- Somos enviados de la Inquisición, Antón dale los códigos - dice Nicodemus que revisa la sala meticulosamente.
Maldita AVINA, se supone que está para ayudar al personal, pero ahora nos entorpece.
pensó el tecnosacerdote. No se fiaba de la imágen holográfica.
- Ahí van: Épsilon, Delta, 3456922293/38-G. Son códigos de la Inquisición para la apertura de documentos clasificados. Debería de bastar.-
dijo Slavick.
El código mostrado es de nivel de seguridad inferior al establecido por el Doctor Steve Smith.
Realmente, se dio cuenta el tecnosacerdote, pese a la oposición que decía hacer Avina no estaba bloqueando ningún documento. Como si algún daño informático interno le impidiera hacerlo. La base de datos de la Ejulve era un libro abierto.
Todos: No olvidéis los objetivos de la misión.
- Anton, copia todo lo que haya y sigamos...esto puede llenarse de xenos en cualquier momento.
- Afirmativo Nicodemus, estamos en ello.-
dijo el tecnosacerdote mientras sacaba su placa de datos. Acto seguido la conectó con un cable a una toma de entrada y comenzó a descargarse en la memoria todo los datos clasificados. Millones de caracteres pasaron del ordenador central de la Ejulve a su placa de datos portátil, listos para ser consultados en cualquier momento de duda.
Anton sonreía para sí, estaba en su salsa: tecnología, información, archivos encriptados... Una lástima la presencia de los xenos, si no, hubiera aprovechado para seguir aprendiendo sobre la marcha acerca de los más diversos saberes que ocultaba la nave.
me copypasteo todo a la placa de datos.
Vale vale, yo apago el cigarro. Le digo mientras le quito la punta y me lo coloco detrás de la oreja. Bueno... ¿Que me dices a lo que te he preguntado compañero? Insisto en la conversación que iniciaban las preguntas que no me habia respondido. Esperaba que aquello valiera la pena, porque me moría de ganas por terminarme ese pitillo.
Buscaré el laboratorio de la Ejulve. Tecnosacerdote Slavick, deme acceso a los...oh, no está cifrado. No importa. Qué raro...
Linus tecleó la computadora y fue rebuscando información en la mente del ordenador. El laboratorio, sí, debían recoger una muestra de un sujeto vivo, de uno fallecido y del virus en sí. Los estudios también.
Atrapamos bichos, los criamos, los estudiamos. Hacían mucho ruido, ¿sabes? Siempre tienen hambre. Smith dijo...¿qué dijo? Luego con los psíquicos...no me acuerdo. No podían escapar, Smith los mató, a todos. El inquisidor se lo dijo, se lo dijo, eso dijo. No me gusta la Inquisición. Dan permiso, luego dicen que no, luego que sí. Vesper. Tenemos que avisar. Ya vienen.
He encontrado...he encontrado supervivientes. En uno de los hangares. Cinco...seis...siete personas. Están cargando equipo en dos naves. También combaten contra algunos xenos.
Todos: Perdón. Rogue Trader me tenía absorbido.
Nicodemus se acerca a la pantalla del Dr. Linus primero disimuladamente para ver qué hace y luego directamente cuando habla de supervivientes: ¿Pueden ser naves nuestras del asalto? ¿Podemos contactar con ellos a través de los vox de la Ejulve?
Linus estaba navegando por unos mapas bidimensionales de la Ejulve. El hombre miró por encima de su hombro al arbitre.
No, son naves militares, un par de cañones láser gemelos en la proa, pero no son nuestro equipo de asalto.
- Pues intentaré comunicarnos con ellos, pueden darnos información o incluso ayuda.-
Aunque si es la misma ayuda que el tal Davies este... espero que tengan algo más serrín en la cabeza.
Anton se acercó a una terminal y manipuló sus cables para conectarse a la misma. Luego, desde su placa de datos buscó acceso al canal de comunicaciones interior de la Ejulve. Pero tuvo cuidado, inició la comunicación directa con el hangar, desde el mismo puente de mando. El tecnosacerdote sabía que la tecnología era un arma de doble filo, nunca se sabía quien o qué podía estar escuchando acoplado al canal.
Motivo: comunicaciones (Comp, tec)
Tirada: 1d100
Dificultad: 69-
Resultado: 83 (Fracaso)
Nicodemus no dejaba de vigilar el agujero del techo, de vez en cuando apuntaba la luz y se quedaba quieto esperando a que algo saliera de allí...cualquiera esperaría que se le disparara el bólter en cualquier momento.
- ¿Quiénes son ellas?, le dice al loco
Todo aquello que decía nuestro loco amigo era espeluznante. Experimentación con xenos, con armas biológicas, con solo el Trono sabe qué. Era normal que al final hubiera pasado todo aquello. Una tragedia si, pero normal. Y encima se olía la traición a la legua, al menos tal y como lo plasmaba Davies. Anda que... si que la liaron buena aquí si... Y encima no se podía fumar.
Ellas. Están enfadadas. Exploramos los anillos. Trajimos a las bestias. No les gustó. Vendrán a Vesper. Destruirán a los humanos. Se lo dije. Nadie me hace caso. Todos moriremos.
!Eh eh eh eh! Caaaalmaaaa. Dije levantando las manos con gesto nervioso. Estamos aquí para ayudar que todo eso no pase. ¿Vale? Y si nos echas un cable, seguramente podamos evitar todo eso que dices. ¿No te gustaría evitarlo? La destrucción de un mundo entero y todo eso... Ya sabes. La cuestión era que el loco de la colina reaccionara y dejara de decir cosas con sentido solo para él. A estas horas cambiaría un cartón de tabaco porque alguien hiciera un buen resumen de lo ocurrido hasta el momento sin desvaríos y con coherencia. Vamos, a la antigua usanza. Sujeto, verbo y predicado. Despacito pero con buena letra.
¿Veis? Por eso prefiero tratar con máquinas antes que con humanos, son más... racionales. Que no se les va la cabeza como si llevaran años consumiedo psicotrópicos a kilos cada día vamos.
pensó el tecnosacerdote. Claro que no lo dijo en voz alta, no quería herir sensibilidades.
- A ver, tranquilícese y relate los hechos de manera lógica y coherente, por favor-
le dijo al tarado.
¿Cómo va a responder de manera lógica y racional si ha inhalado una dosis letal, o casi, de neurotoxina?
Aquella IA ponía de los nervios. Parecía que se reía de ellos. Normal que las prohibieran.