Partida Rol por web

-Con la escopeta voy servido- Digo indicando que no quiero nada más, recojo, eso sí, la mitad de los cartuchos para escopeta que me ofrece Bryan.

-Salgamos de aquí cuando estéis listos- Digo, no queriendo perder allí ni un segundo más.

Afirmaría levemente con la cabeza mirando a David -Cuando estemos bien lejos de aquí y paremos a reponer energías, creo que deberíamos improvisar unas vendas y limpiar bien las heridas que tengan, no se casi nada de medicina, no se si ustedes si, pero si se que debemos prevenir infecciones-

¡Vaya! Si funciona y todo – Digo examinando la radioemisora y toqueteando sus botones intentando sintonizar algo. Obviamente no debe de haber ninguna emisora de radio por ahí, ¿Aunque quién sabe? Tal vez quede alguien transmitiendo.

Cuando Cass agarra la radio emisora no me opongo a ello. Si prefiere cargar ella con ese armatoste no seré yo quien se lo impida, pero me aseguro de dejarla encendida, por si capta alguna señal o algo.

Me agencio la munición para pistola y la aturdidora eléctrica, el arma cuerpo a cuerpo que no requiere fuerza me viene de perlas.

"Parece que nadie va a coger la comida, ¿siguen aturdidos por todo lo que ha pasado?"

-Creo que él (JP) va a necesitar toda la ayuda que pueda para recuperarse.-

Le doy una ración de comida y agua a JP. Y tomo la otra ración que queda.

Me quedaría de pie inmóvil horrorizada viendo la escena, definitivamente no se habían ido estaban ahí y el nuestros eran un buen piloto... Cuando las naves se chocaron sentí pena "¿La única manera que tenemos de ganarles es auto sacrificándonos?" Y cuando finalmente vi a los dos paracaídas solté el aire que no sabia que estaba conteniendo "¿Sobrevivieron? O dios sobrevivieron! Y están ahí, solos.. ¿Estarán heridos?"

-Creo... que deberíamos ir... hacia ellos...- Lograría murmurar, era una mala idea ir, pero podríamos investigar la nave enemiga, y ayudar a los nuestros.

El caza logró derribar al OVNI, pero al precio de la propia vida del piloto. La explosión sacudió el ambiente y una bocanada de aire caliente llegó hasta nosotros.

Desde la pena de la pérdida de un soldado que combatía a los alienígenas, debíamos ser prácticos. No era época de lloriqueos y de lutos. - Vayamos a mirar. Quizás haya quedado algo aprovechable del avión. Con un poco de suerte quizás recuperemos algo del alienígena que pueda servir a los científicos para identificar posibles puntos débiles.

Hago un gesto con el brazo para que nos pongamos en marcha y empiezo a caminar hacia el lugar del accidente.

Cuando vimos pasar aquella escena  me quedé boquiabierto mirando a los demás.

Hostias... dije con un tono de preocupación el cual no había expresado aún.

Seguí los pasos de Víctor mientras miraba mi herida infectada, la cual parecía que iba a peor.

Joder, como pica ésta puta herida, cojones....  susurraba para mi mismo mientras me miraba con asco el codo.

Cuando oigo ese maldito sonido que hacen las naves halcón me quedo petrificada, sin embargo parece que no le interesamos.

Siento una mezcla de orgullo y esperanza al ver un avión de nuestro ejército plantándole cara a aquella cosa alienígena aunque la cosa acaba de la única forma que puede acabar. 

-Mierda.- Mascullo al ver como ambas naves chocan, aunque al ver los paracaidas abro los ojos.-Siguen vivos- Digo señalando los dos paracaidas- ¡Han saltado en paracaídas!

Pese a querer ayudar a los pilotos mis piernas se niegan a ir hacia allí, la nave alien se ha estrellado también por aquel sitio. Aquello puede acabar muy mal. -¿No sería mejor seguir a lo nuestro?- Digo mirando a Cassandra en busca de apoyo. Parece que a ella tampoco le gusta la idea de ir hacia el peligro.  

-Se que suena estúpido y peligroso, pero... podemos averiguar mucho de esa nave, y los nuestros están ahí- En mi voz se puede escuchar el miedo, en realidad estoy aterrada, pero mi conciencia no me permite actuar como si nada. "Los nuestros están ahí" -Podemos avanzar despacio con cautela... O no ir, no soy quien para decidir por todos pero... si los humanos no aprendemos a ayudarnos los unos a los otros, mas nos vale pegarnos un tiro porque podemos dar la guerra por perdida, ellos son muchos y nosotros ya no tantos- 

"Eres realmente tonta, queriendo correr en dirección al peligro"

El día empieza bien, ya de buena mañana encuentro una máquina expendedora y en su interior encuentro chocolatinas y refrescos. -Comida es comida- Pienso - Aunque sea comida basura.

Tras un buen rato caminando, cuando pasan ambas naves sobre nosotros me tiro las manos a la cabeza al ver un avión. Pensaba que nunca volvería a ver un caza o algo así. -¡Si! ¡Tú puedes!  No puedo evitar emocionarme y gritarle al piloto humano dándole ánimos, aún a sabiendas de que no puede oírme.

La colisión de ambos aparatos es sin embargo un baño de dura realidad. -Ni nuestros mejores pilotos pueden contra esas cosas - Pienso tristemente.

Cuando Samantha señala al cielo miro hacia allí para efectivamente comprobar que hay dos paracaídas descendiendo. -Vamos- Digo poniéndome en marcha en pos de Víctor sin esperar a que esto se discuta.

No me importa tanto la nave cómo la vida de ambos pilotos. Si podemos hacer algo por ellos, yo al menos, no tengo nada que pensar ni tiempo que perder.

Es realmente sorprendente que aun hay algún sitio del que puedan despegar. Puede que sea buena idea que ambos grupos se unan. Y parece que el piloto ha sobrevivido.

-Tenemos que ir, cierto que es peligroso. Pero si podemos ayudar a ese piloto, podríamos saber donde hay más gente. Y parece que están mejor preparados que nosotros. Además nuestra misión es intentar averiguar todo lo que podamos sobre los aliens... Pero mejor mantener las distancias y estar alerta.

Realmente no tengo la menor intención de acercarme a esa nave alien. Entre más lejos pueda estar de ella mejor. Pero, tengo que encontrar a ese piloto. Si aun pueden lanzar un caza, tienen que estar mejor preparados que nosotros. Nos pueden ayudar. Veo que Víctor avanza y le sigo. Al sseguirle me fijo en algo.

"'Qué es eso?..."

Parece que al final todos deciden ir hacia el peligro. Alea iacta est- Digo para nadie en particular, pues realmente me he quedado sola. En fin- Pienso resignada mientras me encamino tras ellos, eso sí, sin ninguna prisa. 

Todos están muy seguros de que dos soldados, dos pilotos de la fuerza aerea ni más ni menos, van a necesitar la ayuda de un friki, un mecánico, un yonki, un tendero, una chica joven y otra un poco menos joven. Un grupo de nindundis en definitiva. Ojalá tengan razón y no tengan que ser los pilotos quienes nos rescaten a nosotros.

Casi unánimemente decidís ir hacia el lugar del accidente sin dejar de mirar a los dos paracaídas que van descendiendo más deprisa de lo que os gustaría. Ambos tocan suelo en algún lugar del horizonte, cerca de donde se ha estrellado la nave alien y no tardáis en escuchar disparos de subfusil.

A medida que os vais acercando los disparos se escuchan cada vez más cerca. Finalmente, tras ascender un pequeño montículo divisáis el origen de los disparos. Desde vuestra posición elevada veis a dos mujeres muy cerca, corriendo en vuestra dirección o más bien lo intentan porque tropiezan, caen, se levantan, trotan un ratito y vuelven a caer…  pues una de ellas va herida y se apoya en la otra para avanzar. La mujer que está herida va vestida con un mono de vuelo, un caso de piloto y empuña un subfusil que usa para mantener a raya a cuatro criaturas alienígenas que no habíais visto nunca hasta ahora. La otra mujer no tiene aspecto alguno de militar, pero ayuda a la otra a caminar.    

Las criaturas alienígenas, salvando las distancias, asemejan perros de presa. Parecen jugar con sus víctimas dejando que se agoten y esperando el mejor momento para atacar. Pese a los esfuerzos de la piloto es cuestión de tiempo que las acorralen o que se le agote la munición.

En la distancia, apenas visible a simple vista se encuentra la nave alienígena estrellada, algo más se acerca desde aquella dirección, pero no conseguís distinguir de que se trata.

Me sorprendo al ver que el piloto resulta ser una piloto, pero sacudo la cabeza al ser consciente de lo machista de ese razonamiento. Las dos van a morir si no las ayudamos. Me quedo mirando la escopeta que llevo en manos. -¿No querías un arma?– Me digo a mí mismo -Pues toca usarla.

-Vosotras dos es mejor que esperéis aquí- Les digo a ambas mujeres, me preocupa mantener a Cass alejada del peligro y si toca correr, la vieja será un problema. - Con esas pistolas poco podéis hacer. Bryan y yo nos acercamos y que Víctor nos cubra desde aquí arriba. ¿De acuerdo? Les pregunto aunque sigo hablando sin esperar contestación Si la cosa se tuerce, huid. No podemos ir los seis, no podemos morir los seis. Rectifico -Debéis llegar a Nueva York.

Tranquilo David. Yo os cubro desde aquí. Incluso puedo encargarme de alguno de esos perruchos desde aquí.

Me descuelgo el arma y me enlazo la correa alrededor del antebrazo para que no moleste. La coloco en posición y acerco el ojo a la mirilla. Con el aumento, las criaturas eran realmente asquerosas. Perseguían a las mujeres, pero no lo suficientemente rápido como para alcanzarlas. Seguramente podrían ir más veloces, pero estaban disfrutando con la cacería.

Respiré hondo y coloqué el dedo en el gatillo. - Podéis avanzar. Si queréis puedo dispararle a alguno ahora, antes de que se lancen a por ellas. Pero el ruido los alertará, y no sabemos si ha sobrevivido algo más de accidente.

Esas pivas están jodidas... y ésta peña aún quiere hacer algo...

Me puse la mano en la frente y me pregunté  ¿Y yo por que coño estoy aquí?...  Hice lo que pude para mantenerme firme, y al lograrlo me convencí ami mismo mentalmente para colaborar.

Hey primo dije dirigiéndome a David   Tu no te vah a quedar toh sólo aquí... si toca huir por mis cojones que me niego.

¿Pero qué estoy diciendo? ¿Acaso puedo hacer algo?  has perdío el juicio Juan Pedro...