Partida Rol por web

Bueno chicos, ya he votado. Ya veremos como acaba esto, pero no tiene buena pinta, los ambientes están caldeados. Se dirigió hacia Michael. Michael, creo que ya sé quien esa infiltrada de la que hablas. Al parecer al principio era Diane, la que te llevó a la enfermería fue ella. Sin embargo, alguien ha cambiado su poder con el de Amy, así que ahora la infiltrada es ella, Amy.

-Joanne, que Diane y Amy hayan cambiado su poder no significa que también haya cambiado el hecho que Amy sea ahora supuestamente la infiltrada. Si Diane me llevó a la enfermería, significa que ella tiene la bacteria que mata a los lobos y seguramente seguirá siendo la agente del FBI. Debemos intentar contactar con ella para decirle que lo sabemos y que estamos de su parte, pero antes necesitamos alguna prueba que nos concrete esta información, si nos equivocamos puede ser perjudicial para nosotros y para la agente

Michael, Amy es ahora la que tiene la capacidad de matar a los hombres lobo, no Diane. Lo han dicho ellas mismas. Además, ya saben que estamos con ellas. Puedes hablar con la enfermera, Amy escucha todo lo que dices y te responde a través de ella. Pregúntale sin concretas a ver cómo mata y así sabremos si ha adquirido todas las habilidades de Diane.

Joanne, de la informacion que hemos compartido por aqui, que saben el resto?

El ponche había dotado a los alumnos y profesores de ciertas habilidades especiales, de eso no había duda. Pero también les había dotado de una ira irremediable. Aquello iba a parecer en varios momentos una película gore.

Javi tenía los ojos rojos cuando se puso a gritar desesperado. Señalaba a Mildred como una auténtica loba y todos los demás no tardaron en ir en su ayuda. La católica tenía los oídos ensangrentados pues el influencer había reventado sus tímpanos. Marty dio una intensa calada a su cigarrillo echándole el humo en los ojos para que no pudiera ver lo que en breves momentos iba a suceder.

Los primeros en acercarse hasta Mildred fue Edgar y la profesora Rave que tenían los ojos inyectados de un color rojo carmesí y que sin que la pobre católica se lo esperase el primero sacó un tenedor del interior de su chaqueta y la segunda un bolígramo, atravesaron sus gafas y se los clavaron en los ojo. La sangre empezaba a brotar por el rostro de la pobre muchacha que no había visto venir el ataque. El capitán del equipo de fútbol, el empollón y la Mascota del Equipo también con los ojos rojos la golpearon en toda la cabeza con el casco de fútbol, un tomo de Descartes y con la cabeza del disfraz dejándola grogui. Wanda se acercó corriendo, quizá para ayudarla, o quizá para disimular, pero sin querer tropezó y ambas cayeron al suelo y al tratar de levantarse, arrastró el mantel y una copa degolló a Mildred provocándole un terrible tajo en el cuello. 

Tirada en el suelo y casi inconsciente, Jarvi agarró una de las botellas rotas y por si no era suficiente se la clavó en el pecho.

Por último Billie se acercó al ya casi cadáver y empezó a golpearlo con el trípode de su cámara. Amy sacó una especie de espada láser que parecía terminar en punta porque no hacía más que clavárselo en el cuerpo a la católica. Mientras tanto Joanne le arrojaba desde la distancia gran cantidad de hortalizas endurecidas que le terminaron de asestar los últimos golpes dejándola completamente muerta.

El loco de Dylan se acercó corriendo hacia el cadáver y metió unas pastillas en su boca. Todo el mundo creía que quería ayudarla pero aquella sobredosis de barbitúricos fue lo que terminó de liquidar a Mildred McDermott. Hombre lobo o no, había perecido bajo los ataques de gran parte de sus compañeros. Quizá habría sido en defensa propia, o quizá ellos estaban tan malditos como los hombres lobo que atacaban cuando las luces se apagaban. 

¡¿Qué habían hecho?!

Oscuridad. Es todo lo que veis. Miráis alrededor, pero vuestros ojos solo son capaces de ver vuestro cuerpo, como lo estaba antes de aquello. Os percatáis de que, aunque vuestros pies no están apoyados bajo ningún suelo, no caéis. Estáis flotando en una infinita oscuridad. En ese momento sois conscientes de lo que os ha pasado, de que vuestra hora ha llegado. Al menos el dolor ha acabado, ya no tenéis que sufrir más. Ese pensamiento os tranquiliza un poco.

De pronto os dais cuenta de que no tenéis que respirar, no lo habéis estado haciendo desde que habéis abierto los ojos en ese oscuro lugar. Os intentáis mover. Lo conseguís. Pese a no estar pisando nada, parece que aquel responde a vuestros movimientos. Tras unos segundos andando, escucháis una voz que os llama. Por aquí. Susurra la voz. Se escucha como si estuviera detrás de una pared. Acercaos.

Andáis hacia la voz, sin saber muy bien hacia donde os guía. Tras varios minutos andado, veis una luz. Es un pequeño punto blanco rodeado de absoluta oscuridad, pero está ahí, esperándoos. Algo dentro de vosotros os dice que tenéis que llegar hasta allí. Andáis. Corréis. Sois conscientes de que os hubieseis quedado sin aliento si todo fuese como antes, pero respirar ahora no es necesario y los músculos parecen no cansarse.

Corréis lo que parecen kilómetros y la luz se va haciendo más grande de forma casi imperceptible hasta que, de pronto, os encontráis frente a ella. Miráis hacia atrás, hacia la eterna oscuridad. La luz no parece ser capaz de atravesar el manto de oscuridad, la nada. Volveís a mirar la luz, parece como si fuese la entrada a una cueva y, de pronto, la voz vuelve a hablar.

Adelante. No temáis. Nadie os puede hacer daño aquí. Ya no. La voz os resulta extrañamente familiar, pero no conseguís identificarla. Además, esta vez viene acompañada de agua fluyendo. Avanzáis y una sensación cálida os invade cuando vuestro cuerpo entra en contacto con la luz.

Volvéis a abrir los ojos. La luz os ciega momentáneamente. Cuando conseguís ver veis ante vosotros un paisaje hermoso. Estáis en el claro de un bosque, rodeados de espesa vegetación de un color verde. En un segundo vistazo os dais cuenta de que es un verde demasiado intenso para ser natural. Juraríais que jamás habéis visto ese color. Resulta artificial, como todo el aquel lugar, en realidad.

En seguida identificáis el sonido del agua, procedente de una pequeña cascada que termina en una piscina natural con agua cristalina. Alrededor del pequeño manantial todo está cubierto de blando y agradable musgo. Todo, salvo una zona que parece romper por completo el paisaje. Rodeando una hoguera hay unas piedras de tamaño mediano, dispuestas a modo de asientos. Hay 26, una por cada uno de vosotros. En ella veis una figura sentada, mirándoos. La reconocéis de inmediato, se trata de Joanne, vuestra compañera de clase.

Venid. Acercaos. Os dice con vos suave, invitándoos a acompañarla. Sentaos un momento alrededor de la hoguera.

Josh, Michael ha vuelto a nosotros. Le dijo en voz baja, tratando de darle ánimos. Sé que no te han traído a ti de vuelta, pero aún hay esperanza. No te rindas. Además, tengo un mensaje de la profesora Regina. Me ha dicho de forma confidencial que lamenta muchísimo tu muerte. Que eras un chico atento y muy sensible. Creo que ella sentía algo por ti también.

Sonrió con tristeza al chico. Sería muy bonito verlos juntos otra vez. Pero esa no es la única novedad. Continuó, mientras se materializaba el cuerpo de Mildred, la católica. Mildred ha muerto esta tarde. Ha sido... Ha sido horrible. Lo siento muchísimo Mildred. Ahora sabemos que nos equivocábamos. Jason ha confesado. Era él el hombre lobo. Te pido perdón en nombre de todos. Ojalá pudiera volver atrás y cambiar lo que hice. Lo siento.

-Mildred echó un vistazo a su nuevo hogar, aunque en realidad no había mucho que ver, oscuridad por doquier.-No te preocupes, yo hubiera hecho lo mismo en tu lugar. Prefiero que haya sido así que no estar señalada para siempre.-El azar había sido cruel con Mildred McDermott al haberla incluido en dos ternas de sospechosos.-Al menos ahora podré descansar en paz.

Joanne asintió con la cabeza. Sí. Es muy posible que, después de todo lo que se ha dicho contra ti, nadie vuelva a confiar como para traerte de vuelta. Se quedó en silencio unos segundos antes de seguir. Sé que tal vez no tenga el derecho de preguntarte esto, pero siento que tengo que hacerlo por el bien de todos los inocentes. ¿Qué poder recibiste del ponche? ¿Qué podías hacer?

-Al beber del ponche, Dios me concedió dos dones, de los cuales al estar muerta solo conservo uno. Cada noche puedo formular séis preguntas de las que obtendré un número de respuestas al azar,entre una y séis.

-Supongo que podríamos trabajar juntas para encontrar a los culpables. Te puedo ir contando la información según vaya obteniéndola pero coy a necesitar que me vayas transmitiendo las noticias más importantes y que me digas quien ha confirmado mi inocencia para quitarlos de la lista de sospechosos. 

Joanne asintió. Siempre lo hago. Que te lo diga Josh. Os voy contando lo más importante que ocurre al otro lado y retransmito lo que creo relevante de lo que hablamos aquí, como tú pudiste comprobar. Tampoco es que pueda hacer mucho más.

De momento Marcus ha dicho que ha vuelto a usar su poder y que esta vez le ha dado información de un inocente y dos lobos, uno de pelaje pardo y otro blanco. Está entre Jason, Fez y el comilón. De los tres solo me fío de Fez, y solo un poco. ¿Qué opináis?

-Opino que es raro que pueda utilizar un don tan poderoso tan a menudo, y de día, al revés que el resto de nosotros. Preguntaré por él  en una de las séis cuestiones de hoy.

-Podrías decirme quien ha defendido mi inocencia tras mi muerte?

Solo tenías dos formas de morir, cuando los lobos fueran mayoría o cuando alguien mirase en tu interior. Así que parece que has muerto por esta segunda opción, dada tu confesión de forma pública.

Oscuridad. Es todo lo que veis. Miráis alrededor, pero vuestros ojos solo son capaces de ver vuestro cuerpo, como lo estaba antes de aquello. Os percatáis de que, aunque vuestros pies no están apoyados bajo ningún suelo, no caéis. Estáis flotando en una infinita oscuridad. En ese momento sois conscientes de lo que os ha pasado, de que vuestra hora ha llegado. Al menos el dolor ha acabado, ya no tenéis que sufrir más. Ese pensamiento os tranquiliza un poco.

De pronto os dais cuenta de que no tenéis que respirar, no lo habéis estado haciendo desde que habéis abierto los ojos en ese oscuro lugar. Os intentáis mover. Lo conseguís. Pese a no estar pisando nada, parece que aquel responde a vuestros movimientos. Tras unos segundos andando, escucháis una voz que os llama. Por aquí. Susurra la voz. Se escucha como si estuviera detrás de una pared. Acercaos.

Andáis hacia la voz, sin saber muy bien hacia donde os guía. Tras varios minutos andado, veis una luz. Es un pequeño punto blanco rodeado de absoluta oscuridad, pero está ahí, esperándoos. Algo dentro de vosotros os dice que tenéis que llegar hasta allí. Andáis. Corréis. Sois conscientes de que os hubieseis quedado sin aliento si todo fuese como antes, pero respirar ahora no es necesario y los músculos parecen no cansarse.

Corréis lo que parecen kilómetros y la luz se va haciendo más grande de forma casi imperceptible hasta que, de pronto, os encontráis frente a ella. Miráis hacia atrás, hacia la eterna oscuridad. La luz no parece ser capaz de atravesar el manto de oscuridad, la nada. Volveís a mirar la luz, parece como si fuese la entrada a una cueva y, de pronto, la voz vuelve a hablar.

Adelante. No temáis. Nadie os puede hacer daño aquí. Ya no. La voz os resulta extrañamente familiar, pero no conseguís identificarla. Además, esta vez viene acompañada de agua fluyendo. Avanzáis y una sensación cálida os invade cuando vuestro cuerpo entra en contacto con la luz.

Volvéis a abrir los ojos. La luz os ciega momentáneamente. Cuando conseguís ver veis ante vosotros un paisaje hermoso. Estáis en el claro de un bosque, rodeados de espesa vegetación de un color verde. En un segundo vistazo os dais cuenta de que es un verde demasiado intenso para ser natural. Juraríais que jamás habéis visto ese color. Resulta artificial, como todo el aquel lugar, en realidad.

En seguida identificáis el sonido del agua, procedente de una pequeña cascada que termina en una piscina natural con agua cristalina. Alrededor del pequeño manantial todo está cubierto de blando y agradable musgo. Todo, salvo una zona que parece romper por completo el paisaje. Rodeando una hoguera hay unas piedras de tamaño mediano, dispuestas a modo de asientos. Hay 26, una por cada uno de vosotros. En ella veis una figura sentada, mirándoos. La reconocéis de inmediato, se trata de Joanne, vuestra compañera de clase.

Venid. Acercaos. Os dice con vos suave, invitándoos a acompañarla. Sentaos un momento alrededor de la hoguera.

-¿¡Joanne, que está pasando, porque ahora está Edgar entre nosotros?!...

Alguien lo ha asesinado. Dijo la vegana, con voz triste. Ven aquí, Edgar. Siéntate con nosotros alrededor del fuego.

Esperó a que el hombre reaccionase antes de seguir. Como ya he dicho, Marcus dio tres nombres. Uno era inocente, el otro era un lobo pardo y el otro un lobo blanco. Edgar, Jason y Fez. Creo que algún inocente estúpido de gatillo fácil debió de cargarse a Edgar pensando que sería uno de los lobos y ha resultado ser inocente. Justo antes de morir la luz extraña se apoderó de él y confesó su rol. Era inmortal a la mayoría de ataques y venenos. Solo podía morir si se quedaba solo con los lobos o de una segunda forma que no le dio tiempo a explicar.

Joanne miró a Edgar. ¿Qué te pasó, Edgar? ¿Con quién estabas cuando moriste? ¿Estabas en la cafetería? O te mataron de alguna otra forma? Esa información nos será de ayuda.

Tras esas palabras se giró hacia Mildred. Mildred, Diane ha sido la que ha defendido tu inocencia cuando has muerto. Otros, como yo, no estamos del todo seguros, pero sí creemos que pudimos equivocarnos. Sin embargo, Marcus sigue hablando y dirigiendo las votaciones. No sé si puedo seguir fiándome de él o no, es todo muy confuso.

Parece ser que va a morir Jason pronto. Creo que las mejores preguntas será preguntar por las capacidades de Jason, Joe, Marcus y Fez. Es tu poder, tú decides, pero creo que es lo que más información útil nos daría.

Alguien te golpeó en la cabeza con un objeto contundente. Te hizo una brecha y caíste al suelo y te desangraste en un abrir y cerrar de ojos.

Alguien te dio un golpe con un objeto contundente. Te dio en las costillas, el golpe fue tan brutal que dejaste de poder respirar y moriste en el acto.