Partida Rol por web

Sin decir nada más, el bufón siguió a las damas hacia los aposentos de la princesa. Dejando que Lady Katherine y la Princesa Elizabeth entraran en el cuarto de ésta última, Enzo esperó fuera, patrullando delante de la puerta como si fuera la caricatura de un soldado.

Miro a la princesa, observo todo el lujo de su estancia, nunca habia estado en un lugar así, asimismo observ mi sencillo vestido que ademas ahora tiene la saya rota. Me lo plancho con las manos y carraspeo antes de hablar.

Decidme para que soy buena alteza.

Tu criada Rita se te acerca mientras Monique termina de ayudarte con el disfraz - El mozo Edmund ya se encamina hacia las cuadras a esperaros, Majestad - te informa con una respetuosa inclinación de cabeza.

- Excelente. Gracias, Rita.

La Reina se dirige a las cuadras, vestida de criada.

Golpeo con los nudillos la puerta de la alcoba del príncipe, esperando a que conteste. Tanto si lo hace como si no, entro.

Mando llamar a Enzo y Kurr a mis aposentos.

- Para ayudarme a aflojar este maldito corsé por supuesto, acercaos vamos, no quiero hacer esperar mucho a Enzo, el pobre no parecía estar muy bien después de lo sucedido, por cierto ¿cómo se encuentra el noble?, espero que se recupere pronto, la verdad...

Me bajo la parte de arriba del vestido y me pongo de espaldas a Lady Katherine esperando su ayuda.

- Oh, es verdad, ¿pudísteis averiguar algo más de lo que hablamos?.
 

Aún seguía “patrullando” cuando un muchacho de la servidumbre llegó para avisarle de que el Rey requería su presencia. Al instante se le hizo un enorme nudo desde la garganta hasta la boca del estómago. Despidió al muchacho diciendo que ahora mismo iba y se acercó a la puerta del cuarto de la princesa para llamar tímidamente.

 -¿Alteza? ¿Lady Katherine? Siento molestarlas, pero me temo que tengo que ausentarme un momento. El… El Rey me ha mandado llamar y tengo que presentarme ante él. Alteza, si aún tenéis ánimo para dar ese paseo, podéis esperarme aquí o ir directamente a los jardines. Si… Si estoy en condiciones me reuniré con vos. Hasta pronto.

Y temblando como un flan, el Bufón se marchó directo a los aposentos del Rey.