Algo me dice que a Blavatsky y Shaira no la mataron las ladronas, no surgió ningún blasón de su sangre y hasta ahora las ladronas solo mataban a una de nosotras por noche...
Que nueva enemiga hay entre nosotras???
Pero... qué? - los restos de su burla murieron en sus labios - Esto no tiene sentido... Are podría haber sido una de las ladronas, pero es imposible que ellas hayan acabado con Blavadsky y Shaira Aira - se gira hacia el resto - ¿no lo dije con bastante claridad? ellas dos eran ridículas. Títere y Titiritera, pero no Ladronas... al menos no lo eran la última vez que mis ojos rozaron sus almas, gracias a sus respectivas runas, aunque hasta ahora no sabía que era el alma de Blavadsky el que yacía atado por sus cuerdas. - las mira a todas de una a una - ¿porqué nadie querría acabar con ellas? me extraña que las ladronas hayan conseguido semejante poder, así que repito ¿porqué nadie querría deshacerse de ellas?
Reis, he observado tu runa... Y si deseas seguir un buen consejo, pase lo que pase esta noche, sería conveniente que fijes en Nebhaleth, Eowin o Gunhilda. Yo estaré bien, e intuyo que Ángel tiene sus propios métodos para defenderse. Sobre las otras tres no tengo certezas, así que más vale que te centres en lo importante. Quizás con estas caídas todo se haya acabado y podremos regresar en paz a casa, pero no las tengo todas conmigo. Nunca nos hemos caído bien, pero esto es importante. Espero que sigas mi consejo.
Arë habia caido, con eso otra de sus sospechosas...Madame y Shaira yacian juntas...ambas tambien sosprechosas, pero aun podia oler en el aire la traición...
Aun quedan traidoras entre nosotras,...aun mi conciencia no esta tranquila...Ahora desconfiaba de todas, incluso de Yidorac, la unica que le daba algo de tranquila era Nebaleth...
Ya somos pocas...creo que despues de esta noche...todo se habra aclarado..
Esperemos que tengas razón...
Eowin se había quedado trastornada ya que tantas muertes seguidas la dejaban confundida, lo peor que es aún no sabía quienes eran las ladronas realmente.
Tres nuevas muertes antes de lo debido... ¿qué estaba pasando? El miedo y la desconfianza llenaron mi ser y mientras me sumía en mis pensamientos los labios de Yidorac pronunciando mi nombre me devolvieron al lugar - ¿Mi runa? - pregunté con más dudas aún - ¿Qué runa?¿Qué quieres decir?
Yidorac suspira y encara a Reis, apoyando las manos en sus hombros para atrapar su atención, dispuesta a explicar despacio mirándola directamente a los ojos - Conozco tu don, Reis. Si dudas sobre cómo lo sé, haz repaso mental de lo que se ha dicho aquí en los últimos días, porque no pienso repetirlo.
Ahora te repito que es imperativo que elijas bien sobre quien usarlo y protejas a alguien. He descartado a aquellas sobre las que ya sé lo suficiente, úsalo sobre alguna de las que he nombrado.
Aún tenemos la oportunidad de salir victoriosas, por eso es importante que tu bendición repose sobre alguna de ellas, pero no digas en cual. Las mayores candidatas son Eowin, Gunhilda y Neblaleth
Entonces una de sus manos se apoya sobre los labios de la pequeña - Y... recuerda.... la discreción es importante. Confiaré en ti, sacerdotiza de la tormenta. No me decepciones.
Seguramente la indicada prefiere que me calle - respondí a Yidorac - pero no está en mi mano protegerlas. No sé si el protector sigue entre nosotros o ya le han matado, pero no soy yo. Yo no cambié de don, simplemente ya soy inútil. Mi don era curar a los caídos como hice con Gala y Cassie, pero tras lo ocurrido con Cassie y tu pupila simplemente perdí mi don. Puede que haya un sido un castigo de los dioses, como Gala dijo, Cassie era culpable, y yo confié en ella, así que puede que este sea mi castigo por traer a una traidora de vuelta - recordar lo ocurrido hizo que mi corazón se encongiera y mis ojos se llenaron de lágrimas. - Cuando fuimos encerradas aquí mi vida corría peligro puesto que las traidoras podrían tener miedo de la que trae a los caídos, pero ahora ya no soy nada para nadie, ni ayuda de unas, ni rival de otras, lo único que puedo hacer es tener buen juicio en las votaciones y ayudar sin poderes a descubrir quienes nos han traicionado.
Al acabar de hablar rompí a llorar, no soportaba haber perdido mi don de ayudar a mis hermanas.
Tu hazme caso. niña. Quizás no lo hayas visto o no haya brillado ente tus ojos. Simplemente tenlo en cuenta cuando sea necesario.
Con un poco de suerte la muerte de Are haya logrado que todo esto termine, así que ahórrate las lágrimas. Sé que aún serás útil, aun cuando todavía no lo entiendes. - y sin más, deja a la bruja sola con sus lágrimas. Habían cosas que Yidorac simplemente no sabia como manejar.