Partida Rol por web

Lo que usted desee, señorita Watson, será miel sobre hojuelas para mi, admite almibarado Percy. Entonces, un hueco para mañana ¿a qué hora podría ser?

Por cierto, que acabo de encontrarme con la mujer del señor Dawson, dice, simulando que pasa al terreno menos riguroso de las habladurías y los cotilleos, y está preocupadísima porque parece que ha pasado la noche fuera de casa sin avisar. De hecho ayer en la fiesta de cumpleaños de mi amigo John no apareció, estando invitado, y si en su lugar un tipo muy raro disfrazado de arlequín. Yo me hice un disfraz de fauno que era una monada. ¿Qué le parece? ¿Cree que deberíamos estar preocupados? Se muy bien que el señor Dawson a veces se despista, y como su trabajo le lleva a hacer muchas investigaciones, podría estar ahora en cualquier sitio, trabajando, y nosotros preocupándonos tontamente.

La mujer suspira, visiblemente preocupada al escuchar el nombre de Dawson. Mira a su alrededor, como si temiese que alguien pudiera estar escuchando vuestra conversación. Su excelente autocontrol flaquea y por un momento duda e incluso tartamudea. 

-S...sí. E...estamos preocupados por él. Hoy no ha venido a trabajar. Pensamos que estaba enfermo. La señora Dawson no sabía nada de él y la policía ha estado haciendo preguntas. Que no sea nada, por favor. La última vez que lo vi fue ayer tarde. Tenía una reunión con el fiscal. Estuvieron hablando y luego marchó. Antes de marchar, a eso de las 5 me habló de esa fiesta suya. Me dijo algo de comprar urgentemente un regalo apropiado para un caballero y sabiendo que se trataba del Señor Scott, le recomendé que le comprara un maletín de piel para llevar su papeles. Le hablé de Hallmark, la papelería que hay en la Calle de la Independencia. 

El guardia se ha mostrado inaccesible, así que arrimo la oreja a la mesa de la secretaria, justo tiempo para captar aquella pista sobre el último paradero de Dawson.

Bueno, bueno, roguemos por que no haya sido nada grave. Pues nada, nos vamos.

Más tarde, en un aparte, comenta. La papelería Hallmark. ¿Vamos ahora o primero nos reunimos con los demás?

-Deberíamos de intentar sacar algo en claro antes de encontrarnos con ellos –opino. –Vayamos a esa papelería.

Lo que podéis ver sobre la mesa son carpetas similares a las que había en casa de Dawson, repletas de hojas de diferentes tonalidades, desde el blanco hasta el ocre. en algunos casos. 

Nada que os sugiera una pista sobre el paradero de Dawson.

Dejáis los juzgados y partís en dirección al centro. La calle Independencia está tan cerca de los juzgados que ni siquiera os merece coger el coche. Al llegar veis que se trata de una papelería bastante completa donde hay todo tipo de material de escritura, portadocumentos, etcétera.

-Ojalá que nos encontremos con una guapa dependienta. Le preguntaremos si estuvo alguien ayer por la tarde interesado por un maletín de piel, ¿os parece? Así sabremos si al menos consiguió llegar hasta aquí.

Vale, compañero. Te dejo la iniciativa... bueno, si es guapa igual te piso. Pero vamos dentro, que cuanto más tardemos será peor.

Respondo con una pícara sonrisa y les antecedo. Me dirijo resuelto hacia el mostrador, reclamando la atención del empleado que esté disponible.

La papelería es un pequeño negocio pero puesto con mucho gusto. Probablemente el mejor sitio en Dawson para comprar material de oficina y papelería.  Según entráis veis todo un mostrador corrido a la derecha con vitrinas en las que se pueden ver todo tipo de material de escritura. Pegado a la pared hay estanterías altas en las que se pueden ver todo tipo de portafolios, carteras portadocumentos,...

La tienda está atendida por dos personas, un hombre de unos cuarenta y tantos años y una joven que perfectamente podría ser su hija.  

Júpiter se acerca al mostrador y antes de llegar la chica lo mira dedicándole su mejor sonrisa. 
 

-Bienvenido a Hallmark, ¿en qué podemos ayudarle?

-Buenas tardes, señorita –devolviéndole la sonrisa, me hago cargo de la situación. -Buscaba un pliego de un papel elegante, es para escribirle a una amiga. Así soy yo, de distinguidas maneras, como dice la canción. Ajá, ese de allí parece adecuado, tampoco es que estemos comprometidos, ¿sabe? Ah, y estaba interesado en uno de esos maletines de piel. ¿Se venden mucho?

Percy, tras saludar a la chica y dar a entender que iba con Júpiter, se entretuvo curioseando por la tienda (y aprovechando cuando había cristales o espejos para echar una buena mirada a la moza desde diversas perspectivas). También cubrió, en los momentos en los que la líbido le dejaba tranquilo, el escaparate. Curioseó desde ahí la calle para ver si alguien se tomaba especial interés en ellos.
 

-Claro, venga por aquí.

La chica te guía hasta un expositor donde puedes ver varias bandejas con papeles de diferentes tamaños, calidades y texturas. 

-Estos sepia están de moda esta temporada, con el grano grueso. Seguro que le gusta. ¿Maletines?

La mujer se gira hacia atrás intentando ver en cuál o cuáles te has fijado.

-Sí...son bastante prácticos. Se venden bien, sobre todo entre profesionales y estudiosos. Son muy útiles para llevar documentación de forma discreta y segura. Además los tenemos en varios tamaños, acabados y colores, con llave o sin ella, blandos, rígidos, semirrígidos...y si quiere algo más específico, se puede pedir.

Harry se acerca a Percy para preguntarle una cosa que Jupiter ahora parece un poco liado.

¿Estamos aquí porque fue el último sitio que Dawson visitó no?

Que nosotros sepamos si, pimpollo, dijo condescendiente Percy. Estaba seguro de que el detective sufría de la apatía del profesional al ver actuar a los aficionados, y que pronto haría una exhibición de genio digna de mejor causa, para acudir en ayuda de los torpes principiantes.

Nos lo cotilleó la secretaria del fiscal.

Harry le guiñó un ojo a Percy que acompaño con una sonrisa cómplice. Esta vez hablo en alto: - Gracias joven . - Ahora Harry se dirigió a la dependienta.- Señorita, tendría un momento. Vengo en representación de la compañía Giorgio Fegon. Estamos haciendo un sondeo sobre los compradores mas habituales, así sacar una nueva colección dirigida a los compradores mas fieles. ¿Sería tan amable de mostrame el registro de ventas?

Me convenció el sepia de grano grueso, y tras su explicación, sigo tratando de sonsacarle:

-Sí, sería para un regalo de cumpleaños, para un profesor. Pero ahora que lo pienso… Fue alguien de nuestro círculo (nos reunimos en el Chaston, ¿ha estado allí alguna vez?) quien me insinuó la idea, ¿es posible que viniese ayer por la tarde a esta tienda a comprarlo?