Partida Rol por web

Cuando el engendro entró por la ventana Terry se preparó para descargar la furia de su arma contra él, pero el disparo de Christie hizo que su intervención fuese innecesaria, por lo que decidió mantener su posición contra la nevera evitando dejar libre la entrada y su arma apuntando a la ventana rota.

Estaba seguro de que su escopeta no tardaría en escupir plomo.

En el tiempo en que Morganne se piensa el disparo al cazador que les acosa Christie ya ha acabado con él asi que se gira y levanta su rifle apuntando hacia los cazadores que les están acosando por la parte delantera. Hay tantos que no se decide y espera un disparo claro.

Bobby se ve sorprendido por la lluvia de cristales y comienza a tambalearse. Entonces ve que nadie sujeta la nevera que hace de tapón y como buenamente puede se acerca para mantener el bloqueo, pero cae de rodilla y sin fuerzas para hacer nada más que apoyarse contra ella.

- La... puerta.

El tipo de la moto se quita el casco y ve como su chica va a por un botiquín. No se imagina la suerte que acaban de tener. A demás de eso uno de los pasajeros de ese autobús parece tener conocimientos de primeros auxilios cuanto menos.

- Atiéndela a ella. yo... yo estoy bien. - le dice a Kenneth. - No te preocupes por mi, no es nada. ¡Uhhnm! - protesta entre dientes intentando hacer un esfuerzo por levantarse y cargar el rifle, pero es inútil. Si fuerza demasiado, la herida que tiene puede empeorar seriamente...

Christie acaba con uno de esos muertos de un sólo disparo. Terry hace lo propio con el que acaba de entrar por la ventana, sin dejar siquiera que termine de incorporarse.

Morgane se posiciona apuntando si fible de caza con la mayor precisión posible y con una linea de tiro clara frente a la ventana. 

Kenneth abre el botiquín y comienza a sacar todo lo que necesita para tratar esas heridas. Todavía tardará un rato pero prefiere ponerse cuanto antes viendo que la situación empieza a estar controlada. La herida de la muchacha no parece especialmente grave. Son una serie de cortes producido por arañazos, hechos por ¿uñas humanas? Estaba claro que las criaturas que les habían asaltado eran las mismas que ahora intentaban colarse en la tienda para acabar con todos ellos.

El sudor frío corría por la espalda del joven estudiante, intentaba darse toda la prisa que podía, pero aun le quedaba un buen rato, aquellos arañazos eran mas profundos de lo que en un principio parecían.

- Esto te va a doler, seré rápido. - Le dijo a la joven a la vez que le echaba agua oxigenada sin dejarla responder. - Perfecto, necesito vendas. - Se apresuró a buscarlas en el botiquín.

Los disparos de Terry obligaron a Kenneth a volver la vista, quería ayudar a aquella chica pero había demasiados problemas a su alrededor, aunque de forma sorprendente parecían estar controlados, más o menos.

- Desde que pueda te echo un vistazo también. - Contestó al motero.

El ver cómo aquellas cosas volaban en pedazos tranquilizó en cierta manera a Terry, pero aún quedaban más cabezas que reventar.

-Chicas, os importaría ¡SEGUIR DISPARANDO, JODER!- gritó ante la parsimonia de las únicas que aún conservaban munición en sus armas largas mientras dejaba la suya en el suelo y volvía a empuñar su revólver y se quedaba apuntando a la ventana a la espera de un nuevo ataque.

Christie volvió a sentir el empuje de la nevera a sus espaldas provocado por otro de esos seres que intentaba por la fuerza bruta (y no parecía escasear de ello) entrar en el local. Volviendo a hacer acopio de sus energías trató de contener el frigorífico para darle a sus compañeros un ligero respiro y que no tuviera que preocuparse de otro frente más de conflicto; al menos por ahora.

- Hacemos lo que podemos, ¿vale tío? - respondió molesta sin dejar de empujar la nevera contra la puerta dándose por aludida, sin importarle si realmente la cosa iba con ella; demasiado ocupada se encontraba ya - ¡Joder! - maldijo a continuación al sentir una nueva embestida en la nevera.

Morganne mira de reojo a Kenneth intentado curar a los moteros, a su lado Bobby parece una bomba de nervios que puede volver a hacer una tontería en cualquier momento. Esos infectados o lo que sean siguen entrando como si no les importara morir y ella mantiene la atención durante unos momentos buscando no herir a sus propios compañeros; no es hasta que Terry le chilla que sale de su concentración y aprieta el gatillo del rifle.

El disparo resuena en la pequeña tienda y la bala impacta en la cara del cazador destrozándola y haciéndole caer hacia atrás por el impacto.

- Ya disparo, responde a Terry

Uno de esos muertos (Z2) consigue entrar por la ventana rota, mientras que el otro sigue intentándolo. - ¡Cuidado se acaba de colar otro! - grita Bobby acojonado. - Parece que estos putos bichos no se rinden. Mierda, los hemos visto por docenas al intentar salir del pueblo en moto. Y esa maldita niebla... - comienza a contar el motorista herido.

Alice, mientras está siendo atendida por el amable muchacho, escucha lo que dice Brian y lo ve intentando levantarse.

-Brian, no se te ocurra levantarte de ahí. No tienes fuerzas, estás muy herido. Intenta relajarte, parece que lo tienen todo controlado... ¡tienen armas! Eso es mucho, para lo que teníamos nosotros cuando nos chocamos con ellos...

​En ese momento, nota un chorro de agua oxigenada en sus heridas.

-Uff, como escuece... más incluso que hacerse un tatuaje-dice de broma intentando quitar hierro al asunto.

Alice aprovecha el momento de estar sentada para quitarse el zapato que le quedaba puesto. Tras los múltiples altercados que habían sufrido, había perdido un zapato y había estado solo con uno.

-Por cierto, ¿no tendréis un par de zapatos por aquí,no? -pregunta a Kenneth

-Soy Alice, no había tenido tiempo ni de presentarme. Tatuadora de sueños en la piel. Tu eres médico, ¿imagino no? Oye, ¿y la chica de la tienda dónde se ha metido? ¿Qué os ha pasado a vosotros? - comenta Alice mientras acaban de vendarle el brazo.

Y de repende la nevera dejó de recibir empujones lo cual fue agradecido tanto por la espalda de Christie como por su pierna, que ya no debía apoyarse tan firmemente en el suelo para hacer fuerza.

Aquellos seres, los que quedaban, optaron por la vía abierta de la ventana como mejor vía de acceso al interior. Aún le quedaba un cartucho cargado en la escopeta a la ex-militar de modo que se dispuso frente a la ventana junto a Terry para tratar de repeler a esos últimos atacantes. Uno de ellos ya estaba dentro del local dispuesto a abalanzarse contra el compañero, pero Christie abrió fuego en cuanto lo tuvo a tiro, prácticamente a quemarropa, provocándole un boquete en pleno pecho que dejaba ver el exterior a través. La sangre que salpicó parecía demasiado real como para tratarse de efectos especiales, lo cual le preocupó bastante.

Morganne se gira para confirmar que Bobby sigue tranquilo pero el chico corre hacia la nevera sin previo aviso, nevera que ahora no empuja ningún cazador porque están entrando por la ventana. Vuelve a colocarse el rifle al hombro pero su indecisión hace que Christie se le vuelva a adelantar reventando al intruso...mierda, tengo que decidirme a actuar rápido o puede que no salga viva de aquí...pero no puedo arriesgarme a herir a alguien, será mejor esperar...

El olor a sangre hizo que el estudiante de medicina, por un momento, se abstrajera de la situación, a pesar de lo surrealista que era. Aquel olor le recordó a hace no mucho tiempo, en un hospital. Su cabeza se había ido a otro lugar y sus manos parecían trabajar instintivamente, en piloto automático.

... más incluso que hacerse un tatuaje.

Las palabras de su obligada paciente le sacaron de su pequeño letargo. - Nah seguro que no, seguro que ese tatuaje dolió más. - Intentó desviar su atención. 

Allí, tirados en el suelo, parecían estar ajenos a aquellos zombies, no les quedaba otra. A Kenneth le sorprendió que la chica sacara conversación en aquella situación, pero era una buena forma de buscar tranquilidad e intentar normalizar, en lo posible, lo que en aquel perdido pueblo estaba pasando.

- Tatuadora de sueños en la piel... - Sonrió. - Me gusta. Si salimos de esta, espero que me hagas mi primer tatuaje. Yo soy Kenneth, encantado. Estudiaba medicina pero... - Su tono de voz cambió visiblemente. - Las cosas se complicaron y tuve que dejarlo, en resumen. La chica ni idea, se rompió el autobús y nos quedamos aquí tir... - El disparo de Christie cortó cualquier conversación posible.

- ¡JODER! ¡Me cago en la puta! - Gritó mirando, a través de un zombie con un agujero de un palmo en el pecho, a la ex-militar.

Si una cosa le había quedado claro era que Christie no se andaba con tonterías a la hora de reventar a aquellas criaturas. El montón de vísceras bajo la ventana seguía aumentando con cada nuevo disparo.

-Joder. Cojonudo. Seguid así- animaba a sus compañeras mientras no perdía en ningún momento de vista la ventana por la que se estaban colando los zombies. Ahora que podía olvidarse un poco de mantener la puerta bloqueada le resultaba más fácil apuntar con ciertas garantías.

-El que queda no creo que haya entendido el mensaje. Preparaos para acribillarle en cuanto asome por la ventana- dijo tensando los músculos del brazo con el que sujetaba su propio revólver.

Morgane dispara al ultimo de esos seres salidos de sus tumbas. Christie no termina de creérselo, pero todo esto es real, demasiado real para ser un montaje. Terry respira aliviado al ver que todo esto ha acabado. Bobby se deja caer de culo y empieza a sollozar superado por la situación. Kenneth sigue enfocado en su trabajo de limpiar y coser la herida. Por último Brian sigue sin poder moverse del suelo sin ayuda.

- Malditos muertos salidos del infierno - escupe con esfuerzo para luego empezar a toser varias veces. - a ver si así os quedáis quietos en vuestras tumbas de una puta vez.  

- Joder tío, parece que esto es más grabe de lo que creía. - dice refiriéndose a su estado de salud. - Íbamos en mi moto para salir de este pueblucho perdido, cuando esa niebla empezó a hacerse cada vez más y más espesa. - de nuevo vuelve a toser y a escupir algo de sangre en el suelo. 

- Tuvimos que bajar de la moto para seguir a pie. No se veía un carajo y apenas podíamos intuir el camino de tierra, cuando dos de esos... perros del demonio comenzaron a acecharnos. Nos subimos a la moto, dimos media vuelta y empezaron a perseguirnos. Cuando creíamos que los habíamos despistado y la niebla empezaba a levantarse ya cerca del pueblo, nos topamos con un grupo de muertos andantes. Tuvimos un accidente al llevarnos a uno de ellos por delante... - cuenta hasta que comienza a toser está vez mucho más fuerte.

Realmente este hombre no está en condiciones de pasar más allá de esta noche sin atención medica en un hospital.

- Alice, pequeña... cuenta tú el resto... - tose de nuevo.

La chica observa el cuerpo del último cazador en el suelo sin saber muy bien qué es. Se acerca y presiona la espalda del muerto con la punta del rifle para comprobar que no se va a levantar de nuevo, entonces con el mismo rifle gira el cuerpo para dejarlo boca arriba y observarlo buscando una explicación: ¿Qué les habrá pasado? pregunta a nadie en particular

La última de aquellas cosas cayó abatido por el disparo del rifle de Morgan y Terry se permitió relajarse un poco. Le dolía el hombro izquierdo de mantener la presión contra la máquina que bloqueaba la puerta y el derecho de apuntar constantemente hacia la ventana.

Se incorporó y guardó de nuevo su revolver. Algo en sus tripas le decía que tendría que volver a sacarlo a pasear. Recogió la escopeta que había dejado junto a él y la recargó con los cartuchos que había en el mostrador. Aquel arma era cojonuda, no pensaba deshacerse de ella ni de coña.

-Coged un arma los que no tengáis ninguna, que esos hijoputas no nos vuelvan a pillar en bragas- dijo colgando su arma a la espalda. -Y pillad munición. Si lo que dice Kenny Roberts es verdad, vamos a pegar muchos tiros- añadió buscando una bolsa o cualquier cosa que sirviese para transportar las balas y cartuchos, era una tienda, no debería ser difícil.

- Y... listo. - Había terminado de pegar la venda que cubría aquellas heridas, ya desinfectadas y cerradas. - Con esas pastillas no debería dolerte, o al menos no mucho.

El último disparo aun resonaba en su cabeza, el zumbido iba desapareciendo poco a poco. Parecía que todo había terminado. Sin levantarse aun del suelo, se giró hacia Bryan, que seguía tosiendo de forma preocupante, mientras relataba todo lo que habían pasado.

Después de ver la sangre, Kenneth sacó una gasa de uno de los paquetes del botiquín y se la acercó al motero. - Deberías dejar de hablar, no creo que te esté ayudando. -

De vuelta al botiquín, siguió buscando en él, hasta que empezó a sentirse algo mareado, notando su propio sudor frío.

Apenas había entendido lo que había dicho Terry, el suelo de repente se movía. Su mano fue a su frente y resoplaba algo agitado, cerrando los ojos con fuerza. Había aguantado con entereza la situación y la presión, pero parecía que su cuerpo necesitaba un pequeño descanso.

Apartando un poco el botiquín de él, empezó a tomarse las pulsaciones en la muñeca. Algo altas pero estables.

- Perdona, Alice. - Se dirigió a la joven, con la cabeza gacha y los dedos en sus sienes. - Por casualidad no entenderás algo de medicina, ¿no? Necesito algo que tenga Bacitracina o Neomicina. Dame unos segundos... - Dijo con la voz algo decaída.

Haciendo un pequeño esfuerzo, se acercó a Brian, con la intención de encontrar algo mas de información sobre qué le pasaba.