Partida Rol por web

Doy un respingo cuando Lara interrumpe mi observación de los alrededores. La verdad es que ya me estaba quedando empanada contemplando lo reales que parecen los arbustos, pero ni la he visto venir, cómo se nota que es una exploradora sigilosa de la leche. 

Si me quedaba alguna duda sobre si mis hermanos eran quienes se habían morreado desaparece en cuanto Lara abre la boca. es Jacob, está clarísimo. La imagen de unos minutos atrás vuelve a mi mente y pongo cara de estar chupando un limón. Iuuugggghhh.

Pero cuando escucho sus palabras me sorprendo un poco. Porque entre insulto e insulto está diciendo que Teo y yo tenemos cerebro. Y eso es toda una novedad. Además de reconocer que sólo piensa en trepar y en follar, que eso no es una novedad siendo él, pero después del momentazo con Adèle ahora como que no quiero ni pensar en una frase que contenga sexo y cualquiera de mis hermanos. Joder, creo que me han traumado de por vida. 

Pero a todo lo demás, asiento con la cabeza repetidamente, para que vea que lo he entendido todo. El disimulo no es lo mío, ni en casa ni dentro de este señor inglés, pero están todos tan entretenidos que el intercambio pasa desapercibido del todo (o eso creo yo). 

—Aham. Aham. —Que lo he entendido, vaya.

Me guardo las dos cosas en el bolsillo, junto a Teddy y lo otro que aún no sé qué es, y asiento otra vez con la cabeza. Me muero de curiosidad y de ganas por enseñárselo a Teo, pero me esperaré hasta que estemos en la canoa. Mientras tanto, sigo haciéndome la orejas, que eso sí que se me da muy bien, aunque la mayoría de las veces sea involuntario. Y a esperar que los demás acaben de negociar con los indios.

-Hablas poseído por espíritu del Gran Creador Manitu. O estás loco, totalmente, no poco. No entiendo palabra, suena a galimatías de cabra. -Responde aturdido Mesiento al parlanchín  KimyJones.  Al final acabó por reír a carcajadas con aquello de acompañaros por el río.

-De eso nada, nosotros dos aquí, el agua no está salada. La pipa fumamos, a veces nadamos. -Se tapó los oídos con las dos manos- Eres tortura amigo, yo a ti no te sigo.

-¡Soy físico nuclear! Me ocupo de cifras , signos y ecuaciones. No soy un charlatán-Grita visiblemente mosqueada la cabeza de Adèle. El indio Yo da un salto atrás, sorprendido. Va a responder, cuando de pronto enmudece con los argumentos enérgicos de Maxine, alias Ram Ram. La pena es que el viejo no se entera de nada, con sus manos en las orejas. El alto sí parece confundido, aturdido. Y enamorado.

A la vez de tanto parloteo, líos y mosqueos, los dos hermanos, Jacob y Cora, es decir, Lara y Mr Bean, trapichean a lo suyo algo separados del grupito. Intercambian secretos, pero no besos, que diría Mesiento.

-No prometer nada. Solo escuchar. Y decidir. –Afirma Yo. Pone cara de pensar con fuerza-. Tú no tener razón Ram Ram. Pero gustar tú hembra con energía. -Agarra de pronto a Maxine como si fuese una pluma y la toma en brazos - Hembra que baila como viento guerrera de cabezas, yo querer también, compartir lecho. Hombre, dos mujeres. Es lo justo y natural. -Se carga a Maxine al hombro y toma por la cintura a Adéle la danzarina, alzándola en vilo -La canoa ser vuestra, Yo acompañar y ayudar. Sombrero sí tener que entregar a amigo Mesiento. Mesiento, Yo, volver. No preocupar.

Resuelto, el enorme indio, cada vez parece más grande y alto, entra en la canoa con las dos chicas. -Vamos, vosotros todos, empujar. –Y así en tropel los aventureros entran algo apretujados en la canoa,  tras Jonathan desprenderse de su bonito salacot.

El indio viejo se lo pone en la cabeza, sonríe con cara de satisfacción total y saluda a modo de despedida, dándole una profunda chupada a su pipa- Mis bendiciones os acompañan, tened cuidado os van a meter caña. Amigo Yo, te deseo muchos hijos como Yo.

Remando en aguas tranquilas siguiendo la corriente, la canoa avanza por un río que cada vez se estrecha más, enmarcado por una selva frondosa, abundante, exuberante. Las aguas comienzan a ser un poco revoltosas, alegres –¡Ahí! –grita el indio Yo, señalando a una inmensa roca a la derecha dentro del río, que deja paso justo por la izquierda a la anchura de un par de canoas. Se trata de un gran promontorio con varias oquedades a media altura, de las que caen torrenciales cascadas alimentando en ese punto al río. Quizá hay la entrada angosta de una cueva o semejante tras esas cortinas cristalinas.

-El Oráculo de los antiguos, la Roca Llorona. –el indio agacha la cabeza a modo de respeto.

Maxine y Adèle no reman, el indio tampoco. Hay cuatro remos, los demás, please, una tirada de destreza (en vuestros turnos).

Una cosa así, más o menos, con más cascadas y agua. Debe medir de altura siete/ocho metros, y la posible cueva está a unos cinco sobre el nivel del río.

Los indios eran simpáticos, tontos no mucho, pero simpáticos un montón. Al final no sé cómo, pero acabamos convenciendo a uno de ellos para que fuera con nosotros y nos ayudara. Aunque también podría contarse de otro modo, diciendo que no se quería separar ni de Adele ni Maxine, en cuanto a que quería tener muchos hijos con Maxine... me acordé que era en realidad Teo y no pude hacer otra cosa que reírme a grandes carcajadas, además como el viejo me había tildado de loco, no llamé la atención y mi risa pasó desapercibida.

Voy yo delante - me subí a la canoa con uno de los remos, antes de la injerencia india, lo había dicho Lara, que yo guiara, así que, me tocaba ir en cabeza - ¡¡EHH un poco de orden!! - noté cómo la canoa se iba hacia un lado primero y luego hacia otro, había que preservar el equilibrio como fuera o todos acabaríamos en el fondo del río - A ver, id pasando los remos a quien vaya a ayudar - la mano de obra esclava de siempre, mientras unos trabajan otros disfrutan mirando el paisaje. Cuando vi al indio, mi primera impresión fue que era tan grande como un elefante - ¡¡la vírgen... no sé yo si entrarás!! - aunque quizás supuse que el tabaco de hierbas había influido en aquella apreciación. Al final entró, aunque íbamos un poco apretujados, como sardinas en lata.

Me giré varias veces para ver cómo iban por ahí atrás, evité que se me escapara la risa cuando comprobé que el indio iba tras Maxine, que apenas se podía mover, igual era porque estaba demasiado empotrada entre el indio y su antecesor - ¿Vais bien?

Al poco el indio me avisó de la "roca llorona" y exactamente, tal y como había predicho ahí estaba la catarata, aunque no suponía una gran amenaza, era mucho más "pequeña". Acerqué la canoa a la piedra sagrada para poder descender por ella hasta una cueva que se encontraba bastante abajo, miré a ver si con mi látigo era suficiente para ir descolgándonos con cierta seguridad

El Indio me coge de la cintura quedando con los pies en el aire mientras desvío la mirada hacia Maxime con un claro gesto de preocupación. No sé si las intenciones son reales, pero no quiero ni por asomo que ese hombre me toque un pelo. De momento sigo la situación y me dejo arrastrar, hasta que mis posaderas terminan en la canoa. Pobre Teo que tiene un enamorado, al menos la próxima vez tendrá en cuenta esto de usar o no una chica. 

Y mientras vamos navegando en la embarcación observo el entorno con cierta perspicacia, quizás encuentro algo interesante. Más aún cuando nos vamos acercando a una especie de cascada, justamente intento ver si se puede traspasar o hay algún recoveco por allí. - A ver... tú. Momi, dime que ves también. - comento al colocar la cabeza sobre mi regazo para mirar los dos. 

No me mola mucho que el indio se venga con nosotros, pero a ver quién le protesta con las espaldas 2x2 que tiene. Lo que sí hago es fruncir el ceño y los labios en su dirección, pero sin decir ni mu. 

Y ya en la canoa miro a todas partes antes de que alguien me plante un remo en las manos. ¿Me toca remar? ¿En serio? Si yo no he hecho esto en la vida... Y apuesto a que Mr Bean tampoco. Pero ni se me ocurre protestar. En lugar de eso saco el remo y empiezo a moverlo imitando a los demás. Venga, uno, dos. Uno, dos. Ya podría remar el indio, jolín, que con esos brazos seguro que lo haría mejor que yo. 

La cara de horror y espanto ante las palabras del indio lo dicen todo, en especial cuando me alza en volandas como si fuera un muñeco de trapo. Parece que mi verborrea me salvado de desprenderme de la cámara pero ¿a qué precio?

Las risas de Indi no ayudan lo mas mínimo y a punto estoy de dejar escapar alguna lágrima cuando todo se asienta en mi mente ¿yacer con el indio? ¡Jamás!

Para colmo el indionse sienta tras de mí en la canoa haciendo que me sienta realmente apretado

Tampoco hace falta apretarse tanto -me quejo sin éxito aparente, y es que Yo impone lo suyo con su tallaje XXL

El viaje en canoa, no obstante, no es del todo desagradable y llegamos a la Roca Llorona en un periquete, hecho que aprovecha Indi para empezar a trepar cual mono de feria ¿dónde irá? Ni idea, pero lo cierto es que nos falta información así que no dudo en intentar sonsacarle algo a Yo

- ¿Sabes algo de la bruja que nos pueda ayudar? ¿O de sus seguidores? Si queremos tener éxito necesitamos la máxima ayuda posible...

Que puta cagada! -Mi secretismo me había estallado en la cara y no podríamos sacar ni el pergamino ni la joya a relucir estando  el armario ropero ese acompañandonos.    El que nos pusiese a remar, el sobeteo continuo que le estaba pegando a Frances y sus argumentos de mierda me iban poniendo cada vez más furiosa.   Que se llevase a Teo por lo menos hizo que me llevara un par de risas sanas.

Tu no remas, inmigrante? - le espeté cuando empezaba a cansarme de pegarle al remo.  Si no llegábamos pronto, juro que le descargaba el cargador encima.   Pero parecia un PNJ importante y quizás era más tocho de lo que imaginaba.  Y respawnear en el bote a merced del puto indio no era mi idea de un combate justo.  Que ganas te tengo, motherfucker.  Continué remando, sin embargo, podriamos irnos todos a pique si peleasemos.

Llegamos al fin a la roca llorona, que no era más que unos pequeños torrentes que salian de una roca.   Vi a Kimy subir hacia lo que podria ser la entrada de una cueva.   Es un riesgo dejarlos aqui solos a estos capullos y subir arriba, el Indio se los merienda a ostias a todos, fijo.

Si pasa algo, lo que SEA, llamadme y bajaré pegando tiros.

Empecé a subir.  No iba a ser Indiana Jones quien se llevase toda la gloria...de lo que fuese.

Parecía que la estrategia de Jacob no había salido demasiado bien, estaba claro que este juego no nos pondrían las cosas fáciles. Entonces vi como aquel armario empotrado cogió a Frances y a Teo como si sólo fueran dos sacos de patatas.

Mi mente seguía pensando en aquel objeto dorado que tanto brillaba, aunque mi verdadero yo luchaba contra ese impulso y miraba al indio con cierta rabia por cómo había cogido a Frances. Subí a la canoa, y me dispuse a empezar a remar, aunque no dejaba de mirar al indio y a Frances. Me hubiera gustado hacer algo, pero no había nada que pudiera hacer. Con un solo movimiento de su brazo podría echarme de la canoa y gracias a mis estimados compañeros, ya tenía la fama de ladrón. Era posible que tuviera un ojo puesto en mí por si intentaba hacer algo.

Cualquier pensamiento o mirada de rabia contra el indio quedó eclipsada al ver como Frances volvía a sacar esa repugnante cabeza y se ponía a hablar con ella. Durante unos instantes se apoderó de mi rostro una mueca de cierto asco, aunque rápidamente desvié la mirada hacia el horizonte.

No tardamos demasiado en llegar a la que parecía la Roca Llorona. Sin duda el nombre le venía al pelo. Vi como Kimy trató de trepar, seguido de Jacob. Miré mis manos y mis brazos. Estaba claro que no sería capaz de seguirlos, no en este cuerpo en el que por momentos me sentía atrapado e inútil por completo.

Me limité a mirar como mis compañeros ascendían, mientras mi panorama era mucho más incómodo. Un indio enorme que parecía haber cogido un cariño especial por la chica que me gustaba y el pobre Teo. Mientras Cora estaba en una posición similar a la mía.

Me dolían un poco los brazos a pesar de que el trayecto no había sido demasiado largo... menuda mierda de personaje... Hasta la repugnante cabeza podrida que Frances lleva en la mochila aporta más que yo...

No podía hacer más que esperar.

El trayecto en canoa se vio salpicado por gruñidos de Yo hacia Lara, a cada vez que esta le soltaba alguna, o por bufidos hacia el pobre Mr Bean, que no sabía distinguir entre una extremo y otro del remo. A Maxine tampoco le iba bien.

-Ram Ram, sí hacer falta apretar, no haber sitio suficiente. –Te rodea con sus brazos por la cintura- Tú no caer, Yo proteger. Mi tienda amplia, sitio para Ram Ran, guitarra, hembra guerrera de cabezas, yo y mi caballo, Caballo.  Pieles calientes.

La boca de Momi ladró- Vale. Pues veo hojas y más hojas, árboles, arbustos, agua. Es un río pequeño, un hijito del Nilo. Un afluente supongo. Sus orillas se parecen al alto Nilo que baña el rico bendecido Egipto por los dioses. Por Isis, ¿dónde estamos? – la cabeza no descubrió ningún detalle más que la propia Adèle. Ni la una ni la otra notaron nada remarcable. Entretanto, Mr Bean seguía peleándose con el remo, complicando la navegación, al contrario del resto de sus amigos, en particular de Jonathan, al que se le daba muy bien el rema rema.

En la roca, sin ton ni son, y a saber para qué, el audaz KimyJones seguido de la envidiosa Lara se pusieron a trepar como locos chimpancés, con la misma habilidad y destreza, pasando debajo de los saltos de agua, empapándose hasta la ropa interior y desapareciendo de la visión de sus compis.

A la pregunta sobre la bruja, el indio reflexiona unos segundos- La bruja…la bruja…Creer que tú hablar de bruja de pantano. Escuchar de ella, historias helar sangre. Malvada y cruel. Poderosa. Espíritus de sombras con ella. –Mira a los dos trepadores que ya no se ven.-¿Qué hacer esos dos? Ah, preguntar a Oráculo. No saben reglas. Malo, malo. –Se echa a reír con ganas, así, porque sí. También se mira entrecerrando los ojos al agotado y descompuesto Mr Bean.

-No haber sitio en canoa y tú no servir. Tú ser estorbo y tener cara de demonio. No gustar a Yo. Ya se, tu ser criatura de bruja para romper planes y raptar hermosas hembras –furioso, pilla al pobre Mr Bean de los brazos y lo lanza al agua igual que a un saco sin valor alguno.

Como si fuese una carrera los dos llegáis al saliente donde se abre la boca de la cueva lo mismo que las fauces oscuras de un lobo gigante. El agua os cala hasta los huesos, al mirar hacia abajo las cascadas os impiden ver desde esa posición a vuestros amigos. Habrá que entrar, y eso hacéis, aunque para qué. Quién sabe.

Al principio todavía hay un poco de claridad, conforme os adentráis la penumbra gana terreno, el techo desciende, los muros de piedra húmeda y mojada os van encajonando. Se escucha como un silbido muy tenue, es difícil de identificar.

Se empieza a volver todo negro como la noche sin luna.

El indio seguía erre que erre arrimando cebolleta mientras yo me intentaba zafar de su presa titánica, con más cara de asco y miedo que de mosqueo, cuando de golpe Yo se cansa de la cara de Cora-Bean y ... ¡la lanza por la borda! Me quedo con cara de bobo, con la boca abierta, hasta que mi mejor amiga empieza a chapotear en el agua

¿¡Pero tu estás tonto o qué te pasa!?- me giró bruscamente gritándole al indio en la cara - Ya estás moviendo el culo y sacándolo del agua o ni tu, ni tu caballo ni cualquier otro filia que tengas se van a acercar a mí ¿entendido? - estaba histérico con tanto sobeteo del maldito indio gigante y aquello había colmado el vaso - Es mi amigo, mi MEJOR amigo, por mucho que tenga cara de sapo como tú dices, así que o la rescatas o ya te puedes olvidar de la chica ram ram para siempre !¿queda claro?!- me tambaleé. No se cómo me había puesto en pie durante mi explosión y me encontraba dándole golpecitos al indio en su pecho con mi índice... habría sido cómico, mucho, de no ser por los chapoteos y balbuceos de Cora en el agua y por mi cara de mala leche capaz de agriarle un dulce a un niño.

Se había pasado. Tres pueblos. Y ya me había cansado... o se ponía las pilas o el bueno de Teo se iba a convertir en Maxime estrella-guitarras-en-cabezas-jumanjix

-¡Va! ¿¡A qué esperas!?- añadí cruzándome de brazos mirando con fijeza al indio... solo faltaba que ahora me tirara a mí también el muy salvaje

Había sido relativamente sencillo llegar hasta aquí gracias a la destreza de Indiana Jones escalando por las rocas, aunque es verdad que no medí bien y acabé entrando en la cueva totalmente mojado. Al poco vi como Lara me había seguido y apareció tras de mí en la boca de la cueva - Eh, he llegado yo primero, pero te cedo el paso para que veas que no te guardo rencor. Ve delante, yo te sigo - sabía que Jacob llevaba un personaje bastante ciego en percepción, así que, mi espíritu competitivo no dudó un sólo instante en aprovechar semejante ventaja - agacha la cabeza, ¿o es que quieres acoplarte a la piedra?

Antes de que avance o se ponga a gatear por el cubículo y me de la espalda - ¿oye, se puede saber a qué vino ese beso con tu hermana? - la agarro por la camisa y la pongo contra la pared y el beso se lo planto yo en la boca, aprovechando la cortesía y la situación de soledad en la que nos encontramos - sino te atreves a decírmelo es cosa tuya, pero que sepas que se te nota - la vuelvo a besar - yo lo sé.

Olvida lo de entrar ahí solos, es un juego colaborativo, habrá que esperar al resto, además es muy estrecho y sin ver nada es peligroso entrar ahí - quizás el flash de la polaroid nos podría otorgar una luz importante, quizás el indio no hubiera dicho todo lo que sabía de esta roca - así que, podemos esperarlos aquí... aprovechando que estamos tú y yo a solas.

Salvo que, ahora recuerdo que entre el equipo, Lara, lleva una linterna - ¿por qué no sacas esa linterna que tienes e iluminas ese agujero?

Si caigo en una trampa, será tu puta culpa, Kimy. Le digo con mala leche, el frío del agua me dejó helada, apenas noto las manos. Enciendo la linterna y me dispongo a gatear cuando Kimy me pregunta acerca del beso con mi hermana.

No se, tía. En ese momento no pensé con la cabeza..solo vi a una tía que se acercaba..no caí..al principio..y luego.. no pude parar. Qué mierda de primer be...
Aprovechando el momento de introspección de Lara, Kimy intenta besarle, rudamente, como en las películas.  Sin embargo, no es una frágil reportera lo que tiene delante, si no a la Lara Croft más burra de toda su historia, la Kratos de Tomb Raider.

Eeeeh! Que haces!! Lo estampó contra la pared. No me beses...es muy gay.  No se despegó del todo, manteniendo a la fuerza a Indy contra la pared..y tras unos segundos de duds apagó la linterna..no tenía valor para declararse mirándola a la cara. Esperaba que Kimy no se sacara nada de los pantalones.. aunque en el fondo esperaba al menos un abrazo

Si que me molas, Kimy..susurró tan bajito que apenas se le oyó. Estaba asustado.

Dif es 15.

Esto de los remos es terriblemente complicado. Ni siquiera tengo claro cuál era el lado que hay que meter en el agua, así que voy probando, primero de uno, luego de otro. Pero la cosa no va muy bien. Al final me asomo y le doy también con las manos, pero nada. Para cuando la canoa se detiene junto a la roca llorona esa estoy agotada, me duelen horrores los brazos y tengo la certeza total de que esto de remar no es lo mío. Ni lo de Bean tampoco, seguro. 

Aprovecho la pausa para recuperar el aliento y mientras los demás hablan yo empiezo una nueva guerra con el remo para ver cómo colocarlo dentro de la canoa. Es más difícil de lo que parece, porque es largo y la canoa es estrecha, así que me trabo con mis propias piernas una y otra vez... hasta que de repente noto que una fuerza sobrehumana me coge y me levanta por los brazos. 

—¡Ahhhh! ¡Ahhhhhhhh! ¡Ahhhhggggllllllll!

El último grito se me ahoga cuando la boca se me llena de agua y de repente todo es agua a mi alrededor. Agua revuelta, que se agita haciendo burbujas mientras yo me sacudo. Mierda, mierda, mierda. El muy capullo del indio me ha tirado al río. 

Tengo que mantener la mente fría y tratar de nadar de regreso a la canoa. Nunca me ha dado miedo el agua, me encanta nadar, es el único deporte que me gusta. ¿Pero entonces por qué estoy tan asustada? 

De repente Lara e Indy si van, eso me mosquea porque no es plan estar por separado. - Vete al cuerno. - le digo a mi hermano mellizo mientras observo como el indio sigue arrimando a Teo. Por momentos casi me río, pero sé que es muy incómodo y la verdad se pone intenso el hombre. - Estoooo eso, mejor guiar y luego ram ram o lo que quieras. Lo que dice mi amiga. - respondo algo nerviosa, mientras descubro que tanto la cabeza como yo no vemos nada. 

Pero de nuevo el muchacho de la pluma hace cosas raras y me tira a Cora al agua. - CORAAAA. - grito con fuerza mientras me abalanzo hacia el borde de la canoa con el remo. - Sujeta esto, venga no me hagas esto... - digo desesperada, odiando con todas mis fuerzas al sujeto ese. Pero haré lo que sea por salvar a mi hermanita, no quiero ni pensar en lo que puede haber en el agua y ella está en peligro.