Partida Rol por web

Ojala pudiera decir lo mismo de ti, pero viviras por mucho tiempo aun; hasta que me digas todo lo que quiero saber.

La sala principal de la casa^* os separa algunos cuerpos que estan tirados en el suelo apena estorban, y tu primo esta en el marco de la puerta sujetando la daga en una mano mientra sonrie al erudito, y empieza a andar lentamente hacia ti.

-Sabes primo, desde que tu padre dijo que ibas a heredar todo, estaba deseando hacer esto, pero claro por suerte mis amigos me han aligerado el camino, no creo que mi tio me hubiera dejado hacer esto. Es que la sangre infernal que recorre nuestra sangre esta degradandose con tanto roce humano.

Rolakos no respondió nada. Poco le importaba lo que tuviera que decir Zerron, al menos por ahora.

Con calma empuño su lanza en la dirección de su primo y lo espero; tendría que intentar pasar por la lanza para llegar hasta Rolakos.

La estúpida sonrisa de Zerron lo acompaño mientras avanzaba entre los cuerpos de la sala. Tomándose tanto tiempo para saborear lo que seguramente percibía como su momento de victoria, que le dio tiempo suficiente a Rolakos para echar mano a su bandolera, tomar su mutageno y beberlo.

Veamos si sigues sonriendo después de esto.

El efecto fue inmediato. Con un gruñido, mitad dolor y mitad furia, el cuerpo de Rolakos comenzó a hincharse, sus músculos creciendo tanto que tomo una forma bestial y primitiva. Unos momentos después, al terminar el proceso alquímico dentro de su cuerpo, Rolakos tenia la misma sonrisa arrogante que su primo, sosteniendo su lanza en dirección a su corazón.

Christopher se queda confuso al escuchar las acusaciones de los dos guardias.

- Yo no he matado a nadie, no tenéis ninguna prueba.

Dices que no, tenemos uno de los vagabundos que asegura que ha sido tu el que ha asesinado, ademas tenemos esto.- te tira a los pies lo que reconoces la camisa del anciano con el que estubiste hablando, manchada de sangre usada tambien para limpiar un arma mas ancha que una daga.- Asi que tiene dos opciones deponer tus armas o prepararte para morir.

- No, yo no he sido. Estuve hablando con un vagabundo, pero no lo he asesinado. - Dijo un poco frenético y levantando los brazos para que los guardias vieran que no hacía ningún movimiento extraño.

Bien pues nos acompañas a los calabozos hasta que todo esto se aclare- te dice el mismo guardia que te ha lanzado la camisa, mientra te quita la espada- Venga andando, vas a estar unos dias a las sombra hasta que digan algo.

Zerron carga contra ti con su daga y falla por poco, no llegandote a dañar. - La proxima vez no tendras tanta suerte primito
 

Rolakos dio un salto hacia atrás después de que la daga de Zerron casi le cortara el cuello en dos. Y mientras su primo se concentraba en amenazarlo, él se concentraba en clavarlo en su lanza.

Una vez estuvo fuera del alcance de Zerron, contraataco con un ataque rápido y directo.

La carga de Zerron fue un terrible error por su parte. Rolakos lo esperaba con su lanza, listo para recibir todo el peso de su primo en la punta afilada.

La carga de Zerron fue parada en seco, pero alcanzo a tirar un corte que casi decapita a Rolakos.

Aprovechando la oportunidad, Rolakos dio un salto hacia atrás después de que la daga de Zerron casi le cortara el cuello en dos. Y mientras su primo se concentraba en amenazarlo, él se concentraba en clavarlo en su lanza.

Una vez estuvo fuera del alcance de Zerron, contraataco con un ataque rápido y directo.

Despues del salto hacia atras atraviesas la caja toracica de tu primo con un lanza y este cae de espalda, tal cae el erudito medio en susurro te llama pidiendo auxilio. Al lado suya ves medio salida de uno de sus bolsillos una pocion de curar heridas moderadas.

-No se si esto nos pone a mano, o ahora estoy doblemente en deuda contigo, ya que fue mi primo el que te ha apuñalo -le dice al ermitaño mientras lo toma por su cabeza para ayudarle a beber la poción que llevaba consigo.

El efecto de su mutageno pasaría en algunos minutos y eso le dejaría pensar con claridad; el mutageno de fuerza tiene la cualidad de hacerte, no solo más fuerte, sino también más idiota, solía decir su padre. Aunque en realidad no era para tanto, era cierto que impedía de cierta forma la habilidad intelectual. Mientras el ermitaño se recuperaba Rolakos se preguntaba si había valido la pena beber el mutageno. Su primo, el único que tenia respuestas sobre quien lo contrato parecía estar muerto. Y su intención inicial era sacarle la información después de derrotarlo, pero un instinto asesino lo había poseído en esos pocos segundos de combate.

Se acerco al cuerpo de Zerron para revisar su pulso.

-¿Crees que aun podamos salvarlo? -le pregunto al ermitaño mientras revisaba los bolsillos de su primo-.

levantandose con trabajo -No ya esta muerto y los pactos que haya echo se han ido con el pero creo que no ha venido solo- mientras alza una mano hacia a ti -ven dame la mano, tendremos que irnos pero creo que todo esto es parte de algo mayor, asi que necesitaremos ayuda y no de los cuerpos de justicia normales.

-¿Significa eso que vas a ayudarme? No entiendo tus razones, pero si es asi, acepto tu ayuda.

Mirando por ultima vez la habitación donde ocurrió todo, sabiendo que probablemente no volvería en mucho tiempo, Rolakos se despidió en silencio de su familia y de su hogar. Pero en su cabeza solo había un pensamiento: Venganza.

Mientras se alejaba con el ermitaño se resigno a aceptar que ya no era un extraño y seria parte de su búsqueda. Por más que evito saber su nombre, ya no tenia caso evadirlo.

-Nunca me dijiste tu nombre...

Darkan, mi nombre es Darkan- despues de eso pronucion unas cuantas frases arcanas y apareceis en otro lugar muy distinto, una habitacion algo mas amplia que el salon donde os encontrabais y repleto de libros.

Despues de soltarte la mano se acerco a una mesa donde habia un gran tomo.- Temo que la cosa se me ha ido de manos, y han movido ficha antes de tiempo, asi que creo que lo mejor es que busquemos aliados contra a lo que nos vamos a enfrentar.- de al lado del tomo coge un pergamino- tendras que esperar aqui. Entonces cuando estemos todos juntos podre explicarlo de una sola vez.

Rolakos recorrió el lugar donde lo había dejado Darkan. Tenía muchas preguntas para el viejo, pero al parecer tendría que esperar hasta su regreso. Pasaron las horas y el joven tieflien se impacientaba. El hambre comenzaba a hacerle ruido en las tripas, pero la fruta no era algo que le apeteciera, Rolakos prefería la carne. Para distraerse, comenzó a preparar, con sus reservas personales, el mutageno que había consumido durante la corta pelea con su primo, eso le tomaría al menos una hora. También se aseguro de preparar sus pociones diarias.