Partida Rol por web

Haragán, “el árbol drenado” .

Escena 1 Roy

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01/10/2011, 12:46

Tras ofrecer tus servicio a una caravana, que encontraste de camino a Ferikan y viajar con ella unas semanas.
Por fin puedes ver en la lejanía la ciudad de Ferikan.

Las montañas que la rodean ya quedan atrás y un vasta extensión de campos y granjas rodena la ciudad separándote de ella. Sus altos muros solo permiten ver el campanario de lo que supones debe ser el monasterio de Fluvia, conocido por sus adoradores a la diosa Shelen, en sus tres grandes pórticos se pueden ver ondeantes banderas de un color verde.

Conforme la caravana se acerca a la ciudad ves a campesinos trabajando la tierra y supones que la ciudad debe ser rica en tecnologías por los acueductos de madera y piedra que están elevados con arcos por encima del suelo, estos llevan el agua de las montañas colindantes a los campos.
Entretenido en observar lo que te rodea no te percatas de que la caravana se ha ido disipando y solo un remolque sigue a tu lado al llegar a uno de los portones de la ciudad.
Concretamente  el situado más al este.
El portón algo más pequeño que el situado en la parte sur está custodiado por un centinela de armaduras brillante que porta uno estandarte al hombro de tono verdoso, con la imagen de una gran pradera. Los mismos que ondean en lo alto de la puerta.

El dirigente de la caravana se te acerca. Es un hombre mayor posiblemente el anciano de la familia, sus ropajes son lustrosos, y su mirada profunda.
En tu camino has cruzado algunas palabras con él, pero de poca importancia.

-Toma 50 monedas de oro por tus servicios.

Tras entregarte el dinero a ti y al resto de los mercenarios contratados, concretamente a dos humanos se prepara para proseguir su camino en dirección a la puerta sur.

En ese momento oyes el griterío de gente proveniente del interior de la muralla.

-Destierro, destierro. Aclama la multitud.

Notas de juego

Puedes añadir las monedas a tu total

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03/10/2011, 18:30
Roy

El camino hasta la ciudad había sido largo y lento, pero para nada aburrido. Cada paso que daba era un paso nuevo en su vida, un paso para guardar en el recuerdo, para disfrutar de cada uno de ellos.

Le había encantado cuidar de los animales de la caravana, lavarlos y alimentarlos. Había cocinado y limpiado sus ropas y la de algunos más de la caravana. Había trabajado fuerte y duro, y había disfrutado de cada instante.

Había conocido gente nueva, oído historias en el fuego y bebido su primer sorbo de hidromiel.

Ahora por fin habían llegado a Ferikan. Su corazón se entristeció al ver cómo se iban alejando los componentes de la caravana según iban llegando a su destino, pero a la vez latió con celeridad ante las nuevas oportunidades que allí encontraría.

Estaba agarrando sus cosas cuando se le acercó el anciano. Todos le llamaban así con respeto. Era el que dirigía la caravana y se le notaba su larga experiencia en esto.

Alargando la mano le dio un pequeño saquito......emocionado ante su primera paga de verdad, lo único que alcanzó a reponder es un ahogado gracias

De pronto sólo escuchó alboroto y griterío. Esto hizo que se acercara a los dos humanos que habían compartido viaje con él....seguro que ellos saben desenvolverse un poco mejor por aquí y quizás puedan ayudarme al principio.- pensó

Y contempló el espectáculo que se le venía encima.....destiero, destierro..escuchó

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06/10/2011, 12:46

Al aproximarte a los dos hombres uno de ellos comenta.

-Que bien, tendré un espectáculo nada más llegar.
Tras lo cual se acerca un poco a las murallas para poder ver mejor.

Apartas tu mirada de él y atreves de la puerta ves una multitud, que entre gritos tira frutas podridas al centro de la muchedumbre, allí debe de estar la persona que está siendo sentenciada al destierro. Al llegar junto a la puerta la multitud se abre dejando ver, a un joven de unos 18 años, que viste con un pantalón marrón y una camiseta blanca que presenta manchas de las frutas que le han sido arrojadas.
Va escoltado por dos hombres uno de ellos porta una túnica roja el otro es algo más alto que los demás, su tez oscura contrasta con el brillo de sus joyas y  sus ropas te hacen pensar que debe ser un noble.

Al llegar a la puerta empujan al joven fuera de las murallas como si de un perro desobediente se tratase acto seguido tiran su petate junto a él y la multitud empieza a disolverse.

El joven se agacha y empieza a recoger las cosas que se han salido del petate, algunos libros y una pequeña flauta de madera.
Tras lo cual se levanta y mira a uno de los humanos que viajo contigo y le murmura algo demasiado bajo para que puedas entenderlo.

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06/10/2011, 12:55
Roy

¿Sabes qué ha pasado?.- le preguntó el joven guerrero al mercenario que quedaba allí

Menudo espectáculo se había montado. La fruta podrida volaba por el aire intentando, con más puntería que menos, acertar al joven sentenciado

Tú venías en la caravana del viejo, te recuerdo. Mi nombre es Roy.

Después el joven se dispuso a no perderse nada del espectáculo que tenía delante

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09/10/2011, 15:11

Notas de juego

Prosigue en la escena mercenarios.