Partida Rol por web

John apareció corriendo por la entrada de la biblioteca, con la cara enrojecida de rabia y la varita alzada y apuntando a Tom

- ¡Ya basta! ¡No voy a dejar que hagas daño a mis amigos, tú estúpido cara-troll! ¡EXPELIARMUS!

En vista de que la magia que conoce no parece surtir efecto y aun menos la que conoce solo de leer en un libro prueba al modo del orfanato y se lanza a la carrera para hacer un placaje a Tom para tratar de tirarle al suelo y que pierda el libro, de modo que al no tenerlo en las manos sea mas facil que sus compañeros logren cazarlo con algun hechizo o cogiendolo sin mas.

Debía prepararme. Tenía que ayudar a mis compañeros. El único problema era que con todos los hechizas que volaban de un lado de la batalla al otro, no estaba segura de cual debía usar ni contra quien. Imitando a John, sujete mi varita con determinación y señale con ella a Tom, al mismo tiempo que pronunciaba las palabras mágicas:

-¡Expelliarmus!

Tom se movió con rapidez para evitar el hechizo de John. No le fue muy complicado... pero con lo que no contaba era con que Gary se lanzara directamente sobre él, olvidándose de conjuros, hechizos y maldiciones. La cabeza directamente al estómago, a la vieja usanza.

El chico moreno de ojos rojizos sólo pudo emitir un "¡oh!" de sorpresa cuando el niño de Gryffindor se estampó contra él. El libro se le escapó de las manos y terminó sobre las losas de mármol, mientras Tom caía de culo al suelo, con Gary sobre él.

- ¿Qué dem...? -exclamó Tom desde el suelo, pero en el momento en que alzaba la varita para descargar una maldición sobre su atacante, el hechizo de Álex se la quitó de las manos, haciendo que volara y cayese a unos metros en medio del tumulto.

Tom gruñó con frustración y voceó a sus compinches.

- ¡Idiotas, ayudadme! ¡El libro, coged el libro!

Los esbirros de Tom se quedaron de una pieza cuando vieron a su líder derribado... por un simple cabezazo. Quizá estaban demasiado acostumbrados a usar la magia y habían olvidado que en una pelea hay otras vías menos sutiles pero igualmente efectivas.

El grandullón que se llamaba Rosier cogió a Gary y lo levantó en volandas, librando de su peso a Tom. Por su parte, la niña de pelo corto y castaño, Rose Davidson, se apresuró a recuperar el libro que su jefe reclamaba.

El chico alto y negro, el niño de las gafas y la niña rubia de la coleta larga, apuntaron sus varitas y lanzaron cada uno un Expelliarmus, con la esperanza de desarmar a algunos de sus adversarios. Mathilda y Amy perdieron sus varitas al momento, pero Ashley logró conservar la suya parapetándose con rapidez.

¡Era el momento de contraatacar!

Pero ya nadie estaba ni para conversar ni para esperar.Los hechizos se sucedieron tanto de nuestro grupo como del de tom y sorprendentemente tampoco se nos dio tan mal , hasta casi sonrei cuando vi como max y los demás lo conseguian y entonces..alguien me hechizo y varita salió disparada, solte una interjeccion antes de cerrar los puños y gritar -noo- Me tire hacia el suelo para recogerla

Ha perdido su varita, pero con lo que no cuentan los esbirros de Tom es con que ella se ha apoderado de las varitas de sus compañeros Bellos Durmientes que reposan fuera de la biblioteca. Saca la varita de uno de ellos del interior de la túnica y apunta a Rose Davison para evitar que consiga el libro o al menos que lo tenga muy difícil.

-Babosas!!

Un rayo de luz sale de la punta de la varita.

Godric apunto de nuevo al libro debia de hacerse con el antes de q lo perdieran

El hechizo de Amy acertó en todo el estómago a la chica de pelo corto, que abrió mucho los ojos y se llevó las manos al abdomen, mientras se doblaba escupiendo una asquerosa babosa verde.

- Uuugh... -gimió, cayendo de costado con unas horribles arcadas. Estaba claro que no les daría problemas durante un buen rato.

Por su parte, Godric trató de recoger el libro con un hechizo... pero no sólo no lo consiguió, si no que hizo que el libro se alejase un par de centímetros más de donde estaba. Era obvio que ese conjuro no era lo suyo...

Max comprobó aturdido que la pelea se había convertido en algo de lo más descabellado. En ningún momento se le habría ocurrido recurrir a un cabezazo como había hecho Gary... pero parecía que había surtido efecto. Aunque ahora su compañero de casa tenía problemas. Decidido a ayudarle, alzó la varita y con un golpe rápido como un latigazo exclamó:

- ¡Desmaius!

Había apuntado al grandullón que sujetaba a Gary sobre Tom Riddle, y la decisión con la que había lanzado el hechizo hizo que el tal Rosier saliera impulsado al menos tres metros hacia atrás y derribara una estantería. Los libros y los papeles volaron por los aires mientras el chico rubio caía desmayado.

Gary se vio libre entonces y cayó al suelo justo al lado de Tom, que no daba crédito a lo que acababa de ver.

En un segundo la escena que tenía delante parecía precipitarse hacia un final incierto. Ash vio como Gary era atrapado pero como Max le soltaba, sonrió al ver como Amy acertaba en la barriga de aquella chica y por fin como Max desmayaba a aquel grandullón. Aun así, Gary quedó a los pies de Tom y Ashley se preparó para intentar atacar al chico Slytherin como fuera. Cogio la varita y pronunció el hechizo sin saber a ciencia cierta si lo estaba haciendo bien.

El hechizo de Ashley no fue demasiado potente. Después de todo, era la primera vez que lo intentaba. Pero de todas formas, algo debió salirle bien, porque Tom se llevó una mano a la cabeza mientras apretaba los ojos con fuerza. Murmuró algo, pero nadie pudo distinguir de qué se trataba, dado el barullo que había alrededor. Lo cierto es que, por un momento, pareció olvidarse de todo lo que le rodeaba.

¡Era el momento de lograr la ventaja definitiva en la lucha!

Viendo el éxito que había tenido Amy con su hechizo, intentó imitarla apuntando su varita contra el chico de las gafas redondas.

- Babosas!

Un rayo verde salió despedido de su varita y fue a impactar contra el chico de Slytherin, ahora solo faltaba ver si había sido suficientemente efectivo.

Gary aprovechando la ayuda que le habian proporcionado sus compañeros trata de coger el libro perdido. Sin embargo ahora esta preparado con la varita en la mano por si alguien se interpone en su camino.
En mente solo tiene el libro y salir corriendo montando mucho ruido para despertar a todo el mundo, siempre dirigiendose hacia los aposentos de los profesores. Sin descartar destruir el libro si encuentra el modo por el camino.

John dejó inmediatamente fuera de combate al muchacho de las gafas con aquél hechizo de babosas. Tal vez no fuera el maleficio más espectacular y refinado del mundo... pero sin duda aquella noche les estaba resultando útil.

Ya sólo quedaban el chico negro y la niña de la coleta rubia, pero Gary se anticipó a ellos y recogió el libro del suelo antes de que nadie se le adelantase. Estaba dispuesto a salir corriendo con él y a gritarles a sus compañeros que se largasen de allí, cuando notó una sensación extraña en los dedos. Miró para ver de que se trataba y comprobó que las páginas del libro rezumaban una sustancia verde y viscosa que le quemaba los dedos de forma muy dolorosa y lo volvía resbaladizo.

La sorpresa fue tan grande que el chico tovo que esforzarse para no soltarlo al momento...

Tom se apresuró a levantarse del suelo, masajeándose las sienes. Estaba aún un poco aturdido, y no sabía muy bien dónde se encontraba. Corrió hasta donde estaba su varita y la recogió, volviéndose con una mueca de furia en el rostro.

Entonces se dio cuenta de los pocos aliados que le quedaban, y apretó los dientes siseando algo que sonó como "malditos críos".

Se volvió hacia Riley y Berry, vociferando una orden:

- ¡Quitadle el libro inmediatamente! ¡Vamos!

El chico negro y la chica rubia se miraron indecisos, conscientes de que la situación se les estaba yendo de las manos. Sin embargo, aún temían más a su líder cuando estaba furioso, así que alzaron las varitas y atacaron una vez más, esta vez decididos a hacer daño.

Riley atacó a John, que les estaba dando más de un dolor de cabeza, mientras Berry se centraba en Max, que también era peligroso con su Desmaius. Ambos lanzaron un encantamiento aturdidor casi al unísono.

- ¡Desmaius!

- ¡Desmaius!

Los dos conjuros alcanzaron a sus objetivos, haciendo que John y Max cayeran al suelo al momento como dos sacos de patatas.

Gary sorprendido por lo viscoso del libro y con las manos doloridas por el acido dejo caer el libro sin querer al suelo.

Debe decidir que hacer... si lanzarle un hechizo a Tom y compañía o intentar hacerse con el libro para evitar que caiga en manos de Tom. Bueno... esos dos siguen las órdenes de Ryddle y si el cae, caerán ellos por su propio peso así que si consiguen nockear a ryddle, por eso decide apuntar a Tom con su varita para lanzarle un hechizo. Tiene que salirle bien o al menos dar tiempo a que alejen ese libro de ahí.

-Babosas!