Partida Rol por web

Asintió con una media sonrisa, le tomaría la palabra y la próxima sería más sutil y no haría algo tan directo sin pensarlo, al menos había aprendido algo de aquello.

- Te tomo la palabra entonces - y volvió a su sonrisa completa, el haberse podido disculpar le había quitado un peso de encima, pues se había sentido mal por actuar sin pensar ese día de aquella manera - Dicho esto, no me queda más que desearte que te vaya todo bien, y espero verte por algún partido.

Tras despedirse de Emily, se dirigió hacia Eileen, para despedirse de ella, y fue cuando se dio cuenta del beso de Max con Vilma ¿Qué le estaría pasando para actuar así? De ser un chico normal había pasado a besar a medio colegio ese año, ¿Y no estaba saliendo con Meredith? No se iba a meter ahí, y si estaba ocupado… ya hablaría con él en otro momento, probablemente se verían pronto.

Volar. Eso fue lo que sentí al besar a Max, mis pies se despegaron lentamente del suelo y pude tocar las estrellas. Jamás había estado tan feliz en mi vida, pero era cierto; existía Henry. Me separo lentamente de él con una tímida sonrisa. 

- Bueno... Nuestro secreto...- Me rasco detrás de la cabeza mordiéndome la lengua y mirando al rededor. Suponía que todos nos podían haber visto. - Eres un gran gryffindor, el mejor que he conocido. Seguro que te enviaré una carta y podremos ir a vivir aventuras arriesgadas, de esas que te gustan.- Le guiñé el ojo. - Sea como sea... Solo espero que te cuides mucho ¿vale? Y que tengas paciencia con tu madre ¡Es un encanto, ciertamente! 

Me había dicho que a su madre le caía bien, ¿eso significaba algo? ¿Se habría planteado acaso poder estar juntos en un futuro? Mis esperanzas se elevaron hacia el cielo, allí donde me había llevado aquel beso y pensé que, por ahora, era mejor tenerlas allí arriba. No le podía hacer eso a Henry, no hasta que no hablara con él sobre lo que nos estaba pasando. Cuando saliéramos del colegio le pensaba contar todo y, como mínimo, quedar con él de amigo. No quería que le pasara nada malo, le ofrecería hasta mi casa para vivir conmigo. 

¿Y Max? ¿Algún día sería capaz de contarle la existencia de Meredith? Quizás cuando todos nos separáramos recibiría una carta confesando lo que hice. O quedaría con él para contárselo y devolverle la memoria. Pero de momento era demasiado cobarde para hacerlo, y más en este momento. Al pensar en ello mis lágrimas comenzaron a resbalarme por las mejillas. 

- No te preocupes Max, esto no es nada... - Me sequé un poco las lágrimas pero no paraban de caer. -Pase lo que pase, cuidate- Le repetí al gryffindor dándole la espalda. -Me quiero despedir de Albert de nuevo... Recibirás una carta mía.- Y corrí hacia mi mejor amigo de hufflepuff. No podía ni mirarle a la cara de repente.

¿Si existiera la pelirroja en la memoria de Max me hubiera besado? ¿Había hecho bien en borrarle la memoria a Max aunque solo fuera por su bien, por querer que no estuviera triste?

Remordimiento. Nunca pensé que esos fueran mis sentimientos tras cumplir mi sueño y poder besar al chico por el que daría todo. 

Llegué hasta Albert de nuevo. -¿Qué haces este domingo?- Le pregunté abrazándole. Le tenía que confesar lo que había hecho con Max y necesitaba el consejo de un buen amigo. También iría a ver a Aengus y le contaría qué había pasado durante el curso. 

Con una tímida sonrisa me separé de Max lentamente ¡Por fin lo había conseguido! ¡Mi sueño se había hecho realidad! Sin embargo... No le podía hacer esto a Henry. Tras un intercambio de palabras con Max, las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas y le di la espalda al gryffindor saliendo corriendo en un mar de lágrimas hacia Albert, a quien abracé de nuevo. 

Albert también había visto aquel beso a "escondidas", pero se había dado la vuelta para dar intimidad a los dos. No sería él quien juzgase algo así. Vilma era su amiga y probablemente estaría muy contenta ahora mismo.

Así que le sonrió con amabilidad cuando ésta llegó a él. No le sorprendió que quisiera que mantuvieran el contacto. Con el paso de los meses, desde su ruptura con Sakura, había sido la única que había estado a su lado. Hasta Katherine, su mejor amiga, había estado demasiado ocupada con Isaac. Aunque tampoco se lo echaría en cara.

- ¿El domingo? Nada, supongo. ¿Sabes? No he visitado nunca Irlanda. Quizás sería un buen momento.

Alex mantuvo la mirada de Anwen cuando ésta le miró. Le dedicó una leve sonrisa, antes de percatarse de la decisión de la chica. Bajó la cabeza cuando ésta sujetó el brazo de Roy y se intentó centrar en la conversación de sus amigos. ¿Cómo decirlo? Había sido la chica de quien realmente se había enamorado. Incluso se había lanzado a la piscina y le había pedido más seriedad en la relación, incluso fuera de Hogwarts. Pero ella le había rechazado y se había partido en mil pedazos. 

Necesitaba salir de allí, por lo que se despidió del resto de compañeros, dándole una palmada a Kegan en la espalda y estrechándole la mano, antes de dirigirse a las puertas del Gran Comedor. Una vez las cruzó se desapareció- aquel día sí tenían permitido hacerlo- para emprender su nueva aventura y curar sus heridas sentimentales.

- Y lo habría vuelto a hacer porque eres una presumida salida - bromeó en respuesta mientras apretaba más el abrazo entorno a Bella -. Tú y tu radar lésbico. Fijo que cuando me conociste querías ligarte conmigo - enarcó ambas cejas con gesto pícaro antes de soltartarla por fin, sonriente -. Tenemos que acostumbrarnos a quedar. Cenar cada viernes juntas, Emily, Beth, tú y yo. ¡No quiero que perdamos contacto!

Nunca había sido fan del Quidditch, de hecho, de ningun deporte en general. Kegan lo sabía, todo el coelgio debería saberlo teniendo en cuenta que no había ido a un sólo partido en siete años. Me reí por ello ante su despedida.

- Bueno, si me envías tickets gratis haré un pensamiento... - le dije antes de que se alejase hacia Eileen.

Eileen y Bella estaban ocupadas, y no iba a despedirme hasta el último segundo, probablmente llorando (algo que no hacía prácticamente nunca, y menos en público). Pero siempre había una primera vez. En su lugar, eché un vistazo al comedor. Había poca gente a la que consideraba amigos tras siete años, y eso sumado a la gente que había llegado a querer matarme este año... Tal vez tenía un problema socializando. 

"Bueno, quien quiero que me quiera lo hace, así que tampoco es un drama..."

Vi entonces a Anwen junto a varios Slytherin, entre ellos Roy. Hice una pequeña mueca incosnciente. Iba a tener que calmar las aguas entre el Slytherin y yo, sobretodo porque creía que ahora le empezaría a ver más con Anwen -toda la pinta tenía de que iban a casarse en unos años - y no era plan. Y también querùia hablar con anwen. Este año nos habíamos distanciado mucho y eso no me gustaba.

"Hora de hacer tripas corazón..."

Acabe acercándome a ellos con algo que pretendía ser apso seguro, pero que seguramente tenía aspecto de ser un flamenco borracho. Me metí las manos en los bolsillos traseros del pantalón para al menos no hacer gestos extraños con ellas mientras recorría el espacio que nos separaba. Cuándo llegué al lado de ambos, saqué momentaneamente la mano derecha para saludar antes de volver a introducirla en el bolsillo.

- Heeey... - dije con lo que pretendía ser un saludo desenfadado pero sonó más como un anciano tratando de actuar "guay". - Ya se acabó, eh... - me mordí el labio inferior sin saber cómo hablar con ellos dos, a la vez.  - Seguro que tenéis un montón de planes para el verano.

"Definitivamente lo mío no es conversar sobre pitos y flautas."

Justo cuando Bella ampliaba su sonrisa ante las peticiones de Eileen, llegó Kegan hasta ellas. Al ver que el chico probablemente querría hablar con su amiga a solas, se despidió y fue hasta Zoey para charlar un rato ya que estaba bastante sola y, probablemente, aburrida.

Tras mi intercambio de impresiones con Vilma caminé de nuevo hacia donde estaba todo el mundo sonriendo, de buen humor. Creía haber actuado bien con aquel tema tan escabroso y eso siempre era bueno. 

Busqué a Kegan con la mirada, pero parecía ocupado por lo que fui a junto de la profesora Smallet aunque de camino le di un toque en el hombro. 

-Espero que no te olvides de mi. -me eché a reír y proseguí mi camino hacia la profesora Smallet, que estaba con Pullap.

-Bueno... creo que voy a echar de menos que me castigue profesora. -le guiñé un ojo de forma cómplice. -Quería darle las gracias por lo buena profesora que ha sido... realmente he aprendido utilizar las transformaciones más de lo que jamás habría llegado a pensar cuando llegué al colegio. -sonreí y miré a Pullap. -Y gracias a usted sigo vivo y pude rescatar a mi madre así que también le estoy agradecido, aunque no sea profesor ya. 

Ya poco quedaba hacer allí, y no es como si nunca más los volviese a ver, todos seguirían un camino distinto en la vida pero, era seguro, que probablemente se cruzasen nuevamente una y otra vez, y más si era lo que querían. Se acercó a Eileen con una media sonrisa.

- Bueno, la última vez que estamos aquí como compañeros de curso. Pero espero que nos veamos de vez en cuando y que vayas a verme jugar - rió, aun se estaba haciendo a la idea que iba a jugar en un equipo oficial - y también me pasaré a verte, si me invitas claro. Seguro que a tu hermano le hace ilusión.

Tras despedirse, sin mucho más que añadir, se dispuso a irse del gran comedor.

Aquel curso con Kegan había sido raro. Nunca habían estado especialmente unidos y ese año había servido para unirlos y desunirlos a la vez. Era difícil de explicar, pero primero había empezado con aquella extraña historia de amor, luego su enfado bajo el sauce boxeador y finalmente y quizás uno de los puntos más peliagudos para ella era Jane Porcher, su madre, a la que a todas luces Kegan intentaba impresionar y agradar y a ella simplemente ni siquiera le caía bien.

Aún así era el último día y por eso en aquel momento sólo podía pensar en lo positivo. Kegan siempre había estado ahí. No sabía si estarían ahí el uno para el otro en un futuro pero al menos los dos pondrían las intenciones sobre la mesa.

- Consígueme entradas y voy a verte - bromeó. La verdad era que el quidditch no era algo que le apasionara demasiado pero siempre era divertido decir: ¡ala, a ese le conozco! -. Claro, no te preocupes, si mi hermano fundará tu club de fans, estará encantado. Será tu primer acosador. Qué tierno - se burló sin perder la sonrisa antes de despedirse de él y marcharse hacia donde estaba Beth.

Kegan y Eileen se despidieron sonrientes tras intercambiar unas cuantas palabras. Dirigió una mirada a Emily, observando que seguía en el nido de las serpientes, lo que hizo que enarcara ambas cejas. Vaya, interesante... Dirigió una mirada a Pullap con una sensación de deja vu y alzó ambos hombros, llegando incluso a sonreírle, aunque dudaba siquiera que él reparara en el gesto porque estaría demasiado concentrado en no perder de vista a su novia.

Viendo que su amiga aún tenía para un rato y que con Zoey iba a pasar muchos días, fue en dirección a Beth, aunque no sin antes pasar por delante de Bella y Zoey y decirle a la primera en tono burlón:

- Ojo con lo que haces que te estoy vigilando. Las manos quietas.

Tras aquello se reunió con Beth.

Zoey alzó ligeramente las comisuras de sus labios, intentando no sonreir, mientras Bella miraba a Eileen con ofensa. Pero esa expresión duró un pestañeo y ahora tenía cara de lamento.

Bella:- ¡Jooo! Si la tienes para ti el resto del tiempo. ¡Solo un besito!

Beth estaba en ese momento hablando con Marian que, poco a poco, había recuperado su autoestima. Aquel año había sido realmente complicado y todavía se culpaba de las heridas de Jess. Al ver aparecer a Eileen, ambas chicas sonrieron.

Beth:- ¿Qué harás ahora?

- Ese ha sido nuestro trabajo- comentó, señalando a Pullap. No quería que le dieran las gracias por aquello.- Me he divertido mucho estos años contigo, Scofield. Aunque también has llegado a ser un forúnculo en el culo en ciertas ocasiones.- echaría de menos las travesuras de aquel chico. Parecía mentira que hubiera crecido tanto- Ahora a descansar y a cuidar de los demás.- obviamente se refería a Meredith, pero no la nombraría porque no quería ponerle triste.

Sean simplemente se limitó a observar la conversación, sin añadir nada. ¿Echaría de menos aquel lugar? No mucho. Porque se llevaba con él lo único que lo hacía especial.

Roy miró a Emily con seriedad y chulería. Las dos constantes en su expresión facial a decir verdad. Pero no sería maleducado y en aquella ocasión prefería no recibir pisotones o puñetazos. 

- Oh, ya lo creo. Será un verano innolvidable.- aún no tenía nada planeado. Simplemente llegaría a casa y esperaría las órdenes o peticiones de su familia, como casi siempre. No estaba preocupado por el futuro porque el suyo estaba por completo pensado.- ¿Y tú?

- Oh, sí... Claro. Puedes venir cuando quieras- Le dije a Albert mucho más alegre. Desahogarme con él me haría un bien. - ¿Tu cómo lo llevas? ¿llevas bien esto de no saber si volverás a ver a Sakura?- pregunté directamente. No sabía muy bien si ya había superado del todo lo suyo, ya que siempre quedaban secuelas de una ex-novia, o eso me había contado.

Me acerqué a Katherin y le di un abrazo. - ¿Has visto lo que acabo de hacer?- Le pregunté curiosa. -Espero que nos vemos mucho ¿eh? Eres una gran amiga.  

No había tenido mucha relación con Marian desde el accidente pero más que por rencor se debía sencillamente a que ella también había estado muy ocupada, primero rehuyendo a Emily, luego tonteando con Zoey y también en aquella especie de colaboración con los aurores - que se habían acoplado a la investigación en lugar de lo contrario, dijeran lo que dijeran -. Pero se alegraba de ver que había dejado atrás aquella mirada triste y culpable. A decir verdad, su relación se había visto limitada a ser compañeras de habitación y a veces pensaba que la chica debía sentirse al margen teniendo en cuenta que habían hecho un buen grupo de amigas con las otras integrantes de la habitación.

- Pueees irme de vacaciones. Y luego veré si puedo entrar para inefable. ¿Y vosotras?

Anwen vio acercarse a Emily por el rabillo del ojo. Rezó porque no se dirigiera hacia ella, no tenía ninguna gana de hablar. No hubo suerte. Desde luego por la actitud de la chica parecía que no se hubiera dado cuenta de lo que le había hecho a Anwen. Pero de Van Dyck podía creerselo perfectamente, siempre había sido un tanto inepta socialmente...y en aún así (o quizá por eso) se había llevado a Pullap. Cuando más lo pensaba más le molestaba a la Slytherin. Pero si una cosa tenía clara es que la ignorancia no significaba inocencia.

Pero aquello seguía siendo un evento social y Anwen no iba a montar una escena ni a quedar y menos por un tema privado. La había visto venir y estaba preparada.-Sí y quien lo hubiera dicho...has conseguido hacer los EXTASIS manteniendo el contenido de tu estomago en su sitio.- Dijo con una leve risa.

Me alivió ver a Anwen reír. Habíamos tenido nuestros roces este año, pero confiaba que podíamos pulirlos para volver a disfrutar de la compañía de la otra.

- Bueno, no estés tan segura... Bella, Beth y Eileen no opinan lo mismo. - le dije rascándome el puente de la nariz. 

Me sorprendió Roy me preguntase sobre mis planes, pero al fin y al cabo el chico sabía ser cortés en público y esa era la ocasión.

- Oh, bueno... Me tomaré unas vacaciones. Viajaré. - dije sin poder evitar mirar a Sean de reojo. - Y me prepararé para las pruebas de aurores. - finalmente había decidido que aquello era lo que de verdad quería, lo que me motivaba y encima era buena en ello. Además, quería cambiar las cosas en el departamento (con el tiempo), pues seguía pensando que la incompetencia de los aurores este año se debía a una mala y anticuada organización, no porque los aurores como agentes individuales no fuesen buenos. Seguramente mi padre estaría algo decepcionado que no quería seguir sus pasos en la política -aunque mirando atrás, estaba claro que no era lo mío - pero probablemente admirase mis ideas y mi determinación para cambiar el departamento. No sería ministra de nada, pero podía cambiar las cosas igual. - ¿Cómo está tu padre, An? - suponía que con extra seguridad y planes de venganza.

Ambas se miraron y contestaron a la vez:

Las dos:- Medimagas.

Y rieron divertidas. Era bueno saber que contarían con la compañía una de otra en aquella nueva etapa. Era curioso qeu las dos chicas más solitarias de Hogwarts necesitaran ahora estar con alguien a su lado. ¡Cómo cambian las cosas!

Beth:- Así que eres lesbiana, ¿eh? Eso explica muchas cosas.- bromeó.