Partida Rol por web

Tranquilos todos, ya habra tiempo para respuestas, los llevare a una carpa para que descansen y podamos hablar mira a Solf y Yunta tranquilos..vamos...entre menos fuerza ocupen, mejor estaran.. por aca comienza a diriguirlos hacia una de las tiendas

Era mi obligacion como médico el atender a los dos prisioneros en sus heridas, pero tambien era mi obligacion como Mayor el informar a nuestro Teniente. Asintio con la cabeza, más para él que para Leiji, y confió en su determinación para vigilarlos y cuidar de ellos.

Ofreceles todo lo que necesiten. Comenté, pero sabía que no hacía falta. Si se le trataban como a un compañero, no se sentirían prisioneros y no intentarían ninguna tontería.

Cuando se encuentren bien, podrán venir a charlar con nosotros. Aunque tú deberías quedarte, no tienes ninguna herida. Comentó señalando al conductor.

Trato de que no se note un minimo de recelo al contestar al alquimista de blanco, esta bien, confio en ustedes, y empiezo a caminar junto con Yunta y Leiji hacia una de las casas.

Shinji se aproxima al alquimista Kimblee, ahora parecia mas tranquilo.

-Bueno, una vez pasado estos primeros momentos de tension, lo mejor es realizar las presentaciones, -Se cuadra ante el saludandole al estilo militar- Mi nombre es Shinji Mark, alquimista fantasma y teniente coronel al mando de esta escudra. Por favor identifiquese adecuadamente y comuniqueme los detalles que pueda sobre su misión.

bien, acompañame..vamos con cuidado porque tus heridas pueden ser graves lo dice sosteniendolo y llevandolo a enfermeria cuentame.. que te paso...no recuerdas que nos enfrentamos y querias matar personas??

Leiji, Yunta y Kimblee se han alejado apenas un par de pasos cuando escuchan la voz del Teniente Mark, que replica al recien llegado:

Bueno, una vez pasado estos primeros momentos de tension, lo mejor es realizar las presentaciones 

Diciendo esto se acerca a ustedes y haciendo un saludo militar prosigue.

Mi nombre es Shinji Mark, alquimista fantasma y teniente coronel al mando de esta escudra. Por favor identifiquese adecuadamente y comuniqueme los detalles que pueda sobre su misión.

Escucho primero las palabras de Leiji, y cuando estoy dispuesto a contestar aparece otro, por sus insignias y su uniforme parece ser el lider de la mision.

Tomando mi cabeza con un leve inicio de dolor de cabeza replico con voz lenta, Yo no recuerdo que sucedio el dia de hoy, recuerdo que cuando desperte estaba siendo cargado por este hombre, señalando a Leiji, y que el y el medico me trajeron aqui despues de decirme que habian salvado a mi equipo... yo imagine que de un ataque de los rebeldes... observo a Leiji y sus ultimas palabras, pero al parecer las cosas sucedieron diferentes.

¿Mi nombre?, Yo soy Solf Kimblee, el alquimista Escarlata, hago un saludo militar, mi escuadron era el numero 60, encargado del reconocimiento de las zonas montañosas que se encuentran a ese extremo, señalando el lugar hacia donde habia partido los aldeanos, tenemos la orden de juzgar a los rebeldes que encontremos por esos lugares.

Al parecer todo mi equipo murio, miro de reojo por un segundo a los dos alquimistas que me trajeron, ¿en verdad ellos acabaron con todo mi escuadron?... ¿Acaso que tipo de poder tienen?, y solo quedamos Yunta Inuki, señalo al joven que esta al lado mio, conductor del escuadron, y yo.

Al sentirme nombrado levanto la cabeza, que hasta el momento mantenia gacha, queria que no notaran mi presencia, queria ser invisible, pero no habia nada que hacer, estaba en una guerra de alquimistas, y Kimblee ya sabia que habia sido traicionado, con seguridad no se quedaria quieto, Kimblee era un completo peligro.

M-mi nombre es Yu-yunta Inuki, conductor del 60 escuadron, mi voz suena aun mas infantil que de costumbre, observo al teniente un segundo a la cara antes de enrojecer y volver a bajar la cabeza.

El alquimista observa con detenimiento a su homologo.

-¿Kimbley? Si..Me suena haver oido tu nombre alguna vez. El tema de los rebeldes en esta zona lo tenemos controlado es mas yo mismo ya e eliminado a su lider..-Añade con un deje de nostalgia que trata de disimular- Bien, supongo que tendremos que notificar al alto mando sobre el resultado de las misiones.

Kreost se sentía un poco confuso, había ordenado a Leiji que Yunta permaneciera allí, y tenía sus motivos, pero se había alejado con él y con el herido. Eso no le había gustado nada, y mucho menos que el Teniente haya parado al herido para pedir información, lo primero que tenía que hacer es preguntar a su equipo sobre lo sucedido... podría meter la pata de un momento a otro, pero era el Teniente y es el que mandaba y Kreost no podía hacer nada.

Yunta... tú no estás herido, será mejor que nos acompañes a nosotros.

Reitera, aprovechando que el Teniente no se ha proclamado sobre eso. Y espero a que Yunta avandonara la compañía de Kimble y que el Teniente terminara de las preguntas pertinentes para poder explicarle lo sucedido.

El teniente miro a Kreost, al cual notaba con la necesidad de hablar, aunque sabia guardar la compostura.

-¿Tiene algo que informar mayor? -Pregunto con un tono de neutralidad.

No se que le paso exactamente al otro grupo así que prefiero quedar atenta en un segundo plano justo detras del teniente hasta enterarme mejor de que va todo el asunto para no meter la pata.

Kreost miró de forma asombrada y sus cejas se levantaron, espectantes y desorientadas. ¿Algo que informar? ¿Era en serio esa pregunta? Acaban de sufrir un ataque por parte los alquimistas, acaban de traer dos prisioneros, acaban de volver de una misión fallida... ¿no voy a tener nada que contar? Algo raro estaba pasando...

Si, mi Teniente. En cuanto pueda...

Y espero pacientemente a que todo volviera a su cauce y poder responder las preguntas del Teniente.

¿Solucionada? repongo en voz alta ante las palabras de Mark, mientras observo a todos los rebeldes que estan llegando, Disculpeme... digo con tranquilidad, lo que menos deseo es importunar, asi que sere breve, observo a todos un segundo antes de replicar, Yo ya entendi todo, ustedes trataban de sacar a los rebeldes de aqui y mi equipo se interpuso, asi que acabaron con el.

Yo no voy a hacer una estupidez como tomar venganza, pero queria dejarles claro que no soy estupido, aun asi podemos negociar un acuerdo que nos beneficie... por ejemplo, coloco la mano en la barbilla, Podriamos decir mi equipo fue acabado por los rebeldes, y que nosotros veniamos en su ayuda.

Entienda Teniente que ahora soy soldado suyo, y que obedecere sus ordenes, Una sonrisa desagradable aparece, aunque no parezca estar mintiendo hay algo en mi que resulta, cuanto menos, inquietante.

Leiji mira disgustado a su nuevo compañero acaso estas al mando que estas sugiriendo algo...doy fe que tenemos todo controlado... a menos claro..que tengas alguna queja

Una mirada recelosa surge cuando Leiji hace su comentario, No me estoy creyendo nada... replico con tono gelido, pero quiero que me digas a la cara que tu no mataste a todo mi escuadron y que tú y tu amigo, señalando al medico, no tuvieron nada que ver.

Yo solo estoy dando una propuesta sin la mas minima mala intencion, porque me imagino que ustedes valoran sus vidas tanto como yo estoy valorando la mia.

Observo a Kenso y su pierna que es un automail, ¿O me vas a decir tu que no tuviste miedo al perder esa pierna?... yo tan solo trato de salvar mi vida, y si eso se logra colaborandoles, pues lo hare... porque entre los dos, me acerco un par de pasos hacia Leiji y mi voz se vuelve siseante, peligrosa, yo soy el unico que no ha matado militares.

Pareces estar muy seguro de lo que hicieron nuestros compañeros para no tener ninguna prueba digo alejandome de las posibles consecuencia de los actos de estos en tono frio.

Kenso se quedo callado y miro su pierna.

El miedo es cosa mala, pero nunca dejaria que el miedo guiara mi mano. Prefiero la conciencia para vivir con ella toda la vida, y no el miedo. Pero tu sabras lo que crees que haces.

Echo un vistazo a su alrededor.

Creo que ya hemos perdido bastante tiempo aqui. Sera mejor que empecemos a movernos.

Luego miro a el otro alquimista, lo tendria vigilado. Odia a los cobardes, eran gente de la que no te podias fiar.

Esto se estaba poniendo tenso, y lo que más le impresionaba es que el Teniente no tomaba el mando, además, se comportaba de forma rara... Cuando el secuestrado lo señaló, se mostró indiferente. No era momento de discutir y  mucho menos con él, que hiciera lo que quisiese, él ya había dado las órdenes pertinentes, además, ahoramismo, no estaba al mando.

Se metió las manos en los bosillos y suspiró, estaba cansado y desanimado. El comenzar una misión, no acabarlo, y encima enfrentarse a otros alquimistas con el peligro consiguiente de poder perder la vida, con un viaje de vuelta... estaba cansado, necesitaba descansar y no estaba de muy buen humor.

A ver señorita, digo con una cortesia un tanto ironica, ¿Que porque parezco estar seguro?, Pues el hecho de que aun esten vivos todos los habitantes de este lugar, señalo hacia el grupo de aldeanos que observan la conversacion un poco temerosos, de que esten regresando del mismo lugar donde estaban ellos, señalo a Leiji y Kreost y de que los demas esten aqui como si nada cuando al parecer el pueblo estaba completamente vacio... eso me da un poco de seguridad enm lo que realmente pudo haber pasado.

Y no es el miedo lo que me guia, sino el instinto de supervivencia, digo a Kenso, enfrentarme a ustedes cinco seria suicida, y yo estimo demasiado mi vida, es por ello que me ofrezco a respaldar cualquier coartada frente al ejercito si eso evita que mi vida pierda valor para ustedes.

Pero cualquier decision final queda en sus manos Teniente, digo a Mark esperando su respuesta.