Partida Rol por web

Trae aquí esa porquería - digo con un gruñido más provocado por el dolor que por otra cosa. Casi lo huelo al instante, lleva algo de aguardiente enanil, así que ni me lo pienso apenas - "Si lleva algo de los enanos tiene que estar bueno" - abro el gaznate y me lleno el buche como si de un gran embudo se tratase, apurando hasta la última gota.

Cuando termino le devuelvo la jarra, suelto un sonoro eructo y me paso el dorso de la mano por la boca para limpiarme - ¿Y ahora qué? - pregunto mirándole a los ojos.

- La recuperación que experimenta Babosa parece obra de una intervención divina. Por su frente caen unos gruesos goterones verdes, los últimos restos del veneno que le afectaba, expulsados definitivamente por el bebedizo de Limonero.

- El guerrero enano se levanta y en modo alguno parece débil o enfermo, pese a la mugre que le cubre, sino más bien tenéis ante vosotros a un férreo pilar de vitalidad.

- Limonero sonríe contento de ver que su bebedizo ha tenido el efecto esperado.

Sabía que cualquier cosa que llevase algo de brebaje enanil sería buena - digo con una sonrisa dura como una piedra - Ahora si me voy a comer ese jodido pollo. Llevo semanas sin conseguir retener nada en el estomago - choco un puño contra la palma de mi mano, un leve gesto de cabeza hacia Limonero, poco más le voy a agradecer a alguien que me tiene aquí como esclavo.

Miro a la enana y le dedico otro gesto de cabeza asintiendo - Gracias por intentarlo - le digo en voz baja aunque ronca y dura como el frotar de dos piedras - no debí responder así a alguien de mi raza. No era yo mismo y no podía aceptar la compasión de esa lagartija - le confieso - Vamos a comer antes de que algún indeseable nos robe nuestra ración - le digo ya en tono normal (para un enano) y me encamino a la mesa.

- "Ahora si te ves con fuerzas, cómete ese medio pollo que ha sobrado antes de que lleguen los criados y se lo lleven." -

Limonero dice esto sonriendo.

- Al cabo de un rato, cuando todos han terminado de cenar, los criados de la Escuela llegan con cubos y trapos y comienzan a recogerlo todo y a limpiar la mesa.

- "Bueno, es hora de ir a dormir. Mañana será un día duro.

Por favor, entrad en vuestras celdas para que pueda ir pasando la llave." -

- Ssshhh - siseo -. Tu cuerpo es pequeño, no así tu voz, enano. Y aun cuando tu lengua es larga, tu cerebro parece estar a la par que tu cuerpo si consideras que mi gesto obedecía a la compasión. Nada has hecho por ganártela así que no te creas merecedor de ella - cocluyo arrojando el hueso mondo de mi trozo de pollo a la bandeja de la comida en la que reposa la ración que le corresponde -. Y ahora haz caso de lo que te dicen, come y cobra fuerzas. Llegará el día en que luchemos juntos en la arena. Bien codo con codo contra un adversario común, bien para acabar el uno con la vida del otro. Y no me gustaría que en esa ocasión, no tuvieras la fuerza necesaria para ofrecerme un reto adecuado o la ayuda necesaria.

El mediano, allí sentado, sobre su cómodo jergón, tatareaba una canción de su raza, que pocos humanos conocían... la letra original, fue hecha por dos medianos espontaneamente, aunque en su origen, servía como medio de comunicación oculto.

Cuando el tal limoner, cierra la puerta de su celda, el mediano saca el trozo de pollo, que momentos antes, había conseguido sacar de las garras de sus hambientos compañeros.

Cuando acaba de comer, se tumba, para dormir... intentando que la luz del amaneceer llegase pronto... a la espera de lo que le aguardaría un nuevo día, durante su corta y limitada existencia...

Más te vale sobrevivir primero a los entrenamientos iguana parlante - respondo con una media sonrisa a Largartija - Si algún día debemos luchar juntos estaré a la altura y si debemos ser enemigos también lo estaré. Y puedes ahorrarte los chistes sobre estaturas, cuando a alguien se le cortan las piernas a la altura de las rodillas pasa a estar al nivel adecuado - respondo y entro en mi celda tras haber cenado y devorado el pollo hasta dejar los huesos limpios y bebido hasta no dejar nada en la jarra.

Cuando estoy dentro miro a Limonero - ¿No nos vais a dar un sucio cubo de agua para limpiarnos la mugre? - gruño mirándole - "Nos han dicho que tenemos que obedecer, pero no han especificado que debiésemos hablar con educación".

Se levantó con el tiempo justo, pues había terminado de comer y luego, como si fuera magia, una sonrisa se dibujó en su rostro, como si no fuera presa de alguien y se dirigió al elfo.

-¡Vanya, me llamo Vanya! Ya me dirás el tuyo...

Lentamente entró en la celda, mientras escuchaba al enano pedir un poco de agua para limpiarse, al menos él tenía buenas ideas.

Sorprendida por la rapida curacion del enano me acerco a la mesa a la vez que escucho a Limonero que entremos en las celdas. Consigo agarrar un trozo de pollo que ha sobrado y lo escondo entre mis ropas por si luego mas tarde tengo hambre.

-No hay de que, no te preocupes por tu contestacion, lo importante es que estes bien le comento al enano de camino a la celda aun dandole vueltas a que seria lo que Limonero le ha dado de beber pero hay momentos en los que una pequeña ayuda no viene mal...siento no poder haberte ayudado mas.

De camino a mi celda los pies me pesan como si llevara dos grilletes con dos pesadas piedras atadas a cada uno. Una celda, un sitio cerrado, como si fuera un animal...sin libertad. El nudo de mi estomago vuelve a apretarse mas si cabe.

Entro lentamente en mi celda y me dirijo directamente a la cama. Me siento en ella y aparto el trozo de pollo a un lado, aun sin animo de comerlo.

Cierro los ojos...intento no pensar en donde estoy...me dirijo a mi dios...a ese que me abandono hace unos dias y por el que hoy estoy en esta celda.

- Una vez todos vais entrando en las celdas, Limonero va pasando la llave. La cerradura es sólida y la llave gira dos veces completas, incluso con una ganzúa sería difícil abrirlas, pues costaría aplicar la fuerza necesaria con un objeto tan pequeño.

- En el interior de las celdas no hay cama, ni jergón, ni siquiera paja sucia, tan sólo una vieja manta raída que por lo menos parece haber sido lavada recientemente.

- A Babosa le dejan un cubo grande lleno de agua limpia, para que pueda asearse.

- Fuera de las celdas, veis a los criados terminando de recogerlo todo. Cuando salen del sótano apagan todas las antorchas menos una, por si alguien tiene miedo a la oscuridad.

- Así llega vuestra primera noche en la Escuela, el tranquilizador silencio de la vigila tan sólo roto por los ronquidos de aquellos de vuestros compañeros que ya duermen plácidamente en su manta.

Me dejan un cubo grande lleno de agua para asearme. Sonrío y me doy unos pequeños tirones de la barba - "Menos es nada" - digo mirando el cubo. Algunos ya roncan en sus celdas cuando nos dejan una sola antorcha como iluminación. Me acerco a la puerta y la zarandeo un poco - "Fuertes cerraduras, si señor, no está mal".

Me vuelvo hasta el cubo y me desnudo por completo, dejando caer mis ropajes al suelo. Me estiro desperezándome, haciendo que mis músculos se tensen y los tatuajes de mi cuerpo se muevan por mi piel como si tuviesen vida.

Por lo visto me ha tocado la celda de lujo - mascullo viendo la manta que tengo por cama. Comienzo a asearme y mientras lo hago tranquilamente comienzo a cantar una vieja canción en voz baja, pero mi voz es cavernosa y reverbera...

Con las legañas en los ojos,
con las chinches en la manta,
con la polla empalmada,
y tu mujer muy enfadada...

Esta noche no has cumplido,
el alcohol te tenía embutido.
Ahora te levantas con ganas,
y tu mujer contigo se ensaña...

Un día más en el trabajo,
y otra vez que vuelves tajo.
Ya sabes lo que te espera,
y pensando en tu casa te desesperas...

Jodido y sin fornicar,
otra cosa no te queda,
que pillar una cogorza,
y pensar que nada importa...

Lara.. lararara.. lala lalararara...

Cuando termino de asearme, limpio mis ropas como puedo y tras vestirme me dejo caer en la manta, mirando al techo con las manos tras la nuca. Ya conciliaré el sueño si este quiere venir.

Concentrada en mis oraciones, la cancion de mi vecino de celda hace que abra los ojos y suspire profundamente dejando apartada por ahora esa tarea. Sentada con las rodillas rodeadas por mis brazos, me atrevo a mirar mi celda, mi casa a partir de ahora. La debil luz de la antorcha me muestra una habitacion sin nada mas que una manta sucia y raida, en la que posiblemente han estado durmiendo mas esclavos antes que yo.

Miro el trozo de pollo y me llevo un poco a la boca, intentando que pase por mi garganta reseca, pero no lo consigo. Tampoco ayuda la cancion de fondo.

Despacio me levanto y me asomo por la puerta. Casi no se distingue el interior de las demas celdas. Suavemente paso mi mano por la cerradura de la puerta. Una buena cerradura, no reparan en gastos para asegurar que no nos escapamos sin su consentimiento

En voz bajita para no molestar al resto me dirijo hacia la celda contigua:
-Tengo curiosidad por saber a que sabia lo que te ha dado de beber Limonero, tiene que ser un remedio muy bueno para curarte de esa forma tan espectacular...A todo esto, mi nombre es Grumcha.

La voz de mi compañera de la celda de al lado me llega en voz baja, aún no me llega el sueño y me incorporo arrimándome hasta la reja con la manta para sentarme y quedarme apoyado de espaldas contra esta, en voz baja para lo que es la voz enana respondo - Zumo de limón, especias y algo de aguardiente enanil... posiblemente un simple placebo. Lo que me ha curado ha sido mi férrea constitución - digo golpeando mi pecho con un puño. Me dice su nombre - Grumcha - repito como saboreando cada letra, al menos escuchar la voz de una congénere me hace sentir cierto alivio - Varian, pero ahora soy Babosa.. si tuve otro nombre prefiero olvidarlo hasta que salga de aquí y pueda vengarme. Un enano nunca olvida una afrenta - digo con tono serio.

'Pisaverde' se dedicó a acatar las órdenes según iba dictándolas su carcelero, "y ahora a dormir".

Con una leve sonrisa en la cara, aunque sin levantar la mirada, presenció el enfrentamiento del enano y el dracónido, "parece más descendiente de loros que de lagartos", pensó al ver la verborrea de la que presumía 'dientes'.

Sin ánimos para nada más se tapó lo que pudo con aquella manta, más para aislarse de la visión de aquella celda que para protegerse del frío, "sólo espero que sepan combatir en equipo, o vamos a durar poco", dijo meditando para sí refiriéndose a los dos personajes que habían centrado toda la atención aquella noche.

En sus devenires, había presenciado algún que otro enfrentamiento en el circo, y había visto como unas escuelas luchaban contra otras, formando algunas auténticas escuadras militares perfectamente engranadas para aplastar a sus rivales. Sólo esperaba, y rezaba, por que el día siguiente no tuvieran que enfrentarse a nadie..., "iluso de mí".

MAÑANA SIGUIENTE:

AÑO: 4480.

ESTACION: Invierno.

MES: Erathis.

DIA DEL MES: 2.

DIA DE LA SEMANA: Maldición.

- A la mañana siguiente temprano, llegan los criados y los guardias. Los guardias portan antorchas y los criados jofainas llenas de agua limpia para que podáis lavaros, además de esponjas y ásperas toallas.

- El desayuno servido en la mesa central consiste en té y pan ácimo.

- Cuando termináis de asearos y de desayunar, los guardias os conducen arriba por las escaleras, al aire libre, donde ya os aguardan vuestro Instructor y su ayudante.

- “Nos han dado apenas dos semanas para el siguiente Campeonato de Detritus. El actual Campeón es Manchauser de Tabas, quien mató a todos los luchadores de Detritus hace dos semanas. Si Manchauser no acude a defender su título, y todos esperamos que así sea, uno de vosotros podría convertirse en el nuevo Campeón de la ciudad. Tradicionalmente, al Campeón se le concede la libertad, así que esto os interesa tanto como a mí. 

Mi buen ayudante Limonero también enseña algunas cosas, aunque obligará a sus alumnos a comer limones todo el día. Sin embargo, sus técnicas de endurecimiento del cuerpo, a base de palos y de baños de agua hirviendo y agua helada, funcionan.” -

- “Los limones funcionan, creedme, no hay nada mejor para mantenerse sano y mantener lejos el veneno y la enfermedad.