Partida Rol por web

Barry que había decidido no participar directamente en la conversación. Y sobre todo, no asustar mas a aquel desgraciado se había entretenido mirando los precios de las cosas que solía comprar siempre.

Le habían apretado las tuercas al tipo a base de bien. Y ahora el tipo estaba cantando. Pero la alternativa que les estaba ofreciendo el dependiente no era la mejor.

Se acerco, con las manos vacías, y se abrió hueco en el mostrador entre sus hermanos. Para ver de cerca a aquel tipo por primera vez desde que habían llegado.

No sonreía, no ponía cara de estar furioso. No intentaba intimidar, de hecho quería contar con que su corpulencia no jugara en su contra, cosa difícil.

Este es un tema delicado.

Sentencio antes de ponerse a hablar. Se levanto el jersey y la camiseta dejando ver que no estaba armado. En aquella zona de la ciudad era normal ver a la gente con armas de fuego, ya fueran revólveres o pistolas.

Esta claro que no somos polis verdad. Un poli siempre lleva su hierro. Te agradecemos que nos eches un cable, pero seria mejor, si llamaras a tu hermano y le dijeras que venga aquí. Que tienes unos colegas que necesitan algo, dile cualquier cosa que se te ocurra.

Se calla un segundo. La cara de incredulidad del tipo es algo patente así que sigue.

Mira, podemos estar todo el día buscando a tu hermano por ahí, y tu nunca estarás seguro de sí le ponemos o no la mano encima. Te lo digo, porque acabo de perder a mi hermano, era un gran tipo, y hoy mismo casi me muero en casa de mi cuñada, que esta jodida y sola ahora.

Y no quiero que tu pienses que tu hermano puede pasarlo mal. Realmente solo quiero saber quien le metió la bala a mi hermano en el cuerpo. Si tu hermano viene, podrás garantizar que no va a pasar nada, amigo. Porque no somos polis, y porque ahora no vamos armados.

Que me dices, mejor que venga él, o que lo busquemos nosotros. Piensa que te estoy dando todas las putas garantías.

Pone las manos en el mostrador, haciendo un pequeño y amorfo triangulo al tocarse las puntas de los dedos.

Realmente no quiere poner a nadie en peligro. Y que estén por ahí paseándose y preguntando por gente, y da por sentado que el hermano del dependiente es un pieza y estará en alguna banda, no es para nada un buen plan. Es mejor resolver las cosas de manera limpia.

Ir por ahí dando tumbos, puede quizás ser más rápido, pero más peligroso. Y no tiene ganas de enterrar a nadie más esa semana.

El tipo se queda mirando a Barry, de arriba a abajo, manteniendo cierta distancia entre ellos, como si temiera de aquella diferencia que hay entre la masa muscular de ambos.

- Hey, mira – dice de manera decidida, aunque con una mirada claramente nerviosa, como si tomara coraje de alguna parte para hacerle frente a Barry – no se que hizo mi hermano, no se que vio, siquiera se en donde estaba ayer, ni donde esta ahora... ya te he dado la dirección en donde puedes encontrarlo, no puedo hacer mas por ti.

Barry asiente. El chico no quiere colaborar mas. No tiene claro que es lo que teme tanto. Puede que ya le hayan dado mas de una paliza.

Coge la direccion en la mano la mira y luego le devulve la mirada al dependiente.

Muchas gracias por todo. Hasta la vista.

No tiene pensado seguir hablando, queria evitar el tener que dar vueltas por el barrio, pero si no quedaba mas remedio, asi se haria. Nadie dijo que aquello fuera a ser facil.

Se aleja del mostrador, llega a la puerta y se prepara para recivir la bofetada de frio que le dara el aire de afuera cuando abra la puerta.
Finalmente sale, con las manos en los bolsillo, tienen que marcharse. Asi que prefiere no retrasarse mas.

- Una ultima pregunta. - sonrie dandose la vuelta en medio del pasillo volviendo a echar el humo por la nariz - ¿Tu hermano se las sabe arreglar? - pregunta encogiendose de hombros - Ya sabes, esta en una banda, tiene un arma o algo. - vuelve a preguntar - De ser así, supongo que no corre peligro si lo encuentran los que mataron a mi hermano. - sonrie de nuevo con cierta amabilidad intentando no preocupar al chico más dando otra calada al cigarrillo.

- Mi hermano es buena persona... pero no es ningún capullo, ¿entendido? - dice mirando a Roger fijamente, dando un paso hacia delante, acercándose al mostrador, como si esperara que aquello fuera respuesta suficiente para la pregunta que Roger acababa de hacerle.

- No he insinuado que no fuese lo primero, ni que fuese lo segundo. - gruñe señalando con la mano que sujeta el cigarro al chico - Más le vale no serlo, porque los tios que vió anoche, - se señala el pecho y luego el estomago en dos sitios distintos - metieron tres balas a mi hermano, aqui, aqui y aqui. - explica volviendo despues a disfrutar de su cigarro - Espero que lo veamos antes que ellos... - termina caminando de nuevo hacia la puerta y saliendo por ella.

Sin dejar de caminar, lanza el cigarro que se apaga con la nieve, expulsando el humo como si fuese baho y entra al coche, deseando que arrancase a la segunda al menos. Espera a que sus hermanos suban al vehiculo y después arranca esperando que le guien hacia la dirección que ponía en aquel papel.

Ted se había quedado callado, al ver que sus hermanos estaban consiguiendo que el chico se abriera. Más de lo que parecía que estaba logrando él. Era normal, pues ellos dos eran mucho más corpulentos, y eso, aunque no le gustara nada, era evidente. Si bien el dependiente no le miraba, pues estaba más pendiente de Roger y Barry, le dedica un saludo colocándose dos dedos en la frente. Sin decir nada, recoge lo que acababa de comprar en la tienda y marcha tras su hermano de color.

-Barry ¿tú sabes donde queda eso? - pregunta ya dentro del coche, señalando con la mirada al papel con la dirección

Barry mira la dirección por primera vez, le atentamente la dirección.

Si, se donde queda, y va a ser todo un viaje.

La dirección no es un barrio extremadamente peligroso. Pero no es el sitio al que el iría a comprar galletas. Y le daba en la nariz, que aquella casa, seria mas problemática que una simple visita.

Esperaba a que Roger arrancara, en cuanto lo hiciera le diría la dirección.

El viejo cadillac de Roger, luego de un par de intentos, como siempre, vuelve a ponerse en camino, fijando un nuevo rumbo, la dirección marcada en aquella tarjeta.

Dan varias vueltas por aquella zona. La dirección no es muy apartada, aunque les cuesta un poco ubicarse. Aquellas calles han cambiado bastante, incluso para Barry, quien hace tiempo que no pisaba aquella parte del barrio.

Finalmente llegan al lugar señalado en la tarjeta. Se trata de una calle, de clase media-baja, en la que se puede ver, a cada lado, varios edificios. Salvo por el color, todos parecen iguales.

No hay nadie fuera, no se ve ni un alma. Los pocos arboles que hay en la cuadra permanecen desnudos, mientras la nieve se agolpa en la acera, a los costados de la calle, y sobre los pocos autos que hay ahí aparcados.

Entre aquellos automóviles hay algunos muy viejos, otros mas nuevos, y otros que no parecen volver a tener intensiones de andar... sin embargo, no hay ninguna señal del vehículo visto en el video.

Roger detiene el coche en un lugar a mitad de cuadra, a dos casas del edificio que marca la dirección, el numero 1724, tercero “B”, según anotó el encargado de la tienda.

Nadie entra ni nadie sale de aquel edificio. El vehículo no esta, y aquella calle parece desierta. Apenas Roger apaga el automóvil cuando unos copos de nieve comienzan a caer del cielo gris. Caen de manera distanciada, casi imperceptibles, anticipando las próximas tormentas.

- Empiezo a pensar que estamos haciendo el gilipollas... - susurra agachando la cabeza para mirar a traves del parabrisas - Sino está aquí, ¿que hacemos detective? - le pregunta a Ted con una sonrisilla ironica mientras abre la puerta para salir del coche - Vamos a echar un vistazo... - termina recogiendo de la guantera una Colt de 9mm, saliendo y empezando a andar bajo la nieve guardando el arma bajo su chaqueta, a la espalda.

Barry se apea del auto tambien. No tiene claro que pueden encontrar en la casa a la que van. Pero esta claro que no piensa quedarse de brazos cruzados.

Bueno, yo lo que si se. Es que si un tipo pregunta por vostros, antes de mandaros a un par de matones, simplemente los mandaria a tomar por el culo y luego os pegaria el chivatazo. No se si me entiendes.

Esto apesta a encerrona.

No tengo motivos para desconfiar del dependiente, pero tampoco tengo ningun motivo para fiarme. Si hubiera echo lo que le habia pedido todo hubiera sido mas sano y mas rapido. Pero estaba claro que no queria mojarse las manos en lo referente a su hermano robacoches.

Empezo a caminar por la acera. El tiempo cada vez estaba peor, y temia que si no resolvian sus asuntos rapido, se quedarian echos cubitos de hielo en la puta calle.

Movamos el culo, o me voy a quedar como Mister Frosty.

Sale del coche arrojando el envoltorio de la recién engullida barrita a la acera.  -No se, tampoco nos pongamos paranoicos... echemos un vistazo, y si no hay nadie, pues ya está, no nos vamos a poner a buscar el puto coche por todo Queens. De todas formas, lo mismo ni siquiera vio nada y sí que estamos haciendo el gilipollas, hermano.- Se busca en el bolsillo y encuentra el mechero que ya no le funcionaba. Tira el encendedor usado al costado del tronco de un árbol, antes de encenderse un cigarro con el nuevo. A ver si así entraba un poco en calor... -Y si nos ha mentido, el otro no se va a mover de donde está... -dice tras dar una larga calada

Barry menea la cabeza. No esta seguro de que lo que estén haciendo este bien. Pero no tenían nada mejor que hacer.

Camina hasta el portal del edificio, y se queda mirando el portero automático. No hay nombres, solo botones viejos. Hecha un cálculo. No sabe en cual tocar, y tampoco por quien preguntar.

Pero no se lo piensa mucho. Intenta forzar la puerta. Con suerte, estará hecha polvo y no Será difícil abrirla.

Los tres salen del auto y caminan por la acera, rodeados por aquel frío, mientras unos tímidos y aislados copos de nieve caen desde el cielo gris sobre sus abrigos, mientras el hielo, la nieve, cruje bajo aquellas pesadas botas, las cuales se detienen en la puerta principal del edificio cuya dirección había marcado minutos atrás el dependiente de aquella tienda, garantizando respuestas tras esa puerta.

La calle sigue vacía, a cada uno de los lados, nadie asoma, solo algún automóvil se escucha a la lejanía. El frió, aquel día gris mantiene as la gente recluida dentro de sus casas.

Barry no tiene que hacer demasiado esfuerzo por abrir la puerta del departamento, pues esta no tiene traba, y ya permanece abierta.

Dentro el panorama no es demasiado cálido. Es un edificio de trabajadores, de clase media, nada lujoso. Los pasillos son viejos y la calefacción, evidentemente, se encuentra averiada.

Unas puertas se extienden a cada lado del pasillo. En cada una hay una letra y un numero, diferenciando las viviendas.

También se pueden ver dos puertas metálicas, de los ascensores, uno de ellos fuera de servicio, según indica un cartel en la puerta, y a su lado otra puerta metálica lleva por las escaleras.

El panorama dentro dele edificio es igual que fuera: Esta vacío, nadie asoma, ni nada se puede oir en aquel sitio.

El pequeño de los tres lanza la colilla de su cigarro al suelo antes de meterse en el interior del edificio. Dentro, se encamina directamente hacia las escaleras. Recordaba la dirección que había escrito el dependiente en el papel, así que no le hacía falta preguntar qué piso era, o si sus hermanos preferían subir o no por el ascensor que funcionaba. No, no iba a preguntar.

Barry no mira siquiera el ancensor, son latas para maricones en su propia opinion. Asi que decide subir tras Ted por la escalera.

No tiene prisa por subir, va a conseguir el mismo frio haciendo despacio que deprisa. Las prisas nunca han sido buenas consejeras, pero parece que como siempre, sera el unico que piense asi.

Vamos con calma.

Dijo subiendo las piernas pesadamente escalon tras escalon. Solo deseaba no tener que bajar corriendo. Cosas como las que estaban haciendo solian acabar asi.

Antes de seguir a sus hermanos por las escaleras, pulsa el botón de llamada del ascensor a modo de precaución, no sea que él baje mientras ellos suben.

- No tengo intención de correr... - sonrie empezando a ascender - Aunque así entrariamos en calor. - termina por decir apoyando su mano en la barandilla.

Los tres atraviesan la puerta que les lleva a las escaleras. Sus pasos resuenan en aquel hueco vacío, iluminado por unas luces blancas cuyo zumbido se oye por aquel lugar, y mientras se puede oír como el ascensor llega a la planta baja.
La escalera los lleva dando vueltas, mientras las pisadas de los tres hacen eco en el lugar, hasta llegar al tercer piso.
Salen por una puerta a un pasillo idéntico al de la primera planta, solo que en donde tiene que estar la puerta principal hay un gran ventanal, pero por el resto, la disposición de los objetos se mantiene igual, la puerta de las escaleras de servicio se encuentra a un lado de las puertas de los dos ascensores, uno de ellos descompuesto, cosa que indica un cartel frente e él.
Caminan por el pasillo, mucho mas cálido que el de la primera planta, aunque al igual que en aquel, en este tampoco se oye nada, salvo por el rumor de alguna que otra televisión detrás de las puertas por las que pasan, hasta llegar, finalmente, frente a una en la cual marca “3B”, la dirección que les había dado el muchacho de la tienda.