Partida Rol por web

¡Hay un primigenio en mi sopa!

Tío Ed, cuéntanos una historia

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04/06/2021, 08:17
Hermenegilda

Es una agradable tarde veraniega en la otrora lóbrega mansión de Elm Street, en Gothic Town.

Hermenegilda, jovencita de humor lúgubre y cierta adicción a los relatos truculentos y morbosos, da de comer a Aquilonia, su tarántula brasileña.

¿Qué le da de comer?

No queréis saberlo.

Resulta que tras leerse por duodécima vez El Horror de Dunwich, Hermenegilda adopta dos decisiones que marcarán su vida para siempre.

Primera.

Va a pedirle a su tío que le compre un perro.

Le llamará Charles Dexter Ward.

Quizás le enseñe algún conjuro.

Segunda.

Su nivel de aburrimiento está alcanzando niveles preocupantes.

Empieza a tener ganas de tumbarse en el suelo de su habitación e hibernar.

Hermenegilda, Gildy para los familiares, ha desarrollado una teoría: lo que diferencia a los niños de los adultos es que estos últimos son capaces de aburrirse de pie. Ella aún no ha trascendido a ese nivel. Solo tiene doce tiernos añitos.

Es hora de pedirle a su tío que le cuente un cuento, que ni Quentin cuenta tantos.

Uno de miedo.

De mucho miedo.

Y que al final mueran todos.

Horriblemente.

Clap, clap, clap.

Sus zapatitos de charol apenas resuenan al bajar la escalera que conduce a la sala de estar.

Gildy es sigilosa y tiene el garbo de una sombra danzante.

Por raro que parezca, allí hace mucho frío. Tanto, de hecho, que su tío, friolero consumado, tiene la chimenea encendida.

-Tío Ed-, dice súbitamente. -Cuéntame un cuento-.

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04/06/2021, 08:29
Tío Ed

-¡IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-, chilla con estridencia un hombrecillo lívido y tristón, brincando como una cabra del mullido sillón orejero en el que se hallaba plácidamente sentado.

El periódico sale volando desplegando sus hojas por doquier como si de copos de nieve en una ventisca se tratase.

-¡Jesús, Gildy!-, rezonga llevándose una mano al pecho para comprobar que su corazón no ha pulsado el botón de eyección. -¿Qué quieres? ¿Mi herencia? ¡Casi me matas de un susto!-.

Oportuno, el reloj de cuco marca las seis de la tarde con su canción.

¡CU-CU! ¡CU-CU!

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-. 

Sorprendido, el tío Ed efectúa un torpe salto para evadir lo que considera un peligro mortal y termina de modo penoso desparramado en un escorzo en el suelo. 

-Creo... Creo que me he dislocado la cadera-.

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04/06/2021, 08:36
Hermenegilda

Gildy sonreiría... si supiera.

-Mejor así, tío. Así no podrás escapar-, concluye con sádico raciocinio la jovencita, tomando asiento e ignorando por completo al cuco.

-Venga, cuéntame un cuento que dé miedo-.

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04/06/2021, 08:38
Tío Ed

-Maldita sea la estampa de ese ave parricida, niña... No sé por qué tu tía aún tiene ese condenado reloj aquí en el salón. Al último gato que tuvimos en casa le ocasionó un síncope-.

Tío Ed, renqueante, arrastra su patético físico hacia su sillón frente a la chimenea.

-Gracias por tu inestimable ayuda, sobrina. Da gusto ver florecer en ti las semillas de tu educación cristiana-, masculló Tío Ed mirando con un deje de sospecha a su alrededor.

Tío Ed solía pensar a menudo en su propio asesinato sin motivo aparente.

Cuando digo a menudo, digo a diario.

Cada hora sufría un episodio de paranoia delirante. Como mínimo. Este fue el motivo por el que tuvieron que despedir de la casa al mayordomo chino. Gustaba de esconderse y tramar emboscadas para entrenar a Tío Ed contra posibles asaltantes furtivos. Casi mata a Tío Ed de un susto una vez al emerger del congelador armado con unos alones de pollo como si de dos cuchillos curvos se tratasen.

"Señol Poe, Confucio dice: El camino del Guel-lelo comienza aceptando Muelte", solía decir.

Tío Ed sabía bien que convenía tener a la sobrina de buenas durante su estancia veraniega, no fuese a invocar a la Cabra Negra del Bosque y armar una barahúnda de antología por toda Gothic Town.

-De acuerdo, pues... Un relato de miedo, ¿no? Bien, déjame contarte la aterradora historia del Cuervo...-, dijo Tío Ed dejándose llevar por la visión de aquella terrible ave en su mente. ¡Un pajarraco con una inteligencia diabólica, sin duda!

Ya ha quedado claro que los pájaros le daban mal fario.

Si llega a coincidir con Hitchcock el Tío Ed...

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04/06/2021, 08:52
Hermenegilda

Gildy resopló al tiempo que ponía sus expresivos y negrísimos ojos en blanco.

Estaba a un cántico satánico ucraniano de invocar a la Cabra. Se mascaba la tragedia en el éter.

-Me has contado el cuento del Cuervo MÁS de veinte veces, Tío Ed. ¿Podrías variar?-.

Era una orden camuflada entre interrogaciones.

-¡Siempre hablas de pájaros o gatos! ¡Quiero un cuento de insectos! ¡Quiero que salgan muchos insectos!-, protestó la joven frunciendo el ceño.

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04/06/2021, 08:55
Tío Ed

Tío Ed sonrió con cara de circunstancias y emitió una risilla nerviosa de todo punto ridícula y altisonante, tal que...

-¡Ajijijojuju...Je!-.

Notaba el sudor manar en caudaloso torrente por sus sienes.

¿Qué hora era? ¡Dios santo! ¿¡CUÁNDO VOLVERÍA A APARECER EL DICHOSO CUCO HOMICIDA!? ¡UNO NO PODÍA VIVIR CON ESA ANGUSTIA!

Entre camuflados ataques de pánico y con una creciente angustia reptando desde su vientre rumbo al esternón, el hombrecillo extrajo un pañuelo del bolsillo de la pechera de su chaqueta y se enjugó el sudor del rostro al tiempo que recordaba la última misiva de su buen amigo, Howard Phillip Lovecraft, de los Lovecraft de toda la vida.

La carta venía a decir, en un tono bastante formal, algo así como...

Eddie, my man,

Ayer tuve un sueño evocador de proporciones cósmicas. Un sueño que reflejaba un terror tan atávico, tan lejano, que ahora no hago más que tartamudear sistemáticamente la palabra "EONES" en un bucle NON-STOP. De verdad te lo digo, Eddie. Fue un sueño tan vívido, tan horripilante, tan simbólico, que tuve que levantarme in the middle of the night e ir en vigoroso sprint hacia el baño.

He de confesarlo: me jiñé de miedo durmiendo.

¡DURMIENDO, EDDIE! ¡DURMIENDO! ¡PRIMICIA!

Creo que ni siquiera tú, exponente imperecedero de la fragilidad física y psicológica, te has defecado en pijama... Shame on me.

La cuestión: ¡HE DADO CON EL NUEVO PRIMIGENIO QUE ESTABA BUSCANDO, EDDIE, MY BOY!

Ya he plasmado mi miedo a los cefalópodos, a los paquidermos, a los sapos e, incluso, a las cabras, Eddie. Sentía que estaba agotado. Tanto pseudópodo cansa al lector occidental. A los nipones les vuelven locos, cierto, pero anhelo innovar en mis relatos, tú lo sabes bien. ¡ES LA HORA DE QUE EMERJA UN NUEVO MAL EN ARKHAM, QUERIDO AMIGO!

Hablo, por supuesto, de escorpiones, Eddie. Escorpiones emergiendo de ciudades ciclópeas. ¡ESCORPIONES, MI DESTINO!

Esos bastardos te pueden matar de un picotazo de su aberrante aguijón, ¿lo sabías?

¡DE UN SOLO PICOTAZO, EDDIE!

Te contaré más detalles pronto. Ahora tengo que trabajar a los personajes de la historia. Solo sé que de pensar en ello tengo escalofríos y mi esfínter se agita indómito.

Con los mejores deseos, se despide,

Howie

PD. Debo decirte algo más, Eddie: el gato negro que me regalaste en primavera no ha tardado en mostrar su verdadero rostro y he de confesar que es un auténtico hijo de Satanás. Me ha hecho trizas mi copia del Vermiis Misteriis. Y sé que ha disfrutado. Puedo verlo en sus ambarinos ojos...

Tío Ed esbozó una taimada sonrisa.

-Así que quieres una historia de insectos, ¿verdad, querida Gildy? Weeeell... Let me put my sunglasses on...-. 

Notas de juego

ESCENA JUST FOR THE LOVE OF LOL

FIN DEL PRÓLOGO