Partida Rol por web

Ante aquella explosión, de los que habían sobrevivido al día anterior, la gran mayoría habían hecho acto de presencia nuevamente en aquel lugar, alertados por no solo el estruendo sino por el humo que lentamente iba ocupando el espacio del aire respirable, al parecer si no hacían algo, ahora todos iban a terminar por quedar asfixiados.

No hacía falta ser un genio para ver que justo frente a la (21.) Habitación φ un artefacto explosivo había explotado siendo el causante de toda aquella conmoción y, no solo eso, sino que además probablemente hubiera sido el causante del incendio que empezaba a extenderse por la zona común.

Por fortuna ante ellos había elementos que, si se usaban correctamente podían apagar aquel incendio incipiante que los amenazaba con asfixiarlos hasta la muerte, una forma "dulce" de morir, en comparación con otras que aquellos encerrados habían presenciado pero, claramente, no una opción si querían sobrevivir.

No hacía falta ser un genio para saber que  faltaba una persona faltaba en todo aquel quilombo que se había montado, en concreto faltaba Shingetsu Yamigawa, aquel joven que parecía haber ganado cierto protagonismo recientemente. Aunque teniendo en cuenta que en la zona común no parecía haber restos de este muchacho, probablemente este aún estaba en su habitación, siendo esta la (16.) Habitación π.

¿Hola? ¿Hola? ¿Hola?
¡Supongo que me estáis escuchando!
¿Por que pone en el indicador de temperatura dice que estáis muy calientes?

Una voz rompe el silencio de aquella estancia para darse a conocer, esta vendría no de otro lugar que de aquella pantalla de televisión antigua que se encontraba en la estancia -una estancia tan grande solo para un televisor- y que por suerte no se había roto entre idas y venidas y explosiones, la hasta entonces estática se había despejado para mostrar la pixelada imágen de lo que parecía ser una bombilla con sombrero o algo similar, bajo fondo negro.

¡Si estáis haciendo guarradas quiero decir que la culpa es de Mami Ahoyama!

¡PORQUE NO LLEVA ROPA INTERIOR!

¡ASÍ QUE TE QUITO DE ESTE PANEL! ¡PERVERTIDA!

Aquella pantalla de televisión tan rápida como dio aquel mensaje, esta parecía desconectarse dejando nuevamente una pantalla cubierta de estática. Al parecer aquella situación a la que aquella persona misteriosa con la voz distorsionada les había metido estaba avanzando de forma favorable.

Viendo que al parecer en la Habitación π se encontraría Shingetsu Yamigawa, y que este no había salido por un buen motivo; lo que a Shinichi Kirimura se le ocurrió es que, o bien esa habitación era a prueba de bombas, de incendios y de monoxidos de carbono o que ese joven había encontrado una salida.

-¡Y-Yo no voy a morir quemado!. -Exclamó dando un salto, tratando de huir hacia la puerta de la Habitación π- ¡Si el tipo raro ese no ha salido y no es un collage en la pared, suelo y techo es por algo!. ¡Yo me largo de aquí!.

En efecto, estaba vez sí que quería que se abriera aquel cuarto. Y de hecho lo hizo.

Nada más abrir la puerta de la (16.) Habitación π. Todos los presentes pudieron sentir el marcado olor a muerte; aquella peste a hierro y a sangre había inhundado rápidamente la estancia, incluso por encima del humo, y casi ni hacía falta echar un vistazo al interior para saber lo que había ocurrido, aún así, aquellos valientes que decieran entrar a mirar, lograrían ver una imagen desoladora.

Lo que se podrían considerar como los restos de Shingetsu Yamigawa se encontraban esparcidos por toda la habitación, siendo su epicentro su propia cama en donde había una gran mancha de sangre; por lo demás, desde las paredes, suelos, techos e incluso la propia litera, estaba impregnada de lo que antaño fue Shingetsu Yamigawa.

Salir corriendo del cuarto por el calor, humo y el estruendo de la explosión fue algo de adrenalina que le hizo olvidar algo importante... Si, hasta que se le fue el susto y el televisor terminó por embarrarla. Con el rostro enrojecido debido a las distorsionadas palabras - ¡No... No fue adrede! - Vociferó sintiendo asco de su propio cuerpo. Con ese sentimiento, fue hacia los hombres que huían de las consecuencias de la explosión. 

- ¡Ayúdenme a que me de mi ropa interior, por favor! ¿No pudieron ver algo anoche? ¿¡Cómo es que puede entrar a nuestros cuartos como si nada?! - Vociferó en vergüenza absoluta antes de voltear a ver a la habitación del ... ¿cura? Debido al inconfundible aroma a sangre. 

- Pero... Debió ser ahí la explosión...

Lena salió tosiendo de la habitación. Los ojos le lloraban debido a la propia situación (no es que ella estuviera emocionada por vivir toda una aventura a lo Dora la exploradora pero más arriesgada). Todo era fuego, calor y...muerte. El ¿cura? pareció ser la víctima de la noche anterior. Un escalofrío sintió en la nuca. Si hubiera compartido habitación al final... Ella podría haber estado muerta junto a él. Un poco como el final del Titanic donde los dos ancianos mueren en la misma cama...

Aquella vez, no se quería asomar. La idea de ver otra muerte y no seguir avanzando en cuanto a los asesinos le daba náuseas. 

-Os dije...cof-cof ...que hicieramos...cof-cof...guardia esta noche...y nadie ...me hizo caso. -Comentó entre tos y tos.

No aguantó mucho más hasta que vomitó por el  hedor que salía de la habitación. Cuando terminó, se limpió como pudo y rezó un Padre Nuestro por el alma del pobre. Tras ello, acudió a Mami y le tendió la mano.

-Hermana, no estás...cof cof ...sola. Ya ...me parecía a mí extraño que alguien entrara en nuestras habitaciones y nos robara la ropa PUESTA. ¡Necesitamos apagar el fuego! En los juegos de rol esos se haría con una tirada de dado...¡Centrémosno en encontrar algo para apagar el fuego!

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El retumbar de la explosión me hizo caer de la cama en pánico y el humo entrando a mi habitación no ayudó a mantener la calma. Al salir al pasillo el estrés empezó a aumentar con todas las llamas y humo que podían asfixiarnos o quemarnos en masa. Contra todo pronóstico, para mí, el cura fue la víctima de los asesinos hoy. Santo cielo! y...y... yo que empezaba a desconfiar de él!... alcanzo a decir apenas mientras me tapo la boca con la manga y sigo corriendo a los demás para intentar apagar el fuego. 

La cocina? la cocina! Exclamo mientras abro todos los grifos para intentar tener una fuente de agua corriente con la que apagar el fuego. O los retretes improvisados! tiene que haber una fuente de agua por algún sitio!

Sospechar del cura siempre es algo recurrente... Demasiados casos de pedofilia a lo largo de la historia tienen la culpa...

Ey, ¿Por qué me miran con cara de reproche? ¿Acaso no piensan lo mismo?¿Acaso dejarían a sus hijos con un cura como niñera?

Ichigo parecia bastante asustada, los gatos, eran bastante sensibles a las altas temperaturas, asi que, las temperaturas que te pueden calcinar no eran del agrado de la teriomorfo.

-Pero dejemos de pensar en lo del pobre padre, es muy triste, pero preocupemonos primero de los vivos e intetemos apagar este fuego, luego trataremos de investigar que fue lo que acabo con el de una manera tan brutal.

Comentaria mientras comenzaba a buscar algun extintor, o algun cubo que cupiese en los retretes improvisados.

-Quizas encontramos algo en la habitacion σ, aun no sabemos que hay en su interior.

Diria tratando de no perder los nervios, como Magical girl habia tenido que enfrentarse a situaciones caoticas, sabia que mantener la calma era crucial en este tipo de eventos.

En el interior de la Habitación π no había rastro alguno de fuego, o de daño por una explosión; simplemente estaban los restos del cadaver de Shingetsu Yamigawa por todas las partes esparcido, como si el mismo hubiera explotado, probablemente a causa de una combustión expontánea de esas tan famosas que le ocurren a periodistas de investigación cuando van a destapar un caso de corrupción o algo así. "Muerte de Sinceridad", se les llama... o quizás otra cosa.

El fuego había sido originado frente a la (21.) Habitación φ, y no había que ser un genio para saber que había sido obra de un artefacto explosivo el que había explotado siendo el causante de toda aquella conmoción y, no solo eso, sino que además probablemente hubiera sido el causante del incendio que empezaba a extenderse por la zona común.

Por fortuna, todas las habitaciones tenían extintores que podían tratar de usar para apagar las llamas, si es que esto era lo que las personas querían hacer, pues de momento solo Ichigo Momomiya parecía no quererse morir asfixiado, armándose con uno de los extintores del cuarto.

Soñaba que se ahogaba en un mar oscuro e infinito hasta que el violento estruendo le despertó. El humo le causaba escozor en los ojos  y le costó un par de segundos reaccionar.

- Cof. ¡que demonios...!-

Salió de inmediato con su brazo cubriéndole la nariz, procurando bajar la cabeza lo máximo que pudiera. Ante el destello de las inconfundibles llamas, alarmado, comenzó a recorrer desesperado las paredes, buscando algo con lo que poder apagar el fuego hasta encontrar una de las bombonas extintoras.

A penas podía mantener los ojos abiertos sin que le escocieran pero se acercó lo más rápido que podía hasta la fuente del incendio liberando la carga del extintor.

- !Necesito ayuda!-

 No solo teniendo la amenaza de una única muerte por noche, ahora tenían que lidiar con esos desastres que fácilmente podían cargarse a todos si nadie hacia nada. En el caso de Ford, saldría de su habitación con mala cara, andando con su bastón en una mano y sujetando el extintor de su habitación en la otra.

 - Ya veremos si lamentar o no su muerte: ¡primero apaguemos el fuego! - en su caso, buscaría acercarse a la zona de las llamas para apoyar la espalda de una pared y de ese modo ocupar ambas manos en sujetar el extintor y utilizarlo. -. Aunque no es mala oportunidad para lanzar al viejo de las bragas a las llamas... - diría en voz más baja pero igualmente audible para quién le estuviese prestando atención.