Partida Rol por web

No me esperaba la reaccion de Heresunge y de pronto siento como las mejillas empiezan a ardeme cuando lo veo arrodillarse ante mi - lo se, lo se, lo se....levanta... -le digo en un susurro completamente azorada y los ojos se me abren como platos cuando siento como me elevo en el aire. Escucho reir a Heresunge y no puedo reprimir las carcajadas -Sabes que me encanta tenerte cerca y se que no estas mas porque tienes obligaciones que cumplir. Puedes venir a que te cure tanto como quieras, aunque preferiria que vinieras sin ningun corte ni moraton.

Una vez que pongo los pies en el suelo me arreglo un poco el traje y me pongo las manos en las mejillas para intentar bajar el color rojo que se que tienen, pero sin poder parar de reir.

-Si nadie mas quiere ir, puedes contar conmigo, pero ya sabes que no puedo hacer demasiadas cosas en la Arena -me encojo de hombros al decirlo -pero no dejare que salgas solo a luchar. Muñon y Peta son Capas Rojas, solo quedamos los que estas viendo. Voy a ver una cosa...vayamos a que el Instructor cambie de opinion.

Me vuelvo a sentar en la mesa del desayuno, pongo a un lado mi cazo con te y me termino la tostada mientras leo el papel que el Instructor nos ha dado a Varian y a mi. El papel de Varian esta junto al mio, el de el ya firmado. Con tranquilidad lo leo todo, solo son un par de cosas que no empeoran nuestra situacion de ninguna forma, asi que.... Lentamente estampo mi firma en el.

En la mesa, Legionario escucha con atención toda la conversación, en un principio quedó algo perplejo por el estado del reptil, pues sabía de su fortaleza, y quien le hubiera causado esas heridas debía ser un poderoso ser, después de las explicaciones quedó todo algo mas claro, así que Legionario recapacitaba sobre lo que se decía... Representar a la ciudad, aunque el estuviera ahora en la categoría se siervo, podría ser un paso bastante grande para llegar a conseguir la libertad haciendo un buen papel, pero sabía lo cerca que estaba personalmente con Bella y Babosa, y suponía que podría pensar en ellos antes que en otros, por otra parte, también debía saber que en la arena necesitaba  seres fuerte, y Legionario lo era, aunque últimamente había decepcionado un poco, era para considerarlo...

Estuvo callado unos instantes, después se decidió...

 - No se cual será tu decisión, pero si quieres contar con mi pericia, te la ofrezco sin mas, me será beneficioso un desafía de esas características, aunque comprenderé que no sea yo tu elección...

Escucho a uno y otro y asiento en silencio.

- Es bueno saber que puedo contar con ambos. Pero esperaré a escucharos a todos antes de tomar una decisión. Y humano - digo dirgiéndome al legionario tras guiñar un ojo a Grumcha -, puedes ser perfectamente elegido. Sé de tu habilidad y capacidad. Te he visto pelear. Y son precisamente esas habilidades y capacidades, sean tuyas o ajenas, las que me harán decidirme por uno u otro de los aquí presentes. No hay en juego algo que me afecte directamente a mí, sino a la ciudad. Y un éxito en representación de la misma, nos favorecería a todos. Del mismo modo, no debemos olvidar que representantes malateanos vendrán aquí a pelear y también a ellos debe hacerse frente. Hay que tenerlo en cuenta todo. Sí, todo. Y si como decís, tanto el elfo como el enano ya son Capas Rojas, la elección de sus miembros me resultará más fácil, pudiendo así evitar al eladrin. Uno u otro será el elegido.

Termino de firmar el papel y lo pongo junto el de Varian. Me levanto y se los doy al Instructor -Aqui tienes, ya estan firmados. Gracias. No cerrare las puertas de las celdas de los que hemos firmado. Sera un placer.

Me vuelvo al escuchar una palabra que nunca habia escuchado antes y que es la segunda vez que sale de boca del draconido. Me acerco curiosa junto a el a preguntarle -Heresunge, ¿que es un alarin?

Veo llegar al dracónido hecho unos zorros. Por todos los demonios, ¡y yo que pensaba que mi entrenamiento era duro!. Escucho las novedades en silencio sentada a la mesa del desayuno, y más de una vez se me escapa una carcajada en respuesta de las bromas y chanzas que se lanzan unos a otros. 

Pero también hay asuntos serios.

- Puedes contar conmigo para ir a Malatea si lo consideras oportuno. Estaré encantada de acompañarte – digo al dracónido después de  escuchar las novedades. Es un excelente líder, como ya ha demostrado en los combates de grupo en la Arena y sin duda la mejor elección para liderar la representación de gladiadores de Detritus. De todas formas aquí o allá, es de agradecer que por una vez no tengamos que elegir luchar entre nosotros. Puestos a combatir, prefiero hacerlo contra desconocidos.  Por cierto Heresunge, cuando tengas un momento quisiera hablar contigo en privado.

- ¿Un alarin? - pregunto extrañado -. No lo sé. Nunca había oído hablar de nada simil... - río entonces -. Un eladrin. Quieres decir un eladrin. Es una raza de individuos similares a los humanos aunque delgados, de orejas puntiagudas y unos extraños ojos sin pupilas. Viven mucho además. Como ves, son primos de los elfos. De hecho también se les llama elfos grises o altos elfos. Se dice que de algún modo están relacionados con el mundo de las hadas, Grumcha.

Cuando escucho a Skara, vuelvo a sentir con la cabeza en reconocimiento a su ofrecimiento.

- Podemos hablar cuando quieras.

Miro a Lagartija mientras he esperado las respuestas de todos - Yo solo por joderte un rato te diré que no me apetece ir a Malatea, ya sabes como lucho.. tuya es la decisión escamoso. Luche aquí o luche allí.. se perfectamente cual va a ser el resultado de mi lucha. Tu eliges si quieres tener una derrota allí o una derrota aquí. Ni siquiera con el mangual de Marronoso presento un desafío decente.

- Si no deseas ir, no seré yo quien te imponga tal carga. Pero confía más en ti mismo - señalo, aun sabiendo de qué está hablando exactamente -. Y espero que quien nos visite desde Malatea, se encuentre con tu pie en su boca y un grito de victoria en tus labios.

Aunque venza, que lo dudo mucho, no me verás saltar de alegría por ello... bueno, solo en el caso de que mi pie estuviese en tu boca o en tu culo. Donde más placer te de - digo con una sonrisa - Me da igual ir que no ir.

- Hablas antes de pensar y la cera de tus guarros oídos impide que mis palabras lleguen a ese corcho que tienes por cerebro - digo dando un cariñoso capón a Verian -. No te he pedido que saltes de alegría, gruñón malencarado, te he dicho que grites victoria. No hay alegría en la victoria en la Arena, pues el bien de uno es el mal de otro. ¿Acaso nuestra causa es mejor que la suya? Lo dudo. ¿Es mejor la del otro que la nuestra? Lo niego. Pero aspiramos a vencer, porque en la victoria está nuestra esperanza, nuestra oportunidad, nuestro futuro labrado a base de tajos y huesos rotos. Incluso aquí, en la escuela, peleamos entre nosotros como si fuéramos enemigos en lugar de compañeros. Porque la amistad rompe posibilidades y diluye desafíos que resultan más sencillos con quien no tienes relación. Y en cuanto a lo de tu pie, dudo que salvo crezcas medio metro llegues siquiera a mi culo. Ya no te digo a mi boca. Pero siempre te quedará la posibilidad de enterrar tu nariz y tu boca, así como tu vivaracha lengua, en mi escamoso tercer ojo - digo riendo y tomando una rebanada de pan a la que pego un buen bocado.

Si te tumbo podré meterte mi pie donde me plazca, y ya sabes lo que dicen de los tipo bajitos y los tipos altos. Si no destaco en altura destacaré en otra cosa - le respondo mientras cojo una tostada - Anda, hazme el favor y cágate sobre esta tostada para que tenga algo más rico de comer que lo que aquí nos sirven para desayunar.

- "Pues sí, como ya viene siendo habitual, me quitan a los Gorgojos en cuanto ascienden a esa categoría. Petaculos y Muñón son ahora libertos y Capas Rojas.

Veamos, habéis firmado Bilis, Legionario, Babosa y Bella, con lo cual ya sois Siervos. Lo comunicaré a las autoridades para que la Legión no os dé caza cuando os vean por las calles de la ciudad.

Lo que menos me gusta de todo esto es tener que alojar en mi Escuela a luchadores de Malatea, que además seguramente desafiarán a los luchadores que os quedéis.

Bilis, te aconsejaría no viajar a Malatea, e incluso que eludieras desafíos durante esta próxima Primera Sangre de Tiamat, ya que eso podría interrumpir tu entrenamiento con el Maestro Eclates y truncar tus posibilidades de ascender a Gorgojo. Algo así ya les pasó a Legionario y a Marronoso.

Sólo seis luchadores, y al menos dos se van a marchar a Malatea. Eso me dejará con cuatro, y dos Capas Rojas. Espero que podamos resistir contra los visitantes.

Babosa, el mangual ya no lo tienes. Lo tuve que devolver a la Arena. No me extrañaría que saliera en liza, junto con el arco de Bizcochito, durante la próxima Jornada de la Sangre." -

Me encojo de hombros al escuchar que no me dejan quedarme con el mangual - No me sorprende nada. Si me hiciese unas bolas con mi propia mierda para atacar al enemigo también me las quitarían. Tienen miedo de que me vuelva demasiado poderoso y me convierta en el Rey de la arena - digo con una sonrisa sarcástica.

- Instructor - digo tras escuchar las palabras que dirige a Bilis -, estamos ante una situación excepcional, promovida por el propio gobernador de Detritus. Eso quiere decir que debemos dar el máximo de nosotros, especialmente en Malatea que es a donde saldremos desplazados algunos de nosotros. Y si por ello hay que sacrificarse, se hará, aunque ello implique ciertos sacrificios. Como demorar un ascenso - señalo mirando directamente a Bilis -. Y en todo caso, imagino que el maestro que ha venido a instruir a la tiefling, bien podría acompañarnos a Malatea, en caso de ser ella la elegida, para proseguir allí su instrucción.

Eladrin, eladrin...espero acordarme de ese nombre para cuando vea a ese ser, nunca he visto a ninguno de esa raza pienso mientras escucho a unos y a otros.

Heresunge y el Instructor saben quien de nosotros es adecuado para ir o no a Malatea, asi que como una cosa si que tengo clara, para que preocuparme. Quedamos tan pocos que seria raro que en el proximo combate no me retara nadie. Soy una pieza facil y posiblemente alguno de los de Malatea quiera darse a conocer ganando un combate...contra mi.

Miro la tostada y le doy un bocado resignada Mientras que no sea a muerte...intentare llevarlo lo mas dignamente posible. Ojala no, pero...

- "Supongo que podría hacerse, pero sería complicado. Subestimas la rivalidad existente entre Escuelas. Dudo que los del Halcón Negro le permitieran la entrada en su recinto al Maestro Eclates." -

- "Por otro lado, llevarse a Bella no es ningún disparate. A nuestros chicos les vendrá bien una curandera y estar bien atendidos. No estoy convencido de que la hospitalidad de la Escuela del Halcón Negro sea precisamente buena." -

- No subestimo nada, Instructor. Hablo desde el desconocimiento acerca de la situación de Malatea. Hubiera sido más fácil que el propio Gobernador o los instructores de ambas escuelas dieran los nombres de los elegidos. Pero si he de ser yo, elegiré y procuraré hacer las cosas lo mejor posible. Y lo que dices, Limonero, de ser cierto sí, tienes razón. La presencia de Grumcha sería muy valiosa. Pero si fuera a malatea, aquí ¿quién curaría? Y cuando hablamos de ir a Malatea, ¿en qué condiciones? Por mi paret, estaría encantado, si ella acepta, que viniera a Malatea con nosotros, pero como quinto elemento del grupo, es decir, no como una de los gladiadores que competirá en la Arena, sino como asitente del grupo en su condición de clériga sanadora. Por otra parte - comento con el ceño fruncido -, si lo que decís del maestro instructor es cierto... si van a ser tantos los obstáculos... tal vez deba replantearme algunos asuntos, salvo que Skara diga otra cosa. Su poder brujo y sus ataques a distancia son realmente poderosos y me hubiera gustado tener a alguien de su condición en el grupo. Y aun cuando creo que hay ocasiones en las que los intereses personales deben dejarse a un lado, tampoco quiero imponer criterios sin haber dado antes la posibilidad de hablar. Además, el humano también está disponible, pero eso nos dejaría sin asaltantes a distancia por parte de nuestra escuela. Instrucor, una última pregunta. ¿Qué armas y armaduras llevaremos? Me refiero a si el mediano capa roja podrá llevar su ballesta o deberá elegir ya aquí si pelea con daga o ballesta. 

Cuando callo miro a Varian. Dudo que mi propuesta de que Grumcha acuda a Malatea sea lo que más le guste. Por un segundo me arrepiento de no haber meditado más la situación y habérsela planteado previamente. Sin ella, la escuela y la misma Detritus serán una auténtica cárcel para él.

- En cualquier caso - comento viendo que la respuesta se demora -, me quedan claro los dos Capas Rojas que irán. El mediano Champiñón y el elfo Petaculos. Respecto a la Escuela Amarilla, mis opciones oscilan entre Skara y el humano. Uno de ellos erá el elegido. La cuestión es, ¿para cuándo debo tener una respuesta y cuándo se supone que iremos a Malatea? Porque entre una cosa y otra, he dejado correr el desafío de la semana. Y no puedo demorame más aquí en la Escuela. Me esperan en el campamento para darme una nueva paliza - señalo sonriente.

- "Tanto los malateanos que vengan, como los detritianos que vayan, lucharán con el equipo básico. Es decir: sin armadura, y con una daga, gladius o bastón como arma." -