Partida Rol por web

               Ororo le hace una serie de señas a Ciara tras acercarse un poco a ella, después de que Kim le pidiera aumentar su poder para que hiciera lo mismo con ella, para que también le ayude a potenciar su poder después. 

              Entonces la joven mulata muda dispara al guardia que atacó a Kim Sun Hee, tratando de buscar después un lugar donde cubrirse de los disparos de los guardias, lo mas cercano a la bella pelirroja de cabellera corta para cubrirla de sus ataques

Al fin habíamos llegado a la puerta de nuestro destino, pero frente a nosotros un obstáculo inesperado estaba frente a nosotros, un cerrojo de alta seguridad, hasta donde mis limitados conocimientos de los compañeros de prisión me decían, Max tampoco era alguien altamente entrenado en el arte del hackeo, solo tenemos dos opciones a seguir, tratar de forzarla, o tratar de adivinar el código, aunque, quizá, la dama suerte podría dignarse a sonreírnos, si la cerradura no cerraba automáticamente, dada la situación era probable que Pfix no hubiese tenido tiempo de cerrarla, o incluso, podría haber sufrido el mismo destino que las puertas de las habitaciones, al estirar la mano para tomar la manija de la puerta con delicadeza dedico un instante a preguntar a mi compañero, ¿tú o tus compañeros?, por pura casualidad, ¿no conocen la clave?, compruebo con suavidad el estado de la habitación, al mismo tiempo.

Ciara volvió a prestar completa atención con todos los sentidos al combate frontal cuando escuchó a Sun pedirle que potenciase su poder. Aunque, por desgracia, dejó la vigilancia con malas noticias que compartir después de la fugaz observación que había realizado.

-Hay un guardia que se acerca. Vamos a quedar atrapadas entre la espada y la pared si no salimos de aquí enseguida.

Jane había preguntado qué hacer, una cuestión a la que la pelirroja trató de dar respuesta.

-Transfórmate en Terry y atiende al que viene por detrás, por favor. En caso de que llegue a nosotros antes de que nos podamos marchar de aquí, al encontrarse cara a cara con uno de sus jefes, es posible que quede un momento aturdido y podamos reducirlo. ¿Te parece bien, Jane?

La irlandesa percibió como Alex cogía un arma mientras Ororo se acercaba a ella con unos gestos. No esperaba eso. No quería eso. Tener un arma en las manos podía convertir a la teleportadora en un objetivo a abatir para los asesinos con los que estaba en combate y, en el mejor de los casos, la pobre inocencia de la niña podía quedar irremediablemente malparada por matar a alguien.

-¡VUELVE AQUÍ, ALEX! -le gritó casi rogando.

Ciara decidió proyectar el aura de su poder con la intención de aumentar las habilidades de Kim tras la exclamación lanzada. Ojalá la combinación de habilidades con su amiga fuese bastante y lograsen acabar con los guardias antes de que sucediese una tragedia. 

La puerta se abre y Clint aún tiene la mano encima del teclado numérico, pasa rápidamente con temor de que la puerta se cierre por sí sola de la misma forma que se ha abierto y echa un vistazo atrás antes de ser de nuevo consciente de su situación. Pasa la mano por su frente, no está sudando pero tiene esa sensación de que algo se escurre por su frente. Sujeta el arma con ambas manos apuntando hacia el suelo - No deberían haber guardias, deberían estar todos en el hospital...  - Aún podía aparecer el asesino o el león... piensa casi bromeando consigo mismo - Me parece que me han tomado el pelo

Al llegar al hangar se queda allí de pie y levanta una mano dejando el arma bien abajo - EH  TSK

La chica de las pantallas.... - Giss... ¡GINA! - Afuera el viento resopla y Clint agacha la cabeza como si alguien fuera a dispararle por detrás, como si recibiera una colleja del mismísimo hombre invisible. Con paso lento e indeciso avanza hacia la chica de pelo rosa. - ¿No..? - Le daba miedo preguntar - ¿No hay nadie más? - Miró a su alrededor, respondiéndose a sí mismo y sintiendo que los ojos se humedecían. ¿Como podía ser que fuera el único que había llegado? Tantos chicos muertos en su camino.... tan solo había encontrado a Eli. ¿De verdad nadie más lo había intentado? 

Eso era imposible, alguien tenía que haber llegado. Avanzó hasta el helicóptero para mirar en su interior y después mirar el camino por donde él mismo había venido - ¿Donde...? ¿Nadie ha llegado? Hay que...  - No sabía ni qué decir, hay que... ¿Qué? ¿Volver? Quien lo hubiera intentado se encontraba ahora en el suelo del centro con una bala en su cuerpo y quien no había salido de su celda era porque probablemente no quisiera o no tuviera la fuerza para sobrevivir ahí fuera. - Yo... yo me llamo Clint - Dijo girándose hacia Gina con tono apesadumbrado pero reafirmado por estar allí

Clint echó un par de pasos hacia atrás frente a la respuesta de Han, se sintió muy avergonzado. Tanto como cuando indicó a Tiana Salvatore que le gustaba y ésta la rechazó. Buscó por el suelo una excusa para evaporarse y recordando se llevó la mano al bolsillo en busca del hueso y brote de aguacate... no estaba allí, no en aquellos pantalones. Una parte de Clint se alegró de que no estuviera en esos pantalones mientras que otra sintió que no tenía gran cosa a la que aferrarse.

Busco las miradas de Baltazar, Illia y Arturo tras el mensaje de Mia. Illia ya emprendía su camino al hangar, pero parece que Baltazar ni Arturo eran conscientes de la premura de la situación. La tormenta seguía apretando y el viento había aumentado, los pocos árboles de la isla se empezaban a zarandear al tiempo que la lluvia furiosa los deshojaba. El rugido de las olas parecía el de un interlocutor deseando participar en los momentos de silencio.

No es seguro que fueran ellos quienes entraban al dormitorio, solo vi a un pequeño grupito entrar allí Baltazar

Y tal vez los dormitorios tengan otra puerta por la que salir y hayan acortado el camino por allí - Había tenido una idea muy equivocada de Baltazar, temerario o temeroso, aún no estaba claro.

Pasó la mano por la cara para sacarse el agua, estaba empapado, ¿Qué hacían allí en medio de la lluvia como unos tontos?

¡Rats!

Arturo y tú deberíais ir con Illia al hangar, se van a ir sin vosotros. Si así te marchas, iré al dormitorio a sacar a quienes hayan entrado. Si vais a los dormitorios tras ellos, iré con Illia - Clint era pequeño y escurridizo, y sujetaba con firmeza aquel rifle automático que usaban los guardias. En sus muñecas no había ya pulsera.

Denzel se quedó pensativo, su primera idea era ir a los dormitorios de las chicas y buscarlas a partir de ahí, pero dado como estaban ocurriendo los acontecimientos, dudaba que se hubiesen quedado en los dormitorios, quizás se habían encontrado con los compañeros de Nahuel o estarían en los transportes, tarde o temprano suponía que acabarían allí, con lo que estaba ocurriendo dudaba que nadie sé quisiese quedar en la isla.

-Nahuel… si no te importa te acompaño, no sé dónde pueden estar mis amigas, y quizás se hayan encontrado con alguno de tus compañeros y hayan ido con ellos al punto de reunión, si no quizás tenga suerte y encuentre a alguien que las haya visto por el camino.

Sea como fuese, después de lo ocurrido tenía claro que no podía ir solo si quería continuar vivo.

-Si puedes caminar y seguir el ritmo si- dijo Nahuel -Sino sería mejor que vayas a los transportes, si las veo te prometo que me encargaré de llevarlas.  Sólo dime sus nombre- Ignoraba si su sanación había funcionado en Denzel y no quería arriesgar al muchacho más de lo debido, pero también sabía que esa no era su decisión.  -Bueno... no es una orden, es un consejo, no puedo prohibirte que me sigas-  agregó con una sonrisa amigable.  Su buen humor parecía estar retornando

Pero que hago con la ropa? no llevo sus uniformes!. Jane estaba muy nerviosa y taquicardica. 

Miré el camino. Por un lado estaba la ruta. Por otro lado, ir con esas tipas. No sé todavía que hacer del todo. La ruta de mi amiga no era una garantía, y no contaba con otro detalle: había tormenta. Si usaba algún tipo de vehículo, no solo no sabía conducirlo, sino que podía hundirme como un pececito en el mar. 

¿Qué hacer? No tenía forma de decirle a Kyra que la ruta no es exactamente la que planeábamos, pero si llevaba a los helicópteros. Y mientras tanto, paso a paso. Necesitaba el número de la puerta de todas formas. Eso y otro dato: cercionárme de que los helicópteros funcionaban, y su capacidad de carga, algo a lo que no me habían respondido. Porque si era reducida, tendría que buscar una ruta alternativa si o si, al menos, para que otros tuviesen una oportunidad.

Tiempo... si iba a jugar a las adivinanzas era escaso, pero lo primero era verificar. Porque si había algo que me distinguía de parte del resto: en vez de lanzarme a salvar a ciegas, trabajaba con lo que tenía. Y más cuando no sabía lo que me esperaba a cada vuelta de la esquina. Me dirigí a la zona de los helicópteros, buscando el tan ansiado número.

A raíz de la conexión percibes esperanza e indecisión, duda, un revoltijo de emociones.

La lluvia seguía cayendo y parecía que iba a empeorar, el niño voltea a ver a Clint, le dice, tú deberías ir con Ilia, como ella ha dicho, el tiempo esta sobre nosotros y no sería justo que se quedarán por seguirnos, luego voltea a ver a Baltazar con una mirada decidida, hay que ir por ellas, empezando a correr hacia la puerta del dormitorio de chicas.

Las chicas probablemente estén en el hangar, pero él insiste en buscarlas en cualquier lugar menos donde más probablemente estén -pensó Nacho sobre Denzel-. Aún cuando acaban de dispararle. Ya se le dijo, pero si insiste, no hay nada más que se pueda hacer.

Negué con la cabeza dándome por vencida. Parecía que preferían seguir dando vueltas sin ningún objetivo en concreto.
—Iré al Helicóptero.—Respondí a Baltazar.— Confío en que ellas ya estén allí o de camino.—Estaba casi segura de ello.

Exceptuando Ciara, que había intentado y finalmente conseguido entablar amistad conmigo, al resto solo las conocía brevemente, pero dudaba que fueran la clase de personas que se quedaran en las habitaciones encerradas esperando en vez de aprovechar la oportunidad. No quería siquiera pensar en otra posibilidad, no quería admitirlo, pero si no estaban ya donde el helicóptero o camino hacia allí, la posibilidad de algo peor que estar perdidas era palpable.

Ya caminando hacia el helicóptero y de espaldas a mis compañeros reprimí una arcada recordando el final de la persona que había intentado escapar por la cornisa del edificio de habitaciones.

Fue entonces cuando vi como Clint había decido acompañarme. Agache la cabeza tapándome con la capucha la lluvia que seguía azotando sobre nuestros rostros

—Gracias.—Susurre en voz baja casi inaudible.

Mis dotes sociales no eran buenas y mis intentos de convencerles que fueran al helicóptero habían caído en saco roto, pero al menos Clint venia conmigo, aunque fuera con la intención de simplemente no dejarme sola.

La entrada al edificio de mando está libre de guardias e incluso las defensas automatizadas, cuya existencia desconocía, gracias a Dios estaban desactivadas. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que llegamos a la puerta y al teclado, un pequeño panel que nos separa de nuestro objetivo...

Me temo que no y si la saben no la han compartido conmigo... Mierda, si tuviese un ordenador a lo mejor podíamos hacer algo pero no tengo y se nos acaba el tiempo.

Frunzo el entrecejo y cierro los ojos. Lo cierto es que no sabía si esto iba a funcionar o no pero por intentarlo no perdía nada antes de intentar tirar la puerta abajo...

Mei... Mei... Aquí Max... Por casualidad, ¿no sabrás la clave que abre esta puerta del centro de mando?

Alex, aún empeñada en desarmar a los guardias pese a lo peligroso que era, consiguió quitarle el rifle a uno de ellos. ¡Genial! Aunque no pudo teletransportarlo, al parecer. ¡Ya había dos guardias desarmados!

Ahogué un grito cuando vi que otro de los guardias intentaba pegar a Alex, pero, por suerte, se confundió y golpeó a una de mis ilusiones. ¡Había conseguido salvarla de una buena tunda! Pero aun así tenía que salir de allí.

En mi cabeza vi la imagen de una mujer, que nos pedía ir al hangar… ¡Se nos acababa el tiempo! Empecé a ponerme nerviosa. Si no nos íbamos ya, ¡perderíamos la oportunidad de escapar! Asentí enérgicamente cuando la china insistió en acabar con ellos, pero dudé ante lo de ir directamente al hangar. Jason, Arturo, Dheera… No sabíamos si estaban ya allí o si necesitaban ayuda.

Entonces, mi amiga Alex hizo algo que me sorprendió mucho: cogió una de las armas y amenazó a los guardias con ella. «¡Se ha vuelto loca!» pensé por un momento. Pero enseguida me di cuenta de que era una genial idea. Pero, al mismo tiempo, Ciara nos dio una horrible noticia. ¡Estábamos en apuros!

—¡No! Dos de ellos ya están desarmados. Solo tenemos que desarmar al que queda, pasar por encima de la barrera y salir corriendo. ¡Haced que se rinda! —exclamé, hablando lo bastante alto para que me oyera Ciara y las demás que estuviesen cerca, pero no lo bastante para que me oyeran los guardias.

Tenía una buena forma de apoyar a Alex en su amenaza. Deshice la ilusión de Alex que quedaba, pues ya era evidente quién era la real. Luego me concentré para crear dos nuevas ilusiones de chicas armadas con rifles apareciendo tras Alex y apuntando amenazantes con sus armas. Decidí que tomasen una apariencia que no había usado antes: la de Kyra y Puleun. Seguro que al verse rodeados, los guardias se rendirían.

Denzel afirmo con la cabeza mientras trataba de reincorporarse.

-Intentare ayudar todo lo que pueda, o como mínimo no ser un incordio para ti. Son Ilia y Tiana, creo que las conoces. Se que lo mas lógico es que estén en los transportes, pero si se han quedado de camino, o atrapadas, o... 

El joven prefirió no pensar en eso ultimo.

-Necesito estar con la consciencia tranquila, saber que en ese caso hice todo lo posible por buscarlas y no me fui a un sitio seguro a la primera de cambio. Quiero creer que ellas harían lo mismo en mi caso. Por eso me cuesta creen que hayan ido a los transportes directamente.

Nahuel asintió, comprendía lo que decía Denzel, de hecho aquella motivación era la misma que lo impulsaba a él a buscar a sus compañeros.  Presentía que ellos no irían a buscarlo a él porque eso iría contra una parte del código, pero él tenía que asegurarse que había hecho todo cuanto podía. -Vamos-

Mientras todos decidían allí que hacer ella se había adelantado camino de vuelta al punto de reunión, o el comedor para el caso. Pero se detuvo un segundo al sentir el poder de Dheera otra vez. -Creo que Dheera me acaba de informar que ella y Charles ya están en el hangar, lo mismo que los que hayan ido hacia el hospital - Dijo a Nahuel, girándose para verlo hasta que la alcanzara. Arturo y Baltazar habían ido hacia allí, pero como el camino de salida pasaba por el hospital creía bastante seguro asumir que todos estaban juntos para ese momento.

-Vayamos directo al hangar - Propuso - Será más facil comprobar allí quien no esta y regresar a buscarlo que perder tiempo haciendo el camino largo - La idea del punto de reunión parecía haber zarpado hacia mucho. -Ilia estuvo en el comedor hace un rato, se fue, estimo que hacia el hangar - Informó a Denzel cuando recordó su pregunta. "Demasiadas cosas en que pensar" La cabeza empezaba a dolerle. Estaba bastante segura que debían ser los últimos rezagados a este punto, y más les valía desaparecer de allí cuanto antes. 

Lo que hasta ese momento había sido irritación e impaciencia, paso a ser alivio y más impaciencia, acompañada con la misma seguridad de siempre 

Nahuel toca a Denzel y comienza a concentrarse, el chico puede visualizar los tejidos y las heridas de Denzel, tras respirar unos momentos y concentrarse empieza a pensar como deben estar, Denzel nota un dolor en la zona, pero segundos despues nota un gran alivio