Partida Rol por web

-LooOOoki asesinado??? ¿Y el peluche también? El loro se mostraba sorprendido-. Dos muertes y no una!! No una, sino dos!! Si esto sigue así vamos mal, pero que muuuuy mal!!

Iago alza el vuelo para comprobar si había alguna ventana abierta por la que poder escapar. "Parese que no, de aquí no puede salir nadie."

Tras varias acusaciones, ve con sorpresa y alegría cómo Lotso regresa a la vida. Cuando le preguntan, el oso acusa a un lord sith de matarle. "Las sospechas sobre el otro Sid se desvanesen entonses... a mí tampoco me paresía el asesino del peluche."

Ve aparecer a Maléfica y queda perplejo.

-Oooh! Poderoso maligno, habéis visto?? Es Maléfica y su cuervo! Bienvenidos! -sonríe revoloteando sobre el hombro de Jafar-. Cómo estáis, altesa?

Inclina la cabeza hacia Iago sonriendole -De vuelta querido ¿que novedades hay? ¿que asesinos tenemos en mente? a mi seguramente fue un hombre, ya que partir un cuello no es fácil- miro a los presentes

Se cerraron las urnas y Pete la agarró con firmeza. Comenzó a hacer el recuento de votos, uno a uno. Cuando terminó suspiró fuertemente retumbando en toda la sala.- El traidor que se encuentra entre nosotros sufrirá una muerte más rápida esta vez.- Pete sacó su escopeta y disparó varios tiros a SID.- Chicos, esperemos que mañana no tengamos más muertos.

El pequeño muñeco de plástico no se lo podía creer.  No tenía ningún sentido. Habían sido unos mentirosos. Habían dicho que cambiaban el voto y no era verdad. Los miró con la cara desencajada, exenta de su maravillosa belleza de Mattel, digna de Barbie. Los miró con odio.

Contempló al muchacho al momento en que recibía el disparo, y cerró los ojos con fuerza. Arrugó los labios en una fina línea, y su ira se desató.

—Habéis cometido un grave error— dijo Ken, haciendo un gesto con los brazos que abarcaba toda la estancia—. Entre quienes han votado a Sid están los asesinos. Esos héroes chulescos, y avariciosos, que no dejan nada para los malos de verdad. Son ellos quienes nos están diezmando sin compasión. Y, amigos, esta noche ha ocurrido algo. Algo importante— dijo, entrecerrando los ojos—. Veréis, mi corazón alberga un regalo del fabricante. Fui un modelo muy exclusivo, y lo descubrí por pura casualidad— comenzó a explicar—. Lo cierto es que, durante las noches, puedo plagiar los movimientos especiales de la gente, su poder, su don, lo que su corazón guarda de manera celosa— ensanchó la sonrisa—. La cuestión es que esta noche, la fortuna ha decidido, porque es la diosa fortuna quien lo decide no yo, que imite los posibles actos de uno de esos héroes perfectos y sonrientes.

Hizo una pausa teatral, quería albergar en su seno a todo el público.

—Esta noche he ido a una habitación muy curiosa con un grupo aún más curioso. He contemplado sus caras, y he preguntado qué pretenden hacer. No me han contestado aún— dijo, negando con la cabeza—. Caballeros, malos aquí reunidos, malos de verdad— enfatizó, firme—. Esta noche he descubierto quiénes son el grupo de vengadores que están liquidándonos por la noche. Y, para que sepáis que voy con vosotros y que os defiendo, os diré sus nombres.

Tomó aire, de manera profunda.

—Maléfica— la señaló, con un dedo admonitorio—. El duende de nombre impronunciable, Rumplestinski— dijo, señalándolo después—. Edgar— lo miró con el ceño fruncido, pasando a señalarlo también—. Y ese Duende Verde enemigo de Spiderman, que creo que es más malo esa telaraña que Osborn.

Sentía que estaba algo agitado, pero sabía que había hecho bien. Era malo. Era su deber. Lo hacía por los malos de verdad.

—Amigos malos— los llamó—. Estoy corriendo un gran riesgo, pero quiero que sepáis la verdad por encima de todo— dijo, contundente—. Sin embargo, sé que alguien puede proteger, porque la diosa fortuna me permitió proteger a mí la primera noche, dando protección a uno de vosotros. Pido, pues, suplico, el mismo favor. Protección— dijo, finalmente, mirándolos. 

Estaba sentado en un rincón nervioso, mis patas se movían al compás de una simple canción que inundaba mi mente, era la incertidumbre de saber lo que en verdad sucedía aquí. Lo gracioso de todo esto es que sin poder hacerme invisible aún lo sigo siendo para estos malosos de turno. - mejor que no se den cuenta de mi, aunque de nada sirve. Sólo me dedico a asustar niños no a matar y yo que sepa no he cambiado el oficio. - pienso mientras chasqueo la lengua.

De repente el muñeco tan varonil, el delirio de Barbie toma la palabra, pero yo no era quien para ofrecerle una mano, si hasta el momento soy una sombra que no habla, solo piensa y continuaré así hasta que las cosas cambien. - Que bien me vendría un baño refrescante y unos masajes de algún monstruo amable, vivir en tensión no me genera buenos ánimos. - vuelvo a pensar, el diálogo interno comenzaba a gustarme.

---Creo que solo tengo una cosa que decir...- digo muy serio, aguardo unos segundos y de pronto rompo a reir de forma sonora- JAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAJA QUE BUENO... JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA....

Hacia siglos que no me reia tanto, noto como las lagrimas se me escapan y hago aparecer un pañuelo.

---Espera espera.... ahora me toca a mi, me gusta ese juego, Ken...

El pañuelo desaparece haciendo aparecer un muñeco clavado a este, me tapo la boca y comienzo a imitar la voz de Ken.

—Esta noche he ido a una habitación muy curiosa con un grupo aún más curioso. He contemplado sus caras, y he preguntado qué pretenden hacer. No me han contestado aún— dice el muñeco mientras Hago que meneé la cabeza negando— Caballeros, malos aquí reunidos, malos de verdad— pongo la voz enfatizada y  firme—. Esta noche he descubierto quiénes son el grupo de vengadores que están liquidándonos por la noche. Y, para que sepáis que voy con vosotros y que os defiendo, os diré sus nombres.

El muñeco finge tomar aire de forma profunda.

—Scar— el muñeco señala al susodicho con un dedo admonitorio—. El fantasma negrata, El fantasma de tinta— dijo, señalándolo después—. Hades— El muñeco le cruncie el ceño y lo señala también—. Y ese mago enemigo de Aladdin, Jafar.

El muñeco se agita como si estuviera muerto de miedo y a continuación comienza a decir con voz quejosa y suplicante

—Amigos malos— los llamó—. Estoy corriendo un gran riesgo, pero quiero que sepáis la verdad por encima de todo— dijo, contundente—. Sin embargo, sé que alguien puede proteger, porque la diosa fortuna me permitió proteger a mí la primera noche, dando protección a uno de vosotros. Pido, pues, suplico, el mismo favor. Protección— dijo, finalmente, mirándolos. 

Cuando termino la imitación  me levanto de mi mesa y me inclino cual actor.

--- Bueno, ha sido muy divertido ¿quien es el siguiente? ¡Scar, tú mismo! Ya que he sido el primero en mencionarte ¡Es sumamente divertido!!!

Tras eso me siento en mi sitio

Vader conrie (aunque nadie lo ve bajo su casco) ante la reacción de Lord Rump.

Contempló la penosa imitación de aquel hombre. Ken frunció el ceño sin que apareciera una arruga en su perfecta tez.

—Sólo un necio se burla de la verdad— dijo cruzándose de brazos.

Suspiro, y sonrió.

—Duende— dijo, clavando su mirada en Rumplestinski—. Se te ha olvidado añadir una cosa que sabes tan bien como yo: esta noche queréis ir a por el vidente. Y también habéis mencionado que Darth Vader posee pociones. 

Se giró mirando hacia la mesa donde estaba aquel sujeto de la fuerza.

—Os están traicionando, están desvelando los dones de los malos a estos héroes de pacotilla. 

---Creo que hay una diferencia bastante grande de un duende  a un hombre, y yo soy un hombre, muñeco de plastico...- digo sonriendo a cada palabra que dice Ken.

Fue el turno de sonreír a Ken ante las palabras de Rumplestinski.

—No hay nada más triste que ver a un hombre que no sabe que lo insultan.

Se encogió de hombros, sin querer darle más importancia. No era su problema. Tenía la noche para tratar de ayudar a los malos de verdad a seguir su quimera de alcanzar la victoria frente a los héroes.

Tranquila y serena desde su asiento dijo -Claro, las palabras que dicen son muy lógicas a la par que sabias, como yo soy una de las que según Ken, mato por la noche, es muy lógico que fuese la primera en caer ¿verdad? que según tu, los "míos" me matasen es normal, para si diezmar sus fuerzas- asintió y lo miro -cierto, eres una edición muy especial, la más estúpida de todas- tamborileo con los dedos sobre la mesa -Y por favor no diga malos, en tu boca suena como bufones, ay que tu eres ¡¡un muñeco!! ¿que narices haces en esta reunión?-

-Malefica! Has vuelto! Tuve miedo de haberte perdido, ya voy a decirte lo que siento, no voy a callarme mas, Malefica Yo.. Te quiero!

Fui hacia su mesa y me arrodille, saque un anillo que tenia guardado por si surgia el amor y se lo puse en el dedo

Si su color de piel no fuese el verde, se habría puesto blanca, levanto ambas cejas y se quedo perpleja -claaaaro, es mi sueño, casarme y formar una familia- lo miro incrédula -y de paso que Rumple nos proporcione un felices para siempre- lo miro muy seria -no quiero romper tu delicado corazón, pero ya me comprometí hace tiempo, lo siento querido- le dijo dulcificando su voz.

Scar miró de un lado a otro antes de mesarse la sien y rodar los ojos. -Estoy rodeado de idiotas...- Se acercó lentamente a Maléfica y la olisqueó dando vueltas alrededor de ella, levantándole las enaguas con el hocico. Después comenzó a olfatear el aire y se dirigió a Lotso, al primer movimiento de hocico arrugó el entrecejo y comenzó a olisquear alrededor de la escena.

- Huele tremendamente irresistible...- Scar no lo veía pero podía oler a Randall. Parecía que era justo como le gustaba, biscoso pero sabroso. Se tumbó en el suelo y estiró la patas aprovechando para limar sus afiladas garras en la fría roca produciendo un sonido la mar de desagradable. ññññññññññieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeehghhhh  

Mientras los demás hablaban entre sí Scar bostezó.- Yo seguiré creyendo que es mucha casualidad que el engendro llegue entre los muertos, con el pequeño detalle de que Hades no se haya enterado, (no habrá fingido su muerte? o estarán compinchados?) y haga una acusación de tres personas sin definir cuál... qué bueno sería si tres desaparecieran de repente... qué oportuno.

Cuando el pobre muñeco Ken hizo su acusación, se abrió una ronda de acusaciones entre los malosos que quedaban vivos, algunas con cierto sentido, otras una sarta de sandeces

- Como bien dije, mi sospecha de que fue uno de los señores oscuros quien causo mi muerte era más una sospecha que una certeza, quizá otra persona pudo hacerlo disfrazado como uno de ellos

Me sorprendió la afirmación de Ken, pues aunque tenía sospechas de algunos de los que había nombrado, no tenía nada en contra de otros - Ken, yo te creo, y puesto que alguien se está dedicando a matar a nuestros compañeros, te prometo que antes de que acabe la noche, uno de los suyos morirá - Mis medios tenía para conseguirlo, ahora solo tenía que conseguir una victima desprevenida

Cuando Scar afila los dientes mi piel cambia de color inconscientemente desarrollando mi primitivo sentido de la defensa. - Maldita seas Scar, no quiero ser tu cena. - maldigo en pensamientos al notar que solo había pocos animales, muñecos y personas, definitivamente sería un buen plato para el "No rey de la selva". Por suerte esto de ser visible y no visible me permite mantenerme en modo alerta, aunque no quisiera ser un bocado para un León hambriento. -En fin... ya veré como me las arreglo. - pienso.

Muchos cambios se habían sucedido ultimamente, cambios que no lograba a entender, había muchos que habían renacido entre los muertos, pero tal vez lo más interesante fueron las declaraciones de muchos de nuestros compañeros, que decían tener grandes habilidades para poder ver quienes eran los traidores, aquello me llamo la atención, y presté mucho atención a aquellos nombres que poco a poco iban saliendo de las bocas de aquellos entes del mal. Algunos nombres podían tener lógica, pero otros no conseguía entenderlos , éramos demasiados, y no tenía para nada claro quienes se habían infiltrado entre nosotros. Tras unos instantes volví a analizar como habían ido quedando las votaciones los días anteriores y la correlación con los muertos, no encontraba sentido a nada: -Solo espero poder sobrevivir esta noche como las anteriores- pensé.

A Ken le gustaba pensar que, aunque hubiera una matanza en aquel lugar, el amor podía llegar a surgir, porque éste lo vencía todo, y al ver cómo el doctor se declaraba ante Maléfica, no pudo evitar aplaudir.

—¡Champán para todos!— dijo ante la feliz noticia.

Sin embargo, vio que pronto se había adelantado a los acontecimientos, y contempló, con algo de horror, cómo la bruja despachaba al doctor con aquellas crudas palabras.

—Vaya— dijo algo desinflado—. Lo siento, doctor. Ya encontrarás a alguien de tu altura— añadió, asintiendo.   

Mire a ken sonriendo y le agradeci sus palabras
Muchas gracias ken, veo que me equivoque contigo
Me estaba empezando a caer muy bien aquel muñeco de mattel que de mattel que demostró que el era diferente al resto, ya que los otros nos tenian marginados por ser nuevos, Sinceramente creo que por fin voy a poder tener un amigo aqui