches. No se sacan beneficios de fantasías sino de datos contrastados y allí nos espera un negocio lucrativo. Bastian era experto en manipular a la gente y urdió su mentira para convencerlo y no tener que ir mas lejos. Su tono de voz, gestos y actitud estaban cuidadosamente adecuados a las circunstancias para sugestionar al oyente a creer sus palabras. Aprovechó el momento para hacer un trabajo de desinformación, recordando el sub-sector acordado con Kungel. Aquel hombre nunca sabría lo cerca que había estado de perder la vida.

     - Y ahora si no le importa, debemos continuar con nuestras compras. Le ofreció la mano para estrechársela. - Recuerde nuestro trato, tanto por los libros como por los mapas y nosotros haremos que los tronos fluyan. Estaremos en contacto. Hasta entonces, buenos días. Culminó haciendo un gesto de despedida con la cabeza. Con ésto, hizo una seña a Tanya para indicarle que era hora de irse de allí. 

¿Lo dice en serio? ¿Sesenta? ¡Trono Dorado! ¿Para qué quiere sesenta naves?

Aquel oficial portuario, lo de oficial era un eufemismo, no se mostraba ni discreto ni colaborador. Le acompañaba un archivista que le leía documentos en voz alta, prueba de que aquel hombre no sabía leer ni menos aún conocimientos para gestionar un espaciopuerto. Los exploradores no tardaron en deducir que si las naves lograban atracar era debido a la falta de gravedad. En cualquier planeta normal ese mentecato habría hecho estrellarse a cualquier nave.

Bastian y Tanya habían llegado al espaciopuerto quince minutos antes y habían solicitado la compra de 30 Arvus Lighter y 30 Halo Barge. Los cargueros podían estar a su disposición, pero las naves multipropósito no.

No encontraréis una mierda por aquí, nadie tiene todas esas naves. Vais a tener que ir de flor en flor. Pregúntad a los mecanos o comprad en algún mundo colmena de Calixis, aquí no.

     El senescal estaba exasperándose con aquel tipo. Su falta de cultura y formas burdas le sacaban de quicio. Bastian odiaba la falta de eficiencia y tal parecía que aquel tipo era un vórtice cuya gravedad aglutinaba toda la ineficiencia de sectores a la redonda. Como podía Sarvus tratar con ésta calaña sin perder los nervios era algo que se le escapaba totalmente... - Mire, de verdad que no queremos molestarle, el problema es que somos recién llegados en Footfall y desconocemos como funcionan las cosas aquí. No sabemos donde está nada. Solo queremos hacerle ciertas preguntas y nos quitaremos de su vista.

     Después de unos minutos de tira y afloja con aquel patán, incapaz de captar las sutilezas y nada proclive a hacer cualquier cosa que oliese a trabajo, Bastian se dio cuenta de que no iban a sacar gran cosa de él. En vista de ello decidió cerrar el trato de compra por los arvus lighter y acabar allí lo antes posible. En cuanto la transacción estuvo en marcha, avisó por vox al puente de la Umbra Tigris para que los operarios comenzasen cuanto antes el proceso de subirlos abordo y acomodarlos en el hangar. Seguramente los chicos de Regulus estarían ocupados un tiempo revisándolos y poniendo a punto toda aquella maquinaria.

     La firma de contratos y el proceso de carga llevarían bastante tiempo, así que el senescal aprovechó para dejar caer las preguntas oportunas en los oídos precisos, así como algún que otro trono aquí y allá para obtener respuestas sobre la estancia del Mano de Fel en Footfall. Todo dato podía ser importante, así que se tomó su tiempo en éste menester. Era ciertamente un experto en éstas lides, y los operarios del puerto eran la gente apropiada para saber lo que quería, así que no tardó en conseguir la información que buscaba. 

Bastian obtuvo información de primera mano, el Mano Vil era una fragata de la clase Firestorm con un blindaje externo reforzado. Había atracado dos días atrás y tras una estancia de un día había partido, con rumbo desconocido. Se rumoreaba entre los operarios que Hadarak Fel había contratado los servicios de Adepto Drusiano que legitimara sus conquistas ante la Eclesiarquía calixiana.

Cuando Bastian hubo terminado con aquellos asuntos que lo ocupaban, salimos fuera al puerto a aquellas vistas tan esplendidas que ofrecía aquella especie de ciudad enferma. Saqué de debajo de la manga del uniforme un paquete de tabaco y le tendí una varilla a Bastian asomando del paquete. Mal pintan las cosas... ¿Verdad? Aquello era patente, pero todavía nos quedaban algunos asuntos que atender. ¿Qué vamos a hacer con la nave que conseguimos? ¿Hablamos con algún chatarrero? Quizás se podría sacar algo de dinero de aquella captura, y así beneficiar a nuestra misión. El zippo emitió su conocido "Clinck....Zrass" Cuando se abrió y lo encendí, iluminandome así la cara al aproximarlo al pitillo.

     Aunque no solía fumar, Bastian tomó una de las varitas de lho de Tanya solo por no hacerle un feo. Le dio una calada y notó como la garganta se le irritaba un poco debido a la falta de costumbre. - Por eso no te preocupes. Ese negocio ya está en marcha, pero tardarán. Un desguace de una nave de ese tamaño no lleva dos días precisamente. Tras unas cuantas caladas, decidió que ya había tenido suficiente, así que dejó caer la varita y la apagó con la suela de la bota. - Creo que deberíamos ir volviendo a la Umbra Tigris. Terminarán de cargar las naves en cualquier momento y tengo cosas que hablar con el capitán. Querrá zarpar lo antes posible en vista de lo que hemos descubierto.

El senescal Bastian informa que ha adquirido naves ligeras en Footfall y vamos a proceder a embarcarlas.

Desde luego. Comenté poniéndome en marcha mientras tiraba la colilla al suelo y la pisaba con las botas de combate como si fuera una cucaracha. No sabía muy bien como se iba a tomar el capitán Karl las noticias que habíamos averiguado en el puerto, pero lo cierto es que como siempre en estos negocios, íbamos a contra reloj. Bueno, de todas formas, creo que ha sido algo productivo el paseo. ¿No? La nave tiene sus transportes, tu información y yo mis nuevas novelas que seguro me proporcionaran ratos entretenidos. Jajajaja. Caminaba muy pegada a Bastian, casi hombro con hombro. Esta vida tan ajetreada... ¿Cuándo nos dará un respiro para esa cena de la que hablamos?