Partida Rol por web

Tras los sucedido el Ithoriano continuaba sentado en su silla, sin parpadear, observando y pensando los acontecimientos que pueden llegar a suceder y todo eso llevaba su tiempo. Mientras el resto hablaba y se apresuraba a hablar él se mantenía callado y reflexivo girando la cabeza unicamente para saber quien hablaba a cada turno, eso le gustaba cada cual hablaba de manera ordenada y cediendo los turnos de charla, eso era bueno, muy bueno, muestra inequívoca de sociedad inteligente. Y a pesar de que alguno que otro alzaba la voz o gritara llevado por el simple miedo, todos parecían respectarse, al menos de momento. Eso le hizo pensar que esos mercenarios, eran conocedores de las costumbres de la base y de las costumbres rebeldes, inteligentes que han aprovechado el momento justo para atacar, seguramente porque no les quedaba otra, de a ver otra solución, mas rápida y silenciosa lo habrían hecho. Estaba seguro de ello. Así que la reflexión que necesitaba encontrar era. ¿Quien esta sobre actuando? Eso era lo difícil, no conocía a todos, pero presuponía que a lo largo del día iría conociéndolos poco a poco, así que no debía apresurarse a preguntar, ellos mismos lo harían por lo que observar en silencio era adecuado.

Pero en algo tenían razón desde su inicio y quiso respaldarlo.
-Si.-Hablo al fin.-Cre-o que debemos.-Una mano toco su cuello pensado en la correcta dicción de la siguiente palabra.-Hallar a los.-Al fin se permitió parpadear y sus ojos lo agradecieron con un par de lagrimas.-Culpables.-Y no dijo nada mas, una pena pues una vez empezada la oratoria era normal que no dejara de hablar hasta poner todos sus puntos sobre la mesa, pero por desgracia todo era tan reciente y había tan pocos datos que apenas tenia algo con lo que contribuir a esa azorada conversación.

El mecánico oyó y miró atenciosamente a todos, tratando de encontrar en ellos cualquier leve indicio de que fueran los infiltrados; cualquier mueca sospechoso o alguna mirada complice. La única opción que tenían no era la pefecta, pues así incluso los inocentes  estaban en peligro, y quizá de esa manera los infiltrados se saliesen con la suya.

—Parece que debemos hacer una democracia —desdeñó—. Obviamente es muy probable que matemos a un inocente equivocándonos, ¿pero qué podemos hacer? La verdad es creo conocerlos bien a todos y que confío en cada uno de ustedes como para acusarlos directamente... y tal vez ese sea mi mayor error.

El maestro Yoda había hablado y eso, para un Jedi, no era moco de pavo. A Marmo le encantaban sus reflexiones y su curiosa forma de darle la vuelta a las frases. Estaba reflexionando sobre lo que había dicho acerca de la luz y la oscuridad cuando intervino el ithoriano con su habitual parsimonia. Aprovechó para dar unas cabezaditas entre trozo y trozo de la frase hasta que el mecánico le despertó proponiendo una votación.

Tah miró a su alrededor. Votar así de buenas a primeras era demasiado arriesgado, había demasiadas posibilidades de dar con un inocente, así que no le acababa de parecer una buena idea, cuando vio algo que le llamó la atención. Por un momento creyó que veía triple, pero luego se dio cuenta de que eran tres personajes distintos que se mantenían en silencio en un rincón.

Con paso lento y pesado se acercó a ellos, con una mano en la empuñadura del sable, por si acaso.

- ¿Y vozotroz? ¿Por que no dezíz nada? -¿Y por que teneiz ezoz nombrez tan raroz?- ¿No eztareiz ocultando algo?

Marmo Tah esperaría un tiempo prudencial la respuesta, antes de decidirse por uno de ellos.

Avanzando con un aire solemne, propio de una noble, le hago un gesto con la mano a Marmo para que se relaje.

-Bueno, relajemonos un poco, discutir y acusarnos entre nosotros sin pruebas no nos lleva a ningun lado. Expongamos los hechos: somos 20 personas, de las cuales 4 son mercenarios pagados para eliminarnos. Ahora bien, en vista de los antecedentes, apostaria que los Gungan no son los hostiles, sus servicios prestados a la rebelion les sirve de coartada, por lo que ya quedan 18. Los Droides, dada su condicion de droides, han sido protegidos de antemano para evitar que sean hackeados, por lo que estamos seguros de que tampoco son los mercenarios, quedamos 16. Logicamente, los Jedi-mientras señalo a Marmo y a Cheweegun-siendo desde siempre seguidores del camino del bien, dudo mucho que sean los asesinos, por lo que el numero se reduce a 14. Y podeis descontarme a mi tambien, dejando 13 sospechosos, aunque como decir mi habilidad por mi misma no haria sino traer desconfianza, le pido al caballero Marmo que mire en mi interior y confirme que no soy un mercenario.-hago una pausa para mirar a los 3 sujetos de nombres peculiares y prosigo-Sin embargo, esos 3 que se ocultan bajo una mascara de Duende no hacen mas que llamar mi atencion. No digo que sean los mercenarios pero si que no parecen de ser de fiar.

Me giro desde mi esquina solitaria hacia el grupo.

- A mí tampoco me parecen de fiar. Llevo observando a esos 3 largo y tendido y parecen estar hablando en un idioma o dialecto muy extraño. Creo que nadie los entiende, nadie los conoce y nadie se fia de ellos. Para mí son los primeros sospechosos.

Los señalo con dedo acusador.

La verdad es que todo esto no me gusta nada, lo de acusar a la gente a ciegas me parece un error, pero por lo visto todos se habían puesto de acuerdo

La hembra Twi´lek hizo su lista de sospechosos, algunos puntos no estaban mal, en otros no estaba del todo de acuerdo, los Jedi bien podían ser Sith ocultos y los Gungan podían también ser traidores a su raza, así que no los descartaría tan rápido

Miré a todos los de la sala y emití mi voto

- ¡Cielos, cielos! ¡Esto es terrible! ¡Estamos condenados!

El droide se movía espasmódicamente,  en parte porque el diseñador de las unidades 3PO tenía un concepto bastante suyo de la flexibilidad y en parte por el nerviosismo que todo este asunto había provocado. PR3PO era una unidad con personalidad, aunque fuera una personalidad irritante.

Viendo que todo el mundo votaba para hacer una escabechina,  3PO  se encogió de miedo -metafóricamente, ya hemos dicho que no podía doblarse mucho-. Buscó en su base de datos cómo establecer un cabeza de turco apropiado, y encontró una respuesta razonable: primero muere el negro, luego muere la novia. Examinó la concurrencia. Había un negro.

- ¡Voto por el amo Frapu Risin! - dijo con voz chillona.

Para calmar la ansiedad de sentir la base amenazada por escoria imperial, el wookie saca un paquete de chicles y se lo mete entero en la boca. Mira a los demás con ojos desorbitados mientras mueve las mandíbulas con esfuerzo para mascar toda aquella masa que va creciendo en su boca. Cuando domina la goma, se relaja con su sabor y textura y escucha a los demás elucubrando sobre posibles sospechosos.

La Noble es la primera en lanzar una acusación, como corresponde a su estatus. Entonces todos miran a aquellos tres extraños seres en los que el wookie no había reparado en todo este tiempo. Quizá porque al permanecer inmóviles en un rincón y sin hablar los había confundido con crash test dummies para naves.

- ¿Y si esa fuera la estrategia de los mercenarios? - Piensa súbitamente - Pasar desapercibidos completamente parece buena estrategia, aunque algo burda, pero teniendo en cuenta que el imperio usa clones no me extrañaría un comportamiento como ese.

Se adelanta un par de pasos mientras comienza a hacer crecer un globo de chicle en sus labios. El globo crece y crece y la gente lo mira con espasmo. Las caras de los presentes preveen el problema de la explosión del globo sobre esa cara peluda, pero al Wookie no parece importarle. De repente el globo, en lugar de explotar, es desinflado y vuelto a la cavidad bucal con una habilidad sorprendente.

- Uuuaaaaaaaaaaargghh uuuuuuuuuuuuuuunn mmmmmmmmmmmmm aaaaaaaaaaghlll* - Exclama el wookie señalando a uno de los interfectos.

Algunos de los presentes ya habían hecho sus acusaciones, la mayoría a uno de los extraños individuos que nunca hablaban y llevaban unas mascaras bastante raras, y un droide sorprendentemente me había acusado a mi. pero yo tenía claro por quien votar

yo también acuso a ese tipo extraño

habia estado todo el rato mirando las musarañas pero al final tambien acuse

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!! MISA SOCORRO!!!!!!!!!!!!!!!!! MISA NO QUIERE MORIR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Y el estupido gungan sale corriendo de la sala.

Cuando Mugen le pidió que 'mirase en su interior' las mejillas de Marmo se ruborizaron y comenzó a mover el hocico nerviosa y estúpidamente. Después, cuando cayó en la cuenta de a qué se refería exactamente con eso, decidió intentarlo. Se concentró todo lo que pudo, cruzó los ojos y se puso en tensión.

Nada. No lograba ver nada en el interior de la mujer y es que los poderes jedi de Marmo Tah llegaban donde llegaban, que tampoco era muy lejos. Quizás alguno de los otros compañeros de la Orden o quizás alguien externo a ella pudiera hacerlo mejor.

Después volvió a centrar su atención en 01, 08 y 10. Los zarandeó un poco pero no obtuvo reacción alguna.

- Nada, zin duda eztoz zon clonez que han zalido un poco defectuozoz, mirad -los zarandeó aún con más fuerza hasta casi desmontarlos- no rezponden. Yo creo que habría que eliminarloz a todoz, pero de una tacada. Para no perder máz el tiempo con elloz.

Pero se había dicho que uno sólo y Marmo tenía problemas para decidirse, así que siguió la máxima de su tribu.

Genar comenzó a mirar a su alrededor. ¿Quién pudo haber sido?. 

Era una herida precisa. No había sido un aficionado atacando por sorpesa. Aquel ataque era limpio y preciso.

Ya, al único que parecen gustarle es a Genar In. O eso, o no ha entendido bien el funcionamiento del juego.

Yoda se sumó a las palabras del droide.

- Reflejada en él, la oscuridad está.