Partida Rol por web

Ambos siguen persiguiendo a aquel tipo, quien salta los últimos tres escalones y cruza la puerta que da al pasillo de la planta baja, casi arrollándola chocándose con la pared de en frente, aunque sin detenerse demasiado en ello y torciendo hacia la izquierda, a toda prisa, encaminándose a la salida del edificio, seguido de cerca por Ted y Barry, quien queda un tanto mas atrás.

Ted termina de bajar las escaleras a una velocidad que no había pensado que le fuera posible, como una exhalación. Debía ser que tenía verdaderas ganas de atrapar al muchacho, y la verdad es que realmente no se les podía escapar, si lo conseguía hacer no iban a poder saber nada más sobre la muerte de su hermano.

Dobla la esquina final, saliendo despedido de la puerta de las escaleras justo tras el que huía. Ya casi lo podía agarrar con la mano, aunque también estaban ya junto a la salida del bloque.

-¡Eh! Sólo queremos hablar, de verdad ¡joder!- dice respirando fuertemente por la boca

El ascensor da una campanada aguda de llegada.

Se encuentra de frente al joven que sigue corriendo mientras sale del ascensor, apenas tiene que estirar el brazo y agarrar uno de sus brazos para retenerlo. Pero sin intencion de lastimarlo.

El moreno sale velozmente de la puerta que da a las escaleras para ir a estamparse de costado con la pared que hay justo en frente, incapaz de detenerse al descender a tal velocidad. Ted le tiene cerca, seguido de Barry, pero en los últimos tramos el moreno comienza a sacar un poco mas de distancia.

Aquel pasillo silencioso se vuelve un caos cuando aquel tropel desciende hasta él haciendo tal escándalo. Ted intenta atrapar al negro, pero este saca algo mas de distancia, parece estar a punto de escapar cuando una mano emerge del ascensor que acaba de abrirse, a mitad de camino hacia la puerta de enfrente, y toma al tipo del brazo, dándole un brusco tirón y haciéndole caer hacia el suelo, como a un perro al cual le acaban de tirar de la correa. Pueden sentir todos el sonido seco que hace su espalda cuando golpea el suelo.

El tipo permanece en el suelo, completamente desorientado y agitado, mirando al techo y con la mirada un tanto perdida, aun con la mano de Roger, ya fuera del ascensor, tomándole del brazo, mientras Ted y Barry son testigos de aquel espectáculo. No dice nada, ente tanta agitación se puede notar que el sujeto esta mortalmente asustado.

- Oigan... - dice entre jadeos, aun tendido de espaldas en el suelo – les juro que no tenía idea de que iba la cosa... - dice.

- ¿Entonces porqué corres? - le pregunta ayudando a levantarse al chaval - ¿Eh? - inquiere cuando ya está de pie - Hemos venido a hablar contigo... - le señala esperando que diga su nombre y entonces lo menciona, continuando con su monologo con gestos calmados de sus mano izquierda - Anoche, nuestro hermano murió tiroteado en el Bola 8. - explica soltando el brazo del joven, pero cuadrandose frente a la puerta de salida - Vimos el coche de tu, "hermano". - continua - Y nos ha dicho que te lo dejó a ti... Cuentanos. - termina con una sonrisa pero su ceño fruncido como de costumbre.

El sujeto mira a los tres mientras se pone de pie y todos se acercan rodeándolos. Da un paso atrás, pero choca con la pared, descubriendo que no tiene manera de escapar de aquella situación. Los mira a los tres, y sus ojos están llenos de miedo, especialmente cuando mira a Roger, quien se alza bloqueando la salida y soltando el humo del cigarro por la nariz, como un toro enfadado.

- Se lo pedí para un trabajo – dice un poco dubitativo, sin siquiera decir su nombre – no sabía de que se trataba, no sabía que pasaría aquello, vamos, pensé que sería mas tranquilo, pero esos cabrones se pasaron... - dice temblando cada vez mas a medida que habla – les juro que no sabia nada – dice mientras se pega contra la pared – No sabía que iban a hacer eso... - agrega finalmente, desganado, como si esperará una dura respuesta a esas palabras.

Ted se recuperaba poco a poco de la corta persecución, haciendo verdadero ruido al respirar. Mientras descansa guarda un poco de silencio y escucha las palabras del atemorizado tipo. Ahora era evidente que estaba metido de lleno en el trabajo para matar a su hermano y no era un mero testigo, sino que más bien se trataba del conductor.

Aunque ya se encontraba más recuperado, Ted seguía haciendo ruido por la nariz, con gesto serio y las aletas nasales ahora completamente abiertas. Pero no se trataba ya de cansancio, sino que se había ido transformando más bien en una rabia que poco a poco iba calando en él a medida que iba escuchando. Había arrugado la nariz, y apretaba sus dientes y puños conteniéndose. Cierra los ojos un instante, intentando serenarse y controlar la respiración, manteniéndose sin decir nada, como testigo pasivo del interrogario al chico. Vuelve a abrir los ojos. Había dejado de apretar los puños y los dientes, pero seguía mirando al muchacho con una mirada de rechazo.

- Tu... - le señala con el ceño más fruncido - ¿Conoces a quien mató a mi hermano? - pregunta cruzandose de brazos con una mueca de enfado que acrecenta su fruncimiento de ceño - Dime donde puedo encontrarlos, ¡quiero saber hasta el nombre de sus novias! - termina en un grito incrustando el cuello del chaval entre su zurda contra la pared y, volviendo a señalar al negro, con su indice derecho que para apenas a medio centimetro de su cara.

El tipo se echa mas para atrás, aunque la pared se lo impida, mientras Roger habla, como si intentara traspasar aquel muro, dejando ver como el miedo le invade mientras se acurruca entra Roger y la pared.

- Eh... eh... están – dice con cierta dificultad, producida por la mano de Roger, la cual se enrosca con firmeza alrededor de su cuello, y sin dejar de mirar fijamente a aquel dedo indice con el cual le señala - ve al “Green Room”, ahí... les conocí, van casi todas las noches... les encontrarás seguro – dice con dificultad. Reconocen el nombre de aquel lugar, es un antro que simula tener clase, al cual van las personas de medio pelo que aspiran a las grandes ligas, aunque sus bolsillos no le dejen.

El tipo se queda mirando el dedo indice de Roger mientras respira con bastante dificultad.

Libera la presión del cuello del chico - ¿Como los conociste? - le pregunta sonriendo con falsa amabilidad - ¿Y como los reconoceré? - continua preguntando mientras mira de reojo a sus hermanos - Pero lo mas importante es... ¡¿Porqué?! - termina en otro gruñido roto por la rabia y el dolor.

- ¡No lo se, hombre, no lo se! - grita mientras cierra los ojos y se acurruca con fuerza contra la pared, muerto de miedo - ¡No sabía que se tramaban, solo me pidieron que los pasara a buscar! - dice aun muerto de miedo y acurrucado contra el muro, tratando de evitar cruzar miradas con Roger – Z... Zed... a uno de ellos le dicen Zed, es un blanquito con un tatuaje en el cuello – dice con la voz a medio quebrar, con un palpable miedo en ella – el otro es un moreno llamado Jerome, un tipo grande y calvo, van siempre juntos – dice mirando a Ted y a Barry, suplicando con la mirada a que alguien calme a Roger, el cual se alza amenazante sobre él.

Barry que para calmar la respiracion habia empezado a dar pequeños paseos pasillo alante pasillo atras, habia pasado de quedarse mirando al tipo intencionadamente.

En un principio no queria intimidarle mas, asi que hizo como si la cosa no fuera con el. Pero la conversacion dio un giro inesperado. Y la sorpresa iba en aumento.

Todo aquello que escuchaba no tenia sentido. Unos idiotas, los clasicos tipos duros, habian planeado cargarse a su hermano Terry, y para ello habian buscado los servicios de un don nadie, un don nadie que ni siquiera tenia coche, y tubo que pedirlo prestado.

Su mente burbujeaba dandole vueltas cada vez mas rapido a aquellas ideas. Y las unicas conclusiones que sacaba eran, que o bien Terry se habia metido en algun negocio sucio, con gente muy chunga, cosa que le extrañaba, y que le parecia impensable, sobre todo de Terry, o bien habia obrado como siempre, como un santo, interponiendose en las expectativas de otra persona. Actuando como siempre, como un buen hombre, un hombre con honor.

Decididamente aquella tenia que ser la respuesta. Los tipos que mencionaba su nuevo amigo parecian los clasicos buenos para nada. Y dudaba de que realmente conocieran a su hermano de nada.

Tendria que confirmar si trabajaban en la empresa, pero casi podia apostar la mitad de su jornal a que no los encontraria en la lisa de empleados.

Eso suponia que alguien, quizas algun pez un poco mas gordo habia mandado asesinar a su hermano. Las cosas se complicaban. Tenia un par de ideas de como encauzar una busqueda del culpable, pero tambien sabia que aun estaba en un edificio extaño, y que Roger no queria perder tiempo en liquidar a aquellos secuaces.

Eso le llevo a la siguiente reflexion. Daba igual quien hubiera mandado matar a su hermano, lo pagarian todos.

Asi que despues de unos segundo se acerco al chaval. Seguia muerto de miedo. No puso cara de mala leche, no hizo ningun gesto amenazador, simplemente se pego tanto a el, que casi podian respirar el mismo aire.

Tienes 10 segundos para darnos todos lo datos que sepas, todos. Por tontos que sean. Si no...

Dejo la frase abierta. Sabia que la imaginacion de uno mismo es la peor trampa que se puede ofrecer. Nadie como uno mismo para conocer sus peores temores y miedos.

Sus ojos, abiertos como platos estaban a tan solo unos pocos centimetros de la cara del joven. Y lo miraban, como si esperaran que no dijera nada, para hacer cosas sordidas despues. Eran ojos de loco.

- Oye, oye, mira – dice mirando a Barry y mostrando las palmas de sus manos, como si intentara atajarse de un posible golpe a la vez que intenta tranquilizarlos a los tres. Aun se puede sentir como esta moralmente asustado – ya les he dicho todo... estos tipos... Zed y Jerome... los conozco del bar... me pidieron que los pasará a buscar, por una trabajo, que me pagarían... yo ya de que iban, pero no esperaba aquello, no esperaba que mataran a nadie, ¡Te lo juro! Si en cuanto vi que comenzaron con todo aquello me fui a todo gas de ahí, hombre, ¡no tenia idea de lo que iban a hacer! - confesa mientras se pega a la pared, con la voz entrecortada, como si estuviera a punto de romper en llanto, como un niño asustado.

Se rasca la nariz mirando ahora con un deje de pena al moreno, que estaba a nada de echarse a llorar como una magdalena. Él no era un tipo violento, y la rabia inicial que había sentido hace un instante ya se había desvanecido. No sabía si sus hermanos pensaban cobrarse algo por su mano, pero Ted en ese momento era un espectador en la escena, sin querer tomar ninguna iniciativa y sin rencor hacia el muchacho. Desde luego tanto si sus hermanos querían dejar al tipo revolcándose simplemente en su miseria como si le querían dar una paliza él no los iba a detener, así que espera sin decir nada el momento de abandonar el edificio e ir a por los auténticos hijos de puta que habían hecho todo.

Se mantiene en silencio unos segundos, con su dura mirada clavada en la del chaval. No se podía adivinar por su gesto si pensaba machacar el craneo del joven contra la pared o simplemente iba a soltarlo y marcharse. Pero, al final pasó lo segundo. Su mano se despega de la traquea del hombre y lo vuelve a señalar con el indice de la diestra extendido.

- Si esta noche esos dos me están esperando, - indica señalando afuera después de a él - volveré a por ti, porque sabré que tu les has soplado que iba a por ellos. - agacha la cabeza para que el negro le mire a los ojos - ¿Me has entendido? - termina preguntando buscando su mirada esquiva.

Apenas Roger le quita las manos de encima, el negro se despega de la pared y se lleva una mano al cuello, mostrando un gesto de alivio, al menos por el momento.

- ¿Y por que iba yo a decirles algo? - añade luego de tomar aire, un frotándose el cuello con la mano – Esos cabrones se merecen una buena paliza... - dice mientras mira a los tres. Parece haber borrado rápidamente aquel gesto de terror que le había invadido desde el mismo momento en el que los habia visto frente a la puerta de su departamento.

- Me alegra que pienses así, - asiente mientras camina hacia fuera - porque es lo que se van a llevar. - termina abriendo la puerta y saliendo por esta.

Se para en seco en el exterior, mirando al cielo encapotado y viendo la nieve caer; saca un cigarrillo y se lo coloca en los labios, prendiendolo con su zippo mientras se tranquiliza un poco, ha estado muy cerca de darle a ese chaval que; al parecer no tenía nada que ver con lo que le habia pasado a Terry. Se queda allí parado, apenas un minuto mientras fuma, para después echar a andar hacia el coche, sin mirar siquiera si sus hermanos le acompañan. En ese mismo momento, está en su mundo y, aunque les esperará sino le han seguido, no se ha dado cuenta de que hacen o dejan de hacer.

Barry mira con ojos iracundos al tipo. Aun queda una pregunta. Pero esa pregunta no puede hacérsela al chaval este. Pero si puede cambiarla para enterarse de algo que podría cambiar las cosas.

Esos tipos, Zed y Jerome, ¿están en alguna banda, algún club. Suelen ir con mas gente?

Para provocar una reacción mas rápida, primero se acerca al tipo, y luego se aleja, se aleja dejándolo a la distancia de su mano. Por si fuera necesario darle una ostia en plan rápido.

El tipo se queda pensando unos segundos antes de responder – No... - dice, aunque no muy seguro, mientras mira a Barry – no que yo sepa... son dos tipejos que trabajan por su cuenta, vamos, no creo que estén en ninguna banda, no podían, les falta disciplina, ¿me captas? - le contesta a Barry.