Partida Rol por web

PUERTAS DE LA ESCUELA DEL HALCON NEGRO:

- "Ha llegado una edición especial del Gladiator's Digest. Anuncia la prohibición de los Juegos de Gladiadores. Un mensajero enviado por el Gobernador nos lo confirma. A partir de la Primera Sangre de Avandra las luchas de gladiadores serán ilegales en todo el Imperio..." -

- "¡Pero eso es terrible!" -

Todos los luchadores comienzan a congregarse ante las Puertas de la Escuela, incluso los cuatro visitantes de Detritus. Lagartija sigue herido, pero puede moverse con ayuda de dos bastones y mucha fuerza de voluntad.

- "Vamos a tener que escoger otra profesión." -

- "¡Esto no es posible! ¡Maestro!" -

- "Es un Edicto Imperial y debemos obedecerlo. Al parecer todas las provincias han recibido permiso para celebrar un último Campeonato. Tendremos que esperar a ver qué dice el Gobernador al respecto. Entretanto hay que asumir que nuestros días como Escuela de Gladiadores han terminado. Quizá podríamos entrenar a buscadores de tesoros o a guardaespaldas de elite." -

- "¿Y ahora qué pasará con nosotros?" -

- "Imagino que todos los luchadores que participen en el Campeonato recibirán alguna clase de recompensa o premio de consolación." -

- "¿Campeonato? ¿Pero sólo de Malatea o de Detritus también?" -

Harold siguió a Champiñón inmediatamente después de que éste echara a correr. El rumor parecía ser cierto, iban a prohibir los combatees de gladiadores.

Maldita sea, ésto sólo podía pasarme a mí... ahora que empezaba a escalar posiciones... aunque bien mirado...eso me permitiría concentrarme en el Gremio de Cazarecompensas y en mejorar mis artes estudiando...

Las ideas del enano fueron interrupidas por la algarabía que se montó a medidad que más y más gladiadores de la escuela se acercaban a preguntar. Incluso sus compañeros de Detritus llegaron hasta allí, el malherido Lagartija casi tambaleándose.

Muñón se acercó a él, y como quien no quiere la cosa, se situó de tal modo que el dracónido pudiera apoyarse si lo necesitaba.

¿qué? no me mires así, si te mueres me quedo sin entrar en el Gremio... gruñó el enano ante la atónita mirada de su compañero.

- Y lo mismo ocurrirá si no mejoras tus modales - digo dolorido -. De modo que los juegos de sangre han finalizado. Qué veleidosos son los humanos. Lo que ayer les emocionaba, hoy lo desprecian. Pero es la voluntad del Senado y del Emperador y no nos queda más remedio que aceptar nuestro nuevo estatus. Esto quiere decir que nuestra estancia en Malatea ha finalizado, o al menos, así lo entiendo. Se avecinan tiempos duros, enano. Negar al pueblo aquello que le sacía nunca es bueno y la promesa de un campeonato solo augura un baño de sangre. La nuestra.

- "Es cierto lo que dices, Lagartija. Probablemente deberíais de volver a vuestra ciudad y que los nuestros regresaran desde Detritus.

Si al final se celebra un Campeonato mixto entre Detritus y Malatea, cosa que me han dicho extraoficialmente que es muy probable, entonces volveremos a vernos, aunque sea como miembros de Escuelas Rivales.

Legionario, te ofrecí unirte a nuestra Escuela, aunque dado que nuestro negocio llega a su fin, dicha oferta ya no tiene mucho sentido. Además, la condición fue que mataras a tu rival en combate, y al final fue una victoria en Exhibición, lo que me permite retirar mi oferta sin faltar a mi palabra." -

- "Entonces un rollo mixto, vaya mierda... Estos detritianos serán duros de vencer." -

- Sí, creo que lo mejor que podemos hacer es preparar nuestras cosas y regresar, a la espera de lo que los Gobernadores decidan qué hacer a la vista de las últimas noticias. Y cuanto antes procedamos, mejor. Enano, si no quieres verme muerto y de ese modo agotadas tus posibilidades de entrar en el gremio, más te vale echarme una mano - digo dándole un capón cariñoso -. Dudo que con estos bastones sea capaz de andar mucho.

aaaah... suspiró Harold falsamente compungido A esto hemos llegado, todo un Señor de las Runas como yo ejerciendo de enfermera y acompañante de lujo. ¡Qué bochorno!

El enano acompañó a Lagartija hasta su celda, y terminó de ayudarlo a acomodarse. Las dudas afloraban en la mente de ambos, y fue finalmente Harold quien las expuso. ¿No te parece muy raro todo esto? Acabar con el circo tan de repente, sabienod la cantidad de dinero que mueve... espero que no haya nada más oculto en este edicto...

- ¿Quién sabe? - digo encogiéndome de hombros -. Es fruto de la voluble naturaleza humana. Del mismo modo que se emcionan como cachorros ante cualquier menudencia, pronto pueden verse acosados por el aburrimiento con igual rapidez, de modo que lo que era bueno deja de serlo. Pero no dudo que esto tendrá consecuencias. El pueblo está demasiado acostumbrado a los juegos y es una forma de canalizar su violencia. Cuando estos finalicen, habrá que esperar un tiempo y ver qué ocurre, pero estoy convencido de que los delitos y los crímenes aumentarán. Además, los juegos mueven una gran cantidad de dinero. ¿Acaso aquellos que vivían de esto, y no me refiero a los gladiadores, sino a los gremios, las mafias y demás, van a cruzarse de brazos? Lo dudo. No sé qué se busca, pero este edicto senatorial refrendado por el emperador se ha llevado a cabo sin pensar ni en el pueblo, ni en lo sgladiadores, ni en la economía sustentada por los mismos. Sí, se avecinan problemas, enano. Tal vez sea  hora de ir pensando en regresar a nuestros hogares, a nuestras tierras de origen y dejar que los humanos se maten entre ellos antes de que nos maten a nosotros.

 -Lagarto, tienes mucha razón, pero cuentan algunas lenguas, que hace tiempo también cerraron el grifo, y míranos- sonrío ampliamente.

- Dracónido o en el peor de los casos, Lagartija, salvo que prefieras que te llame medio polvo - digo sin acritud, pero dejando claro que me ha molestado -. El pasado es algo que tiende a repetirse, lo cual no significa que sea una regla exacta. Y en lo que a nosotros concierne, puede que para cuando restauren los juegos ya sea demasido tarde. Mi única preocupación ahora es regresar cuanto antes a Detritus.

- "A menos que queráis quedaros unos días más, id recogiendo vuestras cosas. Dentro de un rato nos vamos hacia el Portal." -

 -Sabes que mi intención no era ofenderte- digo arrepentido bajando mi vista, rápidamente la vuelvo a subir y  miro al Dracónido-Voy a empacar.

Salgo disparado hacia mi celda, riéndome de mi mismo pues no teníamos nada que empacar...

Bien respondió Muñón procurando quitar hierro al problema entre Lagartija y Champiñón. Será mejor ocuparnos de nuestras cosas, no sea que nos quedemos sin ellas.

Dicho lo cuál regresó a por sus pertenencias, poniendo especial cuidado en empaquetar y guardar concienzudamente sus libros de conjuros.

Ha sido una experiencia curiosa, conocer Malatea. Pero creo que prefiero regresar a nuestra Detritus. Allí sabes quién te quiere apuñalar, al menos.