Partida Rol por web

Empiezo a preocuparme de verdad. La vida de mi hija ¿en manos de quién está?.

Retorciéndome las manos, un tanto nervioso, pregunto al Sr. Keller:

-¿Dónde está ese laboratorio?, y, ¿querría contarnos su historia para saber por dónde pisamos?, creo que todos estamos deseando saber algo más del Sr. Zslaz.

 - Él... él me la quitó, ¿saben? a ella. Sabía que yo la amaba, me puso a trabajar con él y mientras yo me quedaba trabajando en el laboratorio hasta tarde él la cortejaba. Se la quedó, el muy cabrón... pero ahora la ha perdido, ¿eh? me he enterado de que vive en Europa. Yo la habría hecho feliz, ¿saben? la habría cuidado como nadie. No habría antepuesto el trabajo a mi familia.

Solloza ligeramente, pero baja la cabeza intentando disimular.

 - Eso explica muchas cosas Arnold - prueba George en un tono que indica saber de lo que está hablando - De todos modos, ¿ella alguna vez lo supo? ¿Me estás diciendo que se quedó con todo, con ella y con el resultado de a lo que tú dedicabas esfuerzos mientras te la quitaba? Arnold, ha llegado el momento de dejar claro cómo llegaste hasta aquí pisoteado por gente que no se merece haber disfrutado de estar fuera mientras tú pagabas los platos rotos aquí dentro, amigo...

Con esta apuesta de acercamiento en clave de farol controlado, el casual investigador utiliza sus cartas para intentar secundar a su compañero y forzar la información en una charla que tiene visas de consulta de psicólogo más que de 'interrogatorio detectivesco'.

 - Claro que ella no lo sabía, ¡era una santa! Tan dulce... él me decía que teníamos que trabajar más, esforzarnos para sacar adelante la futura empresa. Yo me quedaba trabajando en los prototipos mientras él trabajaba en el diseño y en los cálculos... teóricamente. Cuando era tarde me enteré que salía con ella, que iban al cine y esas cosas. Ella sólo me veía como un amigo.

Suspira.

- Por eso cuando me di cuenta me aparté de él. Nos peleamos, pero ninguno de los dos habíamos nacido para darnos puñetazos. Me cambié de Universidad pero no fue suficiente. Al final preferí aislarme de todo... al menos ese imbécil tuvo la decencia de añadir mi nombre en las primeras patentes. Gracias a eso me pago todo esto.

Mira fijamente a George.

- ¿Quieren respuestas? ¿Quieren mostrar al mundo que Zsalz no es tan genio como se cree? vayan a nuestro antiguo laboratorio y busquen. Allí tiene que estar.

Melinda puso cara de circunstancias y, luego con cara de inocencia soltó la pregunta

¿ Que deberiamos buscar exactamente? Nosotros no somos hombres de ciencia......

Quizás podamos ayudarle a demostrar quien es zsalz y recuperar a la mujer que ama.- Melinda suspiró, como para darle más fuerza a sus palabras

Estaría bien que la historia tuviera un final feliz

 - Cualquier cosa, no hay proyecto en el que no trabajáramos juntos.

Al mencionar a la mujer sus ojos vuelven a sollozar ligeramente.

- No. Ella ya decidió hace mucho, no hay nada que podamos hacer ya. Lo hecho, hecho está.

Cierto, nada podemos hacer para cambiar el pasado, peor está en nuestras manos el forjar nuestro futuro.  Si la quiere, haga algo para volver con ella.

Dígame hay alguien más a quien Zsalz haya perjudicado, alguien más con quien podamos hablar ?

 - No lo sé, seguro que son docenas. Pero he estado fuera mucho tiempo, ¿saben? jejeje... probablemente si escarban entre la mierda acaben encontrando algo... jejeje

 - En fin, si no tienen más preguntas me gustaría que me dejaran en paz.

 -Gracias Sr. Keller, veremos qué se puede hacer. Lo único que necesitamos es saber dónde está ese laboratorio y le dejaremos tranquilo.

Por si recuerda algo más y desea comunicarnoslo le dejo mi número de teléfono.

Un placer, Sr. Keller.

- El laboratorio, ¿eh? no es fácil, está en medio de las montañas. Zsalz y yo lo compramos a bajo precio, pero había que conducir durante horas para llegar. No recuerdo las coordenadas, pero seguro que están apuntadas en alguna parte. Recuerdo que estaba cerca del Lago Greywater.

 - Un lago... - comenta frotándose la barbilla y recordando cierta nota un George que ha permanecido callado un rato observando a sus compañeros charlar con el tipo - Sabía usted que tuvieron un hijo Dr. Keller? Sí...Charlie se llama el crío. O llamaba... - George se levanta y empieza a caminar cerca del hombre interrogándolo, dándole cada vez más velocidad a sus preguntas y presionando a su interlocutor a una reacción de explosión, uno de esos momentos en que la gente se siente acorralada y revienta en una violenta demostración de sinceridad - Porque es él el que ha pagado los platos rotos, sabe? El fruto de algo que no debía ser, pero la felicidad de ella al fin y al cabo. Usted sabe algo del crío? Qué bien se lo merecía el tirano de Zsalz, no? Qué es lo que estaban haciendo en ese laboratorio, dígame? Y porqué narices acabó aquí dentro? ¡¡¡Deje de marearnos!!! - acaba explotando el propio George en una desafortunada pérdida de nervios y compostura. 

 Arnold se encara con George, se acerca tanto que podría morderle la oreja.

- ¡CLARO QUE SÉ LO DEL NIÑO! ¿QUÉ QUIERE QUE DIGA? ¿QUÉ YO LO SECUESTRÉ? YA ESTABA AQUÍ CUANDO PASÓ Y USTEDES SON LOS SEGUNDOS EN MOLESTARME, ¿POR QUÉ COJONES NO ME DEJAN EN PAZ?

¿ Los segundos ? - pregunta Melinda

¿ Podría decirme quien fué el primero que vino a preguntarle ?- Pero ella ya tenía una idea de quien había sido el primero y, si su sospecha era cierta, entonces estaban en el buen camino.

Aún molesto, baja el tono de su voz.

- No recuerdo como se llamaba, un detective o algo. Sobornó a los gilipollas de la puerta para verme. Voy a tener que tener una conversación con ellos...

 - Disculpe, no debería haberle agobiado de ese modo - dice algo turbado por su pérdida de control George - No se preocupe, enseguida nos retiramos y ya no le molestaremos más. ¿Dónde podemos encontrar esa dirección? Es importante para nosotros encontrar a ese crío, la vida de seres queridos pende de ello...

 - Mmm, al principio, antes de comprar el labo, trabajábamos en una casa que se había comprado Szalz en una urbanización, también por poco dinero. Oí que el sitio nunca triunfó y que está prácticamente vacío. Cuando nos mudamos al labo guardamos buena parte de las cosas en caja, pero nunca llegamos a trasladarlas todas.

 Me siento un poco incómodo con las explosiones de George y del Sr. Keller, así que carraspeo un poco y traslado mi peso de un pie a otro. Si las coordenadas estaban entre los papeles encontrados en la urbanización ya las tenemos. Aquí hemos terminado.

-George, Melinda, creo que deberíamos irnos. El tiempo apremia.

Disculpe las molestias, Sr. Keller y muchas gracias. Si recuerda algo más, por favor, llame a mi número. Realmente es algo muy importante para todos nosotros.

 - Claro, claro... - dice, mostrando visiblemente que le importa muy poco cualquiera de vuestros asuntos.

Si, creo que ya es hora que nos marchemos. - Melinda miró hacia el Sr keller

Ha sido usted muy amable , gracias por recibirnos.- Luego se levantó y espero a que sus compañeros acabaran de despedirse antes de marcharse