Partida Rol por web

Hasta que la muerte los separe

Camino a Cimera

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26/05/2017, 02:16
Grisel Serf

Grisel estaba enfadada y aburrida.
Los cuervos levantaron el vuelo, con sus alas negras tan fascinantes.- ¡Mira Lilian, pajaritos!.- exclamo contenta, aunque a su hermana no parecieron gustarle tanto. Para Grisel si algo tenia alas y podía volar era un pájaro, sin distinción de raza, aunque sabia como se llamaban esas aves tan listas que podían mandar mensajes a mucha distancia.
Escucho a su tio y al resto de los hombres. Que hubiera muertos la asusto pero también espoleo su curiosidad, nunca había visto uno, ¿Seria tan aterrador como decian?

Quiso asomarse pero su hermana corrió las cortinas y no la dejo, así que Grisel cruzo los brazos sobre el regazo, un poco más enfadada que antes pero sin hacer ninguna travesura. Tenían suerte de que hubiera hecho la promesa de portarse bien, de lo contrario habría salido a echar un vistazo sin importarle lo que le hubieran dicho.
- ¿Como les vas a llamar?.- soltó de pronto, mirando a su hermana.- Si voy a tener sobrinos al menos espero que tengan nombres bonitos.

Tal vez estuviera un poco asustada o tan aburrida que buscara cualquier tema para charlar, incluso enfadada. ¿Quien podía saber que se le pasaba por la cabeza?

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27/05/2017, 11:23
Anselminus
- Tiradas (1)

Notas de juego

Si se puede aplicar la especialización "Lógica", tengo +1B

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27/05/2017, 17:41
Ártur Grim

La lluvia que caía lenta y copiosamente convertía los pocos y largos cabellos del mayordomo en aceite para freír. Hacía varios días que no tomaba una caliente y descontracturante ducha por lo que su aspecto era aún más desagradable que de costumbre. Las gotas de lluvia convertidas en cebo de cabello corrían por sus mejillas y tocaban sus labios para entrar en su boca con ese sabor tan típico a grasa de cerdo. Que asco todo ésto! Odio la leve llovizna interminable pero constante.

Las pieles mojadas ayudaban a que el aire se volviera putrefacto. Cada uno de los presentes desprendía un vapor caliente y oloroso producto de la condensación del calor humano, abrigado por las pesadas y gruesas pieles, y las bajas temperaturas del ambiente. Se veían como pequeñas chimeneas cuyo vapor contrastaba con los pocos rayos de sol que se escabullían entre las nubes y los árboles del bosque. El aliento se asemejaba a las bocanadas del más temible dragón.

Después de horas de escuchar como discutían las hermanas intentó callarlas con una mirada fulminante a cada una de ellas. La sombra que producía cuenco de sus ojos entraba en sus miradas como firmes puñaladas. Después de todo estaba muy molesto por el poco espacio que había en el carruaje; mojado como pocas veces, un mayordomo pasaba la mayor cantidad de tiempo dentro de la casa cómodo y descansado.

El hedor que invadió repentinamente el ambiente por los cuerpos mutilados, rápidamente se apoderó de las fosas nasales de Ártur. Como gesto inconsciente llevó la mugrienta y mojada manga de las pieles que vestía para intentar tapar en vano los feos olores que despedían los cadáveres. - Que asco! - exclamó más como gesto de queja que como remordimiento o sentido pésame por aquellos que yacían sin vida. Acompaño estas palabras con un ceño fruncido y enojado.

Ante las opiniones de los demás y las tontas preguntas de Grisel finalmente alzó la voz y dijo - Es mejor que continuemos. No es una buena idea parar para averiguar que es lo que pasó aquí. Quedaríamos expuestos sin guardias ni suficientes espadas. Hasta un tonto se daría cuenta que fué lo que pasó. No hace falta ser caballero o guía o explorador - Dirigió su mirada a la pequeña y continuó - Seguramente tú has dado cuenta de lo que ha pasado jeje - rió de modo irónico y prosiguió - Grisel es una chica grande que puede ser respetada y tratada bien. Y tú, Lylian, deberías prestarle más atención a tu hermana - A modo de susurro se dirigió hacia la mayor - No debes faltarle el respeto o menospreciarla frente a los demás. Después de todo tiene tu misma sangre - 

Finalmente, se dirigió hacia el resto y sentenció - Será mejor que continuemos con el encargo del Señor -

 

 

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27/05/2017, 19:49
Director

La presencia de los cadáveres puso en alerta a todo el grupo. Aquellos muertos podía significar que había bandidos cerca acechando tras los recodos de los caminos. Normand, echó un vistazo a los alrededores pero no había signos de que los causantes de aquella horrorosa imagen estuvieran cerca. Tampoco pudieron Konrad y ser Yoren encontrar rastro alguno en la tierra del camino, lleno de pisadas y marcas de caballo que podían pertenecer a cualquier viajero.

El maestre se inclinó sobre los cuerpos que yacían sin vida para inspeccionarlos. Las manchas de óxido sobre la escasa ropa que les habían dejado encima mostraba que los hombres habían llevado armadura, aunque esta no se encontraba por ninguna parte. Les habían quitado hasta las botas. Anselminus inspeccionó sus heridas y determinó que habían muerto en combate. Reconoció enseguida los cortes producidos por el filo de las espadas y los desgarramientos que las hojas de las hachas provocaban en la carne. Los había visto en más de una ocasión. No había duda, había sido un duro combate aquel, pero al menos los muertos pudieron presentar batalla y no murieron mientras dormían de forma vil, sino luchando por sus vidas.

A juzgar por la condición de los cuerpos, no podían llevar muertos mucho más de un día o así, según pudo estimar el maestre. Además, las manos de los hombres mayores estaban encallecidas y sus brazos mostraban el desarrollo típico de quien se dedica por entero a las armas como profesión. No cabía duda de que aquellos hombres eran caballeros, y el joven quizá su escudero.

Cuando fue a inspeccionar al joven, el maestre se sobresaltó al ver como se movía. A duras penas pudo abrir un ojo y gemir de dolor. El muchacho se aferraba a la vida a pesar de la sangre perdida con el vientre completamente rajado y la herida apestando a infección.

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27/05/2017, 21:39
Normand Serf

Al ver que uno de ellos todavía vive miro con reprobación a Anselminus.

¿Seguro que es maestre sino sabe distinguir un muerto de un vivo? Pendiente de mi sobrina Grisel y de las escasa monedas de la Casa si esta, pero lo que es ocuparse de heridos...

Anselminus emplear vuestras manos para examinar la próxima vez. Tenemos que ayudarlo lo mejor es que lo traslademos a la posada dentro del carro.

Girandome hacía el carro veo al mayordomo cómodamente sentado. – Ártur venir a ayudar no tengáis miedo a ensuciaros las manos y las botas. Lylian, Grisel intentar hacerle un poco de sitio y poner mi manta para abrigarlo.

Voy con mi montura hasta el joven desmontando esperando a alguien que me ayude a trasportarlo al carro.

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27/05/2017, 23:19
Grisel Serf

De repente noto la peste y esta le causo una arcada. Se aguanto poniendo las manos delante de la boca mientras miraba a al mayordomo y a su hermana alternativamente. Había oído que la gente muerta olía muy mal pero no se imaginaba nada parecido.
Y entonces su tío quiso meter a uno de ellos en el carro. Grisel entendió que estaba herido y necesitaba ayuda, pero no le gusto la idea de compartir el espacio con alguien tan herido y que olía así de mal.
- Se puede poner en mi sitio y yo voy en el caballo contigo.- sugirió mirando a su tío con cara de "por favor no me obligues a quedarme aquí".- Sé montar, me agarrare fuerte.

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27/05/2017, 23:37
Lylian Serf

Sonrió a su hermana, centrándose en ella para no prestar atención a lo que sucediera fuera del carro. Dejaría que los hombres se encargaran de aquellos pobres desgraciados y proseguirían posteriormente.
No he pensado todavía en ello. ¿Qué nombres te parecerían bonitos? Me gustaría contar con tu opinión para ello.
Y no mentía. Aunque hubiera pensado mil veces en aquel tema, no tenía la más mínima idea de cómo llamaría a sus hijos, en especial al que se convertiría en heredero, segura de que daría a luz a un varón. No obstante, las palabras de Ártur hicieron que volviera la vista hacia el hombre con expresión seria.
Tal vez hayáis olvidado cómo dirigiros a las damas de esta familia, mayordomo, y de que jamás haría tal cosa. Mordeos la lengua si no tenéis nada inteligente que decir.
No iba a aceptar que las tratara, a ella o a su hermana, como a sus iguales y las tuteara. Ambas estaban por encima de él y debía mostrar el respeto que se merecían. Lylian, además, adoraba a su hermana, por lo que era impensable que la ridiculizara o menospreciara, ya fuera en público o en privado. Simplemente no era partícipe de sus pataletas cuando sufría alguna.

Las palabras de su tío, sin embargo, robaron toda su atención. Separó la cortina para poder asomarse por la ventana y mirarle. Dirige después la vista hacia las víctimas del ataque, viendo que Normand se aproxima hacia el pobre desgraciado que sigue con vida. No duda en bajar, girándose luego hacia el interior.
Vamos, bajad y ayudad —dijo mirando a Ártur, y después miró a Grisel—. Querida, ¿puedes buscar la manta del tío Normand y cuidarás del herido hasta que lleguemos a la posada? Estará más cómodo si cuenta con espacio.
Se mantuvo junto al carro, sin acercarse a los cadáveres para no verlos. Bastante tenía procurando no echar hasta la primera papilla con aquel desagradable olor. Al oír a Grisel, que parecía haber leído parte de su pensamiento, le sonrió.
Vale, monta con él, me ocuparé yo del herido.

Notas de juego

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28/05/2017, 22:46
Anselminus

El mal olor y la gravedad de las heridas le habían hecho pensar que el joven había muerto al igual que a los otros dos hombres. Sin embargo, cuando el joven se revolvió entre espasmos de dolor, Anselminus casi cayó al suelo de la impresión, aunque se repuso casi de inmediato. - ¿Aún quieres continuar Ártur? Un poco más y dejamos a este pobre diablo a su suerte. -

Con todo el cuidado del que es capaz, el maestre intenta apartar un poco la mano para ver la herida infectada en detalle, pero el joven aprieta con aún más fuerza. Tal vez fuera mejor así, si la herida era profunda aún tendrían que trasladarle al carromato antes de poder tratarlo. Estaba tan preocupado que casi se le pasa por alto la puya del castellano, que le ofendió más de lo que pretendía demostrar. - ¡Será...! La vida del chico pende de un hilo Sir Normand, si hay algo que deba decirme dígalo sin rodeos, pero antes eche una mano. - No era su intención faltar al respeto a nadie, pero aquél inesperado suceso le había puesto los nervios a flor de piel.

Cuando por fin lograron sacar al joven herido de la hondonada, Anselminus se fue derecho a sus bártulos. En su apresuramiento, desparramó sobre una lona varias hierbas y pequeños utensilios, y mientras seleccionaba de entre ellas una aguja ligeramente doblada e hilo de tripa, hablaba atropelladamente - Eran caballeros, u hombres de armas, quien sabe, pero si solo eran estos 3 incluso unos bandidos suficientemente numerosos podrían haber causado esto. El escudero nos dirá, si logra salir de esta. Es casi un milagro que haya sobrevivido tanto sin alimento y con esta lluvia. Si se desmayó debieron darle por muerto. -

Finalmente logró hilvanar la aguja, pero antes de comenzar a coserle las heridas cogió uno de los frasquitos, que no se diferenciaba aparentemente en nada de los demás, lo abrió y olisqueó el contenido un momento antes de asentir satisfecho. Tenía la consistencia de la miel, pero era de color rojizo. - Leche de fuego. - pronunció como si no necesitase explicación, aunque la expresión de su cara se avinagró. - Esto le dolerá como si le aplicasen un hierro al rojo. Necesito que lo sujeten con fuerza, o se hará daño. -

- Tiradas (3)

Notas de juego

Dejo por un lado las tiradas por una dosis de Leche de Fuego, y por otro la de Curación para tratar sus heridas

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29/05/2017, 12:20
Konrad

Había acertado en la predicción de que no encontraría nada alrededor. Konrad estaba incómodo mientras el resto abejorreaba, todo el mundo increpando y opinando, mientras apenas nadie podía hacer nada.

La sorpresa de un superviviente lo dejó aún más confuso. Poco podía hacer salvo mirar impotente, "hombres mejores" estaban ya con la tarea de hacer algo. Con cara de no saber que estaba pasando se acercó a ayudar para sujetar al muchacho.

-Quizá habría que meterle algo en la boca, por si se muerde algo- fue lo único que acertó a decir, intentando sentirse útil.

El resto fue ver al maestre hacer su trabajo mientras su mente volaba. Seguramente se pasaría el resto del viajes especialmente atento y algo paranoico.

-¿No deberíamos acomodarlo y llegar lo antes posible a la posada?. Allí le debería ser más facil sobrevivir, aunque eso requiera un milagro.- tampoco quería hundir al maestre, Konrad era un negado en lo que a ayudar a los heridos se trataba, pero el chico tenía mala pinta.

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30/05/2017, 01:16
Ártur Grim

Al darse cuenta de la "irrespetuosidad" con la que se dirigió hacia las futuras herederas, rápidamente, casi al mismo tiempo que Lylian hacía notar la actitud del mayordomo, hizo un gesto reverente, inclinando levemente su cabeza hacia abajo, haciendo las veces de pedido de disculpas y admiración. Ella sabía que Ártur la respetaba pero las conocía demasiado bien y a veces la confianza le jugaba una mala pasada. Él las apreciaba mucho, sobretodo a la menor.

Bajó del carruaje con cierto fastidio y lanzó una mirada penetrante al hermano del Señor por aquellas palabras que salieron de su boca a modo de desprecio. No se acostumbraba a las ironías de Normand. Había trabajando durante muchísimos años para la casa y servido al Lord pero no podía tolerar la discriminación por el simple rango. Se consideraba parte de la familia de la casa Serf.

Se acercó hasta donde estaba el maestre. Observó como intentaba enhebrar un grueso hilo de cera a través de una aguja de buen tamaño. Le tomó varios intentos hasta que lo consiguió. El temblequeo de sus manos mezclado con la humedad de la llovizna desafiaban al maestre. - Necesitas ayuda?! Que puedo hacer yo!? - se dirigió hacia Anselminus y acompaño sus palabras apoyando la palma de su mano derecha sobre el hombre izquierdo del religioso, indicando que la decisión de quedarse a socorrer a los aparentes cadáveres había sido una buena idea.

 

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30/05/2017, 23:07
Ser Yoren Piedra

No se molesto siquiera en volver hacia el moribundo tras su descubrimiento. No sacaría nada en claro de aquel pobre infeliz en su estado actual, ni tampoco iba a meterse en lo que era trabajo del maestre. Lo único que presto atención fue que la pequeña ahora viajaría afuera, con su tio. Era lo lógico, pero su seguridad quedaba mas expuesta.

-Konrad tiene razón, lo mejor seria acomodarlo en el carro ahora. Si aguantó todo este tiempo, podrá soportar un rato más, y la posada no debe estar muy lejos. Además, me sentiré mejor si las señoras están a resguardo.

Luego volvió la vista al sendero, entrecerrando los ojos pensativamente.

-Vamos a cambiar el orden de marcha. Konrad, ve al frente, para mantenerte alerta a la posada. Yo iré detrás, de esa forma podre reaccionar mas rápido si intentan flanquearnos o golpear por la espalda; los bandidos no suelen atacar de frente. El resto manténganse pegados al carro en lo posible.

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31/05/2017, 00:37
Grisel Serf

Grisel tenia miedo de aquella herida horrible y del moribundo, también una curiosidad terrible por mirar pese al asco. Sintió que iba a vomitar cuando vio que pensaban curarle dentro del carro.
Se acerco al caballo de su tío esperando que le diera permiso para subir. No sabia que preferiría llevarla delante suya o detrás, total seria poco rato, hasta llegar a la posada donde le esperaba una cama caliente, lejos de los peligrosos bandidos.
-No quiero ir dentro, por favor, no me obliguéis.- pidió Grisel, tanto a su tío como a Yoren. Con ese tono de niña dulce que usaba siempre que pedia algo.

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31/05/2017, 00:58
Anselminus

- Konrad, sois vos. Por supuesto, magnífica idea. - Contestó agradecido cuando al explorador cuando este les alcanzó, antes de envolver un trozo de tela y meterlo en la boca del pobre desgraciado, lo que también evitaría la posibilidad que se tragase la lengua; un espectáculo repulsivo. - Puedo coser la herida por el camino, pero la infección es grave; debo tratarla de inmediato o tal vez sea demasiado tarde. ¡Ártur, justo a tiempo! sujétale el pecho y los brazos. Con fuerza. -

Podía escuchar a pocos metros los llantos de Grisel, pero en aquél instante no podía preocuparme por ella. Debía centrar toda mi atención en el joven herido.

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31/05/2017, 18:34
Normand Serf

Me quedo sin palabras al oír felicitar a Konrad por decidir llevar al herido al carro pero me limito a negar con la cabeza en gesto de impotencia.

Reacciono al ver a mi sobrina Grisel acercándome a ella mientras llamo a mi montura con un silbido para que vuelva a mi lado. Le doy un beso en la frente tras apartarle los cabellos mojados como cuando era una niña pequeña y la cogía en brazos. – Tranquila Grisel, puedes montar conmigo si es lo que deseas. ¿Que prefieres apoyarte en mi pecho asida a las riendas o a mi espalda sujetada a mi?

Mejor dejarla elegir a que se enfade si le propongo la posición que ahora no desea.

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01/06/2017, 14:20
Lylian Serf

Subió de nuevo al carro y estiró sobre uno de los mullidos bancos, aunque no por ello más cómodos, una manta. Dejó su pequeño cojín de viaje en uno de los extremos para que apoyaran en él la cabeza del herido. No era gran cosa, pero a ella le servía para apoyar la cabeza contra uno de los laterales y dormir durante el trayecto. Seguro que era algo que el hombre, tras pasar por lo que había pasado, agradecía aunque fuera aquello. Se sentó en el banco opuesto, dejando espacio en la entrada, con otra manta sobre el regazo para tapar al hombre. No tenía ningunas ganas de permanecer en su presencia, pero era eso o caminar hasta llegar a la posada en la que descansarían. Subirse con otro jinete que no fuera su tío no era una opción.

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01/06/2017, 16:02
Grisel Serf

Grisel sonrió a su tío agradeciéndole que le permitirá montar junto a él.- Me gustaría ir delante, pero sólo si te parece bien.- sugirió.
Le hacia sentir mas segura tener a su tío protegiendo su espalda, aunque en ese momento no se habría enfadado si solo la dejara ir detrás. Todo lo que quería era irse de allí rápido y apartarse del hombre cuya herida la asustaba. Además el calor del cuerpo de su tío Aliviaría el frió del camino.

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01/06/2017, 16:51
Normand Serf

– Claro que si Grisel, por eso te lo he preguntado.

Después de ayudar a montar a Grisel busco cruzar mi mirada con Lylian intentando disculparme por sólo poder llevar a una de las dos.

Contra mas vueltas le doy menos logro entender porque Garond quiere dar una imagen aun mas hundida de nuestra casa. No destina ni un pelotón de soldados de la casa como guardia de honor de sus hijas, y ni siquiera su heredera llegara en su propia montura. No, no lo entiendo.

Me acerco al carro y cuando Anselminus levanta un momento la cabeza le digo.

Maestre ya indicaréis cuando reprendemos la marcha. Si necesitáis después que nos detengamos decirlo.

Mirando al joven tendido en el carro. – Con lo que ha luchado por aguantar hasta ahora bien podremos nosotros aguantar un rato mas las inclemencias del tiempo.

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03/06/2017, 01:40
Director

La familia Serf se apiadó enseguida del joven muchacho que agonizaba en la fría tierra mojada, rodeado de dos cadáveres mientras luchaba por cada bocanada de aire con esfuerzo sobrehumano. Anselminus se afanaba en preparar los utensilios necesarios para practicarle una rudimentaria cura con la que alargar su vida hasta encontrar un sitio mejor en el que curarle. Pero aquella herida infectada y maloliente no auguraba nada bueno. Atrás, en el carruaje, se apresuraban en dejar sitio al muchacho y entretanto, Ser Yoren, reorganizaba las filas para cubrir la retaguardia, por si quienes hubieran provocado aquello todavía seguían cerca a la espera de más victimas.

El chico, pues apenas era un muchacho al que todavía no le había salido siquiera barba, miraba al maestre con gesto suplicante y ahogó un grito al sentir el ungüento ardiéndole en las entrañas desparramadas. Alzó la boca para tomar aire, pero de su garganta salió un silbido áspero con muy mala pinta. Soltó un gorgojeo antes de poder pronunciar unas palabras a duras penas.

-Ser Tymon...- Dijo casi en un susurro con voz ronca a través de sus labios cortados y ensangrentados. -mi maestro. Y ser Roddik... íbamos a... Cimera. -Contrajo el rostro tras una punzada de dolor y continuó su relato. -A últimas horas de la tarde... Unos bandidos... Cuatro hombres... Toscos. - Tosió y sus labios volvieron a llenarse de sangre. Sus ojos, que apenas ya reflejaban vida, se clavaron en el maestre al tiempo que las lágrimas embadurnaban sus mejillas. -Eran... eran espadas de alquiler. O soldados... sus armas... Cof, cof, cof... Sus armas eran de calidad y luchaban bien. Cof, cof, cof... Me... me apuñalaron. Mi señor era... era un buen hombre. Yo... no pude... hacer más...

Tras decir aquello expiró, como si hubiera estado esperando aguantando tantas horas aferrándose a la vida sólo para poder decirlo y marcharse tranquilo con el Desconocido. La herida de su vientre ya estaba gravemente infectada, había perdido demasiada sangre, y su salvación estaba más allá incluso de las habilidades del maestre Anselminus.

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03/06/2017, 15:35
Grisel Serf

Grisel vio las cara de su hermana despues de que ese hombre hablara, para quedar callado y quieto de pronto. Incluso ella entendió que se había muerto en el carro, en el lugar donde unos segundos antes ella había estado sentada.
Era algo demasiado horrible, casi como un mal sueño que no podía estar pasando.
- ¿Se ha dormido? pregunto a su tío con la mirada esperanzada en una respuesta afirmativa, tratando de convencerse a si misma de ello.
- Seguro que solo que se ha dormido muy profundo, a mi me paso una vez. Dormí días enteros pero me desperté aunque había gente que pensaba que no lo haría.- argumento esperando que fuera el mismo caso.- Yo no recuerdo eso pero me contaron que también perdí mucha sangre ¡Y de la cabeza que es mas serio que las tripas! Seguro que se pone bien ¿A que si?.- pregunto de nuevo a su tío y despues añadió.- Venga, tenemos que darnos prisa y meterlo en una cama caliente antes de que se ponga más malito

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03/06/2017, 17:31
Normand Serf

Extrañamente en Grisel la primera a reaccionar ante la muerte del joven dejándome en un dilema que finalmente soluciono decidiendo a favor de mi sobrina ya que esta fuera de toda ayuda un joven con tanta voluntad por vengar a su señor. Intentaré vengarlo manteniendo siempre por delante la seguridad de mis sobrinas, ellas son mi primer deber.

La abrazo suavemente intentando que permanezca calmada. – Seguro que después de Anselminus eres la que mas sabe de curaciones. – Y susurrándole al oído. – O puede que mas, pero no se lo digas o te hará beber el agua caliente con hierbas.

Intentemos recordar si sabemos alguna cosa de los nombres que nos han dicho. Si acudían a la boda lo mas fácil es que sean vecinos suyos como nosotros lastima que no nos haya dicho de que casa eran.

Miro un instante a Grisel pensando como lo digo para que nos siga el juego. Juego hay puede estar la solución.

Que les faltara la ropa encajaría con bandidos andrajosos que van sustituyendo sus harapos por las ropas de sus victimas pero si disponían de armas de calidad no deben tener problemas de dinero. Lo que temo es que supieran que se celebraba la boda y los hayan matado para hacerse pasar por ellos. Si recordáramos sus escudos de armas podríamos descubrir a quienes los mataron o lo ordenaron. Pero sin saberlos corremos el riesgo de decírselo a uno de ellos. – Mirando a Grisel sonriéndole para animarla. – Debemos ser mas listos, no diremos nada hasta identificarlos, tenemos que ser pacientes y guardar silencio. – Acabo diciendo pasándole el dedo a Grisel por los labios como si le cerrada la boca.

Mientras hablo intento recordad alguna cosa de los nombres de los muertos.