Partida Rol por web

Nahuel se encaminó hacia los dormitorios de las chicas acompañado por los demás.  Todavía enojado por lo que acababa de suceder y molesto con Irwing, es que no se explicaba como podía haber gente así y para colmo luego el niño rata que sin saber de que iba la cosa abría la boca.   Estaba enojado si, pero con un objetivo claro, encontrar a los que faltaban y cuando vio a las chicas su enojo casi desapareció y en su rostro arrugado se formó una sonrisa.  Se acercó corriendo hacia ellas con el subfusil en la mano y vistiendo aún su chaleco antibalas, en las fundas iban la pistola y el cuchillo, todo equipo típico de los guardias.  Sin poder refrenarse abrazó a Ciara, luego se separó de ella y acarició las cabezas de las más chicas.

-¿Están todas bien?  Llevamos un rato buscándolas, tenemos que tratar de llegar a los hangares lo antes posible- dijo concentrando su mirada en Ororo.  Luego volteándose hacia Ciara agregó -Ciara, creo que con ayuda de tu poder podré pilotar el segundo vehículo y así salvar más gente- estaba verdaderamente emocionado, más por el recuentro con Ciara que por otra cosa pero intentaba disimularlo lo mejor posible.

Al escuchar los disparos me concentro y empiezo a condensar la humedad del aire alrededor del hangar creando una densa neblina que obstruya la visión de los francotiradores, dificultando así su labor.

Al escuchar a Irwing, no puedo evitar mirarlo con mala cara y sin perder tiempo cojo mi puñal y se lo pongo en la mano.

Bien ya estás armado, puedes ir adelante si gustas, si no sólo cállate y no pongas excusas. - luego me acerco a Arturo. - ¿Un último rodeo? Creo que debemos dar el primer paso, dado que existen algunos que no parecen estar dispuestos a hacerlo, pero antes permíteme intentar mejorar nuestras opciones. - digo mientras me concentro por unos segundos y me dispongo a avanzar.

Arturo, tu quédate a mi lado, si alguien va a recibir un plomo hoy, no serás tu y si no lo logro, dile a Alex que se cuide mucho y que viva por ambos.

Por fin cada cual se ponía en marcha en busca de su destino. Lamentablemente, no todos buscaban lo mismo y estaban nuevamente separados. Nacho esperaba que por poco tiempo. El camino hasta el hangar fue más complicado de lo esperado porque estaban siendo atacados no sabían desde dónde. Para colmo, si bien Nahuel lo había ayudado, el efecto de su curación había sido menos hábil de lo que había sido curando a Denzel. Estaba mejor, sí, pero el brazo aún le dolía. Antes habían sido Cooper, Irwing y Nahuel. En ese momento, eran Irwing y Baltazar. Aparentemente mantenerse unidos era más difícil de lo esperado y las discusiones continuaban. Nacho las ignoró y se acercó al ordenador. _Como dice Irwing, la puerta 2 es la correcta, y supongo que será la del medio. Pero creo que podría darle más utilidad a este ordenador. ¿Alguno puede tenerme el brazo, por favor? No sé si pueda mantenerlo sobre el teclado solo mucho tiempo. Vamos a trabajar en equipo si queremos salir de ésta. ¿Qué poderes tienen ustedes? Probablemente ya lo sepan pues nunca lo he ocultado, pero yo leo mentes, no demasiado útil en este momento. Y tranquilos, nunca leí la mente de ninguno de ustedes ni lo haría, si no, no estaría preguntándoles por sus poderes. Lo que sí, soy bueno con los ordenadores. No sé si lo suficiente para hacer lo que quiero, pero lo intentaré. Quiero ver si puedo encontrar algún plano por si los francotiradores tienen ubicaciones definidas para este tipo de cosas. Si lo consigo, podremos saber dónde están y contraatacarlos. Quizás sea útil también ver si puedo manejar las luces, para apuntarlas a ellos en lugar de nosotros. O si tienen equipos para ver en la oscuridad, desactivarlos desde aquí. ¿Alguno de ustedes sabe conducir? Aquí hay vehículos. Si alguno puede conducir una camioneta, podemos volver por nuestros compañeros. En la camioneta no estarán tan expuestos y será más rápido el recorrido. Sabía que había hablado mucho, pero era importante saber qué poderes tenía cada uno, si estaban dispuestos a manejar un vehículo para ir a ayudar al resto, y que supieran que su intención era utilizar ese ordenador para conseguirles alguna ventaja.

Notando que el resto optaba por continuar el camino hacia el hangar, la joven esbozó una sonrisa, complacida por el hecho de que no se hubieran quejado demasiado. Ciara había optado por seguirla también, y aquello fue algo de agradecer, ya que Sun Hee no la habría dejado atrás, no cuando era realmente importante para ella. – Vamos. – Dijo al final, determinada a escapar de aquel horrible lugar. No podían detenerse, no podían dejar que los guardias arruinaran la única oportunidad que tenían de obtener la libertad que anhelaban. No tardó mucho en respirar hondo, dispuesta a dar lo mejor de sí misma. Había matado a dos guardias, no dudarían en matar más si lo necesitaba.

No eran más que desagradables insectos, basura que no aceptaba el siguiente paso de la evolución. La joven lo había comprendido con facilidad. Sea lo que fuera, estuvo de acuerdo con lo que dijo una de las niñas del grupo. No pensaba llevarlos. – Pienso lo mismo. No los necesitamos. – Declaró con frialdad, antes de continuar su camino, luego de que se aseguraran de haber tomado sus armas. No habría sido bueno que les dispararan por la espalda, algo que Sun Hee sabía que intentarían hacer, como los cobardes que eran. En otra ocasión, habría preferido matarles, pero no tenían mucho tiempo que perder, y no habría deseado desgastar a Ciara más de lo necesario.

No obstante, al notar la presencia de francotiradores, no pudo evitar chasquear la lengua, molesta. – Si salimos, corremos peligro de que nos disparen. Pero tampoco podemos quedarnos aquí. Tenemos que ir al hangar. – Se expresó, preocupada, antes de notar la presencia de algunos de los chicos. Sun Hee enarcó una ceja en el momento en el que Nahuel abrazó a Ciara, para luego desviar la mirada, aparentemente enojada por algo. – Primero hay que encargarnos de los francotiradores. A menos que quieras que lleguemos al hangar con agujeros. – Advirtió con clara frustración en su voz. No tenía idea de cómo lograrían evitarlos. Su poder no podía actuar desde tan lejos, ni siquiera con la ayuda de Ciara, a quien ciertamente miró preocupada. No quería que nada le ocurriera.

Jane estaba emocionada, veia a algunos de sus mejores amigos...pero a la vez estaban muy lejos por culpa de los francotiradores.

Necesitamos una distraccion, algo que haga que no presten atencion el tiempo suficiente para que podamos salir corriendo todos hasta el hangar, si damos el rodeo no llegaremos a tiempo.

Por lo que decía, podría transportarse en un par de parpadeos - pues no pretendía mostrar ningún mal tono la verdad, camino largo a mi entendimiento es dar un gran rodeo, mientras que por como lo has dicho ahora entiendo que es un "por un camino que yo pueda seguir", buscaba ser práctica; no molesta.

Se apresuró a abrir la puerta - hace apenas unos minutos si habría hablado con cierta desconfianza antes de saber que llevan años envenenándome...

Para ella que hasta hacía instantes los poderes eran una enfermedad, esa forma de moverse era inhumana, tanto como que sus pesadillas de verdad quisieran ayudarle, hablar de acortar camino intentó ser su forma de ofrecer ayuda, que; al parecer no requería...

- aunque no creo que sea importante, yo era de Daegu - y así era, ya no tenía hogar al que volver por lo que de poco le servía conocer su origen.

Las chicas llegaron al tramo final de las escaleras y Alex se detuvo al ver a tantas de ellas muertas. Apretó con fuerza los labios y se apoyó un momento en la pared, esperando a que sus piernas dejaran de ser de gelatina. Su rostro, ensombrecido por la capucha de la sudadera que se había puesto sobre el pijama, estaba pálido y sus labios temblaban. Sobre la sudadera llevaba un chaleco antibalas, que le iba enorme y le pesaba sobre los hombros.

Ya estaban cerca de la salida, sólo tenían que llegar a la puerta, pero para ello tendrían que pasar entre todos aquellos cuerpos. Alex respiró profundamente. Con ambas manos todavía sujetaba el arma que le había quitado a aquel soldado. Le pesaba mucho y no tenía ni idea de cómo iba, pero si hacía falta lo utilizaría como un proyectil y seguro que podía hacer mucha pupa. 

Escuchó unos pasos y levantó la mirada, apartándola de los cuerpos de aquellas chicas. Vio aparecer a varios chicos y su corazón empezó a acelerarse. Se alegró al ver que Jason y Carlos estaban allí, pero la sonrisa que había empezado a aparecer en su rostro enseguida se desvaneció al ver que no estaban ni Arturo, ni Baltazar, ni... Elí.

Nahuel fue el primero en llegar hasta ellas. Parecía contento de verlas e incluso acarició las cabezas de las dos niñas. Alex le miró, sorprendida. Nunca le había visto tan amistoso, es más, casi siempre había procurado no cruzarse mucho con él, menos una vez... Desde entonces le había evitado más si podía. 

- Estamos bien... - Empezó a decirle. Tenía un nudo en la garganta y su voz tembló un poco. Volvió a mirar hacia Jason y una sonrisa trémula asomó a sus labios. Estaba contenta de verle y que no le hubiera pasado nada, pero... - ¿Dónde están los demás...? ¿Y... Y Arturo? - Arturo era de los escapistas, ¿por qué no estaba con Jason? - Y... Balt ¿Dónde está Balt? Y... Elí... - Elí estará en su dormitorio, el muy tonto... Había querido ir a buscarle y obligarle a acompañarla, pero todo se había torcido y ahora sólo quería llegar al hangar. 

Escuchó a Kim y desvió un momento la mirada de Jason para clavarla en ella. Al observarla, sus pestañas temblaron y sus pupilas se dilataron ligeramente. Desde que había visto caer al guardia delante suyo, había procurado no mirarla. Le daba miedo, era capaz de matar a alguien con sólo pensarlo. Su cuello... No podía quitarse aquella imagen de su cabeza. Tragó saliva y volvió a mirar a Jason.

Nahuel se agachó para estar a la altura de Alex.  -Tranquila, Baltazar y Arturo están camino al hangar con otro grupo de chicos que rescatamos, seguro van a estar bien.-  Las palabras de Kim lo preocuparon... francotiradores.  -Tiene que haber pasillos internos que nos lleven a otras áreas, pero es posible que encontremos a más guardias-  Miro al derredor buscando posibles lugares donde tomar cobertura.  -Podría intentar distraerlos y abatirlos si no queda más remedio, pero preferiría salir corriendo lo antes posible.  No creo que nos quede mucho tiempo antes de que la tormenta llegue y el transporte se vaya-

Yo soy un manipulador de elementos y se conducir, pero los vehículos sólo nos harán un blanco más fácil, después de todo no es que sean blindados o algo así, además son demasiados para un sólo vehículo.

Si encuentras uno que tenga la llave y suficiente espacio para ocho pasajeros, pues nos vamos, aunque lo más probable es que les disparen a los puñeteros neumáticos y terminemos volcando.

De momento, lo mejor que puedo hacer es crear niebla a nuestro alrededor para bloquear la vista de los tiradores, pero eso me va a joder mucho para conducir, pues necesito concentración para usar mis poderes y manejar, ambas en simultáneo, imposible. - digo mientras sigo enfocado en mi intento de crear el banco de niebla.

 Hyangbong-ri - Repitió Clint pensando en ello. No era bueno en geografía, sonaba que debía estar por el caribe. Era algo que le daba vergüenza admitir pero salvo los eeuu de los que conocía cada montaña y cada ciudad, no sabía mucho del mundo exterior.

Se sintió igualmente avergonzado de la decepción de Gina al tiempo que la contemplaba - Sí, la verdad es que tu don es una pasada ¿Cuantos años tienes Gina? -Esto último volvió a sacar los colores a Clint, siempre le daba algo de reparo tutear con confianza a chicos y chicas mayores que él - ¿Como habeis... montado todo esto? - Volvió a buscar un monitor por la zona del hangar, aprovechó para dejar el subfusil tal como le había pedido Gina en el interior de algún cajón para que nadie estuviera tentado de ocultarlo. Podía ser peligroso.

Buscó una chaqueta o algo de ropa, algo útil que poder llevarse de aquel Hangar. Volviendo con Gina a los minutos por fin se atrevió a preguntarle. Hay una chica negra, con el pelo blanco, más alta que yo. Ororo, ¿está bien? ¿Puedes verla?- Habían sido varios los chicos y chicas que en los escasos tres meses que Clint llevaba en el Centro n11 se habían acercado a él, pero nadie le había parecido que conectara tanto como Ororo

- ¡Cuanta hostilidad! Por eso siempre predico que hay que hacer el amor y no la guerra.- Estuvo a punto de decirle que se lo quedase, no es como si fuera a poder darle utilidad, pero al menos ahora tenía un cuchillo.

Tomó la mano de Cooper y tiró de él para acercarse juntos a la puerta, le indicó que se pegase a la pared a uno de los lados del marco de la puerta y él mismo ocupó el otro. Llevó la mano a la manilla, giró el pomo y le dio un empujón para abrirla de golpe*. Lo que hubiera dentro vería antes a los demás que a ellos. Si las chicas habían salido por aquí, cabía la posibilidad de que Puleun hubiera leído lo del león y ahora realmente hubiera una criatura hambrienta al otro lado. Así que mejor prevenir que curar. 

Eso ha podido salir muy mal - Clint lanzó una mirada de resignada reprobación a Dheera. Bajó el fusil exhalando aire y mirando a derecha e izquierda, al sentir la puerta cerrarse tras él retrocede unos pasos intentándola abrir, si pudiera quedarse allí para los que vinieran detrás, lo haría, pero antes quería saber a dónde conducía el pasillo. Siguió al resto de chicos hasta una nueva puerta, ésta vez requería un código y de nuevo Clint dirigió su mirada a Charles esperando que él pudiera resolverlo.

No soy bueno con los números, aunque... - Cogió una piedra dispuesto a garabatear en algún lugar limpio del suelo si nadie tenía una idea mejor  - Tardaría un rato. - Empezaron disparos, potentes y estremecedores

¿No dijeron que los guardias se retiraban? ¿Qué son esos disparos? - Clint se dio la vuelta. Con el subfusil aún mirando al suelo esperando que en cualquier momento Silvester y los suyos irrumpieran allí mismo

Charles estaba listo para luchar, pero al atravesar el umbral llegaron a una habitación sin rastro de león -¿sería una prueba de valor o Dheera dio con la respuesta correcta?- miro a la niña y le sonrió, luego vio el panel numérico y el acertijo, cuando Clint le miro el se encogió de hombros -Si fuere literatura podría ser de mayor utilidad, las matemáticas no son mi fuerte- se acerco al chico para ver que intentaba y tal vez dar una mano, pero fue cuando los disparos empezaron -Mei dijo que se acabó el tiempo, ¿Sera que llegaron los refuerzos por parte del gobierno?, hay que apurarnos en salir, no sabemos cuantas puertas como estas faltan-

Estaba listo para luchar, pero esta habitación estaba vacía, talvez la niña eligió lo que había que elegir, ahora que lo pienso bien, un ser vivo no puede vivir tanto tiempo sin comida, ¿era esa la clave?, ahora no hay tiempo para pensar en eso, un acertijo lógico en un panel numérico, no soy bueno con este tipo de cosas, ¿Qué pasara si ponemos el numero incorrecto? ¿Cuántos intentos tenemos?, intento acercarme a Clint para ayudarle y empiezan los disparos nuevamente, ¿Qué estará pasando? ¿Tendrá relación con que Mei ha dicho que es hora de irse?, hay que salir rápido de este lugar.

Acompañado de Carlos, Nahuel y Danzel visto con unas deportivas, pantalón deportivo oscuro, camiseta sin mangas deportiva también de color oscuro. Mi piel está recubierta de un pelaje gatuno muy bonito blanco, a la espalda llevo una de las armas de fuego de los guardias y un chaleco antibalas incluido.

Por fin reúno a casi todos los cercanos del centro ya, algunos ya están en el Hangar y de los que acabamos de encontrar Ororo y Kim son Ángeles también, Ciara ya es estrujada por Nahuel aunque esa chica siempre está cuando lío alguna, no sabría que hacer sin ella a estas alturas. Jane alias el "conejito" es una balsa de paz y estabilidad, cosa que hasta yo necesito y me muero por estrujarla al igual que Ciara pero.... tengo mis cachorros que había perdido, abro los brazos para que vengan y abrazarlas con una sonrisa llena de paz, esperando que las mas pequeñas puedan controlar su miedo y se sientan de nuevo seguras.

Enanas todo va salir bien, ya hemos venido para rescataros, Arturo y Elí ya van al Hangar, Baltazar también. Sin poder evitar como por fin Nahuel muestra su lado mas humano, ese que no le gusta sacar me dirijo a todos. Vamos atravesar el camino de los francotiradores, es muy sencillo. Yo con ayuda de Ciara me pondré la piel de oso, iré primero y dispararé a los francotiradores. Descubrimos desde donde disparan los máximos posibles, cuando centren su atención en mi porque usaré las armas contra ellos Nahuel cubrirá por atrás la escapada del grupo. Lo mas importante con la piel del oso y el chaleco no van a matarme, los osos tienen la piel muy dura y además tiene otra arma y chaleco para disparar a los francotiradores que den la cara cuando me disparen.

Finalmente consiguieron llegar hasta la zona de los hangares, pero por el camino había francotiradores y consiguieron abatir a alguno de los chicos, con el corazón a mil por hora David entró por la puerta y enseguida se apartó a un lateral para quitarse de la línea de tiro.

Encima sus “rescatadoras” lejos de facilitarles las cosas les ponían adivinanzas para seguir avanzando hasta los transportes, era una adivinanza muy vieja y claramente era la puerta dos, pero viendo lo retorcida que era esa hija de puta pelirrosa lo mismo hasta les tendía una trampa.

Entonces miró hacia atrás, aún quedaba por llegar gente, al menos aquellos de los que se había separado hacia un momento, a algunos les tenía bastante aprecio y otros le habían salvado el culo.

—Algo se de informática—. Dijo acercándose a Nacho. —Yo te ayudo, aunque no creo que se puedan encarar hacia arriba los focos. Y si hace falta lo mismo puedo ayudar con los vehículos, no se conducir, pero arrancarlos creo que puedo.

De repente puedes escuchar la voz de Arturo Eileen no sé si puedas escucharme, pero un grupo de nosotros van a ir a buscarlas, mantén los ojos abiertos.

Mientras corrían hacia el hangar el pequeño pudo escuchar disparos, aunque eran menos el niño no pudo evitar preocuparse por sus compañeros.

Al llegar a su destino encontraron un mensaje en la computadora, Irwing fue el primero en leer y dar una respuesta, aunque no parece muy seguro de lo que hay detrás de la puerta, por otra parte Nacho propone trabajar en equipo, por lo que Arturo dice yo puedo mover cosas con mi mente, pero en este momento apenas pude amarar unas agujetas, también tengo telepatía, pero apenas pude sentir a Eileen.