Partida Rol por web

La aparición del duendecillo subiendo por su cuerpo, lejos de molestar a la mujer, le hizo recordar su hogar, olvidó su enfado y le sonrió un poco. Al menos hasta que el esqueleto volvió a soltar mentiras por su boca y a tergiversar lo que pasaba. 

-Recuerdas mal. -le dijo.

Ella misma había puntualizado que Atreyu dijo poderes y quien había empezado hablando de artefactos había sido él, luego para exonerarse se quitó los trapos y dijo sentir envidia por no haber recibido ninguno, para acabar diciendo que por eso sabía que no todos habían recibido poderes y al igual que él eran más sospechosos. Shantee creía que todas esas cosas no eran ciertas, ni que nadie fuese más sospechoso, ni que había quienes no habían recibido poderes.

-Lo dijiste y era mentira.

No quiso decirle nada más, para ella había quedado retratado. No sabía si era un traidor o no. Todos los números que había dado se desmoronaban como un castillo de naipes ante su mentira y todos los argumentos que había expuesto se podían tumbar apelando a su misma lógica. Le vino a la mente un diálogo apropiado para la ocasión que una vez mantuvieron un secuestrador y un pirata, apelando a la lógica no había opción correcta, pero calló y se puso vigilante. Una mancha de tinta se aproximaba a su corteza y no tenía intención de quedar tatuada, al menos no su cuerpo.

Hyrr trataba de mantenerse tranquila y alegre como siempre, pero la actitud de Bones la sacaba de quicio. ¿Era una traidora por no querer darle la oportunidad a los licántropos de atacar?

- No sé tú, pero yo prefiero que los elegidos sean exiliados a tragados por la Nada. Prefiero que seamos nosotros quienes los elijamos y no que mueran por ser un peligro, un peligro al que tú diste nombre. Tú hiciste que seres como Kerasi quedaran en peligro – su enojo era más notable mientras perdía su forma humanoide y se tornaba de un tamaño similar a Kshpir, aunque con una leve silueta femenina aún presente entre las llamas. Sus llamas eran especialmente brillantes y con un leve brillo dorado que asemejaba a las llamas de su cabello.

- Tú dices que dos morirán si tú caes, pero tú mismo has condenado a alrededor de siete seres por no saber utilizar el don que te dio la Emperatriz y que, en vez de ayudar, estás estorbando, ya que de seguro muchos traidores camuflarán sus elecciones en el número de seres que quieran votarte. Seguramente, los traidores se escudarán en ello para parecer inocentes, a ellos les conviene que sigas diciendo barbaridades – dicho todo esto, recuperó su forma de guardiana, pareciendo un poco más calmada y con su sonrisa habitual.

Se giró hacia Kshpir y le preguntó algo inquieta – Siento que te haya molestado que nadara dentro de ti. Es que… - bajó la mirada – suelo bañarme en los mares de lava con el nuevo día y… Bueno, estando lejos de casa se dificulta un poco. Prometo que no volverá a suceder – levantó su mirada y le guiñó un ojo para luego dirigirse a Kerasi.

- Es cierto lo que dice mi congénere. Tu poder es solo tuyo, así que es tu decisión cómo utilizarlo, siempre y cuando lo utilices como consideres correcto. Yo solo di mi opinión, pero creo que es un hermoso regalo el que la Hija de la luna te ha concedido -.

Kshpir alzó una ceja ígnea cuando el esqueleto le lanzó aquella pulla.

—¿Ahora pretendes meternos miedo? —preguntó—. ¿Qué esperas, que no te vote por miedo a que si tu caes, caiga algún otro también... incluído yo mismo, como pareces sugerir? Tú mismo lo has dicho, aquí lo importante es Fantasia y la Emperatriz. Si tenemos que caer, caeremos... Pero para mí ahora mismo tú eres la mayor amenaza y quien más ha perjudicado al bando leal, así que aún contando con que eso del vínculo sea cierto, saldremos ganando con tu marcha.

Después escuchó las palabras de Hyrr y negó con la cabeza, volviéndose de fuego rojo.

— No... no... —balbuceó con torpeza—. No me ha molestado. Al contrario... Ha sido un honor...

Pero no se atrevió a decirle nada más a la guardiana de la llama eterna. Ella era demasiado importante, y él sólo era un elemental de fuego común y corriente.

El esqueleto viendo todo lo que se le venía encima decidió puntualizar el matiz que al parecer de forma deliberada, o no, la mujer-arbol había omitido de todo este asunto.

-Mientras el tema trataba de los artefactos con poderes yo dije que no poseía ningún artefacto. Algo que a día de hoy mantengo. La diferencia es que yo no preciso de un artefacto para tener un poder. Ya que el poder está en mi ser. Impregnado en mis huesos como una fina película sobre mi cuerpo. De todas formas, si no crees en que lo que yo digo sea verdad... ¿Por que no hablas del artefacto que posees?. 

Viendo a aquella pareja de fuego y magma, el esqueleto volvió a, como ya era habitual, tranquilizarlos con una respuesta sencilla y clara.

-Yo seré condenado, y junto a mi persona, otro de los aquí presentes también irá a parar a la Ciudad de los Antiguos Emperadores. La principal diferencia es que mi viaje tiene un pase de ida y de vuelta... Pero bueno, seguro que podemos hacer turismo, yo y al que habéis condenado. No tan solo por votarme a mi, sino a aquel que me ha vinculado con ese ser... ya podría haber optado por un compañero de viaje más... agradable, todo hay que decirlo... ¿Quien nos vinculo? No diré nada. ¿Quién será condenado? No diré nada.

Cruzándose de brazos el esqueleto replicó:

-A fin de cuentas, si digo algo os enfadáis... y si no digo nada, también...

-De todas formas, mi voto va para aquella mujer arbol, por si los traidores desean votar conmigo y podamos eliminarla a ella primero, si sois tres, con mi voto seremos 4 de los 18. Malo será que los otros consigan más de 5 votos en contra de alguien...

Shantee había mantenido bajo silencio algunas cosas, y dicho otras, pero lo cierta era que tenía razón, que Bones se había contradicho con la cuestión de poseer o no poseer un poder. Era increíble como habían sido algunos de ellos, y Kairim entre los primeros, tan ingenuos de dejarse enredar a tal punto que ellos mismos habían hablado de “artefactos”…

La contradicción en las palabras de Bones, ahora trató de tapar torpemente con otra perorata sofística. Además, casi admitió su mentira, o al menos admitió plenamente que les estaba intentando confundir con otra sofistería, al justificarse así: “Así que tecnicamente no he mentido.” Técnicamente, por cierto…

Miró al esqueleto con sospechas renovadas. Si de todas formas sería traído de vuelta del destierro, como insistía una y otra vez, ¿por qué insistir sobre esto? Si no le importaba el destierro por ser inocente, como declaraba, ¿por qué insistir tanto sobre su supuesta inocencia?

Suspiro. Salgo del agua y me acerco a la botella central.

Bones, el esqueleto. Llévatelo a la Ciudad de los Antiguos Emperadores y que no vuelva. Y si con él tiene que irse otro, él será el único responsable.

Después vuelvo a la laguna.

Mi voto ha sido emitido. Creía de verdad que el esqueleto era inocente pero idiota. Ahora no sé que creer. Pero estoy segura que nos irá mejor sin él.

- Lo siento Bones, me agotas, tu lógica es absurda, tus argumentos no tienen sentido y lo único que has hecho es ayudar a la Nada...  sinceramente, dudo que nadie te traiga del otro lado, de hecho en lo que a mi respecta, voy a centrarme en descubrir a los traidores y dejar de perder el tiempo escuchando tus estupideces...

Y tras decir aquello el cuatricornio se alejó del lugar y buscó un pedacito de hierba que poder pastar con tranquilidad, sin escuchar más a aquel esqueleto al qu consideraba un traidor, fuese o no ayudante de la nada, como tal se estaba comportando...

Aquel pequeño golem, pequeño para el resto de los golems. Sentado en el suelo escuchaba, escuchaba con atención y a veces con cabezas distraídas, por los ruidos del lugar o los animales que paseaban sin malicia enrededor.
Pero al fin y al cabo la idea que recogió de toda aquella conversación era clara.

-Nadie tiene un culpable.

-No sabemos la certeza de nadie. Acusar es lo único que tenemos.

-Cierto. Es fácil equivocarnos y mas fácil no querer serlo.

Las cabeza parecían hablar entre ellas mas que al resto.

-Entonces que hacer. Condenar a quien perturba a todos.

-Amenazas suelta sobre arrastrar a otros.

-¿Eso no es de asesinos?

-El es o fue un guerrero habrá matado antes, la vida ya no es lo mismo.

-Sí, es cierto. Pero aun si arrastrar a alguien puede.

-No seria otro capaz de traer a esa persona y posteriormente

-¿Ser juzgada como el resto?

-Tener una segunda oportunidad.

-Tiene sentido ciertamente. -Esta alzo el brazo común para acariciar su mentón.

-Si, como dice con su destierro, habrá dos. Siempre podremos, según él, traer al segundo de vuelta.

-De esa manera su amenaza no es peligrosa y los remordimientos serán menores.

-MMmmmm... Y que hay de los demás, en quien confiar.

-Es muy pronto, pronto incluso para que ese hombre sin piel acusara tanto.

-Pero es normal.

-Si normal, el miedo hace alzar el dedo.

Gwendi pasó una noche intranquila debido a la situación en la que se encontraban, pero consiguió conciliar el sueño durante un par de horas.

A la mañana siguiente, Atreyu la despertó y, tras comprobar que se encontraba bien, la gnoma se dirigió a la Sala Común, y tomó asiento en el mismo lugar donde había estado el día anterior. Observó a sus com pañeros, y se dio cuenta de que había un asiento vacío. «Si no me equivoco, se trata del hada», pensó. La noche anterior se dedicó a analizar al grupo variopinto de criaturas que se encontraba allí. Sintió una inmensa pena por la criatura, aunque no la conocía.

Después de que Atreyu anunciase la trágica noticia, surgió un debate en torno a la identidad de los traidores, similar al de la noche anterior. Gwendi, de brazos cruzados, escuchó sorprendida la conversación, sin dar crédito a lo que llegaba a sus oídos. Le aliviaba que gran parte de sus compañeros se guiase por la voz de la cordura.

—No sé qué pretendes, Bones. Sigues dándole vueltas a lo mismo de siempre, y no aportas nada nuevo. Lo único que estás consiguiendo es que todas las sospechas se dirijan hacia ti, y que pierdas credibilidad. Si tu objetivo es dividirnos, crear conflictos y que uno a uno digamos los dones que se nos han otorgado, no lo vas a conseguir. No por mi parte, al menos. A estas alturas es imposible saber quién es traidor o no.

Aún con los brazos cruzados y negando con la cabeza alcanzó a responder a las continuas acusaciones:

-Mi poder es inútil, al menos hasta que encuentre quien tiene un poder gemelo al mío, el cual pueda observar el alma, las intenciones o los recuerdos de uno de nosotros por día. Y ese poder está entre nosotros, lo presiento. Así pues, eliminar al malvado esqueleto mientras vosotros seguís cantando canciones junto a los traidores, es la mejor opción. Ya que, así me aseguro que vuestras cortas mentes no vayan por el peor de los caminos, como el traidor quiere. Por favor, incluso he programado un hermoso itinerario para que ellos vayan eliminando uno a uno.

-El hecho de señalar a 4 de nosotros y revelar la posesión de artefactos de estos, lo que hace es proteger al resto que tengan artefactos, los cuales sé quienes son. ¿O acaso me equivoco? -dijo en forma general, aunque refiriéndose en particular a algún presente que lo había contrariado hacía poco- ¿O acaso prefieres que desvele tu nombre entre los poseedores?.

-Así pues, hay dos opciones; podéis votar por mi y condenarme junto a otro de los presentes, cortesía de uno de vosotros que nos ha vinculado; o podéis votar junto a mi, y condenar a alguien insignificante como es Shantee... Si la echamos de menos podemos buscar un Ficus y ponerlo en su sitio. Es vuestra elección, ambas opciones me son válidas, porque el resultado final es el mismo. Menos participantes y mi seguridad.

Sobre la mesa el esqueleto apoyó sus codos y entrecruzó los dedos por encima de sus dientes.

-El sol se está poniendo... ¿Quien será el elegido para un viaje?. Y además, si es que se pone la noche, los traidores irán a por Shantee, así que; si no es por mi que sea por ella, por misericordia... ¿Que preferís? Dejarla en un lugar seguro llamado la Ciudad de los Antiguos Emperadores o ser atacada y devorada por La Nada?. ¿Que sería lo más misericordioso para su destino?. 

-Y si es que no se pone la noche y comienza un nuevo día a causa de la inutilidad de la Nayade, Kerasi...¿A quién escogeréis? Ya no habrá el malvado esqueleto que da discursos raros y habla de números que nadie comprende... ¿Sabéis que pasará entonces?. Que seréis vosotros los encargados de señalar con el dedo y acusar, a no ser que queráis que los 3 traidores voten al unisono por alguien a quien ellos elijan... Una noche con otro nombre.

Al ver a la gnoma, Fenrir da un gritito y se esconde entre las hojas de Shantee, mientras murmura -Un gnomo, los gnomos se comen a los niños duendes que se pierden en el bosque-

Sobrepasado el susto inicial, Fenrir coge valor y se sienta otra vez en el hombro de la mujer árbol.

- Suponiendo por un momento que el esqueleto no es malo, solo es tonto. Ha desvelado su poder y ha conseguido que otros desvelen su poder. Ahora no podrán usarlo en secreto. Si la náyade fuera malvada, ya no podrá usar el poder de duplicar la noche, pues los inocentes restantes irán a por ella de cabeza. Además sabiendo que él puede saber lo que hace cada objeto, los que tienen objeto deben temerle y tratarán de eliminarlo. Pero no todos tienen objeto. Fenrir se plantea, ¿Por qué los que Bones no ha dicho que tengan objeto se preocupan tanto y quieren eliminarlo? ¿No será que aquellos son traidores y quieren eliminar al esqueleto tonto ya que saben que es inocente?

El esqueleto volvía a mentir y a contar lo que le interesaba. Shantee permaneció inmutable mirando al frente. Sólo cuando sintió desprecio al ser llamada "aquella mujer árbol", unido a saberse votada, otra hoja se desprendió de sus ramas, aunque esa vez no la miró. Podría haberse defendido, podría haber dicho algo para hacerse la importante como hacía el esqueleto, pero aceptó que si era votada por Bones era porque le había pillado en más de una ocasión mintiendo y quería deshacerse de ella. Esperaba que alguien más se diese cuenta.

-¿Cuatro! Ni siquiera sabe contar, si ha señalado a seis... ¡Ah, claro! La náyade y el fauno lo han dicho por que han querido, no porque él lo haya instigado.

Aguantó el nuevo ataque sin moverse, ya que la había comparado con un ficus se asemejaría a esa planta, no quería seguirle el juego. Ahora todos sabían que había gente sin artefacto y con poderes que podían decantar la balanza, ¿qué más cosas se les escapaban? No entendía al esqueleto, él mismo había dicho que no sabía qué poderes tenían los artefactos mientras seguía señalando a unos y otros. Estaba cansada de sus "sorpresas". 

El movimiento Fenrir entre sus hojas le hizo un cosquilleo agradable y por fin abrió los labios.

-No voy a entrar en tu juego y decir cualquier cosa para "salvarme" como haces tú, no voy a poner mi vida por encima de Fantasía. 

Kairim no puede sino intervenir de nuevo: "Fenrir, por cierto has dicho algunas cosas justas, pero otras no lo son. Aquí aún no he detectado una animosidad contra Bones tal como podría emanar de uno o más traidores. Lo que detecto más bien es una animosidad contra un ser que, con todo lo que hace y dice, actúa como el más temible de los traidores. Dice cosas así (de hecho, acaba de decirlo): ‘El hecho de señalar a 4 de nosotros y revelar la posesión de artefactos de estos, lo que hace es proteger al resto que tengan artefactos, los cuales sé quienes son.’ En otras palabras dice que ha decidido de antemano quienes de los leales son prescindibles y cuales tienen que preservarse. ¿Basándose en qué criterio? ¿Qué insensatez es esta? ¿Acaso la Emperatriz en su sabiduría no distribuye dones para que sean utilizados, y sus portadores conservados en vez de dados por perdidos?” A Kairim la actitud de Bones le parece horrorosa. “Dice que ha revelado los artefactos para perder a los que ha nombrado!”  

Duwin aprovechó un silencio para intervenir:

-Bones, no te lo dije antes tan claramente como te lo diré ahora, pero la idea sigue en mí: estás cavando tu tumba, nunca mejor dicho para reposo de tus huesos. ¿Piensas que culpando a todos, mintiendo "técnicamente" y amenazando veladamente vas a hacerte valer? Como te dijero ya varias veces, los poderes habrá que USARLOS, y con ellos sacar conclusiones. En tu caso, te pones solito una diana en la frente, ya lo has visto. Piensa mejor lo que dices y haces. Me da igual que ignores mis palabras, tú serás el que salga perdiendo.

-Miente, tegiversa, nos lanza unos contra otros. El razonamiento de que votemos a Shantee para que no la maten, que lo hagamos por misericorida es algo delirante. Kairim tiene razón, por malicia o por estupidez nadie es más traidor que él.- Dice el espectro.

-Lo mejor que se puede hacer con un ser que se cree con poder sobre la vida y la muerte, sobre el bien y el mal, es ignorarle... al menos mientras tengamos que sufrir de su enojosa presencia. Nada le hará más daño que eso.- Sentencia.

Bones se había puesto frente a una de las ventanas de la sala, mientras observaba el atardecer de aquel día, lo que propiciaría cuatro situaciones posibles:

Un muy posible viaje a la Ciudad de los Antiguos Emperadores junto a Aquel Ser. Y que después de eso, LA NADA se dieran un festín con Shantee, o hacia cualquier otro leal al Mundo de Fantasía.

Un no tan posible viaje de Shantee a la Ciudad de los Antiguos Emperadores. Y que después de eso, LA NADA se dieran un festín con cualquiera de los indicados, preferiblemente sobre Bloop, aunque no lo pareciera, odiaba a Bloop sobre todas las cosas... Maldito Bloop. Que insolente...

Y en el caso de que la Nayade vaya a usar sus poderes, la situación se pondría mucho más interesante, ya que en vez de que los traidores decidieran de matar a un leal, los que serían cómplices del destierro serían los mismos Leales, al igual que ya hicieron y se ratificará una vez que el sol se pusiera.

-La principal diferencia entre ustedes y yo es que yo soy una criatura con Honor, mis actos los digo de forma abierta, es cierto que he señalado y he puesto en peligro a 6 de ustedes, pero eso no me quita la razón. Yo estaré en otro lugar una vez que el sol se ponga. Y he señalado y hablado sobre 6 individuos particulares. 

-¿Acaso es distinto de lo que ustedes estáis haciendo conmigo? Señalándome y condenándome... O mejor dicho, lo que sin lugar a dudas haréis todas las mañanas hasta que el sol se ponga sobre uno de ustedes 15 -De los 18 que son, ya ha 2 si él es elegido, como parece ser, y la próxima víctima de La Nada- . Esa es la principal diferencia, yo he señalado ahora, vosotros lo haréis después.

-Y eso de intentar consolaros de que soy un ser tenebroso que he dañado al Mundo de Fantasía con mis actos... Sinceramente, esto recién ha empezado, y hay que restar personal. Sentíos agradecidos a los que no he nombrado. Porque, en caso de que los traidores me crean, seréis los últimos en ser devorados.

-Por último, me parece hilarante que nadie se haya fijado que todos estáis de acuerdo en condenarme, traidores y leales, juntos por una misma causa. Acabar conmigo. Eso significa que la Emperatriz era sabía al darme el Don que se me ha otorgado. Un Don tan insignificante que no puede hacer nada por sí mismo, ni hacer un doble día, ni ligar almas, ni ver la verdad tras el rostro de los traidores, ni proteger a alguien de forma puntual del ataque de La Nada...

-Y aún así, he logrado poner a los traidores en una situación en donde prefieren eliminarme de la mesa el primero, antes de aprovechar y desviar el tema sobre alguno que no haya nombrado o sobre Shantee... a la cual, voté por ella, reitero.

-¿Has empacado tus cosas? El viaje parece ser largo, y al menos por tu parte, no vas a lograr salir de ahí... A no ser que uses tu habilidad antes de que el sol caiga, claro está...

-Bones, tu lógica capciosa vuelve a fallar... Una vez más. No todos están de acuerdo en condenarte, sólo casi todos los que hemos hablado. Y, ahora mismo, traidor o leal, defenderte sería una locura, casi como ponerse una diana en la cabeza... porque, mi querido esqueleto, nadie aquí parece más traidor que tú. Así que haz las cábalas que quieras, que el que se va ir a la Ciudad de los Antiguos Emperadores sea solo o sea acompañado, creo que serás tú.- Dice el espectro, cansado de las continuas mentiras y contradicciones del esqueleto.

“Me retiro”, anuncia Kairim simplemente. “Que la sabiduría de la Emperatriz nos ilumine a todos en las decisiones que nos incumban tomar antes de la caída de la noche.”

Kairim se da la vuelta tras sacudir otra vez la cabeza en dirección del esqueleto, y entra en su cuarto. 

Malderín seguía en su rincón, mirando todo y intentando pensar y decidir. En un momento, intentó tocar su flauta para relajarse y no sonaba. ¿Qué pasa? Tras insistir en sus intentos encontró una bola de tela que bloqueaba el aire y salió de la sala refunfuñando. Pero quién puede ser tan malo. Ahora los traidores también odian la música, no solo a fantasía. Esto no puede ser. Hay que hacer algo.

Al cabo de un rato volvió a la sala, caminando con un trote lígero. Su rostro parecía confuso, pero un poco más sonriente que antes. Señor Asgaloth, le habló con educación al espectro con un lígero temblor. Dice usted que defender a Bones sería una locura pero yo... No se enfade, pero por el bien de fantasía quisiera decir una cosa. No me cae bien el señor esqueleto porque habla mucho y con muy malos modos. No quiero que sea mi amigo, la verdad. No se enfade señor esqueleto. Pero he estado.... he preguntado a alguién más listo y me ha dicho que dice la verdad cuando dice que no es un tractor. Ay! Un traidor, cuando dice que no es un traidor. Y también dice la verdad cuando dice que se va a llevar a otro con él cuando lo desterremos. Sin embargo, ha dicho muchas cosas y muchas de ellas o eran mentiras o no eran del todo la verdad. No sé si nos podemos fiar de él pero estoy con alguien que ha dicho que no debe ser un traidor, solo un tonto retorcido.

-No lo pongo en duda, Malderlín. Posiblemente así sea, y más aún si alguien en quien confías lo ha dicho. Pero me temo que a Bones ya le han perdido sus formas y su actitud de intentar organizar actos y pensamientos. Todos aquí somos libres,aunque tengamos problemas internos. Quizás por exceso de entusiasmo el huesudo irrumpió con acusaciones y exigencias, y no se hizo para nada popular en el buen sentido. Lástima de quien arrastre con él, pero posiblemente sea su nombre el que ocupe más puestos en la botella.